Su Santidad ha grabado un videomensaje (en italiano, que parece haber sustituido al latín como idioma oficial de la Iglesia Universal) para la BBC en el que, como es costumbre, habla de la pandemia, del cambio climático y de la necesidad del globalismo, que califica de “horizonte luminoso”. Pero lo que dice no cuadra en absoluto.
Aun cuando no me cuadrara, si se tratara de un asunto de doctrina dudoso, podría rendir el juicio. Pero aquí, como sucede cada vez más a menudo en las alocuciones del pontífice, habla de cuestiones que se salen de su competencia y en las que, por tanto, su juicio no vale más que el de cualquier otro.
Viene a decir que la pandemia ha demostrado que este mundo de países que deciden autónomamente sobre las cosas que les afectan no funciona, y que la solución es avanzar hacia un modelo en el que las decisiones se tomen cada vez más de forma coordinada o por parte de organismos supranacionales.
Con todo respeto, Santidad: lo que parece deducirse a simple vista es sencillamente lo contrario de lo que plantea. Empieza diciendo: “Nuestras seguridades se han derrumbado, nuestro apetito de poder y nuestro afán de control se están desmoronando. Nos hemos descubierto débiles y llenos de miedos, sumergidos en una serie de “crisis”: sanitarias, ambientales, alimentarias, económicas, sociales, humanitarias, éticas”.
Quien haya seguido mínimamente el desarrollo de esta crisis -es decir, el planeta entero- recordará que no nos hemos “descubierto débiles y llenos de miedo” espontáneamente, sino que han sido nuestros gobernantes, perfectamente coordinados y siguiendo fielmente las directrices de un organismo supranacional como es la Organización Mundial de la Salud (dirigida por el etíope acusado de genocidio Tedros Adhanom), los que han creado verdaderas campañas de terror sobre una ‘pandemia’ – sobre una pandemia con una modestísima y muy localizada letalidad.
De hecho, si esta crisis ha demostrado algo, no ha sido la necesidad de una mayor gobernanza global, sino exactamente lo contrario. Lo que ha llamado la atención de cualquiera ha sido el modo en que, con poquísimas excepciones, todos los países del mundo, con gobernantes de distintas ideologías y orígenes, han aplicado las mismas recetas, con muchísima frecuencia desastrosas o, como poco, innecesarias.
Es decir, cualquier puede haber visto en la reacción a la pandemia precisamente lo que ansía el Papa, es decir, un primer ensayo parcial de un gobierno mundial, y el resultado ha sido como para olvidarse para siempre del intento: pobreza, destrucción de empleos y producción, enriquecimiento de los más ricos, recorte de libertades y derechos, censura universal. Nada, en fin, que uno pueda calificar de ‘luminoso’.
Desde el principio se nos quiso convencer de que la pandemia ‘demuestra’ lo contrario de lo que muestra, es decir, que no se puede luchar contra el virus a nivel nacional, porque los virus no entienden de fronteras. Curioso, porque toda la reacción histérica, defendida implícitamente por el propio Papa, ha sido poner muros al virus y no crear puentes para él. La epidemiología no es, nos pongamos como nos pongamos, un argumento a favor de la ausencia de fronteras. La palabra “cuarentena” lo expresa bastante bien.
Es más: estoy personalmente convencido de que esta epidemia hubiera pasado sin pena (demasiada pena) ni gloria de no haber cedido los estados soberanos a un organismo supranacional tan corrupto como la OMS cuando declaró la pandemia, tras haber cambiado su definición. Y tengo, al menos, un indicio clamoroso, denunciado en su día por los periodistas: la declaración de pandemia de gripe porcina, que los Estados ignoraron y por eso usted, lector, probablemente ni siquiera recuerde.
Si en esta ocasión los Estados hubieran actuado pensando solo en el bienestar de su pueblo y sus necesidades nacionales, estoy casi completamente seguro, el covid hubiera sido una enfermedad más, de la que morirían algunos porque morirse es, al fin, lo que nos toca a todos, pero sin pánico, sin protocolos absurdos, sin ocultación de datos, sin mentiras, sin encierros masivos, sin caras tapadas, sin toques de queda, sin cierre de negocios, sin medidas excepcionales y sin, en fin, todo lo que de verdad ha convertido a este virus en un genocida.
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Qué papelón que hemos hecho todos tapándonos por un virus sicológico y creyendo a los políticos. Anarquía necesitamos, no gobernanza, menos mundial, no queremos gobiernen los amigos y soporters de bergoglio.
