“Sinodalidad no es admitir una pluralidad de verdades, sino aceptar que solo hay una Verdad”

Jesús Silva sinodalidad Sínodo de los Obispos (Vatican News)
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Un sacerdote madrileño, Jesús Silva Castignani, al que alguna vez hemos traído a estas páginas, ha publicado una reflexión en las redes sociales, donde cuenta con miles de seguidores, en la que se pregunta qué es la sinodalidad ―o lo que debería ser― en vistas al Sínodo sobre esta temática que se está celebrando en todas las diócesis del mundo.

“¿Qué es realmente la sinodalidad?”, se pregunta el sacerdote al comienzo de su publicación. “Ha estado siempre en la esencia de la Iglesia. Sínodo significa «caminar juntos». El cristianismo fue definido como «Camino» en los Hechos de los Apóstoles; los cristianos eran «seguidores del Camino». La palabra griega para «camino» es hódos”, explica Silva.

Esta palabra, aclara el clérigo, “significa camino en sentido literal: el medio por el que se avanza hacia una meta”. Y cuál es la meta, se pregunta: Cristo, responde. “Él es el Camino hacia sí mismo como meta, que es la Verdad y la Vida (s. Agustín). Sínodo es caminar juntos hacia Cristo, que es la Verdad”, indica Silva.

Hódos significa también «modo de vivir» en sentido moral, continúa el sacerdote. “Los cristianos eran seguidores del Camino porque seguían las enseñanzas morales del Evangelio. Iban por el «buen camino», por la senda estrecha que lleva a la salvación: la Ley de Dios, la ley del amor”, señala.

Sínodo, por lo tanto, “significa vivir juntos la moral evangélica, ayudándonos a cumplirla, sin rebajarla o acomodarla”. “La senda es estrecha, y por ello debemos ayudarnos a ir por ella, y llevar a otros a esa senda, para que no se pierdan”, asegura el párroco madrileño.

“¿Y a dónde lleva esa senda? A la Verdad y a la Vida. Sínodo es caminar juntos guiados por la verdad, que es Cristo. La verdad no es opinable ni mudable, el Evangelio no cambia, y la ley moral, que se desprende del amor, es inmutable”, aclara.

“Solo caminando juntos conforme a la Verdad, tendremos la Vida, ya que «la verdad os hará libres». Sínodo es caminar juntos por Cristo, el Camino, viviendo conforme a la Verdad para tener Vida”, manifiesta.

A ese Camino “invitamos a los no creyentes”, para que “abandonen la senda de la perdición y se conviertan a la verdad”, sigue Silva. “Juntos, como Iglesia, damos testimonio de la verdad a los que andan descarriados para que la reconozcan y cambien de vida y así sean felices. Esto es sinodalidad”, asegura el sacerdote.

El párroco advierte entonces sobre lo que no es sinodalidad: “no es escuchar a los que andan por otros caminos para llegar a un acuerdo; es escucharles para después dialogar y tratar de persuadirles para que abandonen los caminos que no llevan a la vida y abracen la fe en Cristo, único camino al Padre”.

“Sinodalidad no es aceptar una moral contra la del Evangelio o la enseñanza de la Iglesia por el mero hecho de que la defiendan algunos cristianos. El Camino, la moral cristiana, es la que es. Caminar juntos implica vivir juntos esta moral, no pretender cambiarla”.

“Sinodalidad no es admitir una pluralidad de verdades, sino aceptar que solo hay una Verdad y solo hay un Camino para llegar a ella, e invitar a los no creyentes a que abracen está verdad única y así tengan Vida eterna”.

“Sinodalidad no es decirle al mundo que lo que hace está bien y que no pasa nada; es iluminar desde la verdad lo errado de los caminos que llevan lejos de Dios y de la Verdad, para que los extraviados puedan volver al buen Camino”.

“Sinodalidad no es votar democráticamente lo que la Iglesia debe hacer o enseñar, sino acercarse a cada ser humano en sus circunstancias y su lenguaje para mostrarle la única Verdad, que no está al arbitrio de las modas de los tiempos”.

