En la patria de Francisco, a solo un año de la aprobación legal del aborto se han matado ya más niños antes de nacer que el número de desaparecidos por la dictadura militar argentina. Lo cuenta para el blog de Marco Tossati el periodista José Arturo Quarracino.
El pasado 30 de diciembre se cumplió un año desde que Argentina se convirtió en uno de los pocos países de la América Hispana en legalizar el aborto, en un decreto aprobado por el Senado y promulgado por el Gobierno peronista de Alberto Fernández -el mismo que comulgó en el Vaticano junto a su amante- el 14 de enero de ese año.
No fue el clamor popular, sino más bien la presión internacional, decidida a hacer de este crimen vergonzosamente oculto un derecho en todo el planeta, con la financiación de los ‘sospechosos habituales’ que nombra Quarracino: Fundación Ford, Federación Internacional de Planificación de la Familia, Federación Internacional de Planificación de la Familia, Federación Internacional para la Planificación de la Familia, Federación Internacional para la Prevención del Aborto, Federación Internacional para la Prevención del Aborto, Federación Internacional para la Prevención del Aborto, Federación Internacional de Planificación de la Familia, Coalición Internacional para la Salud de la Mujer, entre otros. Los argentinos de a pie han sido solo comparsas o espectadores de lo aparentemente inevitable.
Planned Parenthood, la multinacional del aborto, no solo saludó abiertamente el «triunfo» legislativo”, asegura el periodista, sino que reconoce haber sido la que «nutrió un ecosistema de organizaciones feministas y activistas durante más de 15 años, lo que ayudó a hacer posible hoy» que el aborto es legal. También presumie de que «apoya directamente a siete socios en Argentina, que a su vez subsidian a otras 20 organizaciones de base en todo el país, que son las que acompañan a políticos y legisladores, hacen campañas de comunicación y concientización para llevar el ‘derecho al aborto’ al discurso público, y planifican activamente la mejor manera de apoyar la implementación de la nueva ley».
Un año después, dice Quarracino, su aplicación resultó en un genocidio superior al practicado por la dictadura militar argentina en el Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983), a través de la política de desaparición forzada de personas.
“Esta política fue aplicada, como es público y notorio, por los grupos de trabajo del «gobierno» impuesto a sangre y fuego en marzo de 1976 por las fuerzas armadas argentinas. La práctica consistía en secuestrar a quienes se consideraban enemigos políticos, mantenerlos en detención clandestina, en todos los casos identificados sólo por un número, sin ser llevados ante la justicia y, en consecuencia, sin ser sometidos a un juicio en el que tuvieran la oportunidad de defenderse, y finalmente, en muchos casos, ser asesinados y arrojados al mar o enterrados en fosas clandestinas”.
Con el retorno de la democracia en diciembre de 1983, el gobierno del Dr. Raúl Alfonsín designó una Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), integrada por 19 personalidades de la vida pública argentina y presidida por el escritor Ernesto Sábato, para investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas por la dictadura militar. Después de 280 días, la Comisión presentó al Presidente Alfonsín un informe que contenía toda la información que había podido recabar sobre el destino de los detenidos desaparecidos durante esos años de dictadura. El informe se tituló Nunca más y registró la desaparición de 8.961 personas a lo largo de 8 años (1976-1983).
“Paradójicamente -sostiene Quarracino-, los líderes políticos y sociales que con razón han condenado y siguen condenando esta política de eliminación sistemática de seres humanos son los mismos que, en democracia, a un año de la entrada en vigor de la ley del aborto, celebran que en 11 meses de aplicación de esta macabra ley, 32.758 personas desaparecieron antes de nacer, según información oficial. En otras palabras, en menos de un año la «democracia abortista y abortista» ha matado inconstitucionalmente a un 350% más de personas que en ocho años de dictadura militar”.
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Y sin embargo Francisco está callado. En toda la Navidad no ha dicho ni una palabra contra el aborto ( Ni el día de la Sagrada Familia ni el de los Santos Inocentes, ni en la jornada por la paz).
El Papa, que se apresura a entrar en todo tipo de causas del mundo , como cuando intervino en asuntos como el de Floyd y el de Greta (y encima de forma equivocada), en cambio ante la aprobación del aborto en Argentina no se mostró activo.
Además, el Papa permitió la comunión sacrílega del abortista Fernández (como la de Biden en EEUU).
Es la clase de dirigentes políticos que preconiza Francisco: directamente Herodes.
