La semana pasada, los obispos flamencos hicieron público un documento titulado «homosexualidad y fe» en el que daban su consentimiento y aprobación a que las personas homosexuales puedan vivir en pareja. Es más, los propios obispos inventaron una oración para que se pueda bendecir a las parejas homosexuales.
El cardenal Jozef De Kesel y los obispos flamencos dejaron plasmada su posición en el documento: «Las personas homosexuales están pastoralmente cerca – Por una Iglesia hospitalaria, que no excluye a nadie».
Este desafío por parte de la Conferencia Episcopal belga que ha causado gran escándalo en la comunidad católica no ha sido respondido, por el momento, por parte del Vaticano.
Mientras Roma y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe callan, algunos obispos y cardenales han salido al paso para corregir esta herejía. Quien recientemente ha alzado públicamente la voz para corregir a sus colegas belgas ha sido el cardenal Willem Jacobus Eijk.
En un artículo publicado en el medio italiano La Brújula Cotidiana, el arzobispo de Utrecht afirma sorprendido que «es la primera vez que una conferencia episcopal (o parte de ella) emite una declaración que pone como ejemplo una celebración de la Palabra y oración para pronunciar una bendición sobre una pareja del mismo sexo».
El purpurado añade que «lo bendito debe corresponder también al orden de la creación de Dios: Dios creó el matrimonio como un don total y recíproco del hombre y la mujer, que encuentra su culminación en la procreación», en alusión a lo que tantas veces se insiste de que la Iglesia no puede bendecir el pecado, a pesar de la insistencia y presión de los clérigos pro LGTB.
El cardenal holandés asegura que «no pueden ser una expresión auténtica a nivel corporal de la total entrega recíproca del hombre y la mujer, que es esencialmente el matrimonio. No puedes bendecir situaciones que son objetivamente incorrectas desde un punto de vista moral. La gracia de Dios no brilla en el camino del pecado».
El cardenal Eijk sostiene que «los obispos flamencos van en contra de la citada declaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Los obispos flamencos también están obligados por ella».
Además, también recuerda que «la Palabra de Dios contenida en las Escrituras califica de manera inequívoca e innegable las relaciones homosexuales como pecado».
«¿No debería ser posible lo mismo en las relaciones sexuales duraderas y monógamas de un hombre y una mujer, que viven juntos sin estar casados? Permitir la bendición de las parejas homosexuales conlleva el gran riesgo de desinflar las bendiciones y socavar la enseñanza de la Iglesia sobre la moralidad del matrimonio y la ética sexual», subraya el arzobispo de Utrecht.
Por último, el cardenal dice que «los católicos que aceptan las enseñanzas de la Iglesia, incluso en materia de moralidad sexual, esperan fervientemente que los obispos flamencos pronto sean llamados, por círculos eclesiásticamente competentes, a retirar su declaración y que estos últimos cumplan».
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El cardenal Eijk es un pastor del Corazón de Cristo. En cambio no podemos decir lo.mismo del Papa, que está del lado de los obispos belgas promocionando el lgtbi.
Corazón de piedra como suyo…
Zzzzzzz. Qué troll tan pesado. Usted no ve los corazones, ¿o se cree el troll de los rayos X? Haga algo útil en la vida y deje de trollear, plasta.
¿Pero cómo van a llamar a capítulo a esos herejes, que es poco decir, si a Francisco le están haciendo el trabajo?