Arrieta defiende los pactos de la Santa Sede con «las autoridades legítimas del pueblo chino»

Juan Ignacio Arrieta Vatican News
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(Agencia Fides) – La llamada “sinización” de la Iglesia católica en China, es decir, la adaptación de las formas de vida eclesiástica al contexto cultural y social chino, en sí misma «no es un problema», afirma el obispo Arrieta miembro del Opus Dei.

Lo importante es que en esta adaptación se conserven las «cosas esenciales» que caracterizan la naturaleza propia de la Iglesia, y que en realidad «son pocas». Lo afirma con determinación el obispo español Juan Ignacio Arrieta, Secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos, en la vídeo-entrevista realizada para la Agencia Fides por Teresa Tseng Kuang yi.

La Iglesia católica, en el desempeño de su misión -añade Mons. Arrieta-, siempre ha reconocido la legitimidad y también la necesidad de incorporar elementos tomados del contexto de cada país, y expresiones tradicionales de cada cultura. La única condición es que tales adaptaciones no comprometan u oculten las «cosas esenciales», los factores genéticos constitutivos que plasman la identidad de la Iglesia católica, y la actuación que le es propia.

En este sentido, el Secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos también ha comentado el Acuerdo Provisional entre China y la Santa Sede sobre los nombramientos de obispos chinos, firmado en septiembre de 2018 y renovado por segunda vez el pasado mes de octubre.

El Acuerdo sobre los Procesos de Nombramiento Episcopal en China – señala Monseñor Arrieta – pretende garantizar que los nombramientos de obispos al frente de las comunidades católicas se realicen «de mutuo acuerdo entre el gobierno chino y el Papa», quien, según lo que también define el Código de Derecho Canónico, tiene la prerrogativa de nombrar libremente a los obispos o de confirmar «a los que han sido elegidos legítimamente» (canon 377, §1).

El obispo Arrieta señala también que en las relaciones establecidas para firmar el Acuerdo y verificar su aplicación concreta, la Santa Sede y «las autoridades legítimas del pueblo chino» se reconocen recíprocamente como interlocutores.

En la vídeo-entrevista, el Secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos señala además, que la participación directa de las autoridades civiles en los procedimientos de nombramiento de los obispos católicos no es ciertamente una prerrogativa china ni una novedad en la historia de la Iglesia.

En este sentido, monseñor Arrieta, que nació en Vitoria, en el País Vasco, recuerda lo que ocurrió en España en la época de Francisco Franco, cuando para elegir a los obispos españoles «el Gobierno presentaba tres nombres, y el Papa elegía».

En las primeras declaraciones de la video-entrevista, Mons. Arrieta confiesa que lleva 20 años cultivando relaciones e intercambios con «amigos chinos» y que ha visitado China, quedando impresionado por este pueblo «con una cultura milenaria». Arrieta añade que no está implicado oficial y directamente en las relaciones de la Santa Sede con los representantes del gobierno chino, y al mismo tiempo reafirma su compromiso de trabajar según sus propias competencias para aumentar la confianza en las relaciones entre la Santa Sede y Pekín, cultivando relaciones culturales y de amistad también con estudiosos y académicos chinos.

Monseñor Arrieta hace referencia a sus esfuerzos por difundir el estudio del derecho eclesiástico en China, con el fin de ofrecer vías de reflexión y profundización a los interesados en las normas de derecho civil relativas a las comunidades de creyentes en China.

En su ensayo dedicado a los aspectos organizativos de las relaciones Iglesia-Estado en China, contenido en el volumen titulado “El acuerdo entre la Santa Sede y China” (publicado en 2019 por Urbaniana University Press y editado por los profesores Agostino Giovagnoli y Elisa Giunipero), el obispo Arrieta, refiriéndose a las vicisitudes del catolicismo chino, atestigua cómo «el derecho canónico, por su elasticidad, sigue siendo capaz de resolver ahora, como lo ha hecho a lo largo de los siglos en diferentes culturas y situaciones históricas, los problemas que puedan surgir, respetando sólo los elementos esenciales de la teología de la Iglesia».

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Comentarios
28 comentarios en “Arrieta defiende los pactos de la Santa Sede con «las autoridades legítimas del pueblo chino»
  1. La confusión de Arrieta llega a límites insospechados, al afirmar que las autoridades del pueblo chino son legítimas. ¿Desde cuándo una dictadura comunista puede ser considerada legítima? ¿Desde cuándo un totalitarismo que persigue a los cristianos puede ser legitimado por el Secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos? Ese gobierno no ha sido elegido por el pueblo y secunda una ideología c o n d e n a d a por la encíclica Qui Pluribis, de Pío XI, por lo que, según la doctrina de la Iglesia, carece de legitimidad.
    Lo que ocurre es que Francisco y Arrieta se han separado de la doctrina católica, y secundan su propia ideología.
    Oremos para que el Señor nos libre pronto de este pontificado.

