Francisco: «El discípulo de Jesús es una persona humilde y abierta, sin prejuicios ni rigidez»

Papa Francisco discípulo rigidez (Vatican Media)
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Lo afirmó el Papa Francisco antes del rezo del Ángelus dominical desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano.

Las Bienaventuranzas definen la identidad del discípulo de Jesús, señaló el Papa comentando el evangelio del domingo. «Veamos la primera, que es la base de todas las demás: «Dichosos vosotros, los pobres, porque vuestro es el reino de Dios» (v. 20). Dichosos vosotros, los pobres. Dos cosas dice Jesús de los suyos: que son dichosos y que son pobres; es más, que son dichosos porque son pobres», indicó Francisco.

Su Santidad explicó que lo es «en el sentido de que el discípulo de Jesús no encuentra su alegría en el dinero, en el poder, u otros bienes materiales, sino en los dones que recibe cada día de Dios: la vida, la creación, los hermanos y las hermanas, etc. Son dones de la vida».

¿Cuál es la lógica de Dios?, se preguntó el Pontífice más adelante: «La gratuidad. El discípulo ha aprendido a vivir en la gratuidad», contestó. «El discípulo de Jesús, porque tiene esta actitud, es una persona humilde y abierta, sin prejuicios ni rigidez», afirmó el Papa.

Quien está «demasiado apegado a sus propias ideas y a las propias seguridades», manifestó Francisco, «casi nunca sigue realmente a Jesús». «Y esto no es un discípulo. Y así cae en la tristeza. Se entristece porque las cuentas no cuadran, porque la realidad se escapa de sus esquemas mentales y se siente insatisfecho», señaló.

Ante la paradoja de las Bienaventuranzas, continuó, «el discípulo se deja poner en crisis, consciente de que no es Dios quien debe entrar en nuestras lógicas, sino nosotros en las suyas. Y esto requiere de un camino, a veces fatigoso, pero siempre acompañado de alegría. Porque el discípulo de Jesús es alegre con la alegría que le viene de Jesús».

«El Señor, al liberarnos de la esclavitud del egocentrismo, desencaja nuestras cerrazones, disuelve nuestra dureza y nos abre la verdadera felicidad, que a menudo se encuentra donde nosotros no pensamos. Es Él quien guía nuestra vida, no nosotros, con nuestras ideas preconcebidas o nuestras exigencias. Finalmente, el discípulo es aquel que se deja guiar por Jesús, que abre su corazón a Jesús, lo escucha y sigue su camino».

«Entonces podemos preguntarnos —yo, cada uno de nosotros—: ¿tengo la disponibilidad del discípulo? ¿O me comporto con la rigidez de quien se siente cómodo, se siente bien y siente que ya ha llegado? ¿Me dejo «desencajar por dentro» por la paradoja de las Bienaventuranzas, o me mantengo dentro del perímetro de mis propias ideas? Y luego, con la lógica de las Bienaventuranzas, más allá de las penurias y dificultades, ¿siento la alegría de seguir a Jesús? Este es el rasgo más destacado del discípulo: la alegría del corazón», explicó el Sucesor de Pedro.

Después del Ángelus, Francisco dedicó unas palabras a la situación de Ucrania: «Las noticias que llegan de Ucrania son muy preocupantes. Encomiendo a la intercesión de la Virgen María y a la conciencia de los responsables políticos cada esfuerzo por la paz. Recemos en silencio», dijo.

Les ofrecemos las palabras del Papa, publicadas en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En el centro del Evangelio de la Liturgia de hoy están las Bienaventuranzas (cf. Lc 6,20-23). Es interesante observar que Jesús, a pesar de estar rodeado de una gran multitud, las proclama volviéndose «hacia sus discípulos» (v. 20). Habla a los discípulos. Las Bienaventuranzas, de hecho, definen la identidad del discípulo de Jesús. Pueden sonar extrañas, casi incomprensibles para quien no es discípulo, pero si nos preguntamos cómo es un discípulo de Jesús, la respuesta es precisamente las Bienaventuranzas. Veamos la primera, que es la base de todas las demás: «Dichosos vosotros, los pobres, porque vuestro es el reino de Dios» (v. 20). Dichosos vosotros, los pobres. Dos cosas dice Jesús de los suyos: que son dichosos y que son pobres; es más, que son dichosos porque son pobres.

¿En qué sentido? En el sentido de que el discípulo de Jesús no encuentra su alegría en el dinero, en el poder, u otros bienes materiales, sino en los dones que recibe cada día de Dios: la vida, la creación, los hermanos y las hermanas, etc. Son dones de la vida. También los bienes que posee los comparte con gusto, porque vive en la lógica de Dios. Y ¿cuál es la lógica de Dios? La gratuidad. El discípulo ha aprendido a vivir en la gratuidad. Esta pobreza es también una actitud respecto el sentido de la vida, porque el discípulo de Jesús no cree que lo posee, que ya lo sabe todo, sino que sabe que debe aprender cada día. Y esta es una pobreza: el ser consciente de que debe aprender cada día. El discípulo de Jesús, porque tiene esta actitud, es una persona humilde y abierta, sin prejuicios ni rigidez.

Hay un bello ejemplo en el Evangelio del domingo pasado: Simón Pedro, pescador experto, acepta la invitación de Jesús de echar las redes a una hora inusual; y luego, lleno de asombro por la prodigiosa pesca, deja la barca y todas sus posesiones para seguir al Señor. Pedro demuestra ser dócil dejando todo, y así se convierte en discípulo. Sin embargo, quien está demasiado apegado a sus propias ideas y a las propias seguridades, casi nunca sigue realmente a Jesús. Lo sigue un poco, sólo en las cosas en las que “estoy de acuerdo con Él y Él está de acuerdo conmigo”, pero luego en otras no va. Y esto no es un discípulo. Y así cae en la tristeza. Se entristece porque las cuentas no cuadran, porque la realidad se escapa de sus esquemas mentales y se siente insatisfecho. El discípulo, en cambio, sabe cuestionarse, sabe buscar a Dios humildemente cada día, y eso le permite adentrarse en la realidad, acogiendo su riqueza y complejidad.