Alberto Fernandez era el candidato de Bergoglio, el anti abortista pro abortistas. ¿Con qué nos quedamos? Con los hechos abortistas. Cantan demasiado. Lo otro es para no perder a los papólatras, tan necesarios para seguir demoliendo la vida y la Iglesia.
EUTANASIA, ¿UN NUEVO ABISMO PARA ARGENTINA?
Después del aborto en 2020, ¿Argentina aprobará también la eutanasia activa? Ya se permite la «pasiva», pero ahora tres proyectos de ley pretenden ampliar los procedimientos de muerte. El presidente del Centro de Bioética llama a la promoción de los cuidados paliativos y denuncia el individualismo que abandona a los pacientes a su suerte.
Germán Masserdotti en La Nuova Bussola
Usted sí que da vergüenza, calumniador analfabeto, que ayer se atrevió a acusar a Sacerdote mariano de pederasta. Si no le gusta este medio váyase a trollear a ‘Herejía Digital’, donde comparten su ideología zurda y herética.
Que se vaya a hacer puñetas a Herejía Digital, a ver si allí le consienten sus calumnias, pedazo de troll.
A ver valiente: dé su nombre y apellidos y demuestrelo en un tribunal. Seguro que ante un juez no le salen con tanto desahogo sus calumnias, que tendría que demostrar. Tiente a la suerte y verá qué rápido se le acaba el trolleo.
«Aya di mis señas búsquedas»
Se debe de estar poniendo nervioso y ya no puede ni escribir. No me extraña. Y deje ya de mentir y dé la cara: usted no ha dado sus datos personales ni ayer ni nunca, ni los va a dar (es usted el valiente caca), para que no le caiga una querella bien merecida que además va a perder, calumniador.
Muy bien dicho Catholicus. Gracias.
No hay de qué. ¡Hasta aquí podíamos llegar!
No se preocupe que lo haré. De momento, hablar con D. Fernando Beltrán para que tome las medidas que estime oportunas ante un hecho constitutivo de delito como es su falsa acusación a dos comentaristas de esta página de hechos que están tipificados como delitos en el Código Penal. Y en segundo lugar, las acciones legales que sean pertinentes. Ya verá como el anonimato de internet no lo es tanto, ni usted tan valiente ante un juez, calumniador.
Usted siga cachondeándose, que verá la gracia que le hace cuando le veten en esta página. Y no digamos cuando tenga que verse las caras con un juez. Entonces le explica lo de su falsa confesión y prueba sus calumnias si es capaz. No olvide que el sigilo o secreto de confesión obliga al su presunto confesor (que nadie se cree que tenga), no a mí. Y entérese que sin arrepentirse y sin reparar el daño las confesiones son inválidas y sacrílegas, además de por no ser usted católico. ¿Se ha enterado ya, troll calumniador?
Es usted un sinvergüenza y un analfabeto funcional. A ver si ante un juez se cachondea también, troll calumniador.
Ese va a ser su epitafio en esta página: «vete y no peques más». Y le diremos adiós sin pena alguna, porque sin usted, que sólo lanza basura, no se pierde nada. Aproveche ahora para vomitar cuanto pueda, que luego no podrá, troll calumniador.
A veces uno quisiera que el comité de redacción evaluara la pertinencia de ciertos artículos como este que no ayudan a nadie. Por el contrario perjudican a todos y no va a favor de la causa provida. Es una lástima pero ya INFOVATICANA ha perdido el norte.
Porque usted lo diga.
Don Eddy: No comparto su opinión. Infovaticana está muy acertada en los artículos que publica. Y en particular éste es muy oportuno, ya que ayuda a defender la causa pro vida, al tiempo que pone en evidencia la incoherencia de quienes acusan la dictadura argentina y consienten con su silencio el aborto.
Sacerdote mariano. No es justo equiparar la represión al marxismo en la Argentina con el holocausto del aborto. Muchos de los » desaparecidos » vivían en España apoyados por el gobierno socialista. Y si hubo algún abuso de los militares fué como declaró el general Videla por parte de los oficiales sino de algunos suboficiales incontrolados .Después de cientos de asesinatos y secuestros por la guerrilla marxista montonera.
Sacerdote Mariano no ha hecho la equiparación de la que le acusa, sino simplemente puesto en evidencia la «incoherencia de quienes acusan a la dictadura argentina», que son los mismos que apoyan al actual gobierno abortista y/o guardan silencio sobre el aborto promovido por el mismo.
Correcto, así es. La democracia argentina es hoy un régimen genocida y criminal. Tal y como sucede en España y resto de países democráticos que han legalizado el aborto.