“Sinodalidad no es acercarse a la gente sin que nos importe su modo de vida, sino sabiendo que el único modo de vida que lleva a la salvación es la moral evangélica, el seguimiento de Cristo, la aceptación de la Verdad por la fe; y anunciándolo así a todos”.

Finalmente, Silva anima a aprovechar el sínodo para lo que es: “redescubrir a Cristo como único Camino, su palabra como única Verdad, y su moral como única Vida, y ofrecérselo así a los hombres de nuestro tiempo para que caminen junto con nosotros al cielo”.

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Comentarios
11 comentarios en ““Sinodalidad no es admitir una pluralidad de verdades, sino aceptar que solo hay una Verdad”
  1. Por favor alguien que sepa como hacerlo que envie el texto a Roma y a cada una de los Diocesis de la Iglesia y se enteren. Y así todos los reunidos en los distintos sinodos se vayan a sus parroquias y obispados a trabajar por el Reino de Cristo. Y además tendrán tiempo de sobra para celebrar la Santa Misa con unción y devoción, para sentarse al confesonario, hacer exposición del Santísimo, Enseñar al pueblo el Catecismo de la Iglesia Católica, ect. ect. ect…

  2. Sinodalidad, también es aceptar que hay varios carismas y distintos dones del Espíritu, para ponerlos al servicio del proyecto de Dios.
    Sinodalidad, es escucha, aprender del que piensa distinto, saber que hay un solo Cristo, pero distintas maneras de verlo, y por tanto, hay que aceptar al otro.

    1. «Sinodalidad, es escucha, aprender del que piensa distinto»

      No se trata de pensar distinto, si no de qué creemos, y en éso no se puede ser distinto, ni se aprende nada del que está en el error.

      «saber que hay un solo Cristo, pero distintas maneras de verlo, y por tanto, hay que aceptar al otro»

      Siempre que no se aparte de la Verdad; si no, por lo que ve a Cristo de manera diferente es porque se tienen las gafas manchadas. Al otro se le acepta, pero sus errores no sólo no deben aceptarse, sino que deben combatirse e instar al que yerra a que acepte la Verdad (es una obra de misericordia).

      1. Le recomiendo la lectura de la carta a los romanos, el capítulo 12, versículos 3 al 8.
        También le recomiendo 1 corintios 12
        Los dos textos, son Palabra de Dios, y nos hablan de la Iglesia con el símil del cuerpo. Distintos dones y carismas, pero funcionando como uno solo.
        Unidad, no es lo mismo que uniformidad. Hemos de tener y un mismo sentir y una misma fe, al servicio del mismo Dios, pero no una misma ideología: eso sería un pecado contra el Espíritu.

        1. Es que de lo que se habla es de la unidad en la fe, que sí es uniforme y no admite «creencias» alternativas. No se aprende nada del que está en el error. A ése hay que corregirle, pues es una obra de misericordia, y no sólo aceptarle (y menos aceptar su error).

  3. Da la sensación de que lo reduce todo a una mera moralidad y todo lo demás sobra. ¿Jesucristo vino a poner una moral que ya estaba puesta en el decálogo?. ¿Eso es el cristianismo, un conjunto de reglas morales para vivir, una filosofía de vida como el budismo?. El que cumple la moral es el ortodoxo, el que no la cumple es el progre, pero en común ambas partes tienen una misma fe en la herejía liberal modernista.

  4. Da la sensación de que lo reduce todo a una mera moralidad y todo lo demás sobra. ¿Jesucristo vino a poner una moral que ya estaba puesta en el decálogo?. ¿Eso es el cristianismo, un conjunto de reglas morales para vivir, una filosofía de vida como el budismo?. El que cumple la moral es el ortodoxo, el que no la cumple es el progre, pero en común ambas partes tienen una misma fe en la herejía liberal modernista.

    1. ¿Herejia liberal modernista? Qué va, hombre: ahora lo que priva es la marxista-pobrista modernista. Como con la moda en el vestir, ya está todo inventado y lo ‘vintage’ vuelve (ahora años 60).

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