El discípulo, en otras palabras, acepta la paradoja de las Bienaventuranzas: estas declaran que es dichoso, es decir, feliz, quien es pobre, quien carece de tantas cosas y lo reconoce. Humanamente, se nos induce a pensar de otra manera: feliz es quien es rico, quien está lleno de bienes, quien recibe aplausos y es envidiado por muchos, quien tiene todas las seguridades. Pero este es un pensamiento mundano, no es el pensamiento de las Bienaventuranzas. Jesús, por el contrario, declara que el éxito mundano es un fracaso, ya que se basa en un egoísmo que infla y luego deja un vacío en el corazón. Ante la paradoja de las Bienaventuranzas, el discípulo se deja poner en crisis, consciente de que no es Dios quien debe entrar en nuestras lógicas, sino nosotros en las suyas. Y esto requiere de un camino, a veces fatigoso, pero siempre acompañado de alegría. Porque el discípulo de Jesús es alegre con la alegría que le viene de Jesús. Porque, no lo olvidemos, la primera palabra que Jesús dice es: bienaventurados; de ahí el nombre de las Bienaventuranzas. Este es el sinónimo del ser discípulos de Jesús. El Señor, al liberarnos de la esclavitud del egocentrismo, desencaja nuestras cerrazones, disuelve nuestra dureza y nos abre la verdadera felicidad, que a menudo se encuentra donde nosotros no pensamos. Es Él quien guía nuestra vida, no nosotros, con nuestras ideas preconcebidas o nuestras exigencias. Finalmente, el discípulo es aquel que se deja guiar por Jesús, que abre su corazón a Jesús, lo escucha y sigue su camino.

Entonces podemos preguntarnos —yo, cada uno de nosotros—: ¿tengo la disponibilidad del discípulo? ¿O me comporto con la rigidez de quien se siente cómodo, se siente bien y siente que ya ha llegado? ¿Me dejo «desencajar por dentro» por la paradoja de las Bienaventuranzas, o me mantengo dentro del perímetro de mis propias ideas? Y luego, con la lógica de las Bienaventuranzas, más allá de las penurias y dificultades, ¿siento la alegría de seguir a Jesús? Este es el rasgo más destacado del discípulo: la alegría del corazón. No lo olvidemos: la alegría del corazón. Esta es la piedra de toque para saber si una persona es un discípulo: ¿tiene alegría en su corazón? ¿Yo tengo alegría en mi corazón? Este es el punto.

Que la Virgen, la primera discípula del Señor, nos ayude a vivir como discípulos abiertos y alegres.

Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

Las noticias que llegan de Ucrania son muy preocupantes. Encomiendo a la intercesión de la Virgen María y a la conciencia de los responsables políticos cada esfuerzo por la paz. Recemos en silencio.

Saludo de corazón a todos ustedes, romanos y peregrinos que han venido de Italia y de diferentes países.

En particular, saludo a los fieles de Funchal y Estreito de Câmara de Lobos, en la isla de Madeira, Portugal; así como a los de Perugia y Catanzaro.

Les deseo a todos un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.

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Comentarios
65 comentarios en “Francisco: «El discípulo de Jesús es una persona humilde y abierta, sin prejuicios ni rigidez»
  1. Su obsesión por la rigidez no es enfermiza. Está debidamente calculada para destruir toda la doctrina y la moral católicas, que odia desde lo más profundo de su ser. Sabe de sobra que el gran problema de hoy día es la ausencia de conciencia de pecado, pero nos quiere vender la rigidez, equivalente a la conciencia recta, como el gran problema. Su planteamiento es lisa y llanamente demoníaco. Quizás, o sin quizás, es que está poseído por el demonio, como en tantos casos, especialmente en el Vaticano, donde el Satanás pachamámico se pasea a sus anchas.

    1. No mire usted, Belzunequi, no quiera confundir y llegar a conclusiones absolutamente alucinadas:
      ¿Sabe a ciencia cierta que quiere destruir la doctrina y moral católicas?
      ¿Qué dogma ha cuestionado o que conducta inmoral ha propuesto? ¿ha dicho que la Virgen Ma´ría no fue virgen antes, en y en el puerperio?¿ha cuestionado el pecado original y la Inmaculada concepción de María? ¿ha negado el infierno?
      Todos sabemos perfectamente lo que es una conciencia recta y lo que es la rigidez. La conciencia recta la da la buena formación y el buen criterio y discernimiento. La rigidez se refiere a la relación con otros, y una persona con buena formación, puede ser duro, seco, insensible con el pecador y en vez de animarlo a seguir luchando con dulzura y comprensión, lo carga y atormenta con la barbaridad del pecado cometido, aumentando su sentimiento de culpa. Yo lo he padecido y sé de lo que hablo. RIGIDEZ: NOOOO! Fantástico el capitulo VIII de Amoris Laetitia.

      1. Claro hombre: mucho mejor la laxitud moral que el sentimiento de culpa ¡Dónde va a parar! No vaya a ser que dicho sentimiento le haga arrepentirse y se salve…

        «Amoris laetitia» (y no sólo el capítulo VIII) contradice la fe católica y hace afirmaciones condenadas con excomunión en las definiciones dogmáticas del Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Trento, además de contradecir el magisterio de los predecesores de Francisco, tanto el de Pablo VI, como el de Juan Pablo II, de los que pone citas, retorciéndolas, para afirmar lo contrario que estos Papas y defender lo que ellos condenaban.

