El desafío de 90 días para hombres

Exodus 90
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(Portaluz)- Tres meses de duchas frías y sin alcohol, refrescos, postres o deportes televisados. ¿Quién se ofrecería como voluntario para este periplo de austeridad? Decenas de miles de hombres se han apuntado.

Es parte de lo que involucra Éxodus 90. Un poderoso ejercicio espiritual de 90 días que demanda un régimen de tres pilares -oración diaria, ascetismo y fraternidad-, para devolver a los hombres a los fundamentos de su fe, despojándolos de las adicciones mundanas y revigorizando su devoción a Cristo en la Adoración Eucarística. Es una propuesta nacida de la oración y la experiencia de un sacerdote.

La presentación de la propuesta en la web de Exodus 90 arenga: “¿Qué tipo de hombre quieres ser? Imagina todo lo que puedes lograr si superas aquello que interfiere en tu camino; las distracciones mundanas; la soledad; las inseguridades y dudas”.

Para futuros sacerdotes y laicos

En 2011, el padre Brian Doerr, de la diócesis de Lafayette, en Indiana, fue nombrado vicerrector de formación humana del Seminario Teológico de Mount St. Mary, en Emmitsburg, Maryland. Durante los dos años siguientes, llegó a conocer bien a los seminaristas que estaban en formación, así como a las personas y las cosas que les importaban, con qué luchaban y qué esperaban del ministerio. Comprendió que muchos de ellos, aunque fervientes y bien intencionados, no eran todo lo libres que podrían ser. Había muletas que utilizaban para superar los momentos difíciles. Algunos tenían adicciones y, como la mayoría de la gente, tendían a perder el tiempo viendo Netflix o navegando por las redes sociales.

El sacerdote lanzó un reto de 90 días a cinco seminaristas que estaban en dificultades, presentándoles de nuevo la tradición de la Iglesia Católica primitiva y un énfasis en el ascetismo. El compromiso es de 90 días basándose en lo que la ciencia considera que es el tiempo que tarda el cerebro en desaprender un mal hábito o formar uno nuevo.

La experiencia del primer grupo de seminaristas fue tan fructífera que el padre Doerr siguió lanzando los ejercicios espirituales con 10 grupos más durante los tres años siguientes. En 2016, compartió en línea una invitación a participar y la desafiante y profunda reorientación espiritual se hizo pública entre los fieles católicos.

Más de 40.000 laicos, sacerdotes y obispos de 65 países se han sometido a este viaje guiado por la oración, la fraternidad y ascesis. Cambiando así el paradigma, hacia la verdadera libertad… de hábitos profundamente personales, distracciones e incluso adicciones que a menudo ni siquiera se daban cuenta que les impedían recibir plenamente las gracias y los dones de Dios.

Cambiar el paradigma

El equipo de liderazgo de Exodus Inc. invita a los hombres a considerar el inicio del viaje de cambio de paradigma 90 días antes de la Pascua, un momento en el que los católicos tienden a estar «litúrgicamente preparados» para la reflexión y la penitencia, dice el director de contenidos Nathaniel Bienversie. Pero empezar en otro momento del año también está bien.

Al día siguiente de terminar los ejercicios -el tiempo de purificación- comienza el tiempo de formación. Período de tres años, llamado Día 91, en el que las fraternidades siguen apoyándose mutuamente para mantener una vida de oración y ascetismo moderado. «Ese aspecto de la fraternidad es muy importante. Nos estremecemos cuando oímos que alguien ha decidido intentar pasar por ello en solitario», dijo Bienversie al  Catholic News Service. «Eso es orgullo, entonces no es una experiencia tan transformadora».

Scott Hansen, de la diócesis de Des Moines, Iowa, ha pasado por Éxodus 90 dos veces. Cuando empezó la segunda vez, se dio cuenta de que no se sentía tan «encendido» respecto a su fe como en el pasado, dice. Durante los momentos de oración, a menudo le preguntaba a Dios dónde se había alejado de su voluntad. La respuesta parecía volver a los momentos de frustración, tanto en el trabajo como en casa. «En esos momentos me costaba responder con caridad y con frecuencia me encontraba hirviendo de ira», confidencia.

Una de las reflexiones de Exodus refuta el dicho «Dios no te da más de lo que puedes manejar», y en cambio sugiere que Dios no nos pone en una situación sin proporcionarnos también “la gracia para superarla», dice Hansen y añade: «Me di cuenta de que esto también se relacionaba con mis breves momentos cotidianos de frustración, y que estos momentos eran en realidad oportunidades para la gracia».

Publicado en Portaluz.

