(VaticanNews/Infovaticana)- Francisco y Orbán se vieron ayer en el Vaticano. Un encuentro que duró aproximadamente 45 minutos. Una reunión que la Santa Sede ha catalogado de «encuentro cordial».
El Primer Ministro húngaro llegó al Vaticano poco antes de las 11:00 horas, acompañado de un séquito de cuatro personas. Al tratarse de una visita privada, no se reunió con el Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin -que se encuentra actualmente en México- ni con el Secretario para las Relaciones con los Estados, Monseñor Paul Richard Gallagher.
Orbán se encuentra de viaje por primera vez desde su nueva victoria electoral del 3 de abril: el partido Fidesz obtuvo en las elecciones su cuarta mayoría parlamentaria consecutiva de dos tercios. «Mi primer viaje oficial tras las elecciones me llevará al Vaticano, al Papa Francisco», informó ayer el propio Orbán quien ha anunciado que durante su encuentro con Francisco le ha pedido «que apoyara nuestros esfuerzos por la paz».
Los regalos
La audiencia, en la Biblioteca Apostólica, comenzó a las 11.05 horas. «Estoy contento con su presencia aquí», dijo el Papa, sentando al primer ministro húngaro a la mesa. La conversación, en presencia de un intérprete, terminó a las 11.45 horas. Orbán entregó al Papa varios regalos: dos libros de y sobre Béla Bartók, el compositor húngaro y experto en música. «Si lo oye, nos escucha», dijo el dirigente político. A continuación, entregó una colección de discos de ópera y un volumen de 1750 con el Oficio de las Horas de Semana Santa en inglés y latín.
El Pontífice correspondió con un azulejo de bronce que representa a San Martín de Tours -originario de Panonia, la actual Hungría- en el acto de proteger a los pobres dándole parte de su manto. Al presentar este regalo, el Papa comentó: «He elegido esto para ti, San Martín, que eres húngaro, y he pensado que ustedes, los húngaros, están recibiendo a todos estos refugiados en este momento». El regalo del Papa incluía también los documentos del pontificado, el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año, el Documento sobre la Fraternidad Humana, firmado en 2019 en Abu Dhabi, y el libro publicado por LEV sobre la Statio Orbis del 27 de marzo de 2020.
El encuentro de Budapest en septiembre de 2021
Un primer encuentro «privado» entre Orbán y el Papa Francisco, también en el Vaticano, se remonta al 28 de agosto de 2016, cuando el Pontífice recibió al grupo de líderes y parlamentarios cristianos europeos que asistían a la reunión anual de la Red/ICLN en Frascati. La última vez que ambos se encontraron fue el 12 de septiembre de 2021, cuando el Papa viajó a Budapest para la clausura del Congreso Eucarístico Internacional. Antes de la Misa, el Papa -acompañado por el Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, y el Secretario para las Relaciones con los Estados, Monseñor Paul Richard Gallagher- se reunió con Orbán, junto con el Presidente de la República, Janos Ader, y el Viceprimer Ministro, Zsolt Semjén, en la Sala Románica del Museo de Bellas Artes. Fue un encuentro «esperado» que duró unos 40 minutos, según la Oficina de Prensa del Vaticano, y que se desarrolló «en un ambiente cordial». Se trataron numerosos temas, desde el papel de la Iglesia en el país hasta su compromiso con la salvaguarda del medio ambiente y la defensa y promoción de la familia.
El propio Papa Francisco ha podido dar más detalles sobre el encuentro, que ha atraído la atención de la prensa mundial, dadas las posiciones divergentes del Primer Ministro sobre la cuestión de los refugiados en comparación con las del Pontífice. «Me visitaron, el presidente vino a verme, tuvo esa cortesía, es la tercera vez que me encuentro con él y vino con el primer ministro y el viceprimer ministro, eran tres. El presidente habló», dijo el Papa Francisco, explicando que los temas tratados fueron la ecología («Realmente chapeau a vosotros los húngaros, la conciencia ecológica que tenéis, impresionante», dijo el Papa) y la familia. El primer ministro y el diputado explicaron los detalles técnicos de una ley diseñada para ayudar a las parejas jóvenes a casarse. «Sobre la inmigración, no, no hubo ninguna discusión», explicó el Papa.
Orbán se perfila como mediador
La cuestión de la inmigración ha vuelto a ser de urgente actualidad con el estallido de la guerra en Ucrania. Hungría ha mostrado su disposición a recibir refugiados. A principios de abril, Orbán también mantuvo conversaciones personales con el presidente ruso, Vladimir Putin, pidiendo un «alto el fuego» inmediato en Ucrania. «Su respuesta fue positiva, pero con condiciones», explicó Orbán en una rueda de prensa, diciendo que había invitado a Putin a Budapest junto con los líderes de Francia, Alemania y Ucrania. El primer ministro húngaro adoptó posturas neutrales hacia Rusia sobre las sanciones a Moscú y el apoyo a Kiev y expresó su negativa a suministrar armas a los ucranianos.