        Tal documento no tiene un pase, no es católico, y tarde o temprano será abrogado en un futuro pontificado, pues socava todo el edificio doctrinal y moral de la Iglesia.

        1. Que bueno ¡dando certificados de catolicidad a exhortaciones apostólicas! Te puedo comprender en el hecho que es un documento enrevesado, incluso que admite una interpretaci´ón heterodoxa por algún pastor heterodoxo, pero si tomamos sus afirmaciones y sugerencias pastorales y las interpretamos conforme al Magisterio, no debe de haber problema. Fantásticas son las explicaciones de monseñor Munilla sobre este documento, alabando los siete capítulos primeros. En relación con el VIII, hay que saber interpretar en su conjunto y siempre acorde con el Magisterio: la ley de la gradualidad, o sea: «conoce, ama y realiza el bien moral según diversas etapas de crecimiento»; habla de las divorciados vueltos a casar añade que «debe de quedar claro que no es el ideal que el evangelio propone para el matrimonio»; habla de un acompañamiento espiritual con sacerdote de probada ortodoxia para que poco a poco se den cuenta de su situación y reflexionen.

        2. Si es que hay gradualidad hasta en la revelación de Dios. Parece que estoy en la escuela jeje.
          Vayamos a la Biblia: Dónde está la frase que dice que Dios es lento a la ira y es rico en piedad? en Éxodo. Ya podemos intuir, pergreñar un poco lo que será JHS como Segunda Persona de la Santa Trinidad: un Dios que perdona, misericordioso, compasivo pero justo, que busca la conversión del pecador. ¿Qué pasa pues con las matanzas divinas, con las consagraciones al exterminio de Josué o las consecuencias de las consecuencias de las rebeliones de Coraj, Datán y Abián? en Numeros 16 ¿No es sorprendente que Dios lento a la ira saliera a matar a Moisés en Éxodo 4-24?
          Está claro que YHWH siempre ha sido y será el mismo, un Dios que se auto-inmoló en la Cruz a través de JHS, porque allí crucificaron a la Santísima Trinidad en JHS. …(prosigo en otro mensaje)

        3. Si Dios siempre ha sido el mismo ¿por qué la imagen de Dios no ha sido la misma a lo largo, no ya de la Biblia sino del AT? ¿Acaso no hay diferencia del Dios que se nos presente en Josué y en Isaías? ¿acaso una persona normal y no enferma no puede darse cuenta de esa evolución? Dios siempre ha sido el que hoy es, sólo que la comprensión del hombre de Dios ha ido evolucionando con el paso del tiempo, desde la monolatría patriarcal hasta el monoteísmo del AT hasta la concepción más perfecta del NT con la Santa Trinidad. Con una Santa Trinidad auto-inmolada en su Hijo por amor y desde un Dios guerrero y que asesinaba a mujeres y niño – consagrados todos al exterminio – al cordero degollado de Isaías, por no decir ya el JHS del NT. En todo hay gradualidad. Hasta el mismo JHS lo reconoció al permitir la ley de Moisés por la dureza de corazón de los hebreos. Medítalo y luego me escribes, perdona el tuteo pero no te mereces el usted.

          1. error de grafía: al permitir en la ley de Moisés del divorcio (libelo de repudio) aún reconociendo su perversidad.

          2. El grado de catolicidad de «Amoris laetitia» no se lo concedo yo, sino su mismo contenido, contrario a la fe católica y al magisterio de 265 Papas, especialmente de los inmediatos predecesores de Francisco.

            Se podía haber ahorrado la perorata entera, porque he desgranado «Amoris laetitia» palabra por palabra, molestándome en cotejar cada una de sus citas y contrastando sus afirmaciones con el Magisterio de la Iglesia, desde decretos dogmáticos de Concilios ecuménicos, a encíclicas papales de sus predecesores (documentos todos ellos conformes a la fe católica, inderogables y de mayor rango que una «exhortación apostólica»).

            Como resultado escribí un amplio estudio titulado «Análisis de la Exhortación Apostólica post-sinodal «Amoris laetitia», del Papa Francisco», dividido en 8 partes, en mi blog «CATHOLICVS» (de Blogger), que puede consultar cuando quiera, pues, evidentemente, los comentarios de una página web no dan para tanto.

          3. Y por favor, no escriba disparates: Nuestro Señor no sólo no permitió el divorcio, sino que lo condenó de forma expresa.

            En cuanto a su tuteo, sólo da muestra de su mala educación y de su desconocimiento de los rudimentos del idioma español, pues el tuteo es expresión de familiaridad (que usted y yo no tenemos). Eso es lo que hay que merecer y ganarse, no el trato de usted, empleado cuando no existe tal familiaridad.

        4. Punto Uno: siempre tutea cuando hay familiaridad, cierto pero también el usted se emplea cuando la persona que habla con uno es una persona que por conocimientos, merece un trato distinguido. Tú no. Insisto y en el plano de las ideas, de la cultura te combatiré a tí y a todas las personas que piensan como tú , para que en la Iglesia – se está consiguiendo – las personas que piensan como tú, queden marginadas de cualquier puesto de responsabilidad en el seno de la Iglesia.
          Recuerdo: contrariamente a lo que dispone el Catecismo de la Iglesia aprobado por el Papa Juan Pablo II y el CVII tú: condenas al infierno a los judíos, herejes – protestantes… – y a los niños no nacidos cuando las madres sufren un aborto natural o a las personas que viven sin bautizarse porque piensan que su religión – aunque estén en el error – es verdadera: taoístas, sintoístas, budistas. Así, sin más. Ese eres tú.

