José Bono publica sus documentos: Tarancón pensaba que la Guerra Civil era una cruzada absolutamente necesaria

Tarancón y José Bono Tarancón y José Bono (Foto: Legado José Bono)
|

José Bono, quien fue ministro de Defensa y posteriormente presidente del Congreso de los Diputados con el PSOE, acaba de hacer públicos miles de documentos sobre su vida pública y privada.

Uno de esos documentos, recoge una comida en la Fundación Encuentro con José María Martín Patino, que durante la Transición Española fue secretario del cardenal Vicente Enrique y Tarancón. En esa conversación, le confesó a Bono que con 38 años Tarancón publicó, siendo obispo de Solsona una pastoral que llamada “Un Programa” y en el que hace una crítica importante a la Guerra Civil.

Del cardenal Villot, Tarancón no se fiaba y decía que «era un francés con poca capacidad para general confianza». Me cuenta, prosigue Bono, que Guerra Campos era amigo de Fraga y que tenía siendo Ministro dos asesores, uno de ellos de Derecho Canónico los cual sorprendía mucho en la Conferencia Episcopal. También desvela que en la declaración del año 1966 de la Comisión Permanente del Episcopado, Guerra «consiguió una declaración sobre el referéndum de la Ley Orgánica pidiendo el sí y a favor del régimen de Franco». Al parecer, esto no debió gustar a Tarancón, que «se enfadó mucho porque Guerra Campos había hablado de que en España no se violaban los derechos humanos y ya comenzó a oponerse a Guerra Campos de una manera clara y contundente».

Cuenta Bono, que le dijo Patino que hubo un almuerzo entre Gabino Díaz Merchán y Juan Pablo II en el que éste le habló de su intención de beatificar a los mártires de la Guerra Civil y el Obispo Díaz Merchán le dijo que eso no era muy bueno porque en España se entendería muy mal y que él no podría ir a su pueblo natal, Mora, sin ser recibido como un hipócrita después de haber perdonado como había hecho a quienes habían asesinado a sus padres en época de la república. Cuenta Patino, que Díaz Merchán quedó aterrorizado de la decisión del Papa por querer llevar adelante las beatificaciones.

Tarancón también estaba en contra de esas beatificaciones pero dice Patino que el Papa estaba muy obstinado y que incluso Tarancón llegó a decirle que molestaría en España ese tipo de actuación. El Papa, al parecer, contestó que no lo hacía para molestar y Tarancón le replicó que “aunque no se haga para molestar, molesta”.

Tarancón votó al PSOE y a UCD

El ex ministro socialista, asegura que Patino le confirmó que el Cardenal votó al Partido Socialista y que pensaba que Felipe González era un hombre de equilibrio y de paz. También afirmó que votó a la UCD en alguna ocasión. «Respecto al carácter del cardenal me dice Patino que era un hombre débil y que cuando iba a una reunión solía comprometerse más de lo que estaba previsto pero que cedía ante su interlocutor», afirma José Bono.

El que fuera secretario del cardenal, reveló a José Bono que renunció a la herencia de sus padres a favor de sus hermanos y posteriormente de sus sobrinos. Dice Patino que una de las expresiones más duras de Tarancón fueron las referidas a Guerra Campos cuando dijo que “nunca pensé que un hombre tan inmoral pudiese ser obispo”.

Continúa contando Patino a Bono, que Tarancón «fue fiel a la Guerra Civil y que creyó que era una cruzada absolutamente necesaria y que a pesar de las críticas que hacía al régimen sobre este asunto no tenía ninguna duda». Además, Patino asegura que Tarancón «no quería que se mencionara a la Iglesia Católica en la Constitución y que así se lo trasladó a Óscar Alzaga pero que éste dijo que no lo podían aceptar porque precisamente habían luchado para que se mencionara a la Iglesia Católica y que era una cuestión sobre la que no se podía dar marcha atrás». Tarancón, afirma el que fuera su secretario, comentó que «esto sería un neoconfesionalismo larvado que traería malas consecuencias para la Iglesia y para el Estado».

