El Vaticano se cree la eficacia de las vacunas

Óbolo de San Pedro donaciones
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No me entiendan mal, este titular no intenta ser irónico dejando entrever que la Santa Sede ha apostado por la inoculación y yo quisiera refutar que no son para nada eficaces; no quiero entrar en ese debate tan cansino, no es para nada mi intención. Simplemente, diremos un hecho: lo creen firmemente.

Me gustaría poner de manifiesto otra cuestión. El Papa ha dicho a tiempo y a destiempo que las vacunas tienen que ser accesibles a todos, ha instado a la comunidad internacional a un reparto equitativo de las vacunas; ha llamado a la solidaridad a nivel planetario, teniendo en cuenta “las necesidades de todos, especialmente de los más vulnerables y necesitados”.

La Ciudad del Vaticano ha sido de los Estados que más rápido vacunó a su población ―está claro que era fácil, cerca de 3.000 empleados y familiares, y 800 residentes, no es comparable con ningún país―, ya sea en las primeras dosis, o en la tercera, que empezó a finales de octubre.

¿No es fácil hablar de solidaridad cuando tú tienes ya lo tuyo? ¿Da credibilidad el hecho de que, dando por hecho que esta vacuna sea la panacea, la solución para la pandemia, tú te dediques a pontificar ―nunca mejor dicho― hablando de solidaridad con los más desfavorecidos, cuando tú ya estás a salvo y tranquilo? ¿No sería más creíble haber donado esas vacunas al tercer mundo, donde el acceso es mucho más complicado?

La imagen del Estado donde reside el mayor poder del catolicismo ―le pese a quién le pese, y sea o no necesario; esa es otra cuestión― con cardenales, prelados y monseñores vacunándose a toda velocidad, encerrados en sus casas, reduciendo aforos en los templos, sino suspendiendo misas públicas, con la sensación, desde fuera, de un pánico ante la enfermedad y la muerte, es, hablando claro, bastante patética. Y lo es, sobre todo, cuando el mensaje por el que se supone han dado su vida es precisamente anunciar la Buena Nueva: que Cristo ha vencido a la muerte, y que nos espera, si correspondemos a su llamada amorosa, la dicha tras el inevitable final.

Pero resulta más llamativo que llamen a la solidaridad y exhorten a la generosidad con las vacunas cuando ellos ya “están a salvo”. Primero, nosotros; luego, ellos. Es la sensación que me da. Si jugamos a la demagogia, jugamos todos.

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Comentarios
28 comentarios en “El Vaticano se cree la eficacia de las vacunas
  1. Más pésimo no puede estar enfocado este artículo. El tema de las vacunas es de otra naturaleza muy distinta y no tiene nada que ver con historias de solidaridad.

    1. Me pregunto si cuando comiencen a tener en el Vaticano los mismos efectos adversos y muertes por las mal llamadas «vacunas» trascenderá o se lo callarán, para no reconocer que se equivocaron corriendo como locos tras el «becerro de oro», pasando por encima del origen abortista y por tanto satánico de las mismas, y tildando de poco caritativos y suicidas a los que en vez de vacunarnos hemos confiado en el poder infinito de Dios y no hemos tragado con esta distopía globalista que quiere aniquilar a la humanidad y acabar con la Iglesia Católica.

  2. A los mas «vulnerables y necesitados» a los que se refiere el sr. Bergoglio les importa un bledo la «vacuna». Son los que menos inoculados están y los que menos casos de infección por el virus chino han padecido.

  3. D. Fernando Beltrán tiene razón.
    Y además, un Papa del Corazón de Cristo estaría exhortando a la industria farmacéutica a que deje de producir vacunas trabajando con líneas celulares procedentes de abortos, cosa que no hace. Y es que es evidente que a Francisco no le duele el aborto , porque habitualmente no habla del tema, salvo en rara ocasión con alguna frase de soslayo nada convicente (como para disimular).

    1. Permítame, lo que no entiendo de usted es que con apelar a que produzcan vacunas no aborteras ya es suficiente
      Pues no, como muy bien dice el obispo Schneider, inocularse vacunas aborteras es un pecado grave de omisión, de beneficiarse de los abortos, de no resistir al genocidio. En mi opinión es contribuir de alguna manera al genocidio. Y ya cuando les extraen ceculas vivas cuando el no nacido está vivo, es una forma de canibalismo.
      Me permito pedirle que lo piense bien, porque creo que usted se equivoca gravemente en este asunto. Hay q resistir a las vacunas aborteras, incluso si fueran de verdad vacunas, q no lo son

  4. En doctrina francisquita, parece que Cristo nos salvó de la muerte, pero no del Coronavirus… qué jetas.
    Qué época lamentable nos ha tocadoo vivir.
    Me consuela que, siendo el barro del que estamos hechos el mismo, en el pasado habrá habido papados igual de lamentables.
    Pero, madre mía, que papelón están haciendo.
    «Hospital de campaña, Iglesia en salida…». Es patético. Y feo. Y mentira. Todo.

