Hace cosa de un año, en plena epidemia, el Papa tranquilizó a los agobiados trabajadores del Estado Vaticano: “Aquí no se despide a nadie”. En un mensaje directo a los empleados, Su Santidad les tranquilizó diciendo que “nadie debe quedarse fuera, nadie debe perder el trabajo; los superiores de la Gobernación y también de la Secretaría de Estado, todos, buscan la manera de no disminuir vuestros ingresos y de no disminuir nada, nada en este momento tan malo, para el fruto de vuestro trabajo”.
Lo mismo exhortó a las empresas de todo el mundo que se enfrentaban a la ruina: todo antes de despedir. Pero este año ha traído una coda a su mensaje al incluir un mandato de vacunación.
Solo que esta vez no ha sido la cálida presencia del Santo Padre ni su voz paternal la que ha dado la noticia, sino una nota de la Secretaría de Estado en la que se comunica que todos los empleados del diminuto Estado tendrán que estar vacunados con pauta completa para trabajar o demuestren haber superado la enfermedad, contando así con inmunidad natural. Ya ni siquiera valdrá, como hasta ahora, someterse regularmente a un test de diagnóstico y que salga negativo.
¿Y los que no se vacunen? No pueden ir a trabajar… Ni cobrar.
Va a ser ya muy difícil incluso fingir que la vacunación sea ‘un acto de amor’, como aseguraba el Papa, para quienes se vean forzados a vacunarse para mantener el sustento de sus familias. Será, sin duda alguna, un acto de temor o de desesperación. El resto pasará a formar parte de esos ‘descartados’ que ni siquiera el Papa reconoce.
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VACUNAS A LOS NIÑOS. GUERRA EN LO ALTO DE LA IGLESIA
La recomendación de vacunar a los niños de 5 y más años, contenida originalmente en los Documentos de la Pontificia Academia para la Vida (APV), había sido retirada en el último momento por la Secretaría de Estado, pero reapareció en una agencia y conferencia de prensa de lanzamiento. Y también Avvenire desafía a la Secretaría de Estado.
Lo cuenta Riccardo Cascioli en un editorial de La Nuova Bussola, de la que es prestigioso director.
Otra guerra que tenemos delante es la vacunación de los niños. La recomendación de vacunarlos contenida originalmente en los Documentos de la Pontificia Academia para la Vida, ha sido eliminada en el último momento por la Secretaría de Estado, pero reapareció en una agencia y conferencia de prensa de lanzamiento. En Italia se dice que el diablo hace las ollas, pero no las tapas. Estamos ante otro «incidente» grotesco en relación con los dos documentos sobre «Los niños y el covid» presentados el miércoles 22 en el Vaticano. En el oficial se quita la referencia a los niños, pero «se reafirma la posición favorable de la Santa Sede a las vacunas». Specola.
EL ACTO DE AMOR A LA FUERZA SE LLAMA VIOLACIÓN Y EL VIOLADOR SE LLAMA . . . .
Según The National Pulse, Pfizer comprará una compañía farmacéutica dedicada a vender fármacos para las afecciones del corazón, ya que las mismas pseudovacunas Covid producen y producirán cientos de miles de trastornos cardiovasculares: arritmias, mio/pericarditis… Por lo tanto, doble negocio.
Exacto
Gracias, Pep. Que Dios te bendiga.
Veo esos rostros y es que me quitan la Fe, si no fuera por la Gracia de Dios, al que no entiendo cómo consiente tanta maldad en el vértice de la Iglesia ¿Hasta cuándo Señor vamos a tener que aguantarlos a estos malvados?
Vaya….Belzebúnegui…ya pensando con su limitada conciencia en la conspiración Vaticano farmacéutica……reze más…le hace falta.
Vaya, Satanet y sus infantiles juegos de palabras (que él cree muy «ingeniosos» y por eso no se priva de soltar cada vez que tiene ocasión, sea con el nick que sea), metiéndose en la conciencia ajena y emitiendo sus «caritativos» juicios temerarios sin disimular ni un gramo. A usted, más que rezar, lo que le hace falta es un buen exorcismo.