Tarancón sobre Acción Católica y Falange

Otro de los documentos que ha hecho público José Bono, es una carta que le envía Santiago Calvo, canónigo de la catedral de Toledo. En esa carta, le envía un extracto de un curso impartido por Tarancón en 1938 a miembros de Acción Católica.

Ese documento, escrito por Tarancón, comienza afirmando que «el aspecto político de España ha cambiado, gracias a Dios, radicalmente en los últimos meses. Los partidos políticos que fomentaron la división entre los españoles y que tan funestas consecuencias produjeron, han sido suprimidos de nuestra Patria».

Tarancón trata de responder a la pregunta ¿Cuál ha de ser la posición de la Acción Católica y sus relaciones con Falange Española Tradicionalista y de las JONS? Tarancón comienza respondiendo a la pregunta afirmando que «la Acción Católica que, al mismo tiempo que hace Religión hace también Patria, no puede mirar con indiferencia este resurgir esplendoroso del espíritu patriótico y español. Ello merece la simpatía y el afecto de todos los buenos españoles y de todos los católicos».

Tarancón sostiene que «no solo no existe entre las dos organizaciones ninguna incompatibilidad, sino que se complementan mutuamente. Falange Española Tradicionalista y de las JONS busca el engrandecimiento material de España; la Acción Católica se preocupa de su engrandecimiento espiritual y religioso».

Por último, concluye Tarancón, que firma como profesor de Acción Católica en la Casa del Consiliario, que no debe existir «ni confusión ni oposición» entre ambas organizaciones, ya que «con fines específicos distintos, se complementan mutuamente».

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
18 comentarios en “José Bono publica sus documentos: Tarancón pensaba que la Guerra Civil era una cruzada absolutamente necesaria
  1. Y como le parecía absolutamente necesaria la Cruzada, la traicionó ayudando a derribar el Estado surgido de la misma, para sustituirlo por la Democracia aconfesional, abortista, divorcista, eutanasista, blasfema, destructora y negativa hasta el paroxismo.
    Tarancón es uno de los personajes más nefastos de toda la historia de España, en parangón con el obispo Don Oppas que ayudó a los musulmanes a invadir España.
    Su gravísima responsabilidad sólo es superada por un tal Juan Carlos y un tal Adolfo. Malditos sean todos y sean para los españoles perpetuo signo de perfidia y de traición.

    1. Estos personales siniestros que citas no salen por generación espontánea. Como todos los males hay que buscar su origen espiritual. Todo esto se venía ya larvando con el CV2. Los males que infligió el CV2 se concretaron en Tarancón, en Pablo vi saboteando a España con sus obispos auxiliares, con muchos obispos ya muy contaminados, y con el endiosamiento de las macabras democracias liberales mediante la separación Iglesia Estado. Así las cosas, con la dirección espiritual desmochada, el inmoral Juan Carlos, con Franco recién muerto y en sangre caliente, se apresuró a vender España y el Sáhara a USA para que le asegurasen en el trono. El resto de inmorales, Suárez y otros, tenían vía libre

    2. Tiene usted toda la razón. Toda. Lo de que esos personajes nefastísimos sean malditos o no, lo dejo en manos de Dios. Pero todo lo que usted ha dicho es cierto.

    1. El oportunista, traidor y cobarde Bono, debería de explicar, de donde le vino esa fortuna, que tiene. Fiarme de Bono nada.

  2. En efecto, Bono miente más que habla. Así que de lo que dice mucho cuidado. Bono debería ser juzgado por todos los chanchullos y por la adquisición del dinero que tiene.