    1. Más si se tiene en cuenta que hay DOS Chinas, y si hablamos de la legítima, es la que tiene la capital en Taipei, no en Pekín.

      Desde que subieron estos traidores, no sólo están vendiendo a los católicos de la República Popular China, sino también a los de la República de China (nombre oficial de Taiwán, a la que el Vaticano ha abandonado diplomáticamente desde que subió Fco.).

      1. No existen «dictaduras de derechas», Pobre Migue. A ver si aterriza usted en este mundo de una vez y deja de decir disparates. El comunismo no tiene un pase, es una ideología totalitaria y criminal, perseguidora de la religión, y el papelón de la Santa Sede en este asunto es, como poco, cuestionable (vomitivo, según muchos) Como siempre, usted defendiendo lo indefendible. ¿Qué se puede esperar de un troll izquierdoso y anticatólico?

        1. Ya se lo ha dicho todo al Probe Migue, no hace falta añadir más, va alternando, un día EL PEDU otro día el Probe Migue…..el troll no tiene descanso. Lo que no entiendo es porque intenta razonar con un Lerdo como este. Lo único que se le puede decir es lo que siempre le digo: pero que tonnnnntoooo llegas a ser Probe Migue PEDU etcétera etcétera

    2. En este sentido, monseñor Arrieta, que nació en Vitoria, en el País Vasco, recuerda lo que ocurrió en España en la época de Francisco Franco, cuando para elegir a los obispos españoles «el Gobierno presentaba tres nombres, y el Papa elegía».

    3. Me temo que tiene usted un cacao considerable. Arrieta no tendría por qué haber calificado al régimen chino como «régimen legítimo» y, por tanto, a sus gobernantes, como gobernantes legítimos. Supongo que si lo hace es dar cierta justificación al tratado, por otra parte, secreto e ineficaz, cuando no perjudicial para la Iglesia. Pero ese es otro cantar. La cuestión de la legitimidad de un régimen o gobierno no tiene por qué derivar, como usted parece suponer, de elecciones democráticas. Puede darse a partir de una rebelión popular o de una guerra civil. Incluso un golpe de estado puede crear un régimen sin legitimidad de origen, pero con una legitimidad (política, no necesariamente moral en su ejercicio) adquirida por el paso del tiempo y la obediencia de los ciudadanos. Tras 70 años, China es lo que es y no hay visos de que vaya a cambiar. Esa es la realidad y había que dialogar para intentar mejorar el estado de la Iglesia y de los católicos. Lo que pasa es que se ha hecho fatal

  2. Curiosamente el dictador chino y el dictador del Vaticano, tomaron su poder en 2013.
    Desde entonces el mundo no ha vuelto a ser igual.
    Ven, Señor Jesús

  3. Y el sinvergüenza disfrazado de obispo pretende comparar a Francisco Franco con el Xi-Jinping ese. Señor Arrieta, no difame ni suelte exabruptos.D. Francisco Franco era católico, cuyo regimen fue elogiado por el mismo Juan XXIII, por defender un orden social cristiano; es normal que pueda proponer obispos, mientras Xi-Jinping es ateo y expresamente anticristiano. Franco respetaba a la Iglesia Católica, sus derechos y su libertad, y sometía el regimen a su autoridad moral y espiritual, en cambio, el amigo de Bergoglio tortura y secuestra católicos, destroza parroquias y quiere acabar con la Iglesia en China. Menudo sinvergüenza el Arrieta ese, de la misma calaña que Bergoglio.

  4. Por cierto, Arrieta y Bergoglio, su querido CVII dice que las autoridades políticas no pueden nombrar obispos; sean congruentes. ¿O qué pasa. no pueden proponer obispos los gobernantes si son católicos, pero si son ateos, masones o globalistas, sí?

    1. O peor aún, comunistas que hablan abiertamente de eliminar la religión y que dicen públicamente que la tolerancia a cualquier religión es algo dialéctico, por razones pragmáticas de orden social: la parte buena del PCCh es que en esto no mienten.

      Estos tíos sólo invocan al CVII para lo que les interesa.

    1. Sólo como aclaración, sin entrar en el fondo del asunto. Franco no eligió ni a un solo obispo. O sea, que ningún sacerdote fue obispo por decisión de Franco. El derecho de presentación era un modo de cortesía. Entre los candidatos buscados por la Conferencia de Metropolitanos, luego la Conferencia Episcopal, y el Nuncio, Franco escogía 3 nombres, que proponía al Papa, siendo éste el que elegía y nombraba a uno.