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Comentarios
11 comentarios en “El desafío de 90 días para hombres
  1. Qué buena iniciativa. El ascetismo es muy bueno. Hay que ver la adicción a la tecnología y las redes y mensajes, si bien por definición no es algo bueno, la idea sería prescindir, pero es muy cotidiano, común. Relación tolerancia-rechazo.

  2. A mí lo que me parece alucinante es que quedarse sin postre, sin ver fútbol, sin beber refrescos ni alcohol ni ducharse con agua caliente en tres meses (salvo que esa ducha sea en el invierno de Alaska) pueda ser considerado una machada. Sí que son blanditos los hombres de ahora. La gran parte de nuestras generaciones, hasta hace dos días, hemos vivido así, como mínimo, una parte importante de nuestra vida como algo habitual. Lo que hace este experimento es mostrarnos hasta qué punto tenemos una sociedad de niños (y niñas) mimados (y mimadas) a los que es normal que gobiernen los más malcriados de todos, los que no sepan bajarse del jet privado en cuanto lo pisan.

    1. Todos tenemos algo. El problema del ascetismo de algunos es la incapacidad de aceptar al que no lo practica, la soberbia de sentirse superior y llamar infantiles a quienes no lo practican o no se sienten capaces, o no le ven un sentid, o qué se yo, mil cosas, esa soberbia condena más almas que la laxitud infantil de la sociedad. Llegué a escuchar en Radio María a una chica que recomendaba en cuaresma, como ejercicio ascético, llevar los tacones unos centímetros más cortos, en un programa propio, con Munilla aplaudiendo. Personalmente las letanías de la humildad, del Venerable Cardenal Rafael Merry del Val, para mí son un guantazo de realidad que me pone en mi sitio, dónde estoy y lo lejos que camino de donde mi alma quiere llegar. No sé si con duchas frías, o corriendo maratones, pero a veces, para un hombretón bien machote americano, poner una lavadora, aprender a planchar o barrer dan los mismos resultados… vale, si me apuras con una mochila de piedras a la espalda.

      1. Querido Pedro: a lo que me estoy refiriendo es al punto desde donde se ha de partir. Hace décadas nadie consideraría un ascetismo esas prácticas o la de ir con un tacón bajo. Para llegar a donde su alma quiere llegar, como usted dice, que es a la humildad de nuestro Señor, no es lo mismo partir de quien sufre por rebajarse un dedo el tacón de quien sabe lo que es andar descalza o arrodillada para limpiar un suelo. Quien conoce mejor su miseria es esta última y quien, por lo tanto, está ya más cerca de Dios. Hace cincuenta años había más criadas que señoras devotas de santa Teresita (y aun aquellas se quitaban de lo necesario para hacer penitencia por sus deslices). Aunque, para Dios querer, para su gracia, no hay nada imposible. El ascetismo es una gimnasia, pero el fin de esa gimnasia sólo está en manos de Dios. Siempre están ahí los ejemplos de los eremitas soberbios (Herón) que terminaron en manos del demonio a pesar de su perfecta ascesis.

        1. Perdón. Antes escribía por el PC, ahora por el y teléfono, tienen distintos nombres de perfil guardado por defecto.
          Repito. Gracias por la respuesta.

    2. Es que no se trata de hacer ninguna «machada», como si fuera un maratón o un Ironman. Es más, la mentalidad de hacer «machadas» debe evitarse expresamente, porque es una manifestación del orgullo. Simplemente es un programa de oración y penitencia en común.

    3. Bueno… Criticar los vicios de nuestro tiempo es mucho más facil que evitarlos de verdad. Yo misma «odio» el móvil y ahora mismo lo estoy usando. Y me deprime la importancia que se le da a la comodidad, cuartos de baño etc… pero bien que los uso.
      Si usted es de los que realmente PRESCINDEN de esas blanduras que nos afectan… pues enhorabuena. Pero qué quiere que le diga, me extraña mucho. Un ejemplo:¿Vd sería capaz de estar 3 meses sin escribir aquí, ni abrir la web? (que yo no lo quiero echar, en absoluto, lo digo como ejemplo de la distancia que hay entre dichos y hechos).
      No se ría tanto del «sacrificio» del que otros son capaces – por ridículo que parezca con perspectiva histórica

  3. Todos los ejercitos de todos los paises tiene al menos menos 90 dias de austeridad y entrenamiento para matar a otros soldados de otros ejercitos…Donde esta la diferencia? El ascetismo y la austeridad unidos a la asistencia de Dios dan los mismos resultados espirituales.

    1. Que se trata de matar el pecado, que está en el origen de nuestra guerra con Dios, y, contra él, contra nosostros y nuestros hermanos.

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