Comunicado de asociaciones católicas contra un artículo de la revista de los jesuitas que se pronuncia a favor de aceptar la ley del suicidio asistido.
(Tempi/Il Giornale)- La Civiltà Cattolica, la histórica revista jesuítica dirigida por el padre Antonio Spadaro, se ha posicionado sobre la ley de eutanasia que se está discutiendo en Italia, pero numerosas asociaciones católicas no comparten el enfoque aportado por la publicación y responden con dureza. En definitiva, se trata de un choque entre dos formas de concebir el catolicismo que parecen diferir en gran medida.
“No cabe duda – escribe el padre Casalone en el último número de la revista – de que la ley que se discute, aunque no trata de la eutanasia, se aparta de las posiciones sobre la ilicitud de la asistencia al suicidio que el Magisterio de la Iglesia ha reiterado en recientes documentos. Pero la evaluación de una ley estatal requiere la consideración de un complejo conjunto de elementos en relación con el bien común”. Más adelante, Casalone se pregunta “si es necesario hacer una valoración globalmente negativa de este proyecto de ley, con el riesgo de favorecer la liberalización en referéndum del homicidio de la persona que consiente, o si podemos intentar hacerlo menos problemático modificando algunos de los términos más lesivos”.
Se está debatiendo mucho en Italia en torno al tema del suicidio asistido. El diario de la Conferencia Episcopal Italiana, Avvenire, también ha abordado el mismo tema, entrevistando al profesor Giovanni Maria Flick, que se ha sincerado sobre la cuestión. En esencia, lo que podría llamarse la «franja progresista» de la Iglesia católica, no comparte la actitud de quienes tienden a estar en contra «a priori» de las normas que están proponiendo los políticos hoy en día. Y todo esto ocurre justo antes del referéndum sobre la eutanasia que se celebrará en la primavera de 2022.
Entre quienes no comparten el punto de vista de La Civiltà cattolica está el Dr. Alfredo Mantovano, ex subsecretario del Ministerio del Interior y actual vicepresidente del Centro studi Rosario Livatino, que expresó así su punto de vista: “La postura de La Civiltà Cattolica y Avvenire, favorables a aceptar la ley sobre el suicidio asistido, seguramente será aprovechada por los partidarios de la «muerte de Estado» para argumentar que la Iglesia está de su lado: a pesar de lo que el Papa Francisco repite constantemente sobre la «cultura del descarte»”.
Y añade: “Creo que hay que reiterar que la protección de la vida y el apoyo concreto a los que sufren es una batalla de civilización, no solo católica. Será una bonita paradoja ver a los radicales utilizando argumentos clericales y a los católicos no alineados con la deriva perdedora de Civiltà cattolica/Avvenire refutándolos y recordando los datos de la realidad”. La discusión, para el magistrado, debería, al menos para el mundo católico, partir de otra base de razonamiento y argumentación: “Lo más desconcertante de estas posturas – señala Mantovano – no es sólo el apoyo clerical a la «muerte voluntaria médicamente asistida», sino el demostrado desconocimiento de las leyes que están en discusión: la pregunta del referéndum va más allá de la perspectiva eutanásica porque hace depender la muerte del simple consentimiento de la víctima, sin tener en cuenta sus condiciones de salud”.
Para Mantovano, en resumen, habría que rechazar de plano la propuesta de ley, que en cambio para La Civiltà Cattolica se considera que se puede tomar en consideración de modo favorable o al menos ante el que no hay que desplegar ningún obstruccionismo: «El texto de Bazoli -señala el ex subsecretario- está decididamente orientado hacia la eutanasia, hasta el punto de que incluso cuando el médico y el comité de evaluación consideran que no hay condiciones para un tratamiento al final de la vida, se puede recurrir al juez. Tengo mis dudas de que estos pasajes se les hayan escapado a quienes alaban la solución legislativa», concluye.
En un comunicado firmado por unas 60 asociaciones se afirma:
“No podemos comprender el artículo publicado hoy en La Civiltà Cattolica sobre la cuestión del suicidio asistido. Sorprende, en efecto, que una publicación autorizada, de la que se espera sea eco del Magisterio de la Iglesia, arriesgue posturas que -aunque sea de forma indirecta- pueden de hecho dar pie a esa «cultura del descarte», de cuyos efectos negativos advierte constantemente el Papa Francisco. Esto ocurre -explican- porque hay divergencias entre las normas ya aprobadas y las que están en discusión.