      1. Creo que no era exactamente así. Si no recuerdo mal la Nunciatura y el Ministerio de Asuntos Exteriores pactaban una seisena de nombres de sacerdotes susceptibles de ser nombrados que se enviaba a Roma, donde quedaba reducida a una terna que era la que se presentaba al Jefe del Estado, el cual elegía y presentaba a uno de los tres. Eso para los nombramientos de obispos residenciales y coadjutores con derecho a sucesión, los obispos auxiliares los elegía Roma libremente y fue por ahí por donde en el posconcilio metieron a todos los modernistas. Era una justa concesión a una nación católica que, por la importancia y los fueros que reconocía a la Iglesia, tenía derecho a decir una palabra en el nombramiento de los supremos pastores de las Diócesis. Hoy, siendo España aconfesional y con un gobierno ateo, no se justificaría tal privilegio, como tampoco en China.

  5. Que bonito defender los pactos Vaticano-Dictadura China desde un despacho confortable en Europa, mientras los católicos fieles chinos las pasan canutas para practicar su fe, sufriendo porque no pueden llevar sus hijos a la Iglesia hasta los 18 años, soportando ver la foto del dictador chino al lado de la imagen de Jesús, y viendo como los obispos fieles son encarcelados mientras que los obispos renegados se arrodillan ante el comunismo y enseñan falsedades en contra del Evangelio.
    ¿Este Arrieta duerme tranquilo por las noches después de soltar tantas indignidades?

    1. Posiblemente sí que duerme bien: la “obediencia” a ultranza (como si no existieran las otras virtudes, empezando por las teologales) les ha puesto una losa en el cerebro y les adormece la conciencia.

      1. Perdóneme, pero ni es obediencia ni es virtud, es seguidismo infame, mamporrerismo dicho de manera zafia. Es lo que practican estos miembros y «miembros» de la Obra, mientras el interfecto trata de liquidarla a toda costa; cosa que me alegraré cuando ocurra. Naturalmente este comentario se me censurara, ya que cuando alguien dice lo obvio sobre el Opus, aquí te lo censuran. Sin embargo los comentarios del Troll Probe Migue PEDU etcétera son a diario

  6. Si todo es tan normal en los pactos entre la Iglesia y el gobierno totalitario chino ¿por qué son secretos dichos pactos?.
    ¿Acaso no tienen derecho los fieles a conocer en qué manos están y a conocer toda la información sobre aquello que les afecta gravemente?
    ¿Es eso sinodalidad?

  7. Catholicvs: Dicen que Francisco es peronista. Pero el General Perón estaba en contra de la Sinarquía, la Oligarquía y el Nuevo Orden Mundial.
    Es peronista?

    1. ¿Por qué se dirige a mí, que hasta ahora no había escrito nada en esta noticia? ¡Yo que sé si es peronista! Soy español, no argentino, y el «peronismo» me suena a comodín que vale para todo. Además, me da igual lo que sea o deje de ser, siempre y cuando cumpla con su función (que ejerce de forma manifiestamente «mejorable», por ser caritativo).

    2. ¿Por qué se dirige a mí, que hasta ahora no había escrito nada en esta noticia? ¡Yo que sé si es peronista! Soy español, no argentino, y el «p e r o n i s m o» me suena a comodín que vale para todo. Además, me da igual lo que sea o deje de ser, siempre y cuando cumpla con su función (que ejerce de forma manifiestamente «mejorable», por ser caritativo).

  8. ¿Dice que lo esencial de la Religión Católica es «poco»? Pues ya me dirá cómo celebraron los católicos chinos la Fiesta de Cristo Rey. Precisamente la Católica es una de las religiones que tiene más cosas esenciales que ninguna otra. El Credo, por ejemplo, tiene algunos artículos que a Xi Jinping le gustarán más bien poco. ¿Dónde cabe en la cultura china la Trinidad?

  9. Qué bajo ha caído el Opus Dei que no corrige los dislates de sus miembros como Arrieta.
    En cambio si alguien de la Obra refuta algún error del Papa es inmediatamente suspendido.
    ¡San Josemaría ruega por nosotros!

  10. Afierma el obispo Arrieta que «la participación directa de las autoridades civiles en los procedimientos de nombramiento de los obispos católicos no es ciertamente una prerrogativa china ni una novedad en la historia de la Iglesia», tal como ocurrió en España en la época de Francisco Franco.
    Lo que sí es ua novedad es que los acuerdos China-Vaticano sean secretos. ¿No condena la Iglesia las asociaciones secretas como la masonería, simplemente por se secretas? ¿En qué quedamos? Gracias a este acuerdo secreto los católicos clandestinos chinos siguen siendo perseguidos y encarcelados, por no quere doblegar su fe al antiteo, totalitario e ilegítimo PCC.

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