La sección de Madrid de la Comunidad de Lanceros ha recibido muchas quejas de uno de los últimos nombramientos de Osoro. A estas alturas, del arzobispo de Madrid se puede esperar cualquier cosa.
La archidiócesis de Madrid cuenta con una Universidad Eclesiástica, San Dámaso, que tiene una de las mejores Facultades de Teología de España. También está la Facultad de Teología de Comillas, con algunos de los teólogos preferidos por el Papa. En San Dámaso y en Comillas hay incluso miembros de la Comisión Teológica Internacional. También enseñan allí especialistas en catequética y en pastoral.
A la hora de elegir un teólogo para coordinar el Sínodo de Madrid, el arzobispo Osoro se ha fijado en Antonio Ávila Blanco, del Instituto de Teología Pastoral, dependiente de la Universidad Pontifica de Salamanca. Un Instituto refugio de los teólogos contrarios al magisterio de la Iglesia desde los años setenta del siglo pasado como se puede ver en sus publicaciones.
Antonio Ávila, que ha ocupado la dirección de ese Instituto, es licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y doctor en Teología catequética por la Universidad Pontificia de Salamanca. Su producción teológica se circunscribe a libros sobre pastoral publicados la mayoría de ellos por PPC. Como gran mérito para ocupar el nuevo puesto está el que participó en la preparación y desarrollo del Sínodo de la diócesis de San Pedro de Sula en Honduras.
Para muestra de su pensamiento, valga esta cita a una reciente conferencia hacía afirmaciones de este pelaje sobre la familia: “En este caso estoy citando a un autor, profesor y amigo, Marciano Vidal, en mi opinión uno de los grandes de la Teología Moral, que intervino en un encuentro que tuvimos en el Instituto Superior de Pastoral de Madrid. Les recomiendo que lean en el libro que recoge las aportaciones en dicho encuentro, y que acaba de publicarse en Ediciones PPC, “Amoris laetitia y los desafíos pastorales para la Iglesia”, su interesantísima intervención. Él dice que el tema de la familia, de la pareja, de la sexualidad… de tantas cosas que están en esa constelación, son, sin duda, el tema más espinoso de los abordados por los documentos oficiales de la Iglesia.
Pablo VI, en la primera recepción del Concilio Vaticano II, se atreve a abordar este tema en su encíclica Humanae vitae, el documento peor recibido y más contestado por el pueblo de Dios, por los matrimonios, por las familias, por las conferencias episcopales… de la historia reciente de la iglesia. Y el papa Juan Pablo II escribe Familiaris consortio, que tampoco es precisamente el documento mejor recibido de este papa. A este respecto se cuenta una anécdota: cuando Pablo VI estaba recibiendo una lluvia de críticas por Humanae vitae, se encontró con el Patriarca Atenágoras, de la Iglesia ortodoxa. Y éste le dijo:¡Qué equivocación! ¡Qué equivocación! Nosotros acompañamos a las parejas hasta la puerta del tálamo y, a partir de ahí, es su conciencia. Vds. han intentado meterse con ellos en la cama y organizarles su vida. ¡Qué equivocación! ¡Qué equivocación! Realmente estarán ustedes de acuerdo conmigo que éste es un tema espinoso”.
Podríamos reproducir más textos, pero para qué. Los lectores se habrán dado buena cuenta del riesgo de que lo que salga del Sínodo de Madrid sea lo que piensan Ávila, Marciano Vidal.
Diego Lanzas
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Francisco, en el día de la fiesta de la Sagrada Familia, no ha dicho ni una palabra sobre el mayor ataque contra la familia que es la ideología de género.
Perdón. Este comentario era para otro artículo.
Osoro el mediocre
¿Dónde está la herejía? Yo no veo herejía por ningún lado. ¿Hablar de Marciano Vidal? ¿Eso es herejía? De él está condenada alguna parte de su libro “Moral de actitudes”, pero no es un hereje. En este artículo hay más pecado del escritor que herejía de Antonio Ávila. ¡Vergüenza os tendría que dar tanto chisme! Con esto sólo ganáis dinero mamón y sembráis división.
¿Que dónde está la herejía? Pues en ninguna parte: se lo ha inventado usted. En el artículo no se dice tal cosa. Se habla de «teólogos contrarios al magisterio de la Iglesia», que es lo que son: recomentar a los esposos la anticoncepción (o no condenarla) va contra la moral y magisterio de la Iglesia, pero no constituye herejía alguna, ni nadie lo ha sugerido (al menos, no por este motivo; lo que no excluye que lo puedan hacer en otras ocasiones, que no viene al caso ahora). Dicho lo cual, es evidente que el único que divide es usted: entre quienes dicen la verdad y usted mismo con sus inventos. Vergüenza le debería dar a usted ser tan mentiroso y manipulador.
recomentar = recomendar.
Vergüenza le debería dar a usted ser tan poco respetuoso con las opiniones de los demás. Acaso no se le puede decir lo mismo (que nadie ha hablado de herejía) en otro tono?. Claro que se puede, pero no se sabe y no se quiere.
¿Soy poco respetuoso con la mentira y la manipulación? Sí. Y con la calumnia también. No me extraña que se dé usted por aludido. Y si no le gusta mi tono, se aguanta. A mí no me gustan sus herejías y disparates y los suelta igual, no compensando sus «buenas formas» (usted cree que lo son). Usted si quiere intente vender su dosis diaria de veneno presentándolo en un frasco de cristal de bohemia y con un lazo, que seguirá siendo veneno. Así que, menos lecciones.
Tranquilo, Scout. No te enfades, no te irrites. Y estudia un poco de teología de la buena. Y reza.
A mí me parece normal que nombre a un santón progresista. Parafraseando la canción de La Unión, la sinodalidad es sólo un nuevo destino para el ocio progre…
No piensan incluir en sus deliberaciones la vacunación con veneno a los niños inocentes? No les da, al menos, vergüenza?
Eso es lo que manda a hacer bergoglio, parece que no le gustan porque contaminan.
Osoro se va cargando el seminario. Ahora le toca a la diócesis por la vía sinodal, debidamente manipulada obviamente, la mejor para reducirla a cenizas. Hay que contar con todos, menos con los católicos, los único que pueden salvar seminarios, movimientos, congregaciones y diócesis.
¿Progresista? ¡Querrá decir regresista! ¡Hasta el pecado original!
Van a escribir y dibujar lo que quiera bergoglio y sus jefes en el siniestro sinodo. Y hacerlo pasar por voluntad popular.
Típica táctica populista, demagoga, tiránica.
Pero ya no les cree ni su tata, qepd…