Francisco emplea un método totalitario que va contra sus propios trabajadores. Claro que con la deriva del actual pontificado, empieza a plantearse la pregunta ¿es moralmente bueno trabajar para una jerarquía que pervierte la doctrina católica y atenta contra los fieles? En mi opinión, existe la legítima opción de permanecer en la Santa Sede, para intentar cambiar las cosas desde dentro, pero mientras tanto, se puede caer en complicidad con actitudes inicuas, y en ello no hay que consentir.
En el caso concreto de las vacunas, lo que empezó como una recomendación se ha convertido en una imposición. Esto me recuerda (y podría poner otros ejemplos) lo de la comunión en la mano, que empezó como un indulto, y muchos lo han convertido en una obligación.
Ya lo decia el cardenal polaco Winzinsky hablando del comunismo: El comunismo cuando esta a las puertas habla de libertad , pero cuando ha entrado deja la libertad a la puerta.
Estamos en los últimos tiempos. Busquen refugi0s para celebrar la misa con sacerdotes fieles
Oh querido Jesús,
te suplicamos por las destrezas para sobrevivir las pruebas
que ahora enfrentamos,
mientras el último Verdadero Papa termina su Misión para Ti.
Ayúdanos a soportar el terrible abuso,
que ahora tendremos que enfrentar,
por el colapso de la Iglesia que una vez conocimos.
Nunca nos permitas desviarnos de la Verdad de Tu Divina Palabra.
Ayúdanos a permanecer en silencio,
cuando los ataques sean colocados sobre nuestros hombros
para atraernos a darte las espaldas a Ti
y a los Sacramentos que diste al mundo
Cubre a Tu Ejército con el Poderoso Amor que necesitamos,
como un escudo, para protegernos contra el Falso Profet@ y el Anticrlsto.
Ayuda a Tu Iglesia en la Tierra a esparcirse y multiplicarse,
para que se pueda adherir a la Verdad
y ayudarte a dirigir a nuestros hermanos y hermanas
al Sendero de la Verdad
para prepararnos, adecuadamente, para Tu Segunda Venida, Amén
El obispo de Astana (Kazajistán), Athanasius Schneider, concedió una entrevista a los productores de un documental de próxima difusión, titulado Planet Lockdown.
Reiteró su postura de rechazo frontal a los productos o experimentos “que utilicen líneas celulares procedentes de un aborto, del asesinato de un niño inocente”.
Monseñor Schneider dijo estar convencido “de que se trata de un mal intrínseco. Y un cristiano no puede, de ninguna manera, bajo ninguna excepción, utilizar legítimamente esta vacuna. Porque ustedes lo saben, con pleno conocimiento y plena libertad, no pueden hacerlo, porque de este modo estarían colaborando en forma próxima, no remota, sino próxima, con la horrible y mortal industria que ahora crece día tras día”.
¡ Heil Bergoglio !. ¡ Heil Parolin !.
por Cesare SacchettiEL ATAQUE DE LA BIG PHARMA A MONSEÑOR VIGANÒ
Es interesante detenerse un momento en uno de los últimos artículos publicados por Corrispondenza Romana, el sitio web gestionado por el profesor Roberto De Mattei, que ya en meses anteriores había estado en el centro de una feroz polémica contra monseñor Viganò.
Para los que se perdieron los episodios anteriores sobre lo sucedido, les recordamos brevemente que el pasado mes de junio De Mattei publicó un artículo en el que apoyaba sustancialmente la absurda tesis de que Monseñor Viganò estaba “manejado” o manipulado por otras personas.
Pero lo que nos interesa aquí es especialmente es comentar el artículo que De Mattei publicó en la portada de su sitio web, con la firma de Gwyneth Spaeder, una pediatra estadounidense que ejerce en la ciudad de Raleigh, en el estado de Carolina del Norte.
El artículo en cuestión es una larga respuesta a monseñor Viganò y a las afirmaciones que el ex nuncio apostólico en Estados Unidos ha pronunciado muchas veces contra la seguridad de lo que inapropiadamente se llaman “vacunas”, y que en realidad son sueros experimentales con una finalidad muy diferente a la declarada por los fabricantes de las empresas farmacéuticas.
Viganò se detuvo muchas veces también en hacer notar que el suministro de estos sueros es totalmente incompatible con los dictados del Magisterio de la Iglesia Católica, desde el momento que estos fármacos contienen, como se sabe, fetos abortados.
Algunos han intentado negar esta evidencia, pero para confirmar que los órganos de los bebés asesinados en el vientre de sus madres fueron utilizados para desarrollar los medicamentos en cuestión, basta con leer el infame folleto.
En el documento que enumera los ingredientes utilizados para desarrollar el suero, hay presentes en efecto líneas de células fetales abortadas, conocidas con el nombre científico de HEK293.
El artículo de Spaeder pretende básicamente hacer creer que Viganò está difundiendo información falsa sobre estos preparados que, según la pediatra estadounidense, serían perfectamente seguros y completamente eficaces para prevenir el coronavirus.
Ahora bien, no interesa aquí desmontar la cantidad de enormes inexactitudes y, en varios casos, auténticas tonterías pronunciadas por Spaeder.
Para comprender la enormidad de lo que afirma la doctora, basta con pensar que Spaeder define los sueros como completamente “seguros” cuando, si se toman los documentos oficiales de la agencia estadounidense de los medicamentos, la FDA, nos enteramos de que han producido reacciones adversas en el 86% de los casos de niños que han sido inoculados.
Spaeder es pediatra, y la tarea de quienes trabajan en esta rama de la medicina debería ser precisamente la de proteger la salud de los niños lo mejor posible y protegerlos de los daños que pueden provocarles fármacos que no necesitan.
Sin mencionar después el hecho de que, hasta la fecha, no hay ningún caso de niños muertos por el coronavirus gripal en el mundo, y las propias estadísticas oficiales lo confirman.
El médico responsable y consciente debería ser el primero en advertir a sus pacientes de las consecuencias de los fármacos que los números dicen que son inseguros, pero para ser un médico responsable y consciente hay que estar libre de cualquier potencial conflicto de intereses con el mundo de las empresas farmacéuticas, que ahora tienen en la nómina a miles de médicos en todo el mundo.
Cuando se está en la nómina del cártel farmacéutico de Bill Gates, no se tienen en cuenta los intereses de los pacientes, sino los de las personas que pagan el dinero al médico que está dispuesto a decir que el medicamento es seguro y dará efectos sensacionales en el tratamiento de una enfermedad, aunque este medicamento produzca en realidad exactamente los efectos contrarios a los descritos por el médico amablemente subvencionado por grupos como Pfizer o AstraZeneca.
Para saber si la Dra. Judith Spaeder está libre de conflictos de intereses que puedan perjudicar su criterio médico, debemos examinar más de cerca su trayectoria profesional.
Los estudios de la pediatra estadounidense comenzaron en la Universidad de Dallas, donde se licenció en Ciencias Políticas, para luego cambiar completamente de rama y matricularse en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, donde obtuvo el título de médico y la posterior especialización en pediatría.
La Universidad Johns Hopkins es la que llevó a cabo el ahora infame ejercicio Evento 201 junto con el Foro Económico de Davos y la fundación de Bill Gates. Este simulacro, que tuvo lugar en octubre de 2019 preveía casualmente el estallido de una crisis pandémica que se produciría efectivamente unos pocos meses después.
En este sentido, es interesante advertir cómo estos institutos o think-tanks vinculados a determinados ambientes del globalismo tienen estas capacidades “adivinatorias” de prever eventos o crisis globales que “casualmente” terminan siempre sirviendo a los fines de estos grandes poderes transnacionales.