NO ES EL PAPA
Tenemos que refutar el gravísimo error del Papa Francisco. Él aboga por el globalismo, cuando el pensamiento global defiende aborto, eutanasia, ideología de género y otras iniquidades. Por eso defender una gobernanza mundial como hace este Papa, es defender algo opuesto contra la doctrina de la Iglesia.
La soberanía nacional es un bien proclamado por la verdadera doctrina de la Iglesia, con lo que Francisco se sitúa fuera y en contra de esta enseñanza al defender el globalismo.
Soberano solo es Dios. A ver si va a ser «Sacerdote modernista».
Usted siempre cogiendo el rábano por las hojas… Y sacando las cosas de contexto.
Ni se moleste en responderle: es un troll que está como un cencerro y además es agresivo. Déjele que se aburra solo.
Es evidente el doble rasero de los que con unos se las cogen con papel de fumar y con otros se tragan el camello. Y el que dice que es sacerdote y dice que es mariano tiene muchos camellos dentro de sí. ¡Las reglas de la honestidad intelectual no las he hecho yo, a mí no se me quejen!
Qué cobarde: ¿por qué no llama directamente «hipócritas» a los comentaristas (y en concreto a Sacerdote mariano), en lugar de andarse con rodeos y circunloquios, trayéndonos la cita evangélica del camello en la que Cristo está llamando precisamente éso a los fariseos? ¿Reglas de honestidad intelectual, dice? Ya: para los demás pero no para usted. Y se atreve a hablar de fariseísmo e hipocresía y acusar a los demás de ello… ¡Ver para creer!
Don Pedro Antonio: La imposición de la gobernanza mundial, incluso aunque fuera ética en sus planteamientos (cosa que no es el caso), atacaría el principio de la patria, tal como enseña León XIII al defender el “querer que la propia nación no sea esclava de nadie.” (Cfr. Dz 1936)
No debemos consentir que nos impongan un gobierno mundial, sino defender y amar nuestra patria, pues como dice Sto Tomás “la piedad se extiende a la patria en cuanto a que es en cierto modo principio de nuestra existencia.”
(ST II-II q. 101 a. 3)
Por eso estoy en contra de la imposición de la gobernanza mundial. Pero nada me obliga a tragar con el error de Bodino.
Sacerdote mariano: no dé mucha cuerda al troll, que empieza muy intelectualoide y acaba insultando. ¡Ojo!
El globalismo, si por tal entendemos la creación y el mantenimiento de instituciones internacionales que velen por el bien común, puede traer inconvenientes, qué duda cabe, pero también comportará o comportaría ventajas. En especial, una instancia supranacional con poder ejecutivo y a la que poder acudir en caso de violación de derechos humanos, permitiría defender a los hombres ante tiranos como los que mandan en Cuba, Venezuela o Rusia y que se acogen al principio de soberanía nacional para despachar las críticas que desde fuera se les hacen aduciendo que los derechos humanos son un mero asunto interno propio y de nadie más. O las persecuciones que se llevan a cabo contra los católicos en tantos países del mundo -es escalofriante enterarse de las salvajadas que padecen en algunos casos, auténtico martirio- ante la pasividad de las autoridades del lugar. La soberanía nacional en esos ejemplos sirve de escudo o parapeto a tamañas agresiones.
Don Enrique: León XIII en la encíclica “Libertas Praestantissimum” afirmó que es necesario que “la saludable virtud de la Iglesia penetre en todas las instituciones de la cosa pública”, y en cambio la gobernanza mundial hacia la que apunta la Agenda 2030 y la ONU hace lo opuesto, por lo que debemos resistir frente a la ONU, y reivindicar el derecho de los Estados a mantener la rectitud moral en contra del totalitarismo del pensamiento del NOM.
Me parece bien lo que dice, pero hay estados que no mantienen la rectitud moral. En Cuba, por ejemplo, llevan en el mismo plan más de 50 años y camino van de pasarse 500…
«En Cuba, por ejemplo…»
Así que, ¿la solución a las tiranías social-comunistas como Cuba, China, Venezuela, Corea… es la gobernanza mundial con las logias al frente? Alucinante.