    Es cierto que Francisco está recibiendo ataques brutales, pero es que el angelito se los merece todos.

  5. Será la Iglesia católica, cuando haga resonar con fuerza la voz de Cristo, la que abra los ojos de la humanidad y le haga comprender que la única forma de salir de este círculo infernal es que los hombres vuelvan a Dios, respeten su santa Ley, practiquen la virtud y abandonen el pecado. Cuando todos juntos de rodillas pidamos a Dios que se apiade de nosotros, pecadores, sólo entonces intervendrá y vencerá a sus enemigos. Entre ellos estarán los que hoy están perfectamente alineados con la agenda globalista.

    Espero que el desarrollo cada vez más rápido de los acontecimientos y la evidencia del golpe de Estado en curso dejen claro que es deber de todos oponerse con valor y determinación a la instauración del Nuevo Orden Mundial. Pero repito: que nadie se haga la ilusión de que la cuestión se limita a una lucha por la libertad. Si debemos combatir, nuestra batalla debe ser por el regreso de Cristo Rey y de María Reina, en obediencia a la Ley de Dios.

  6. Ya hemos abusado demasiado de la libertad, convirtiéndola en un fetiche que legitimaba las peores aberraciones: ahora es el momento de elegir entre ser “no ya siervos, sino amigos” de Nuestro Señor o esclavos de Satanás. La idea de una Alianza Antiglobalista, que uniría y daría un programa de acción a todos los que no están dispuestos a someterse a la dictadura sanitaria o ecológica, podría representar una oportunidad: se podrían indicar principios generales válidos para todas las realidades locales, que luego cada movimiento compartiría, adaptándolos a las situaciones específicas. Espero que haya dirigentes políticos, intelectuales, representantes de las instituciones, de la magistratura, de las fuerzas armadas, médicos, periodistas, profesores y personas comunes que quieran hacer suyo mi Llamamiento y convertirse en sus promotores. También porque, como ya he declarado, desde el momento que el ataque es global la oposición debe ser también global.

  7. Pero si dejamos que esto ocurra, si nos encerramos en nuestras pequeñas realidades, fingiendo que no vemos la amenaza que se cierne sobre todos nosotros, si seguimos pecando y ofendiendo al Señor, nos haremos cómplices de los conspiradores y los traidores, y ciertamente no mereceremos la misericordia de Dios, ni saldremos de este infierno en la tierra. Piénsenlo bien: ésta puede ser la última oportunidad. CM Viganó.

  8. No he encontrado ninguna persona vacunada que crea en la vacuna. No responden a las críticas, simplemente afirman que la vacuna es solo un refuerzo para no morir de covid. Los temerosos vacunados odian a los no vacunados, porque tienen miedo a la vacuna y quieren que todos se vacunen para que todos mueran como ellos.

    1. Las vacunas no son vacunas. Si tienes claro esto, sientes alivio por ser un no vacunado y de estar vivo. Los que temen son los vacunados: le temen a los no vacunados y a los efectos de las vacunas. Semejante locura pergeñada por los satanistas, no tiene parangón en la historia.

    2. Wastson, has explicado bien este este drama. Pero hay que ver que las personas vacunadas lo han sido por presión, para poder vivir, viajar, trabajar, etc. Que pena más grande!.

  9. ¿A santo de qué el presunto sucesor de San Pedro, que debería apacentar el rebaño y las ovejas, las solivianta y dispersa porque no se marcan como ganado de a saber qué clase de ídolo farmacéutico al servicio de a saber qué señor?
    ¿Acaso ahora ya no cuenta eso de “Jesús, en Tí confío”? ¿Ahora hay que confiar en Moderna, Pfizer, Johnson, los gobiernos, la UE, la OMS, etc. todos más satánicos que el mismo Lucifer?
    ¿Pero que clase de fe hay hoy en el mundo si los que deberían ser luz y sal del mundo se han convertido en tinieblas?
    Desde que la política y la masonería entró como humo de satanás en la Iglesia, el daño es atroz. Esto solo lo resuelve el Señor, nadie más. Y me temo que no va a ser una solución sin dolor extremo.

  10. No es posible que crean en la eficacia de las vacunas, en El Vaticano siempre ha habido gente muy lista. Ahora anda Bergoglio muy apenado por la muerte del presidente del Senado Europeo, el italiano David Sassoli, «por grave disfunción del sistema inmunitario». Producido por la vacuna con toda seguridad ya que era un hombre sano. Porque eso es lo que hacen estos experimentos, destrozar el sistema inmunitario. Y Bergoglio, sin enterarse… No me lo puedo creer.

