Tres familias cristianas, en total 14 personas, 8 mujeres y 6 hombres, 7 de ellos menores de edad, han sido recibidos esta mañana por Francisco, antes de la audiencia general. Estas familias consiguieron huir de Kabul, la capital de Afganistán, cuando llegaron los talibanes. Estas familias consiguieron llegar a Italia y asentarse en Bérgamo, donde tienen previsto rehacer sus vidas.
(VATICANNEWS): El anillo y la túnica. Así se presentó Pary Gul ante Francisco esta mañana, entregándole su anillo -en recuerdo de su marido «tragado» por el terror talibán- y la túnica «que relata una vida de sufrimiento». Ante la audiencia general en el Aula Pablo VI, el Papa aceptó el regalo del anillo con una condición: que Pary Gul lo conservara como prenda de amistad y signo de esperanza. Y la mujer mostró su esperanza en los ojos de sus tres hijas -Adila, Robina y Setara- y de su hijo Nasim. Tienen entre 25 y 14 años. Fueron las niñas -con los SOS lanzados a través de los teléfonos inteligentes- las que hicieron posible su huida escalonada de Kabul. Finalmente llegaron a sus nuevos hogares en la zona de Bérgamo, donde podrán reiniciar sus vidas. Gracias a una red de solidaridad -coordinada por el escritor Alì Ehsani, que huyó de Kabul hace años escondiéndose bajo un camión y viendo morir a su hermano por el camino- y a la fundación Meet Human.
Tres familias cristianas lograron escapar: 14 personas, 8 mujeres y 6 hombres. Siete son menores (y todos con un dibujo hecho especialmente para el Papa). El más pequeño, Eliyas, sólo tiene un año y fue trasladado de urgencia al hospital a su llegada a Italia para tratar una grave infección. Ahora está bien.
La historia que las tres familias presentaron al Papa es impresionante por su crudeza. Y tiene implicaciones de dolor. El hecho de ser cristianos provocó una denuncia contra ellos en cuanto los talibanes entraron en Kabul. «Mi marido fue despedido y luego detenido, y desde entonces no sabemos nada de él», dice Pary Gul, de 57 años, cuyo apellido es Hasan Zada. «Permanecimos en el sótano encerrados durante cuatro días y cuatro noches por miedo a ser detenidos, probablemente alguien nos denunció por ser cristianos», confiesan.
Gholam Abbas y su esposa Fátima -ambos de 32 años- también consiguieron salir de Kabul con sus hijos Safa Marwah (9 años) y Muhammad Yousouf (4 años). Zamin Ali (35) y Seema Gul (34) también estaban con ellos, junto con sus hijos Maryam (11), Ali Reza (8) y el pequeño Eliyas.
Hermanos afganos es el lema de la campaña humanitaria que la fundación Meet Human ha decidido llevar a cabo en Afganistán con la colaboración de instituciones civiles y militares italianas. Una hermandad que se plasma inmediatamente en el apoyo concreto prestado a las tres familias para establecer relaciones, encontrar trabajo y obtener una educación. En resumen, para volver a la vida. Guardando «el anillo del Papa».
Publicado por Giampaolo Mattei – L’Osservatore Romano
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
El terrible drama de los cristianos perseguidos en Afganistán, como en Siria, Irak, y otros lugares, debería abrir los ojos a Francisco para que deje de promover la invasión musulmana de Europa, que, previsiblemente, acarreará similares persecuciones en nuestro continente en un tiempo futuro no muy lejano. Francisco es un inconsciente.
No se puede nombrar papa a un inconsciente… Cada vez está más claro quen eligió a este hombre para serlo. Pasaron de Espíritu Santo en ese Cónclave.
Cuanto se echa de menos un gesto espectacular del Papa para denunciar la situación que padecen los cristianos en ciertos países musulmanes.
Todos tenemos en la memoria aquel grito del Papa «Vergonha!!!» y la visita a Lesbos.
¿Para cuándo un gesto así respecto a los cristianos perseguidos?
Ésas familias son la prueba viviente, de que no tenemos el mismo Dios.
Nunca, de serlo, correrían peligro sus vidas, ni saldrían de su país con llanto y dolor.
Nosotros pertenecemos a Dios y Él no quiere odio, ni sables, ni imposiciones, ni esclavitud.
Libres nos hizo aún teniendo todo el poder,,nos ha dado un bien que los hombres nos quieren quitar.
Nos dió la libertad de actuar, hasta la famosa vacuna es una tiránica imposición, comparada con los sables de los yihadistas.
Que bueno y gracias a Dios se libraron de ellos,,,,,,,,pero están dentro del vaticano, ¿ los van a inyectar?
No entiendo, ¿cómo es que huyen de los hermanos del Islam, tan benefactores y humanitarios ellos, según la corriente oficial de la Santa Sede?
Les pidió el pasaporte de vacunación?