Esa «instancia supranacional con poder ejecutivo y a la que poder acudir en caso de violación de derechos humanos» por la que usted aboga ya existe en teoría, se llama ONU, y viene siendo un completo fracaso pues no toma ni coordina medidas contra gobiernos tiránicos (ni siquiera los denuncia) ni hace nada por detener las salvajes persecuciones de cristianos en varios países ni por combatir a las mafias de la inmigración ilegal, etc. La ONU tiene medios para hacer mucho más de lo que hace por lo que en mi opinión su fracaso no se debe a que le falten poderes sino a que está infiltrada y dirigida por personas con una «ética» (pro aborto, pro ideología de género,…) muy distinta de la cristiana.
Me temo aemás que ese fracaso de la ONU ocurriría también con cualquier otro tipo de gobierno supranacional que sería controlado por los «príncipes de este mundo» de conocidas tendencias totalitarias, supremacistas y avaricia financiera. Si por el contrario se respetan las soberanías de las distintas naciones las habrá que actúen bien trayendo justicia, progreso y bienestar (que servirán de ejemplo) y las habrá totalitarias e injustas (que acabarán fracasando) pero el totalitarismo al menos no será global.
CHARLES dice y tiene razón: «La ONU tiene medios para hacer mucho más de lo que hace» Tenemos la idea de que la ONU no puede hacer casi nada y es errónea. La ONU tiene mucho poder
Cada día te superas…el nacionalismo es Anticatólico… La verdadera Doctrina?…la suya claro,la de poner muros a los refugiados, al oprimido, al diferente….pobreza evangelica y mucha ruindad.
El nacionalismo separatista de regiones que jamás han sido una nación será anticatólico. Deificar la nación, también. El amor a la patria y su defensa, en cambio, no sólo no lo es, sino que es una exigencia del cuarto mandamiento, como siempre ha enseñado la Iglesia. Y lo de los muros, mejor se lo cuenta al jefe de estado del único estado absolutista que queda en Europa, porque parece que no tiene mucha intención de derribar los altísimos muros que rodean ese micro-estado y dejar pasar ni a un solo inmigrante ilegal (consejos vendo…). ¿Ha probado a hacer proselitismo del pobrismo -que nada tiene que ver con la doctrina católica- en Herejia Digital? Ah, no, qué despiste: el proselitismo es malísimo. Bueno, pues digamos «propaganda» en su caso.
Hoy el Troll usa ese nombre, hacía días que No no,lo usaba……es un fenómeno…….de cretinismo agudo
YO TAMPOCO LE CREO
NADIE LE CREE
LO MIRANOS ALUCINADOS
ESPERAMOS SU FIN
Amén.
Tu no le crees, yo no le escucho.
Solzhenitsyn nos decía como tratarlos: no contestarles, no escucharles, no mirarles.
Francisco NO ES EL PAPA.
Las opiniones de Bergoglio son opiniones de Bergoglio
Impecable artículo, son los hechos, Recemos por qué se arrepienta, ya que va camino de la perdición,
Con todo respeto estimados el problema del babelismo actual no lo resuelve el globalismo sino el Cristianismo, ser como Cristo quiere que seamos y de esa forma la paz llegará, sumar no alcanza, diez necios no hacen un sabio, en el camino que propone se producirá luego la globalización de la globalización y las luchas por el poder se harán más que infinitas.
De paso, cómo globalizamos la Amazonia ?.
La gripe porcina y la gripe aviar, en los años 2001 y 2009, pasaron sin pena ni gloria. Bueno, fueron denunciados los laboratorios en el 2009 por una periodista valiente y perdieron; aunque seguro que lo pagó quien menos culpa tuvo. Y se tuvieron que comer las vacunas previamente preparadas; esta vez les ha salido mejor.
Y respecto a Bergoglio, es posible que esté gagá, porque no da pie con bola. Lo que está muy claro es que está en connivencia con la masonería. Hasta que punto, no lo sé.
Gracias, Carlos Esteban. La terrible realidad se me hace más llevadera cuando la veo tan sencilla y serenamente expuesta por usted, con impecable claridad y tan sano sentido común
Desde luego el Santo Padre habla mucho (demasiado creo yo) de lo que no sabe. Pero este defecto no es exclusivo de Francisco, y este artículo da buena cuenta de ello. Al parecer el culpable del Covid es la ONU, qué más da, verdad, Sr. Esteban los decenas de miles de muertos en todo el mundo, sobre todo en los países «amigos» como Brasil, sin ir más lejos. Este ar´ticulo lleva hasta las ultimas consecuencias la teoría conspiranoica de este medio (y otros) sobre la pandemia. Realmente, no es una cuestión de «creencias», simplemente, los muertos hablan por sí mismos. Nos pasamos el día defendiendo (por cierto muchas gracias) a los no nacidos y a los enfermos sobre una aplicación cruel de la eutanasia, pero el resto de los vivos al parecer importan poco.