Bill Gates es uno de los más generosos financiadores de la facultad de medicina en cuestión, y a lo largo de las décadas ha extendido generosos cheques de millones de dólares a favor de la Hopkins.
El hombre que más influye en este centro y determina sus actividades es sin duda el propio Bill Gates, que tiene un interés muy particular en las vacunas, y no precisamente humanitario.
Así lo reveló el directo interesado en el transcurso de una entrevista con la cadena estadounidense CNBC, en la que admitió que, frente a una inversión inicial de 10.000 millones de dólares en vacunas, terminó con la enorme suma de 200.000 millones de dólares.
Por lo tanto, es absolutamente obvio que el objetivo de Gates es financiar a quienes llevan adelante su agenda basada en el desarrollo de estos fármacos.
Hay además otro aspecto, que no es económico sino sanitario, pero no en un sentido positivo como muchos podrían creer.
Bill Gates reveló durante una de las conferencias de la serie TED que la vacuna tiene también una función esterilizadora. En esa ocasión, el empresario afirmó textualmente que “si hacemos un buen trabajo con las vacunas” podríamos reducir la población mundial.
Detrás de la falsa fachada humanitaria de distribuir vacunas para prevenir ciertas enfermedades se esconde otra agenda, la de la despoblación neomaltusiana, uno de los principales objetivos de los círculos globalistas como el Foro de Davos y el Club de Roma.
La prueba de que estos fármacos se han utilizado para reducir las tasas de natalidad proviene del infame caso de la vacuna contra el tétanos en Kenia, en el que se puso de manifiesto que las mujeres que recibieron las vacunas producidas por Bill Gates tuvieron abortos espontáneos. Cuando se analizaron los sueros en el laboratorio, resultó que contenían sustancias esterilizantes.
En consecuencia, el ambiente de la Universidad Johns Hopkins está estrechamente vinculado a la fundación de Bill Gates y lleva adelante las iniciativas que el propio Gates financia.
En este ambiente, la vacuna es un culto verdaderamente inatacable, y ciertamente no es posible tener ideas en contrario, so pena de perder los fondos donados por el multimillonario de Microsoft.
Es en este entorno que se formó Spaeder, por lo que es difícil creer que su formación médica y profesional no haya estado influenciada por esos centros de poder que deciden a qué debe dedicarse la Universidad Johns Hopkins. Por todo ello, la Universidad John Hopkins puede definirse sin duda como la universidad de Bill Gates.
Los vínculos de Spaeder con el mundo del poderoso cártel farmacéutico y de Bill Gates no se limitan solamente a esto.
El esposo de la pediatra, Jeffrey Spaeder, es a su vez médico y se formó, al igual que su esposa, en la Universidad Johns Hopkins, que, como hemos visto, está profundamente vinculada a Gates.
En la actualidad, el Dr. Spaeder desempeña un rol bastante importante en IQVIA, la cual es una de las principales empresas multinacionales estadounidenses que prestan servicios a las compañías farmacéuticas.
Esta multinacional está presente en un centenar de países de todo el mundo y sólo el año pasado facturó 11.000 millones de dólares.
IQVIA está prácticamente integrada en el mundo de las empresas farmacéuticas como Pfizer, Moderna o AstraZeneca, ya que su misión es prestar servicios y procesar datos y análisis por cuenta de éstas.
En Estados Unidos, el lobby farmacéutico que influye y domina la política del país y en muchas otras naciones del mundo es también conocido como Big Pharma. En la cúspide de este poderoso grupo de presión se encuentran sin duda multinacionales como Pfizer y la propia IQVIA.
Los beneficios de IQVIA y de otras empresas farmacéuticas han aumentado enormemente desde que se inició la llamada crisis pandémica.
La venta de sueros experimentales a varios gobiernos de todo el mundo ha engrosado literalmente los ingresos de la Big Pharma.