El artículo hace una lectura positiva de la ley nº 219/2017, la cual no obstante permite la muerte en base a un inadmisible «efecto retroactivo» y ha creado los fundamentos para la sentencia del Tribunal Constitucional en el «caso Cappato» sobre la ayuda al suicidio.
El texto de la Civiltà Cattolica sobre la llamada «muerte voluntaria médicamente asistida», que se discute en la Cámara de Diputados, niega que sea un texto eutanásico, cuando todas las normas que contiene van en esa dirección, incluida la que -incluso ante la negativa del médico y del Comité de evaluación clínica- establece que el juez puede decidir a favor de la muerte.
Y añaden: «Tampoco debemos dar la impresión de ceder al chantaje del referéndum antes de que el Tribunal Constitucional se haya pronunciado sobre la admisibilidad de la cuestión». Esta postura, independientemente de las intenciones del columnista, será sin duda valorada positivamente por los partidarios de la “muerte de Estado”.
Las Asociaciones firmante creen, pues, que «laicamente, y en adhesión al hecho antropológico» es necesario ahora «reiterar que la protección de la vida y el apoyo a los que sufren es una batalla de la razón y de la civilización, que debe, por tanto, afectar a todos, y que ciertamente mueve a los que llevan en su nombre el ideal de una civilización católica, esperando, por tanto, la intensificación de un diálogo con este propósito ciertamente común». Y, concluyen, «si pedimos a todos que reflexionen sobre si es razonable descartar la vida, hacemos un llamamiento específico y urgente a las instituciones para que la apoyen en sus momentos más difíciles a través de unos cuidados paliativos eficaces y generalizados en toda Italia y con una asistencia domiciliaria las 24 horas”.
Asociaciones firmantes: Alleanza Cattolica, Ass. Amici di Lazzaro, Ass. Cuore Azzurro, Ass. Cerchiamo il Tuo volto, Collatio.it, Associazione Commercialisti Cattolici, Ass. Convergenza Cristiana, Ass. Costruire Insieme, Ass. Culturale Zammeru Masil, Ass. Difendere la vita con Maria, Ass. Donum Vitae, Ass. Esserci, Ass. Etica & Democrazia, Ass. FamigliaSI, Ass. Family Day- Difendiamo I Nostri Figli, Ass. Il Crocevia, Ass. L’albero, Ass. Liberi e Forti, Associazioni Medici Cattolici Italiani, Ass. Nuova Generazione, Ass. naz. Pier Giorgio Frassati, Ass. Nonni 2.0, Ass. Non si tocca la famiglia, Ass. Progetto culturale, Ass. Proposte per Roma, Ass. Pro Vita & Famiglia, Ass. Generazione Famiglia, Ass. Radici, Ass. Rete Popolare, Ass. Risveglio, Ass. Umanitaria Padana, Ass. Vita Nuova – Rete Italia Insieme, Ass. Vivere Salendo, Associazione volontariato Opera Baldo, Avvocatura In Missione, Associazione Nazionale Autonoma Professionisti (A.N.A.P.S.), Centro Italiano di Promozione e di Assistenza per la Famiglia, Centro internazionale Giovanni Paolo II e per il magistero sociale della Chiesa, Centro Studi Livatino, Comitato SALE per la dottrina sociale, Civiltà dell’Amore, Commissario Lazio Accademia di storia dell’arte sanitaria, Confederazione internazionale del clero, CulturaCattolica.it, Fondazione De Gasperi, Fondazione Fiorentino Sullo, Forum Cultura Pace e Vita Ets, Forum delle Associazioni sociosanitarie, International Family News, La Casa dei Diritti, Movimento Per: Politica, Etica, Responsabilità, Movimento Regina dell’amore, Osservatorio di bioetica di Siena, Osservatorio parlamentare “Vera lex?”, Comitato scientifico Fondazione Fiorentino Sullo, Presidenza Comitato scientifico UCID, Presidenza onoraria Società italiana di bioetica e comitati etici, Rete Liberi di educare, Steadfast, coordinamento Polis pro persona.
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La compañía de Jesús está para cerrarla. Así es como quieren evangelizar. Lo diré una y mil veces. Hasta que no se piren los here Jes y los anticatólicos no se podrá hacer nada y esto seguirá siendo un erial…
No es un enfrentamiento abierto entre católicos, sino entre católicos y no católicos. Lo que sucede es que los no católicos están ya muy dentro de la Iglesia y muy arriba, apoyados por Bergoglio, el perseguidor de los católicos, de todo lo católico.
Exacto, no existiría el enfrentamiento si al Señor de los Líos no lo quisiera para su fruición… con San Juan Pablo II nunca jamás habría pasado este escándalo que clama al cielo y clama venganza al Señor: Gaudium et Spes 27 lo condena, y Evangelium vitae en sus n. 3, 65, 66 y 72:
n. 66: «… el suicidio, bajo el punto de vista objetivo, es un acto gravemente inmoral, porque comporta el rechazo del amor a sí mismo y la renuncia a los deberes de justicia y de caridad para con el prójimo, para con las distintas comunidades de las que se forma parte y para la sociedad en general. 84 En su realidad más profunda, constituye un rechazo de la soberanía absoluta de Dios sobre la vida y sobre la muerte, proclamada así en la oración del antiguo sabio de Israel: « Tú tienes el poder sobre la vida y sobre la muerte, haces bajar a las puertas del Hades y de allí subir » (Sb 16, 13; cf. Tb 13, 2).»
Con el aborto las madres aprenden a matar a sus hijos, con la eutanasia los hijos aprenden a matar a los padres.
El enemigo está dentro. El pontífice dirá lo que quiera, pero sus actos, en este caso, sus omisiones en la toma de medidas disciplinarias son clamorosas. Por sus hechos los conoceréis, dice el Maestro, no por sus bonitas palabras.
Completamente cierto: Gaudium et spes 27 y Evangelium vitae 66 condenan absolutamente el suicidio. N. 66 «el suicidio es siempre moralmente inaceptable, al igual que el homicidio»; «Compartir la intención suicida de otro y ayudarle a realizarla mediante el llamado « suicidio asistido » significa hacerse colaborador, y algunas veces autor en primera persona, de una injusticia que nunca tiene justificación, ni siquiera cuando es solicitada. « No es lícito —escribe con sorprendente actualidad san Agustín (Epistula 204, 5)— matar a otro, aunque éste lo pida y lo quiera y no pueda ya vivir… para librar, con un golpe, el alma de aquellos dolores, que luchaba con las ligaduras del cuerpo y quería desasirse»; «la eutanasia… es una falsa piedad… una preocupante «perversión» de la misma.»
Espero que el Señor acabe ya de una vez este inicuo pontificado que ya ha llegado a la cima de inutilidad.
Parece increíble que mientras se hacen leyes para aprobar y legalizar la eutanasia en seres humanos,a la vez se tramiten leyes que prohíban la eutanasia en animales,queriendo instituir el sacrificio 0 en el reino animal.
Queda claro que estas leyes son satánicas en toda su extensión.
En el s.XXI vale más la vida de una rata que la de un ser humano.
Entre una rata y ciertos «humanos», siempre la rata, éstas obran por instinto NO por maldad como hacen los «humanos»
Dios te bendiga María (por algo llevas el nombre de nuestra querida querida Madre del cielo). Gracias por este comentario tan certero.
No son sacerdotes, son infiltrados en la iglesia para destruirla. Aglutinan todas las practicas e ideas perversas como esta. Esto lo dicen publicamente. Que no sera en privado.
Dice la verdad. San Juan Pablo II, Evangelium vitae n. 66: «El gesto de la eutanasia [es] más perverso si es realizado por quienes —los familiares— deberían asistir con paciencia y amor a su allegado, o por cuantos —los médicos—, por su profesión… deberían cuidar al enfermo incluso en las condiciones terminales más penosas.
… Se llega además al colmo del arbitrio y de la injusticia cuando algunos, médicos o legisladores, se arrogan el poder de decidir sobre quién debe vivir o morir. Así, se presenta de nuevo la tentación del Edén: ser como Dios «conocedores del bien y del mal» (Gn 3, 5)… sólo Dios tiene el poder sobre el morir y el vivir: « Yo doy la muerte y doy la vida » (Dt 32, 39; 2 R 5, 7; 1 S 2, 6)… según su designio de sabiduría y de amor. Cuando el hombre usurpa este poder, dominado por una lógica de necedad y de egoísmo, lo usa… para la injusticia y la muerte.»
Tanto promover la muerte !!!
Un día se les va a dar a beber su propia Medicina