El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares ha dedicado su carta pastoral de esta semana para hacer un llamamiento a los fieles de su diócesis a vivir la Semana Santa. «Miremos, meditemos, contemplemos los acontecimientos de la Semana Santa y el mundo cambiará y se renovará por la fuerza del amor, del perdón, de la vida de Dios, que no nos deja en la estacada de la pandemia, ni de la guerra, ni de la barbarie de genocidios ocurridos ahora mismo», ha escrito el arzobispo.
Cañizares recuerda que la Semana Santa comienza con la conmemoración de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. «Los que creemos y amamos a Jesucristo, rebosantes de agradecimiento y compungidos por nuestros pecados, miramos a la Cruz redentora para contemplar y adorar al que cuelga de ella y confesar: “Verdaderamente, Este es el Hijo de Dios; el Cordero sin mancha que quita el pecado del mundo; el Siervo de Dios, triturado por nuestros crímenes, sus heridas nos han curado y nos han traído la paz y la reconciliación al mundo entero”. “¡Feliz culpa que mereció tal Redentor!”, afirma el cardenal.
De igual modo, sostiene que «es preciso que los cristianos vivamos estos días con especial intensidad religiosa y de fe cristiana. Hay que escuchar y meditar los pasajes de la Sagrada Escritura que nos hablan de estos hechos que han marcado definitivamente la historia. Dedicar tiempo, en estos días, a la oración y a la contemplación personal, en el seno de las familias, en las casas y en los templos. Participar intensa y religiosamente en las celebraciones litúrgicas; participar como familias», sentencia el arzobispo.
Demetrio Fernández: «han llegado los días santos»
Por otro lado, el obispo de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández emplea su carta semanal para desglosar el significado que tiene cada uno de los días de la Semana Santa. El martes tendrá lugar la celebración de la Misa Crismal, de la que el obispo destaca la unidad de «todos los sacerdotes en torno al obispo en medio del Pueblo santo de Dios».
«El jueves es el día de la reconciliación de los penitentes, y en la tarde celebramos la Misa de la Cena del Señor con el lavatorio de los pies. Cristo anticipó su entrega sacrificial, invitándonos a este banquete, que perpetúa la Iglesia por el ministerio de los sacerdotes», afirma Demetrio Fernández.
De cara al Viernes Santo, el obispo de Córdoba invita a sus fieles a «dejarnos que nos entre por los ojos y por todos los sentidos y que golpee nuestra sensibilidad para poder entrar en el secreto de esta pasión redentora, en el corazón de Cristo, que ama al Padre hasta el extremo y nos ama a los hombres sin medida».
Jesús Catalá: «buscar los bienes del cielo»
Por su parte, el obispo de Málaga, Monseñor Jesús Catalá sostiene en su escrito que «tras una larga Cuaresma, en la que el Señor nos ha invitado a purificar nuestro corazón de los apegos mundanos, que nos apartan de la verdadera felicidad, llegamos a la celebración de la Semana Santa, que culmina con la Pascua de Resurrección».
Catalá, citando a San Pablo recuerda que «si hemos resucitado con Cristo, no podemos vivir como los paganos, que ponen su corazón en las cosas de la tierra; hemos de buscar los bienes del cielo: «Aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra» (Col 3, 2).
El obispo de Málaga añade que «si Él ha salvado nuestra vida, no podemos seguir viviendo como antes; si hemos experimentado su presencia salvadora, su amor llenará nuestro corazón; si hemos recibido su perdón, podemos sentirnos amados por Él; si creemos en Cristo Jesús, no podemos seguir viviendo como la gente que no cree en Dios».
Por último, Jesús Catalá acaba invitando a sus diocesanos a «contad a todo el mundo que nuestra verdadera patria está en el cielo; que los bienes de la otra vida son eternos y no caducan. Os animo a vivir con gozo la Semana Santa y a resucitar con Cristo».
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