        5. Punto dos: yo no he dicho que JHS, aprobara el divorcio, ni bendijera parejas de homosexuales ni… He DICHO – soy en único autorizado para establecer lo que he dicho y cambiarlo si quiero – que la Ley de Moisés permitía el repudio de una esposa ( mediante el libelo de repudio) y que ésto es una prueba de que la ley de la gradualidad – que es el humus, el fundamentos sobre el que se sostiene la Exhortación – el mismo YHWH la empleó para rebelarse a los hombres. Está claro que YHWH fue siempre el mismo, no es que YHWH antes consagrara al exterminio a los cananeos y luego en su plena auto-revelación «mostrara su lado amable» No. Lo que cambió es la percepción que de Dios tuvo el hombre, desde el antiguo hebreo hasta el JHS del Evangelio.
          Lo mismo pasa con la conducta humana. Una persona no puede acelerar de 0 a 100km/h en 0,00 segundos. Necesita tiempo y preparación…gradualidad y un acompañamiento espiritual.

          1. Es innecesario que se ponga a debatir sobre el tuteo. El tratamiento de ‘usted’ no siempre implica reconocimiento o respeto por la persona a la que se le dirige, sino que se emplea con cualquiera con el que no se tiene familiaridad y no le haya pedido expresamente que le tutee (excepción hecha de los niños pequeños o gente muy joven; y no siempre y en todas partes). Usted puede decir o hacer lo que quiera; yo ya he dicho todo lo que tenía que decir al respecto.

            «…te combatiré a tí y a todas las personas que piensan como tú , para que en la Iglesia […] las personas que piensan como tú, queden marginadas de cualquier puesto de responsabilidad en el seno de la Iglesia»

            Puede combatir lo que le dé la gana. La iglesia siempre tendrá enemigos internos como usted, que aunque ganen batallas perderán la guerra, como está profetizado (SIGUE)

          2. Francisco y sus mariachis no van a ser eternos, y si algo nos ha demostrado la historia, y demuestra la realidad, es que los progresaurios primaverales se están muriendo inexorablemente (es ley de vida) y no tienen reemplazo generacional. De ahí que prefieran morir matando que reconocer su fracaso vital.

            «yo no he dicho que JHS, aprobara el divorcio […] soy en único autorizado para establecer lo que he dicho y cambiarlo si quiero – que la Ley de Moisés permitía el repudio de una esposa ( mediante el libelo de repudio) y que ésto es una prueba de que la ley de la gradualidad…»

            ¡Qué cómico! Claro que lo ha dicho. Y ni usted mismo, autor de semejante disparate, puede cambiar lo que ya ha dicho y sigue escrito: (SIGUE)

          3. «Hasta el mismo JHS lo reconoció al PERMITIR la ley de Moisés por la dureza de corazón de los hebreos»

            ¿Al permitir la ley de Moisés? ¿Dónde permitió la ley de Moisés? ¡Si hizo justo todo lo contraro!: condenó el divorcio aunque las leyes judías (humanas, no divinas), lo permitieran por esa «dureza de corazón». Cristo lo deja claro como el cristal: Moisés lo permitió, no Dios; por eso dice que al principio no fue así, pues la voluntad divina, que no cambia, siempre ha establecido que el divorcio es adulterio y que el adulterio es pecado. Cristo recordó esa verdad, no la creó «ex novo» en ese momento, como Él mismo aclara: era así desde el principio. ¿Lo había dicho usted o no lo había dicho, por más que ahora trate de evadirse? (SIGUE)

          4. Y en cuanto a su concepto de ‘gradualidad’ (condenado por la Iglesia), lo tiene muy bien explicado en mi blog, como ya le he dicho, pero se lo resumo:

            Dicho concepto apareció en la Iglesia por vez primera vez en el Sínodo de la Familia de 1980, en el que se propuso la posibilidad de aceptar como etapa provisional una norma personal distinta del «ideal» hasta lograr éste, para así poder conciliar la práctica y la doctrina, tratando de respetar tanto ésta, como la conciencia y situación subjetiva de cada individuo. Pero, en realidad, lo que Juan Pablo II denominó «Ley de gradualidad» no tiene nada que ver con un abandono «gradual» del pecado, sino con el hecho de que una persona no es ya perfecta en el momento de su conversión, pero en ese momento de recibir la gracia de la conversión rompe con el pecado definitivamente para, después, avanzar «gradualmente» por el camino de la santidad. (SIGUE)

          5. Si vuelve a cometer más pecados, con la ayuda de la gracia debe arrepentirse y volver a empezar, ayudado por el sacramento de la Confesión, que nos impele a renunciar a pecar definitivamente, con firme propósito de la enmienda. Quien aún no esté arrepentido no recibirá la misericordia de Dios, y por tanto no se le perdona ningún pecado (Catecismo de la Iglesia Católica nº 1451; Concilio de Trento: DS 1676).

            Dicho lo cual, queda al descubierto la evidente tergiversación de documentos o conceptos previos y de sus predecesores, empleados por Francisco en «Amoris laetitia» para justificar algo condenado siempre por la Iglesia. Seguramente no es que usted no entendiera lo que le he explicado, sino que simplemente no acepta la doctrina y moral católicas como siempre las ha enseñado la Iglesia antes del actual pontificado (careciendo cualquier Papa de potestad alguna para cambiarlas).