  3. «Cuenta Bono, que le dijo Patino que hubo un almuerzo…»

    «Me dijo Pepita, que le dijo Carmencita, que le contó Juanita, que le confió Josefita…». Qué cómico. Si tenía poca credibilidad el «católico practicante» Bono, con estos «documentos» que parecen el diario de una maruja, ahora adquiere límites desconocidos, no quedando por los suelos, sino bajo tierra.

  4. Que Bono no merezca ningún crédito particular es verdad. Pero en lo que cuenta no hay casi nada que sorprenda o merezca especial justificación.

    Es sabido que, como todo el episcopado español de la posguerra, el joven obispo Tarancón apoyó y elogió al régimen de Franco. Cómo no lo iba a hacer, cuando la Cruzada había salvado de la extinción a la Iglesia española, extinción perseguida por los rojos, y cuando Franco había establecido un Estado católico, protegido a la Iglesia y dado la vuelta en todo a la iniciua legislaci´´pn anticatólica de la República.

    Es también sabido que el cardenal Tarancón traicionó esos ideales y fue uno de los principales promotores de la apostasía constitucional de 1978.

    Lo único que me choca mucho es que llegara al extremo de calificar como «inmoral» al obispo Guerra Campos, un hombre sabio y bueno.

  5. Hace casi un año se publicó en estas páginas un artículo muy interesante sobre la vejez del obispo Guerra Campos, que vivió abandonado de la jerarquía de la Iglesia y en la pobreza, la cual sobrellevó con paciencia y humildad santas.

    Muy jugosa anécdota relatada en ese artículo: «…. entonces el Sr. Obispo sacó otro billete, de otro color, e hizo ademán de dárselo a la chica pero ella, educadamente, lo rechazó, él insistió diciendo: «Este señor que sale en éste papel (refiriéndose al billete), me cae muy mal, así que prefiero que lo tenga Vd». Ella, con grandes risas, lo aceptó.» Nada extraño que el señor del billete (el rey Juan Carlos, eran todavía tiempos de las pesetas) le cayera muy mal al obispo Guerra Campos. Hay que recordar que, como procurador en Cortes, en 1976 votó no a la Ley para la Reforma Política, y se mantuvo siempre fiel al espíritu de la Cruzada y al Estado católico hasta su demolición por el señor del billete.

  6. Aunque la fiabilidad del testigo es baja, la verosimilitud de los hechos es muy alta. Incluye «cambios de chaqueta» muy frecuentes en los años 70, la oposición a la causa de los mártires, los apoyos episcopales al PSOE….
    Mons. Guerra Campos no asistía a las reuniones de la Conferencia Episcopal. Da que pensar que algo habría!

  7. Es mérito de los discípulos del P. Alba el que D. José Guerra tuviera un ambiente cálido para sus últimos años en el Colegio de Sentmenat. ¡Si no es por ellos…! Y lo de inmoral es una estupidez del Bono que él sí que es un inmoral. Veo absurdo darle tanta importancia a semejante tipejo.

  8. nuestros obispos y cardenales, en la transicion, como siempre cobardeando. Gracias a esta actitud, no tuvimos un partido cristiano-democrata (Tarancon y otros se opusieron). Y aceptamos, los catolicos con hijos pequeños en esos momentos, tuvieran enseñanza concetada en vez del sistema de cheque-niño para que cada uno llevara a sus hijos donde quisiera. Sobre las santificaciones, no entiendo la oposicion jerarqueca, entre otras cosas por que los asesenados ya heran santos por sangre, el resto fue y ha sido un mero acto formal de santificacion.

  9. La poca credibilidad que se ha ganado Bono «per se», no obsta para que, contrastando con otros datos, parezcan creíbles estas noticias que cuenta.
    Monseñor Tarancón, entre otras cosas, es uno de los Obispos «desfacedores de Seminarios».
    Y esos obispos demoledores de Seminarios, sus Seminarios, crearon una COPE que apenas he escuchado nunca, pues se permitían hablar de Monseñor Guerra Campos y D. Marcelo González Martín, con una ligereza de «perdonavidas».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles