Nuestro corresponsal en la ciudad de Palencia, porque esta comunidad de lanceros tiene miembros por todo el territorio español, apunta a la alta posibilidad de que el obispo auxiliar de Madrid, monseñor Jesús Vidal, se convierta en el próximo obispo de Palencia.
Según las consultas que se han recibido en esa ciudad castellana, el nombre de monseñor Vidal suena con fuerza. Habría sido propuesto por el cardenal Osoro para sustituir a su íntimo amigo, el obispo actual, el agustino Manuel Herrero, uno de los obispos más lamentables que ha tenido el episcopado español en los últimos siglos.
De esta forma Osoro protegería a su amigo el agustino, le taparía algunos muertos en el armario de esa sufrida diócesis y le facilitaría la vida en su destino dorado en Santander. Allí Osoro planifica una conferencia episcopal a pequeña escala con el otro auxiliar Cobo como titular de Cantabria, el agustino como emérito y Vidal en la vecina Palencia.
La salida de monseñor Vidal, otro obispo inédito de Madrid, para Palencia supone además el desmantelamiento progresivo de la capital de España en vísperas del cambio del arzobispo. Por más que Osoro pretenda dar la apariencia de normalidad en la diócesis madrileña, la situación solo está sostenida por el empeño de algunos en mantener a un arzobispo acosado por todos los frentes, desde el judicial hasta el del rechazo de sus curas.
La salida de Vidal dejaría en manos del tándem Martínez Camino-Cobo la transición y la entrega del testigo al nuevo arzobispo que deberá elegir cuál de los dos sería el que le susurra la oído. Esto supuesto de que Osoro no consiga que el Papa nombre antes a Cobo obispo en una diócesis, que bien pudiera ser alguno de los arzobispados vacantes o alguna de las diócesis que quedarán libres por los movimientos.
Si el obispo de Palencia fuera otro, que todo es posible, querría decir también que la capacidad de Osoro de colocar a sus peones está en horas bajas. O que Omella ya no le compra la mercancía averiada al arzobispo de Madrid, que todo es posible.
Lo que parece claro es que el nombramiento del obispo de Palencia está a las puertas. Herrero, el actual obispo de Palencia, se apresuró a adelantar el envío de la carta de renuncia, hizo todo lo posible para llamar la atención del papa en la visita ad limina pidiéndole que le sacara cuanto antes y, ahora, se prodiga en despedidas con comidas y cenas incluidas.
Diego Lanzas
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Es una diócesis complicada, aunque sea pequeña, no sé si tendrá las cualidades de gobierno necesarias.
No creo que a Osoro le acepten la renuncia antes de que termine el Año Jubilar de San Isidro, el 15 de mayo de 2023.
Hombre, juzgar a D. Manuel cómo un obispo «lamentable» es pasarse de frenada. Es cierto que tiene a un grupo en su contra pero como lo tiene el papa. Los que están en contra deben hacérselo mirar por el bien de la comunión en la Iglesia.