    1. Estimada Blanca:

      Repite usted las tonterías de las alcantarillas de internet, sin la más mínima comprobación. Precisamente David Sassoli no era un hombre sano, y eso es de público conocimiento.

      «Hace diez años se había sometido a una operación de trasplante de médula ósea por mieloma. La operación le había obligado a permanecer alejado de las instituciones europeas en Bruselas y Estrasburgo durante varios meses. Después, en noviembre pasado, el presidente del parlamento europeo fue hospitalizado en Estrasburgo a causa de una grave neumonía por legionela. Él mismo explicó su enfermedad en un vídeo en Twitter, para evitar especulaciones, dejando implícitamente claro que nada tenía que ver con el Covid. Hace unas semanas tuvo una recaída. Fue ingresado el pasado 26 de diciembre en un hospital de Aviano, en la región de Friuli Venecia Giulia, un centro de referencia en Italia para enfermedades de cáncer, donde falleció en la madrugada de este martes» (ABC, 11-1-22).

      1. También tenía las tres dosis de la vacuna. Y teniendo en cuenta que los médicos que se atreven a hablar, que por suerte ya son muchos, afirman que sus pacientes que tenían enfermedades previas han empeorado considerablemente después de la vacunación, la vacuna, no ayuda. Eso está claro. Y no estoy hablande de COVID, son otras dolencias las que provocan, bastante peores, por cierto.
        Haría usted muy bien en no fiarse ni un pelo de lo que cuenta ABC respecto al tema de las vacunas… Debe estar cobrando mucho dinerito por la desfachatez que ostenta continuamente defendiendo las «vacunas». Hace puro terrorismo informativo. Espero que algún día los medios abonados al «sistema» paguen todo el daño que están haciendo.

        1. Y como usted ve, no ha muerto ni de neumonía ni de cáncer, sino de una grave disfunción del Sistema Inmunitario. Igual que una conocida mía, que estaba sanísima ante de vacunarse. No puede creerse uno nada de lo que digan los medios; están todos comprados o chantajeados.

    2. Yo tengo mis dudas si ha sido por la vacuna. Se supone que la élite y su camarilla de masones, tienen que saber perfectamente que no se deben de inocular, y si lo hacen, para dar ejemplo al pueblo borreguil, se ponen placebo o suero para hacer el paripé. Otra cosa es que le haya sentado mal lo que le hayan puesto. Yo leí o escuché, a alguien que está en el parlamento europeo, que ningún eurodiputado se había inoculado. De hecho, los dirigentes de Paifer y sus empleados, no están inoculados. Macron, masón, según el presidente de Colombia, tampoco está inoculado y según éste, ningún presidente cercano a la masonería lo está. Sánchez también hizo el paripé, sacándose una foto, poniéndose, vaya usted a saber, placebo, suero o agua.

      1. Pues sí, ya sé que esta gente no se ha inoculado la mayoría. Pero los síntomas de lo que le ocurrió a este señor son los que producen las vacunas, sin duda. Naturalmente, la «disfunción» del sistema inmunitario atacándole los pulmones pudo estar ocasionada por otra cosa… Pero sería muy raro.

  11. La historia parece estar hecha para repetirla. Como dice una canción de Queen: «Galileo, Galileo». En temas de necesidad, seguridad y eficacia de las vacunas y de las «vacunas» no se trata de creer o no creer, firmemente o no, sino de informarse con la capacidad crítica en funcionamiento, en este mundo post-pecado original. Y pensar que hubo afonías provocadas por los repetidos pedidos de perdón por el caso Galileo…

  12. Igual que creen los médicos y personal de hospitales, incluidos los sacerdotes después de ver los resultados reales, no los contaminados por ideologías.

  13. Independientemente del origen de las vacunas, aunque sea la causa principal de que muchos católicos no se vacunen (este post no va de eso), hasta el momento las vacunas necesitan algo que la ciencia no puede pedir: fe. Debido a las sucesivas olas, tanto en América como en Europa, y la falta de datos que tenemos sobre los países de baja vacunación como India, Pakistán o Ruanda, cualquier persona debería tener sobre ellas un saludable escepticismo porque la ciencia necesita ser empírica y hasta ahora no han demostrado nada.

  14. Si las vacunas son o no eficaces es un tema cien por cien científico. Y la Iglesia no pontifica en temas científicos. A vueltas con el error Galileo.

    1. Pero El Vaticano siempre ha tenido buenos científicos, ahora curiosamente todos de acuerdo con sus colegas que trabajan para la ONU…

  15. De la Cigoña también y nos ha insultado a todos los que no compartimos su fe en la industria farmacéutica, los gobiernos y los entes supranacionales.

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