Francisco: «Si procedemos con el paso cansado de los gruñones o de los chismorreos, no llevaremos a Dios a nadie»

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Lo dijo el Papa Francisco antes del rezo del ángelus dominical, dirigiéndose a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro desde la ventana de su despacho del Palacio Apostólico del Vaticano.

«Levantarse y caminar con prontitud: son los dos movimientos que María hizo y que nos invita también a nosotros a hacer en vista de la Navidad», señaló el Papa comentando el evangelio dominical: la visitación de María a Isabel. «En primer lugar, alzarse. Después del anuncio del ángel, para la Virgen se perfilaba un periodo difícil: su embarazo inesperado la exponía a incomprensiones y también a penas severas, incluso a la lapidación, en la cultura de aquella época. ¡Imaginemos cuántos pensamientos y turbaciones tenía!», dijo Su Santidad.

Sin embargo, continuó Francisco, «no se desanima, no se desespera, sino que se levanta». «No mira hacia abajo, hacia los problemas, sino a lo alto, hacia Dios. Y no piensa a quién pedir ayuda, sino a quién ayudar. Siempre piensa en los demás: así es María, pensando siempre en las necesidades de los demás. Lo mismo hará después, en las bodas de Caná, cuando se da cuenta que falta el vino. Es un problema de los otros, pero ella piensa en esto y trata de encontrar una solución. María siempre piensa en los otros. Piensa también en nosotros», comentó el Sucesor de Pedro.

«Aprendamos de la Virgen esta forma de reaccionar: levantarnos, sobre todo cuando las dificultades amenazan con aplastarnos», dijo. «Pero ¿por qué levantarnos? Porque Dios es grande y está preparado para levantarnos si nosotros le tendemos la mano», indicó. Hagamos como María, exhortó el Pontífice, «¡miremos a nuestro alrededor y busquemos alguna persona a la que podamos ser de ayuda! ¿Hay algún anciano que conozco al que puedo ayudar un poco, ser de compañía? Que cada uno lo piense. ¿O hacer un servicio a una persona, un favor, una llamada? ¿Pero a quién puedo ayudar? Me levanto y ayudo. Ayudando a los otros, nos ayudaremos a nosotros mismos a levantarnos de las dificultades».

«El segundo movimiento es caminar con prontitud. No quiere decir proceder con agitación, de forma sofocada, no, no quiere decir esto. Se trata más bien de conducir nuestras jornadas con paso alegre, mirando adelante con confianza, sin arrastrarnos con desgana, esclavos de las lamentaciones —estas quejas arruinan muchas vidas, porque uno se pone a lamentarse y lamentarse y la vida va abajo», explicó el obispo de Roma.

«Las quejas te llevan a buscar siempre alguien a quien culpar», aseguró Su Santidad. «Entonces preguntémonos, para nuestro beneficio: ¿cómo es mi “paso”? ¿Soy propositivo o me quedo en la melancolía, en la tristeza? ¿Voy adelante con esperanza o me detengo para compadecerme? Si procedemos con el paso cansado de los gruñones o de los chismorreos, no llevaremos a Dios a nadie, solamente llevaremos amargura, cosas oscuras. Hace mucho bien, sin embargo, cultivar un sano sentido del humor, como hacían, por ejemplo, santo Tomás Moro o san Felipe Neri. Podemos pedir también esta gracia, la gracia del sano humorismo: hace mucho bien. No nos olvidemos de que el primer acto de caridad que podemos hacer al prójimo es ofrecerle un rostro sereno y sonriente. Es llevarles la alegría de Jesús, como hizo María con Isabel», afirmó el Papa antes del rezo mariano.

Les ofrecemos las palabras del Papa, publicadas en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

El Evangelio de la Liturgia de hoy, cuarto Domingo de Adviento, narra la visita de María a Isabel (cf. Lc 1,39-45). Recibido el anuncio del ángel, la Virgen no se queda en casa, pensando en lo sucedido y considerando los problemas y los imprevistos, que ciertamente no faltaban: porque, pobrecilla, no sabía qué hacer con esta noticia, con la cultura de aquella época… No entendía… Al contrario, lo primero que hace es pensar en quien la necesita; en vez de encerrarse en sus problemas, piensa en quien la necesita, piensa en Isabel su pariente, que es mayor y está embarazada: algo raro, milagroso. María emprende el viaje con generosidad, sin dejarse intimidar por los inconvenientes del viaje, respondiendo a un impulso interior que la llama a hacerse cercana y a ayudar. Un largo camino, kilómetros y kilómetros, y no había un autobús que fuera allí: tuvo que ir a pie. Sale para ayudar, compartiendo su alegría. María dona a Isabel la alegría de Jesús, la alegría que llevaba en el corazón y en el vientre. Va donde ella y proclama sus sentimientos, y esta proclamación de los sentimientos después se ha convertido en una oración, el Magníficat, que todos nosotros conocemos.  Y el texto dice que «se levantó María y se fue con prontitud» (v. 39).