          6. Punto Dos: No te confundas, «católico». No seas simple. Te recuerdo: condenas al infierno a judíos, herejes (luteranos, calvinistas…) y a los que siguen otras religiones como budistas ¿sigo? a los niños víctimas de abortos naturales y por consiguiente, a todo que no esté bautizado. A TIPOS COMO TÚ COMBATIRÉ ad nauseam. Tengo acceso a miembros del clero de mi diócesis a nivel medio-alto y a cargos de la Prelatura personal de la Santa Cruz y el Opus Dei y te puedo decir que eso que sostienes es INSOSTENIBLE y no tiene ningún predicamento en el clero España, salvo sólo en bestias o fósiles teológicos – muy minoritarios y por eso ruidosos – . Yo me limito a seguir al CVII y al Catecismo de la Iglesia católica, con lo que no me puedes tachar de heterodoxo o cosas parecidas. De hecho nunca le leído a San Josemaría decir esas barbaridades. La victoria será de JHS pero tú tienes celo por Dios más no conocimiento exacto. Te desvías «por la derecha»jeje.

          7. punto tres: ahí estamos de acuerdo en algo. Fue Moisés y no YHWH, pero el caso es que Dios permitió esa situación, puesto que al no estar conforme Él – como así es – se estableció por Moisés. Ahí esta el quid de lo que quiero expresar, por eso mismo digo que los hombres llegan a un conocimiento gradual de lo que es la revelación divina y por eso vemos una diferencia en la imagen de Dios. Dios no cambia, los hombres poco a poco. Ese es el sentido de la Biblia, como de poco se llega a la plenitud. Supongo que serás de los que digas que Dios consagró al exterminio a los cananeos porque eran muy malos… No me extrañaría nada.
            Pues lo mismo es en el plano personal. Por eso es necesaria una gradualidad y poco a poco, como en plano inclinado, ir acercando a un alma a Dios. Rezando más que lanzando anatemas. Mostrando cariño y cercanía aunque sea un travestí o una puta. Nunca darles de lado y PROPONER no imponer la VERDAD. ¿entiendes???

          8. Ese es al concepto de gradualidad. En ningún momento acepto que comulguen divorciados y ni que bendigan a parejas gays. Simplemente ser comprensivos y hacerles sentir que están en la Iglesia aunque no de modo pleno puedan participar de sus sacramentos. Pero nunca hacer válido lo que es inválido. Eso yo nunca lo he sostenido.
            Cuando dije gradualidad no era pensando en el concepto «gradualidad» sino simplemente emplee esta palabra para dar una idea de progresión, de avance sin que en ningún caso haya normas «provisionales».

            Es humanidad y comprensión.

        6. Punto Uno:
          El «usted» – soy incansable, se lo advierto – siempre se usa cuando, a `parte de no haber confianza ( te lo admito) por el respeto que merece una persona, bien por el cargo, por la categoría humana o la ciencia que posee. En tu caso, no mereces expresión usted, sino el más absoluto desprecio.
          La Ley de Moisés. Está claro que ha sido una frase no del todo bien construida, pero a poco que se lea el Evangelio uno, se da cuenta que JHS NO ACEPTA EL DIVORCIO. Lo que quería decir ( y sabes que ese era el sentido de mi frase) es que YHWH-Elohim en la Ley de Moisés acepta «por la dureza de corazón» el repudio de la esposa a través del libelo de repudio. Eso es a lo que me refiero cuando digo que la auto-revelación de YHWH es de modo gradual, poco a poco, en la Biblia. Eso es del todo evidente. No hay más que leer ( te lo recomiendo que leas esos capítulos) la imagen de Dios en Josué, Isaías y el NT. Se vé una evolución, un proceso. Pues eso.
          sigo…

  2. «…las Bienaventuranzas. Veamos la primera, que es la base de todas las demás: «Dichosos vosotros, los pobres, porque vuestro es el reino de Dios» (v. 20). Dichosos vosotros, los pobres. Dos cosas dice Jesús de los suyos: que son dichosos y que son pobres; es más, que son dichosos porque son pobres. ¿En qué sentido? En el sentido de que el discípulo de Jesús no encuentra su alegría en el dinero, en el poder, u otros bienes materiales, sino en los dones que recibe cada día de Dios»

    ¡Pero qué manera de retorcer las Sagradas Escrituras y lo que dijo Nuestro Señor! Dijo: «Bienaventurados LOS POBRES DE ESPÍRITU porque de ellos es el reino de los cielos» (Μακάριοι οἱ πτωχοὶ τῷ πνεύματι, ὅτι αὐτῶν ἐστιν ἡ βασιλεία τῶν οὐρα), que no tiene nada que ver con la pobreza material que tanto gusta a Francisco. Se puede ser pobre de espíritu sin ser pobre material, y no serlo aunque se carezca de todo lo material.

    1. «El discípulo de Jesús, porque tiene esta actitud, es una persona humilde y abierta, sin prejuicios ni rigidez»

      Pues se podría aplicar el cuento: él está cerrado a cualquier visión de la religión y de la Iglesia que no sea la que él tiene, es totalmente prejuicioso y totalmente rígido e inflexible hacia cualquier persona que no comparta su progresismo eclesial y visión política de izquierdas.

      «quien está demasiado apegado a sus propias ideas y a las propias seguridades, casi nunca sigue realmente a Jesús»

      Pues más de lo mismo: no se ha conocido un Papa menos piadoso y más ideológico que él en muchísimo tiempo.

      1. «Lo sigue un poco, sólo en las cosas en las que “estoy de acuerdo con Él y Él está de acuerdo conmigo”, pero luego en otras no va. Y esto no es un discípulo»

        Se acaba de describir, pues rechaza de plano todo aquello del depósito de la fe, del que debería ser custodio y transmisor, que no cuadra con su ideología y su particular concepción de la Iglesia, totalmente contraria a la de todos sus predecesores.

