Hace unos días el Cardenal australiano George Pell, fue el encargado de celebrar la ordenación de dos nuevos sacerdotes para los benedictinos de Nursia, en Italia. Los dos nuevos jóvenes sacerdotes benedictinos son Augustine Wilmeth, de Carolina del Sur y Bernard Baca, de Louisiana. La misa celebrada para la ordenación de estos dos nuevos sacerdotes, por el cardenal Pell fue según el rito tradicional.
De este modo, Pell sigue retomando su actividad y labores como cardenal tras el cautiverio vivido el año pasado tras haber estado 13 meses en prisión y posteriormente ser absuelto por la Corte Suprema de Australia. Tras su absolución, el Papa Francisco le recibió en audiencia y fue uno de los cardenales que concelebró en San Pedro, junto al Santo Padre, en la Misa de Gallo.
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El Cardenal Pell es un confesor de la fe, que ha sufrido persecución anticatólica en forma del inicuo proceso que le condenó, porque los enemigos de la fe se sirven de mentiras para atacar a los cristianos. En cuanto al Papa Francisco opino que no estuvo a la altura de las circunstancias, ya que debía haber protegido a este príncipe de la Iglesia y darle asilo en el Vaticano, para que los australianos no pudieran encarcelarlo.
Porque no hay que olvidar que la Biblia enseña que la Iglesia no tiene que entregar a nadie a la justicia de los hombres (1 Cor 6), y cuando la normativa eclesiástica dice lo contrario, se opone a la divina enseñanza.
Obispo hereje. No lo pude hacer