Infovaticana ha tenido acceso a la carta enviada por Alfonso Serrano, presidente de la Asociación Hermandad de las Ánimas de Topares, al Papa Francisco.
Topares es una pequeña pedanía, situada al norte de la provincia de Almería que desde hace unos meses, la Hermandad de la localidad arrastra un enfrentamiento directo con el obispado de Almería a causa de la propiedad de unos salones parroquiales.
En la carta enviada a Roma por la Hermandad de Topares, el presidente explica al Papa la situación que están atravesando. «Nos sentimos parte de la Iglesia y nunca hemos pretendido manchar su nombre con acciones que pudieran ponerla en entredicho», asegura Alfonso Serrano. «Nuestras familias han contribuido con gran esfuerzo al sustento de nuestra pequeña Iglesia y a ayudar a la gran cantidad de sacerdotes con los que hemos compartido nuestra fe y nos han ilustrado en la doctrina de nuestra Santa Madre Iglesia», añade del presidente de la Hermandad.
La historia del enfrentamiento entre la Hermandad de Topares y el obispado de Almería que cuenta el presidente es la siguiente: «Hace más de sesenta y cuatro años, nuestros mayores, con sus escasos ahorros, fueron plenamente conscientes de la necesidad de acometer cuantas actuaciones fueran necesarias para la reforma nuestro de templo parroquial, así como de construir, a nuestra costa, unas sencillas dependencias (un salón de reuniones y un teleclub) adjuntas al templo que pudieran servir de punto de encuentro para todos los vecinos, donde poder compartir la fe y también la fraternidad, convirtiéndose en el centro neurálgico de la vida social de este pequeño pueblo».
«Aquellas personas no lo dudaron en ningún momento y pusieron, no solo su dinero y trabajo, sino todo su empeño y cariño en convertir aquellas instalaciones en lo que son en la actualidad. Tengo a bien recordarle que todo ello se hizo sin recibir ningún apoyo económico ni material por parte de las autoridades eclesiásticas de la comunidad; todo, absolutamente todo, fue por cuenta de aquellos fundadores de nuestra querida hermandad, y desde entonces de todos los que en la actualidad pertenecemos a la misma».
El presidente de la Hermandad, le cuenta al Papa que «somos conscientes de que Su Santidad nos comprende y escucha. Todos los cuidados de nuestro templo e instalaciones anexas lo hemos hecho con absoluta dedicación, sin escatimar esfuerzos personales y económicos. Todo el dinero recaudado durante estos más de sesenta años se han destinado al mantenimiento y cuidados del templo, el cementerio, el salón parroquial y el teleclub a los que me he referido».
Enfrentamiento con el obispado
Todo esto explota cuando «el pasado verano de 2021 tuvimos conocimiento que el Obispado de Almería, de forma subrepticia, había inmatriculado el salón parroquial y el teleclub a su nombre, en los años 2008 y 2014, utilizando la vía legal establecida al efecto por la legislación española y sin contar absolutamente con el consentimiento y, lo que es peor, con el conocimiento de la hermandad a la que humildemente represento», narra el presidente.
«Vuelvo a manifestarle, Santo Padre, que nunca han recibido una negativa por nuestra parte para dialogar y dar una solución a este “abuso de autoridad”, si me permite la expresión, que hemos sufrido, no habiéndonos podido sentar, hasta la fecha de la presente, a la mesa de diálogo con el Sr. Obispo D. Antonio Gómez Cantero. El Sr. Obispo se ha negado, por razones que el sólo conoce, a atendernos, interponiendo la figura de su Vicario General, Sr. D. Ignacio López Román, habiéndonos sentido completamente abandonados a nuestra suerte y despreciados por el servidor de Cristo», escribe Alfonso Serrano en alusión a Gómez Cantero.
«Toda esta situación ha venido provocando que los medios de comunicación de toda España, locales y nacionales, se hayan hecho eco de la situación en que nos encontramos, habiendo sido incluso denunciado el que suscribe por el Obispado de Almería por usurpación; denuncia que finalmente fue retirada por este ultimo, siendo convocados a una nueva reunión a la que tampoco asistió e1 Sr. Obispo», explica al Papa el presidente de la Hermanda.
Solicitud de audiencia con el Papa
La situación ahora mismo es tan tensa que «la Hermandad a la que represento ha tenido que contratar un servicio de autobús para que nuestros mayores acudan a misa a la vecina provincia de Murcia, lo cual está produciendo un evidente descalabro económico a nuestras arcas, así como un desasosiego espiritual a lo que hacen uso de este servicio dominical de impredecibles consecuencias», lamenta Serrano.
«No es nuestra voluntad acudir a los Tribunales españoles para lograr el reconocimiento del derecho que entendemos nos ha sido usurpado con malas artes por parte del Obispado de Almería, pero necesitamos, antes de tomar tan drástica decisión, ser escuchados y que se haga Justicia en esta parroquia de Topares. Por este motivo, le pedimos Santo Padre que interceda ante las autoridades de la Iglesia española con el fin de se hagan los trámites legales oportunos para que se nos devuelva en el Registro de la Propiedad lo que es nuestro, lo que es del pueblo de Topares».
A modo de conclusión, el presidente de la Hermandad, concluye su carta al Papa solicitando «ser recibidos por Su Santidad un servidor y la junta directiva de nuestra humilde hermandad. En caso contrario, le rogamos encarecidamente que interceda por nosotros para que se respete a esta pequeña comunidad cristiana y nuestras costumbres y tradiciones».
El pueblo de Topares se enfrenta a la diócesis de Almería a causa de unos salones
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Difícil situación esta de Topares por muchas razones.
¿Cuando el pueblo emprendió esta colaboración con la parroquia del pueblo, puede el sacerdote de entonces de aclarar como sucedió esto?
¿Este trabajo y ayuda económica del pueblo fue para beneficio de ellos con la complacencia del párroco o fue para ayudar a la Iglesia?
Un salón parroquial, se entiende que se ha hecho para reunirse en él los componentes de grupos litúrgicos, para preparar la Liturgia dominical, grupos de enfermos, Cáritas u otros grupos. Si es así, creo que lleva razón la diócesis de Almería. Si hay otros componentes, la documentación y los acuerdos entre parroquia y pueblo tienen que aclarar la situación, que por lo que veo es complicada.
Lo cierto es que las cosas no se han hecho correctamente y la solución va a depender de los tribunales.