Si los muertos hablan por sí mismos, ¿sabe usted que en bastantes lugares ha fallecido más gente por las vacunas que por la COVID? Infórmese.
Los test pcr no fueron creados para este virus, y los falsos positivos han sido la regla. la ivermectina ha revertido el desastre de las «vacunas» en Japon e India. Negacionistas son los que niegan los miles de muertos y afectados por las inoculaciones experimentales
Hablando de países amigos, resulta que los porcentajes de muertos por habitante o por infectados, son muy similares en Brasil y en Argentina, pero la prensa sectaria española, ya se encarga de proclamar lo malo que es Bolsonaro, y lo bueno que es Alberto Fernández, que es de izquierdas.
Y no hablemos de España que tuvo durante muchos meses el récord de fallecidos por habitante, pero la prensa española, mirando hacia otro lado. Con el agravante de que algunas autonomías no querían atender en los hospitales, a los enfermos de COVID mayores de 80 años, con lo que, la muerte era segura, para esta gente. Por supuesto, todo silenciado, por «los amigos».
Lo de España ha sido terrible, el país de Europa que peor ha gestionado la pandemia. Pero, ¿qué podemos esperar de este gobierno’
«Nos pasamos el día defendiendo (…) a los no nacidos y a los enfermos sobre una aplicación cruel de la eutanasia, pero el resto de los vivos al parecer importan poco»
Hay que reconocer que es usted el rey de la «falacia del falso dilema». ¿Quién le ha dicho que haya que elegir entre condenar el aborto y la eutanasia y preocuparse por el resto de los vivos? No existe tal dilema: la Iglesia condena el asesinato de bebés nonatos, ancianos y enfermos al tiempo que se ocupa, como ha hecho siempre, de atender las necesidades de quienes lo necesitan. Lo cual tampoco excluye procurar su salvación eterna (no sólo su bienestar físico). Y un apunte sobre el «terrible» covid: en ninguna parte del mundo ha habido «decenas de miles de muertos» de 25 años y previamente sanos, por ejemplo. Salvo contadas excepciones, se muere gente anciana o con patologías previas. También mueren de gripe y los jóvenes no.
Como diría Viganó recientemente, este gran cuento chino eclesial empezó en el 58 con Roncalli tras la «expulsión» de Siri. (el «supuesto papa» Gregorio xvii).
¿La venganza de Rampola?
se pasará de cuestionar a no escuchar al argentino filósofo/psicólogo
La ecología (radical, apenas se pue hablar de otra), articula muchas de las ideas de la masonería, dese una nueva religión sincrética donde no hay creador, hasta que hay que reducir la población como sea hasta el arbitrario límite de la mitad o mil millones. Que los cambios climáticos se nos pueden atribuir. Que no podemos dejar huella (ni urbanística, ni industrial,…), pues ni estamos hechos a semejanza del Creador, sino que somos su virus
A los pesados de la ecología, desde mi más tierna infancia les estoy oyendo llamar «ecolojetas» y «sandías», verdes por fuera y rojos por dentro… Por algo será. Ahora ya está claro.
Todavía hay católicos que crean que hay que escuchar y obedecerleeeee? uffff, qué largo se me hace este pontificado!!!
¿Quieres saber qué ha planeado siempre el nuevo orden mundial? Basta con mirar atentamente las pirámides del billete de un dólar. La base y el cuerpo de la pirámide es la población ignorante (las naciones) y el vértice resaltado es la élite de la Ilustración Masónica-Judía-Mesiánica que ve y controla todo. Quién tiene ojos para ver y quién tiene cerebro para comprender lo que ve.
Yo tampoco me creo una sola palabra de este artículo.
Soy uno de los muchos sacerdotes que cuando recibían el diario Alba, que usted, por desgracia dirigía, ejercían el derecho de censura y procuraba que no llegase a los fieles. Fe, poca, ideología, en exceso.
Cada día más ridículo este Carlos Esteban, alguna vez Juan Pablo II o Ratzinger mandaron un mensaje en video en latín?