        «Buen almuerzo y hasta pronto»

        ¿Para qué va a impartir la Bendición Apostólica? ¡No hombre, que eso es muy antiguo! «Que os llenéis bien la panza», mucho más moderno y menos rígido. Y todavía habrá quien se pregunte por qué se vacía cada vez más la Plaza de San Pedro, el aula Pablo VI y cualquier lugar o evento donde aparece Francisco…

        1. O de usted también no le parece? Porque a ver si es que las cosas solo tienen una dirección, él es un rígido y usted por seguirlo también.

          1. ¿En que momento he prohibido publicar lo que otros piensan?
            Por otra parte este señor propina todo tipo de amenazas tales como la censura a quien no dice lo que quiere oir o se atreve a repartir carnets de católico según sus simpatías.

          2. «Todo tipo de amenazas», no: sólo una. Y no «amenaza», sino «advertencia», que no es lo mismo. Ya está advertdo.
            Y en cuanto a la estupidez del carnet de católico, no soy yo el que los da: es la profesión íntegra de la fe católica el que lo otorga. Si usted no lo tiene es porque no le da la gana.

    2. CATHOLICVS, estamos en el ciclo dominical C, por lo que corresponde el evangelio de Lucas, siendo que en dicho evangelio no se hace referencia a la «pobreza de espíritu», sino que se habla solo de pobreza: Μακάριοι οἱ πτωχοί, ὅτι ⸀ὑμετέρα ἐστὶν ἡ βασιλεία τοῦ θεοῦ. Le dejo también la versión de la Nova Vulgata: Beati pauperes, quia vestrum est regnum Dei. Lc. 6, 20. Es el evangelio de Mateo el que se refiere a «pobreza de espíritu»: Μακάριοι οἱ πτωχοὶ τῷ πνεύματι, ὅτι αὐτῶν ἐστιν ἡ βασιλεία τῶν οὐρανῶν. Versión de la Nova Vulgata: Beati pauperes spiritu, quoniam ipsorum est regnum caelorum. Mt. 5, 3.
      Por lo que no hay retorsión de la Escritura a la que hace referencia usted.

      1. CATHOLICVS, estamos en el ciclo dominical C, por lo que corresponde el evangelio de Lucas, siendo que en dicho evangelio no se hace referencia a la «pobreza de espíritu», sino que se habla solo de pobreza: Μακάριοι οἱ πτωχοί, ὅτι ⸀ὑμετέρα ἐστὶν ἡ βασιλεία τοῦ θεοῦ. Le dejo también la versión de la Nova Vulgata: Beati pauperes, quia vestrum est regnum Dei. Lc. 6, 20. Es el evangelio de Mateo el que se refiere a «pobreza de espíritu»: Μακάριοι οἱ πτωχοὶ τῷ πνεύματι, ὅτι αὐτῶν ἐστιν ἡ βασιλεία τῶν οὐρανῶν. Versión de la Nova Vulgata: Beati pauperes spiritu, quoniam ipsorum est regnum caelorum. Mt. 5, 3.
        Por lo que no hay tal retorsión de la Escritura a la que hace referencia usted.

      2. Sí hay tergiversación, pues el Evangelio según San Marcos es el que explica el sentido de la palabra empleada por ambos evangelistas cuando se refiere a la pobreza, que no es la material, como ya le he explicado más abajo a ACS en mi comentario del 14 de febrero a las 7:11 pm. Si no fuera así, dicha bienaventuranza carecería de sentido: los pobres materiales irían al cielo porque sí, por el mero hecho de ser pobres, sin haberlo elegido y sin mérito alguno. Porque, ¿qué mérito hay en nacer pobre? El desapego de las cosas materiales por amor a Dios y poniendo la vista en la vida verdadera, que es el cielo, es meritorio. La carencia sin más de bienes materiales cuando no es algo voluntario, no, e iría contra la Justicia divina, que no salvaría a los buenos, sino a los pobres sólo por serlo, aunque fueran malos. Tal interpretación es una aberración y no tiene sustento alguno ni en el espíritu, ni en la letra de las Sagradas Escrituras.

    3. Estoy parcialmente de acuerdo contigo. Pero el YHWH que nos reve´ló JHS – Segunda Persona de la Santa Trinidad – o mejor dicho, la autorrevelación que Dios-YHWH hizo en JHS es un Dios cercano a los débiles, a los pobres de espíritu, pero también a los pobres, a los oprimidos por las dictaduras de distinto signo: bien sean de «derechas» como la de Pinochet o Videla bien las de las llamadas ex-repúblicas populares. Los pobres, discapacitados, oprimidos, mendigos…si llevan con resignación su situación – que no impide que se revelen contra la situación si es moralmente injusta en caso de los represaliados por los nazis o soviéticos ( por ejemplo: pienso en la resistencia a Hitler) – Dios los premiará y los recompensará quintuplicado ¡Claro que Dios se refiere a los pobres de espíritu! pero teniendo realizando una interpretación amplia de su frase, caben todos los débiles…los inmigrantes «porque inmigrante fuiste en la tierra de Egipto».

      1. Vaya ‘exégeta’ está usted hecho. Con razón le gustan los disparates papales. Y el final de su comentario es glorioso: todos se han ganado el cielo; porque sí, sin mérito alguno. Los inmigrantes son bienaventurados y también se han ganado el cielo «porque inmigrante fuiste en la tierra de Egipto». ¡Con un par! Menudo nivelazo.