Se levantó y se fue. En el último tramo del camino del Adviento dejémonos guiar por estos dos verbos. Levantarse y caminar con prontitud: son los dos movimientos que María hizo y que nos invita también a nosotros a hacer en vista de la Navidad. En primer lugar, alzarse. Después del anuncio del ángel, para la Virgen se perfilaba un periodo difícil: su embarazo inesperado la exponía a incomprensiones y también a penas severas, incluso a la lapidación, en la cultura de aquella época. ¡Imaginemos cuántos pensamientos y turbaciones tenía! Sin embargo, no se desanima, no se desespera, sino que se levanta. No mira hacia abajo, hacia los problemas, sino a lo alto, hacia Dios. Y no piensa a quién pedir ayuda, sino a quién ayudar. Siempre piensa en los demás: así es María, pensando siempre en las necesidades de los demás. Lo mismo hará después, en las bodas de Caná, cuando se da cuenta que falta el vino. Es un problema de los otros, pero ella piensa en esto y trata de encontrar una solución. María siempre piensa en los otros. Piensa también en nosotros.

Aprendamos de la Virgen esta forma de reaccionar: levantarnos, sobre todo cuando las dificultades amenazan con aplastarnos. Levantarnos, para no empantanarnos en los problemas, hundiéndonos en la autocompasión o cayendo en una tristeza que nos paraliza. Pero ¿por qué levantarnos? Porque Dios es grande y está preparado para levantarnos si nosotros le tendemos la mano. Entonces arrojemos en Él los pensamientos negativos, los miedos que bloquean todo impulso y que impiden ir adelante. Y después hagamos como María: ¡miremos a nuestro alrededor y busquemos alguna persona a la que podamos ser de ayuda! ¿Hay algún anciano que conozco al que puedo ayudar un poco, ser de compañía? Que cada uno lo piense. ¿O hacer un servicio a una persona, un favor, una llamada? ¿Pero a quién puedo ayudar? Me levanto y ayudo. Ayudando a los otros, nos ayudaremos a nosotros mismos a levantarnos de las dificultades.

El segundo movimiento es caminar con prontitud. No quiere decir proceder con agitación, de forma sofocada, no, no quiere decir esto. Se trata más bien de conducir nuestras jornadas con paso alegre, mirando adelante con confianza, sin arrastrarnos con desgana, esclavos de las lamentaciones —estas quejas arruinan muchas vidas, porque uno se pone a lamentarse y lamentarse y la vida va abajo. Las quejas te llevan a buscar siempre alguien a quien culpar. Yendo hacia la casa de Isabel, María procede con el paso rápido de quien tiene el corazón y la vida llenos de Dios, llenos de su alegría. Entonces preguntémonos, para nuestro beneficio: ¿cómo es mi “paso”? ¿Soy propositivo o me quedo en la melancolía, en la tristeza? ¿Voy adelante con esperanza o me detengo para compadecerme? Si procedemos con el paso cansado de los gruñones o de los chismorreos, no llevaremos a Dios a nadie, solamente llevaremos amargura, cosas oscuras. Hace mucho bien, sin embargo, cultivar un sano sentido del humor, como hacían, por ejemplo, santo Tomás Moro o san Felipe Neri. Podemos pedir también esta gracia, la gracia del sano humorismo: hace mucho bien. No nos olvidemos de que el primer acto de caridad que podemos hacer al prójimo es ofrecerle un rostro sereno y sonriente. Es llevarles la alegría de Jesús, como hizo María con Isabel.

¡La Madre de Dios nos tome de la mano, nos ayude a levantarnos y caminar con prontitud hacia la Navidad!

Después del Ángelus

Queridos hermanos y hermanas:

Expreso mi cercanía a la población de Filipinas golpeada por un fuerte tifón, que ha destruido muchas casas. Que el Santo Niño lleve consolación y esperanza a las familias en mayor dificultad; ¡y a todos nosotros nos inspire ayudas concretas! La primera ayuda concreta es la oración, y las otras ayudas.