Visita del Cardenal Czerny a Hungría
En cuanto a los refugiados, más de 600.000 personas que huyen del país invadido han llegado a las fronteras de Hungría, donde se han puesto en marcha diversas iniciativas de apoyo a la acogida y la estancia. Para muchos, Hungría representa un «puente» hacia otras partes de Europa, especialmente Alemania e Italia, donde viven y trabajan familiares y amigos. Hay cinco fronteras que las organizaciones católicas y de otro tipo en Hungría -desde Cáritas hasta la Cruz Roja, pasando por las iglesias protestantes- se han repartido para hacer frente a la emergencia de una manera más orgánica. El gobierno húngaro dice haber ofrecido todo su apoyo, incluido el económico: así lo reiteró también el viceprimer ministro Semjén en su conversación en Budapest con el Cardenal Michael Czerny, Prefecto interino del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, enviado por el Papa a Hungría y Ucrania a principios de marzo para mostrar su cercanía a los refugiados ucranianos. Czerny fue recibido en audiencia en el palacio presidencial el segundo día de su misión y el viceprimer ministro quiso reiterar la «excelente cooperación entre el Estado y la Iglesia para la asistencia a los refugiados». «Hungría acogerá a los refugiados sin ninguna limitación», dijo Semjén. Czerny esperaba que esta actitud fuera permanente, que no se limitara sólo a la emergencia de la guerra y que, sobre todo, se extendiera a todos los pueblos del mundo: «Estos brazos estarán siempre más abiertos». En la misma reunión, Semjén también se mostró en contra del envío de armas a Ucrania: «Las armas no transitan por territorio húngaro porque no queremos ampliar el conflicto, esperamos una solución diplomática».
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Es lamentable que Francisco centre la visita en el tema de la inmigración indiscriminada (que favorece la invasión musulmana) y de la ecología. El mismo hecho de que le regale a Orbán la declaración de Abu Dhabi, en la que se dice erróneamente que «la multiplicidad de religiones es expresión de la sabia voluntad de Dios», es algo sintomático.
Porque una cosa es la acogida de refugiados cristianos ucranianos, y otra muy distinta, la de musulmanes, que cuando sean mayoría en Europa, y pronto lo serán, es previsible que nos empezarán a perseguir.
Y además, mientras Orbán planta cara frente al globalismo del NOM, al frenar el totalitarismo lgtbi y el aborto, en cambio estos temas no han sido tratados por el Papa más que de pasada, como para disimular.
Totalmente de acuerdo en todo SACERDOTE MARIANO, parece que el líder de los cristianos sea ORBAN y el otro un politicucho cualquiera… No si a estas alturas el que no quiera ver, que vaya a un experto OFTALMOLOGO
En esa reunión se han encontrado dos líderes que representan posturas opuestas: Francisco como partidario del globalismo del NOM, y el Primer Ministro Víctor Orbán antiglobalista.
Cierto, el más importante de los líderes cristianos, el Papa Francisco, y un politico, Orban, que por mucho que diga no lo es porque sus políticas son contrarias al Evangelio y a la Doctrina Social de la Iglesia.
Ha escrito usted la frase al revés. Sin duda, ha querido decir: «…un politico, Orban, y el Papa Francisco, el más importante de los líderes cristianos, que por mucho que diga no lo es porque sus políticas son contrarias al Evangelio y a la Doctrina Social de la Iglesia».
El cura biagrano opina ahora sobre la inmigración. No hay refugiados en Hungría y menos provenientes de Ucrania en donde San Putin ataca a la NOM. Solo vidas destrozadas que son simples «daños colaterales» como siempre ha sostenido. Al «Corrector» lo han buscado en google y …. pobre «corrector» le han contado las costillas. Y para colmo el secretario de Benedicto XVI con varicela… no era Covid 19 como informaron los medios dominados por Soros y la omnipotente NOM
¿Que quiere decir con su frase «No hay refugiados en Hungría y menos provenientes de Ucrania»? Si se la atribuye a Sacerdote mariano, usted miente (él no ha dicho tal cosa); y si es su opinión, le recuerdo que está tratando de enmendar la plana a su adorado Franisco, que ha dicho a Orbán: «…he pensado que ustedes, los húngaros, están recibiendo a todos estos refugiados en este momento». ¿Usted cree que Francisco miente? Igual usted trolleando, trolleando… se ha despistado.
Y le vuelvo a recordar que «vidas destrozadas» son las de los iraquíes y sirios bombardeados por Biden «El Católico» (sin aviso previo) o la de «los buenos» en 1945 sobre las ciudades alemanas o Hiroshima y Nagasaki (bombardeadas todas ellas para matar al mayor número de civiles), no que el malísimo Putin avise con antelación para que evacúen las ciudades y evitar su muerte. Y deje de mentir: Gänswein estaba vacunado (para que vea la eficacia vacunal).
Catholicus el corrector. Estimado amigo deje que el curita biagrano se defienda a si mismo.
Ricardo el troll: usted no tiene potestad alguna para decidir tal cosa. Puede no escribir usted, pero no impedir que escriban otros. Si quiere replica y si no, no. Nada más.
De vergüenza ajena ver a un …… como Bergoglio en `plan de dar lecciones a un gobernante de la talla de Orban
Catholicus el corrector: Me despido por ahora con una frase suya que es un compendio de humildad cristiana: «Yo no escribo disparates y menos insultantes. Refuto disparates y no insulto». Una maravilla!!!
¿Para ser humilde hay que reconocer escribir disparates y, sobre todo, escribirlos? No sabía… Menos mal que me ha ilustrado Ricardo el troll. Eso sí que es una maravilla. ¡Qué haríamos sin sus sabias y pertinentes correcciones a las correcciones! Es usted todo humildad, amén de un dechado de ortodoxia.