        1. yo creo que te das un chute de incienso todas las mañanas jejejeje.
          Yo no he dicho – si no sabes interpretar bien por ignorancia o mala intención un mensaje de foro, no digo nada de lo que será un texto como una Encíclica – lo que dices que he dicho.
          Está claro que el ser pobre o inmigrante no es una carta que te lleva directo al cielo, pero el ser o buscar la santidad en medio de la riqueza o en medio de la mayor de las miserias o en medio un proceso inmigratorio que empieza en su país y trascurre a lo largo de cientos de kilómetros en condiciones infrahumanas tiene su importancia y Dios, si lo sobrelleva con dignidad, lo premiará y será causa de mayor gloria en el cielo, puesto que Dios valora el esfuerzo y no es lo mismo practicar los sacramentos en España que en sitios donde te persiguen o tienes que andar kilómetros para ir a Misa. Por otra parte, hay que acoger, integrar al inmigrante que viene, porque «inmigrante…»

          1. «yo creo que te das un chute de incienso todas las mañanas jejejeje.»

            Pues más le valdría darse usted uno también, si eso evita que suelte los disparates que suelta.

            «Yo no he dicho [..] lo que dices que he dicho.»

            Claro que lo ha dicho (y ya van dos veces que niega algo de lo que hay pruebas). Después de reconocer lo que he explicado (por ser obvio), usted añade lo siguiente:

            «…pero teniendo realizando una interpretación amplia de su frase, caben todos los débiles…los inmigrantes ‘porque inmigrante fuiste en la tierra de Egipto'»

            ¡Si nos estábamos refiriendo al reino de los cielos prometido a los pobres de espíritu! ¿A qué se refería usted si no era a esa promesa de Cristo, al ampliarlo a «todos los débiles»? ¿Todos los débiles irán al cielo porque a usted le dé la gana «realizar una interpretación amplia» totalmente ajena al espíritu y la letra del Evangelio? En fin…

  3. Además, empiezo a creer, que esta obsesión por la rigidez no es inocente. Y como dice la GENTE, una mentira, tantas veces proclamada, acaba convirtiéndose en verdad…
    Además, esta rigidez:»Amar al pecador y odiar el PECADO», es de Jesucristo.
    Entonces, queremos ser más santos que Él?
    Creo que es el PLANO para poner todo en la misma bolsa: «Todos se Salvan sin Conversión…»

  4. Francisco debería haberse retractado de los errores teológicos que profirió el 2 de febrero, al decir que la comunión de los santos continúa siempre después de la muerte, y por afirmar que en esta vida también se da con los apóstatas y con todos. Esas palabras contradicen la enseñanza del Catecismo y Francisco debe rectificar.

  5. Entonces las obligaciones se convierten en rigidez. Los diez mandamientos son obligaciones, y no sólo para el creyente, algunos lo son para toda la humanidad y 6 de ellos, – más de la mitad comienzan con un NO.
    El primero es el más riguroso, extremadamente riguroso.
    «Amarás a Dios sobre todas las cosas.»
    ¿Quién lo ama de tal forma?
    ¿ por sobre todas las cosas ?
    Sólo los santos, que para serlo, se han sometido a ésa amada rigidez, que de no aceptarla, no se les llamaría » Santos».
    Perdón papa Francisco,, la rigidez urge en nuestras vidas, ha perdido valor aquello que ERA santo y éso no puede ser, lo que «era» sigue siendo, no deja nunca de serlo.
    Bendita rigidez cuando es aceptada por amor y nos lleva Cristo Nuestro Señor, y por supuesto, nunca sin Él, a la Virgen María, madre de Dios y madre nuestra.

  6. Humilde lo pone como contrario a soberbio, y hace ver en los conocimientos una soberbia no tolerada.
    O sea, no tiene que saber nada y ser simple.
    Abierto significa relajado en la moral. Sumado a no ser rígido es que tiene que ser pecaminoso.
    Sin prejuicios quiere decir que no razone ni discierna el mal del bien.
    Vale todo!, dice b. El que no piensa así, es malo.

  7. Yo creo que los más pobres son aquellos que no conocen la fe. No tienen ese agua viva que calma la sed y alimenta nuestra esperanza en una vida en Cristo. Una vida divina, de luz y amor. No le tienen como amigo. Están solos: espiritualmente solos.

    Los pobres materiales son dignos de compasión y es también nuestro deber ayudarles en lo que podamos. Ser pobre material no siempre es sinónimo de humilde pero la conciencia de no tener nada, o de no ser nada, o de no poder nada, sí creo que nos ayuda a crecer en humildad más que la abundancia.

    En cualquier caso sabernos dependientes y necesitados de nuestro Dios trino, ya sea por el camino de la pobreza o por cualquier otro es lo que más facilmente no hace humildes.

    1. Sra. ACS: Nuestro Señor habla de la pobreza de espíritu que nos abre a la fe, esperanza y caridad. Si se estuviera refiriendo, como da usted a entender, a los que no tienen fe, entonces estaría llamándolos bienaventurados, lo cual sería contradictorio con las palabras de Jesús en las que dijo que «el que crea y se bautice se salvará, y el que no crea será condenado».

      1. Sacerdote mariano:

        » Si se estuviera refiriendo, como da usted a entender…»

        no, no es eso lo q he querido dar a entender. La bienaventuranza es como usted dice y se refiere a los » pobres de espíritu» pero el papa se ha referido a » los pobres materiales» .En mi comentario sólo he querido constatar q hay pobres más pobres q los materiales.

        Si, si, tiene razón , me he explicado mal.

        Cuando he hablado de la humildad he querido referirme a que, aunque la bienaventuranza no se refiere a los pobres materiales , sí q parece probable q la pobreza material conduzca a la espíritual mejor q la abundancia.

        He de reconocer q no me he explicado bien. Disculpe

        1. «sí q parece probable q la pobreza material conduzca a la espíritual mejor q la abundancia»

          La pobreza elegida, como la de quienes hacen votos, busca tal cosa. Pero la pobreza impuesta, la que no se elige, no tiene por qué llevar a la espiritual. De hecho, no lleva: los pobres no son más «pobres de espíritu» que quienes no lo son, ni más buenos, por el hecho de ser pobres.