IQVIA pertenece a este mundo en el que los intereses de la salud pública pasan a un segundo plano frente a los del beneficio.
La misión del lobby farmacéutico no es tanto la de curar, sino más bien la de ganar dinero. El negocio es la enfermedad, no la cura.
Es para este poderoso grupo de presión que trabaja el Dr. Jeffrey Spaeder, quien, como ya se ha mencionado, ocupa una posición muy respetable en el IQVIA. En la actualidad, Spaeder es director médico y científico y tiene la tarea específica de supervisar la integridad científica de la empresa.
Esta multinacional tiene también una relación tan estrecha como la misma Johns Hopkins con Bill Gates, el hombre que más beneficios ha acumulado con las vacunas.
En su propia web oficial se menciona el hecho que la fundación de Bill Gates financió directamente a IQVIA. Allí donde está la Big Pharma, está IQVIA y empresas farmacéuticas del calibre de Pfizer, AstraZeneca y Moderna.
Allí donde está el cártel farmacéutico está la fundación de Bill Gates que financia todos los proyectos de desarrollo de vacunas.
Existe, por tanto, una relación muy estrecha entre el esposo de Gwyneth Spaeder, que trabaja para este mundo y está pagado por él, y la propia doctora, que obtuvo sus títulos en una universidad inextricablemente ligada a la Big Pharma.
La doctora Spaeder parece demasiado cercana a este mundo para poder denunciar su corrupción y sus enormes conflictos de intereses respecto a la protección de la salud pública.
Al mismo tiempo, la Spaeder parece demasiado cercana a este mundo para poder denunciar los daños que los sueros están haciendo a los adultos y a los niños.
Gracias por toda esta info, Belzunegui. Se me han aclarado algunos puntos
¿Recuerda la foto del despliegue masivo de los ataúdes en Bérgamo, Italia, en marzo de 2020, que aterrorizó al mundo y contribuyó al frenesí del cierre? También era falsa, un golpe de efecto que se ha usado en cada país para meter pánico en la población.
Esa misma foto, seguramente con ataúdes vacíos, se usó en 2013 para elevar el tono de la opinión pública hacia la acogida de los inmigrantes ilegales que cruzaban el mediterráneo. Otra falsificación más con fines mundialistas, fines a los que se une descaradamente el Falso Profeta de la vacuna.
Probablemente el propósito original de esta carta a monseñor Viganò no era tanto decir las verdades sobre las vacunas que los medios de comunicación han ocultado.
El propósito original era probablemente, una vez más, socavar la credibilidad de aquellos que, como monseñor Viganò, están diciendo verdades incómodas sobre estos fármacos experimentales y los enormes beneficios que el cártel farmacéutico está acumulando gracias a ellos.
Si cerraro el Vaticano y casi todas las Iglesias dejando a los fieles a su suerte. El cobarde quiere vivir siempre y para ello abusa de quien haga falta, no tiene escrúpulos.
Vacunarse es un acto de razón y el que no se vacuna asume las consecuencias de sus decisiones irracionales de no vacunarse.
Lo que es irracional es su comentario. No se tiene en pie. El que se vacuna usa de su razón o se apoya en los que otros dicen y decide vacunarse y el que no se vacuna lo mismo usa de su razón o se apoya en los que otros dicen y decide no vacunarse. Hay argumentos a favor y en contra de las 2 posturas, unos dan más importancia a unos y otros a otros.
No son dos posturas de la misma entidad.
El que se deja pinchar no sabe lo que hace o es suicida.
El que no se pincha está informado realmente de lo que se trata.
Hay demasiados indicios para llamarse a prudencia.
No existe la libertad para elegir el mal: el que parece que elige, en realidad está esclavizado previamente, posiblememte a su propio ego.
Vacunarse es un acto de razón sólo cuando la vacunas lo son.
Estas de hoy NO LO SON.
Negar ese simple hecho puede generar tragedias infinitas.
En qué idioma hay que decirlo?