Os saludo a todos vosotros, peregrinos venidos de Italia y de diferentes países. En particular, saludo a la comunidad peruana de Roma y su grupo folclórico que han venido aquí con ocasión de la celebración en honor del Niño Jesús Andino de Chopcca, lugar de procedencia del Pesebre colocado en esta plaza. ¡Gracias! Saludo a la banda musical de Soriano al Cimino. Quisiera escucharlos después… [la banda toca “Cumpleaños feliz”]. ¡Tocan bien! Saludo a los fieles de Terni, a los scouts de Marigliano y a los chicos de Cingoli (Macerata).

Y a todos os deseo un feliz domingo y un buen camino en este último tramo del Adviento que nos prepara al nacimiento de Jesús. Que sea para todos nosotros tiempo de espera y colaboración: esperanza, esperar y rezar, en compañía de la Virgen María, mujer de la espera. Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto. ¡Y ahora la banda, que toque algo bonito!

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Comentarios
15 comentarios en “Francisco: «Si procedemos con el paso cansado de los gruñones o de los chismorreos, no llevaremos a Dios a nadie»
  1. En cambio tú vas con el paso decidido de la persecución a los católicos. porque odias la Iglesia Católica, porque odias a Jesucristo Redentor, el Único Redentor, por muchos pachamamas, luteros, budas y mahomas que nos quieras vender.

    1. Todo es una campaña de difamar a los católicos, de venderlos como «mezquinos y cotillas». Debo decir que a mí me «educaron» así. Los catequistas te hablaban de modo que «ser católico de misa diaria» era lo peor, casi sinónimo de hipócrita, cotilla, fariseo, envidioso… Yo me rebelé contra eso, pero muchos se lo tragaron. Y ahora Francisco erre que erre …

      1. Muchas gracias, Amalia. Para perseguir a los católicos y acabar con ellos, primero hay que caricaturizarlos, como hace Bergoglio y los bergo liantes. Que Dios te bendiga.

    2. Mejor no leer a este Papa, me puede llevar a la confusión. En este caso particular, es realmente impresionante el cinismo, hace dos días publica la prohibición irracional y sin motivos reales de la misa apostólica tradicional, mientras defiende y recibe a lo mas heterodoxo de la farándula y la politica y sale con comentarios de un cínico maquiavélico . El que no se de cuenta a estas alturas el propósito de este señor esta realmente perdido!

      1. Yo hace tiempo que no lo leo. Como usted dice, confunde, ya que quiere cambiar toda la Doctrina Católica. Yo no he estudiado teología, pero me educaron, y muy bien, en la fé católica, y no estoy dispuesta a abandonar mis principios. Jamás me había sucedido con ningún otro papa, el profundo rechazo que siento por este, es algo ya instintivo. Antes pensaba que era un problema mío, que no le entendía… Pero ahora veo sus actos y me gustan menos aún. Este papa me hace daño; por ello prefiero pasar completamente de él, de lo que dce y de lo que hace.

    3. Yo lo sigo y seguiré leyendo para desenmascararlo y atenuar el mal en la medida de lo posible. Creo que hay que hacerlo, por el bien de las almas. A mí personalmente Bergoglio me ayuda, por contraste, a conocer y amar la verdadera doctrina católica.

  2. Decir que Nuestra Señora estaba turbada porque el embarazo virginal la exponía a la lapidación, es una suposición, pues el evangelista no cuenta nada de eso, y sabemos que la Virgen confiaba en la providencia divina, y si el Verbo se encarna, no va a permitir que lapiden a su Madre.

    1. Además el Papa afirma que la Virgen «no entendía», cuando el Evangelio lleva a inferir que ella comprendió perfectamente el anuncio del Ángel.
      La verdad es que estos mensajes del Papa además de erráticos, son de una pobreza de ideas lamentable.

      1. Esas deposiciones de Bergoglo som mucho más que pobres; son sacrílegas.

        Ya insultó hace pocos díuas a la virgen de la forma mas grave posible por boca de los fariseos siguiendo la doctrina del moderno Talmud, un libro escrito después de Cristo cuyo objetivo es insultar y perseguir todo lo cristiano.

        Está constantemente insinuando cuando no diciendo claramente que Maria es una mujer cualquiera que se encontró embarazada. No se atreve a cerrar su «razonamiento» diciendo que de forma natural y pecaminosa, pero eso lo pone en boca de los fariseos.

        El que no quiere ver….

        1. Y tan clarito. En eso tiene razón: ¿Quién fue el que dijo que la Santísima Virgen María, Madre de Dios, no nació «santa»? ¡Que la Inmaculada no nació santa! Sí que lo dijo clarito, sí.

  3. la descripción de un gruñón, bochinchoso… jajajaja. el tío agarra un espejo papel y bolígrafo…y hace la homilía y sale a la ventana a despotricar contra todo magisterio santo de la iglesia católica….jajajajajaj el sueno de todo sionista, en vida real

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