  8. Sacerdote mariano:

    » Si se estuviera refiriendo, como da usted a entender…»

    no, no es eso lo q he querido dar a entender. La bienaventuranza es como usted dice y se refiere a los » pobres de espíritu» pero el papa se ha referido a » los pobres materiales» .En mi comentario sólo he querido constatar q hay pobres más pobres q los materiales.

    Si, si, tiene razón , me he explicado mal.

    Cuando he hablado de la humildad he querido referirme a que, aunque la bienaventuranza no se refiere a los pobres materiales , sí q parece probable q la pobreza material conduzca a la espíritual mejor q la abundancia.

    He de reconocer q no me he explicado bien. Disculpe

  9. Si no estoy mal, dice “los pobres de espíritu”, y el significado no tiene nada que ver con esa interpretación retorcida materialista, sino con la confianza plena en Dios.

  10. He vuelto a leer detenidamente la catequesis del Papa, varias veces, y creo, ahora, q no se refiere a los pobres materiales. Cuando cita la bienaventuranza como: » bienaventurados los pobres» omitiendo » en el espíritu» parece q se refiere a los pobres materiales. Pero después pregunta:»en qué sentido? y describe el sentido de esa pobreza de la bienaventuranza: desapego a lo material pero también a nuestros esquemas mentales para hacernos como un papel en blanco en manos de Jesús, una entrega dócil y confiada en Él: desapego y abandono.

    No lo había entendido así al principio y sin embargo ahora lo entiendo distinto. 🤔

    1. Y en Lc 6, 20 también se omite » …de espíritu» acabo de darme cuenta:

      «20.Y él, alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.»

      No me había fijado nunca en este detalle de Lucas…y es el versículo q menciona el Papa. No es q el Papa haya omitido parte del versículo!!!

      Y después explica esa pobreza…

      Me había equivocado en mi apreciación primera…

      1. El evangelista abrevia y lo hace en todo: no sólo es que abrevie dicha frase, sino que abrevia las bienaventuranzas en sí, reduciéndolas a sólo cuatro. ¿O no se había fijado en éso, usted que lee tanto el Evangelio? ¿Significa éso que San Marcos se ha inventado el resto, tanto la frase transcrita por mí, como el resto de las bienaventuranzas? En absoluto. Los diferentes evangelios se complementan, no se contradicen.

        Y en cuanto a los pobres de los que también habla San Lucas, no son los pobres sin más: los anawím, de los que habla el Antiguo Testamento, son aquellos que, por su actitud moral, están ya a las puertas de su ingreso en el reino que Cristo anuncia. Ambos evangelistas emplean la misma palabra que traduce al hebreo ‘aní y ‘anyyím, que los LXX traducen, indistintamente, por las palabras correspondientes pobre o humillado.

        1. Tras el destierro babilónico, a la noción de pobre se le junta la de la persona que confía en Dios, por lo que se aproximan primero y se asimilan después los conceptos pobre y piadoso y así el concepto de pobre, en este sentido bíblico, viene a enriquecerse con el aspecto religioso: es un pobre que confía en Dios y a Él pide auxilio. La innovación de Cristo está en que beatifica al que acepte libremente la pobreza, considerada un castigo en la antigua Ley, y el premio que promete a estos pobres no son bienes temporales, sino el reino de los cielos (que no palia la pobreza meramente material).

    2. Como siempre, usted lee todo muy «detenidamente», pero cuando no malinterpreta lo que lee, se salta las partes que no le gustan. Francisco sabrá mejor que usted lo que ha querido decir, ¿verdad? Pues él se lo dice claramente, haciendo innecesaria su «interpretación». Lea «detenidamente»: «¿En qué sentido? En el sentido de que el discípulo de Jesús no encuentra su alegría en el dinero, en el poder, u otros bienes MATERIALES». Sí estaba hablando de la pobreza material. Así que, no invente para justificar lo injustificable: ha retorcido las Sagradas Escrituras, sesgándolas y callando lo que ciertamente pone (pobres DE ESPÍRITU) para hacer una lectura tendenciosa y materialista que no tiene.

  11. Un discurso reduccionista y pobre, en el que se manifiesta una vez más su fijación obsesiva con lo que Francisco llama rigidez.

  12. Lo de la rigidez es otro palabro que cada cual puede entender a su manera, pero que nadie con una adecuada forma mentis usaría con esa indeterminación. Hay rigidez que proviene de la personalidad, o de la formación, incluso del oficio, como los militares, y nobody is perfect. Hay otra rigidez que es la mala, que es la que resiste a la gracia. Y por fin hay una no rigidez malísima que es la de hacer culto a la frivolidad, que tampoco lleva a ningún lado, impostando campechanía, cuando en realidad se tienen muy claros unos objetivos, que son rigidísimos.

  13. Estoy de acuerdo con el papa: la Traditionis custodes y los responsa de Roche son un ejemplo de rigidez impropio de los discípulos de Jesús.

  14. Jesús es intransigente. «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida». No están esas tres cosas en ningún otro sitio. La certeza de hallarse en la Verdad, por seguir a Jesús hace que sea intrascendente dialogar con la mentira. La conciencia limpia, la recta doctrina es intransigente, no admite medias tintas. Esa actitud, denominada «rigidez» por su santidad, y convertida en el gran pecado, junto con el proselitismo, ha hecho la grandeza de la Iglesia y ha llevado a la tortura y a la muerte a todos los mártires del Cristianismo, desde los del Imperio romano, que se negaban a adorar a Júpiter y a los dioses, hasta los paupérrimos cristeros. Es la intransigencia, el absolutismo de los valores cristianos, el depósito de la Fe lo que nos exige Dios para entrar en su Reino.

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