Osoro: «La santidad es la verdadera revolución»

Cardenal Osoro Valle de los Caídos
|

Este domingo, la Iglesia comienza el tiempo de Adviento, «un tiempo de gracia en el que el Señor, a través de la Iglesia, nos invita a prepararnos para acoger al Señor que nace, que viene junto a nosotros, que vuelve a preguntarnos si estamos dispuestos a darle nuestra carne, nuestro tiempo, pues Él quiere entrar en nuestra vida concreta», ha dicho el arzobispo de Madrid en su última carta pastoral.

Osoro ha insistido en que «el Señor entra en nuestra historia a través de nosotros. Entra para llevar la alegría de Dios a los hombres. El verdadero regalo y el más grande, del que hoy sentimos una necesidad especial, es conocer a Dios, conocer a Dios que se hizo Hombre. ¡Qué maravilla poder captar la presencia de Dios entre nosotros!».

El arzobispo ha recordado «cuando Pedro predicó a la multitud en Jerusalén el día de Pentecostés: había peregrinos venidos de todas las partes y daba testimonio de Jesucristo, un testimonio que hizo que muchos abrazaran la fe.» También ha remarcado que «entre nosotros, en Madrid, ha habido hombres y mujeres que han sido testigos fuertes de Jesucristo, que se han acercado a los hombres y mujeres de su tiempo y que, por su fe manifestada con obras, han acercado a muchos a Jesucristo».

Por otro lado, ha hecho referencia a la Ruta de la Santidad, inaugurada recientemente, «que recorre distintos sepulcros de santos enterrados en Madrid. Es cierto que hay otras rutas, pero esta es la más revolucionaria, la que nos hace encontrarnos con nosotros mismos y con los demás con todas las consecuencias gracias a esa fascinación por Jesucristo que tuvieron esos hombres y mujeres que vivieron aquí. Fascinados por la belleza de Dios y por su verdad, se dejaron transformar la vida progresivamente, renunciando a todo e incluso a sí mismos. Solamente necesitaban el amor de Dios: este amor les bastaba y lo manifestaban en el servicio y en la entrega desinteresada a los demás».

Al pensar en esta Ruta de la Santidad, insiste Osoro, «me vino a la mente san Benito». Del santo ha destacado que «su objetivo fundamental no era la evangelización de los pueblos, sino la búsqueda de Dios». Nos lo dice y lo hace con esa expresión latina: «Quaerere Deum». El cardenal ha remarcado que «él bien sabía que, cuando entramos en una relación profunda con Dios, no nos contentamos con una vida vivida en la mediocridad o en la superficialidad». El purpurado ha puesto de relieve que «los monjes no anteponen nada al amor de Cristo. Y esto es lo que hacen los santos. Y esto es lo que me encontré con los que vivieron en Madrid».

«Ser santo no es un privilegio de unos pocos, sino que, por el Bautismo, todos los cristianos tenemos la herencia de poder llegar a serlo. Tenemos la vida del Señor; todos podemos hacer un camino, el de Cristo», ha señalado Osoro. En referencia a los santos, el arzobispo de Madrid, ha incidido que «con su testimonio, con sus obras que aún perviven, nos animan a fiarnos de Dios; nos alientan a no tener miedos que siempre paralizan, nos llevan a ser valientes, a ir contra corriente; nos muestran que, cuando permanecemos fieles a Dios y fieles a su Palabra, incluso ya en esta tierra, experimentamos su amor y, como los santos, lo sabremos regalar a quieres encontramos».

Osoro ha definido en su carta pastoral la santidad como «la verdadera revolución y es la que puede promover la verdadera reforma de la Iglesia y la transformación de este mundo y esta es posible para todos los hombres». El secreto de dónde aprendieron los santos a serlo, Osoro señala que «su gran escuela fue la Eucaristía; cuando se participa en ella, cuando pasamos largos ratos de adoración, comprendemos mejor y nos animamos a vivir de ese amor que supera todo conocimiento y nos lleva a hacerlo visible amando y sirviendo a los hermanos».

Osoro, insiste en su epístola, que «la santidad es posible y merece la pena. Quizá sea bueno recordar algunas expresiones de Jesús que los santos acogieron en sus vidas. Respondamos como ellos a esta pregunta: «¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde la propia vida?» (Mt 16, 26). Jesús nos propone la senda de la santidad: «Quien pierda su propia vida por mi causa, la encontrará» (Mt 16, 25). Y asevera con una fuerza extraordinaria: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y me siga» (Mt 16, 24)».

Por último, el cardenal ha recordado que «la vocación cristiana surge de una propuesta de amor del Señor y solamente puede realizarse con una respuesta nuestra de amor. La santidad es un don de Dios, es una gracia que cambia nuestro corazón». Con esta carta, el arzobispo de Madrid, hace un llamamiento a toda su diócesis a descubrir personalmente el camino de la santidad en este tiempo de Adviento.

 

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
8 comentarios en “Osoro: «La santidad es la verdadera revolución»
  1. Hoy tocan migajas católicas, imitando a Bergoglio, para seguir demoliendo al día siguiente con el apoyo papólatra, en horas bajas, afortunadamente.

  2. Osoro está tan desacreditado, al igual que su superior, que todo lo que diga, aunque vaya disfrazado de aparente catolicidad, nos suena hueco y falso. Porque el mismo, al igual que su superior, es falso.

  3. Como cuando dijo que la Virgen María es el verdadero feminismo. Pues nada: Viva la revolución y viva el feminismo, cardenal.
    Su única obsesión es ser palmero y felpudo de Bergoglio, ideas pocas.
    No hay personaje más triste y desacreditado. Bueno, Omella le va a la par.

  4. Omella y Osoro, un desastre. Buenos alcahuetes, mayordomos de bergoglio. Sin discernimiento ni conciencia, solo oreja para escuchar órdenes de su amo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles