La Universidad Pontificia de Comillas, dirigida por los jesuitas, se definen a sí mismo en su página web como “una universidad de la Iglesia, dirigida por la Compañía de Jesús que apostamos por la persona, la innovación educativa y el compromiso ético y social, para contribuir a la innovación científica y al sentido crítico y transformador.
INFOVATICANA ha podido confirmar que, en el portal de ofertas de prácticas de empleo que tiene la universidad para sus alumnos, existe una oferta (publicada en inglés) de asesoría jurídica en una empresa especializada en fecundación in vitro. Dicha oferta, anuncia que busca un abogado para la asesoría jurídica de una empresa de IVF (in vitro fecundation). En la descripción del puesto, también se habla de «democratizar la reproducción asistida» y «mejorar resultados de la IVF gracias a la automatización no invasiva de selección de embriones».
Entre las responsabilidades que tendrá el candidato, destaca que la labor del abogado sería la de asegurar la vigilancia legal en relación con la regulación de la ley de salud, redactar acuerdos comerciales mayoritariamente relacionados con la venta y distribución de dispositivos médicos, tener conocimientos básicos de derecho corporativo y de propiedad intelectual y proporcionar información sobre el dialecto legal a todos los miembros de la asociación. Por otro lado, la oferta también detalla cual es la misión de la empresa que busca democratizar la reproducción asistida, empoderar a las familias para que tengan bebés sanos cuando estén listos, ofrecer una plataforma de embriología con los protocolos en todo el mundo y mejorar los resultados del embarazo por fecundación in vitro gracias a la automatización y la selección de embriones no invasiva.
Dignitatis Personae
La Iglesia católica ya se pronunció sobre este tema a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe con la instrucción publicada en diciembre de 2008 llamada “Dignitatis personae” donde trata algunas cuestiones relacionadas con la bioética. En ese documento, en el punto 16 se dice que “La Iglesia, considera que es éticamente inaceptable la disociación de la procreación del contexto integralmente personal del acto conyugal. La procreación humana es un acto personal de la pareja hombre-mujer, que no admite ningún tipo de delegación sustitutiva. La aceptación pasiva de la altísima tasa de pérdidas (abortos) producidas por las técnicas de fecundación in vitro demuestra con elocuencia que la substitución del acto conyugal con un procedimiento técnico –además de no estar en conformidad con el respeto debido a la procreación, que no se reduce a la dimensión reproductiva– contribuye a debilitar la conciencia del respeto que se le debe a cada ser humano”. El Papa Benedicto XVI dijo ese mismo año, con motivo de la publicación de este texto, que técnicas como la fecundación in vitro «han infringido la barrera para la tutela de la dignidad humana», en un discurso dirigido a los participantes de la Sesión Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Con estas claras directrices marcadas por la Iglesia, resulta chocante que una universidad “católica y de la Iglesia” como dicen ellos, ofrezcan este tipo de prácticas a sus alumnos, ya que de algún modo atenta directamente contra lo que enseña y defiende la propia Iglesia.
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Es que no gana una para disgustos.
Cada mañana tres o cuatro bien grandes.
Estas cosas que pasan no son nada nuevas. Desde hace muchos años muchas universidades católicas han dejado de ser católicas, y los papas y obispos responsables han hecho la vista gorda o no se han querido enterar. También en la Universidad del CEU San Pablo los estudiantes de medicina y enfermería pueden hacer prácticas en el Hospital Universitario HM Monteprincipe, el cual cuenta con una unidad de fecundación in vitro (HM Fertility Center).
Una cosa es hacer prácticas en el hospital y otra muy distinta es hacer prácticas en el servicio de fertilidad. Cosas más increíbles se han visto
Lo próximo es tener caravana propia en el desfile del Orgullo Gay.
Ostras!!!
No des ideas
Jesuitas, Jesuitas…
Quo vadis?
Que espanto… Ayudar a los matrimonios a tener hijos.
Esta noticia confirma que la única familia válida para vosotros es la natural dejando de lado a los que adoptan o tienen dificultades reproductivas.
Usted no comparte la moral católica. Así que, ¿de qué habla? La reproducción asistida elimina (mata) a los seres humanos ya concebidos que sobran o son inviables. Eso a usted le importa un cuerno, pero está condenado por la Iglesia católica.
Si no se involucran médicos católicos cómo van a llevar el proceso a la excelencia que pedimos los católicos?
Criticando? No creo, para mejorar hay que involucrarse.
Miguel, la única excelencia que pedimos los católicos es la santidad en Cristo, y desde luego, eso implica acatar la voluntad de Dios, y no reemplazarle. Los hijos los manda Dios, nadie más.
Si dejamos estás técnicas en manos de los abortistas nunca llegarán al punto que queremos.
Como la vida está en manos de Dios no acuda al médico
Miguel, a ser posible, procuro que el pecado pase de largo, allá lo que otros hagan. Los católicos defendemos que los hijos son un don de Dios. Allá los abortistas con su conciencia.
Verá, hay una cosa que usted no acaba de entender: acá somos católicos y no nos da la gana de dejar de serlo. Nuestro espejo, en temas de reproducción, como en todo, es Cristo, no lo que hagan o dejen de hacer grupos de inspiración satánica. Esos quizás sean referente para usted, para los católicos no.
Miguel, al médico se puede ir, porque el médico, si es católico, puede recomendar terapias naturales que favorezcan la fecundación natural. Pero la decisión, siempre en manos de Dios, no de nosotros.
Miguel, premisa católica inherente a los hijos: los hijos los da Dios, nadie más. Nosotros no podemos hacer de Dios, ni para matar a los hijos cuando vienen ya de camino, ni para buscarlos cuando no es voluntad de Dios.
Para un católico, hay formas admisibles de estimular la fertilidad matrimonial, aquellas que sean naturales y dejen la decisión en manos de Dios. Otras, por ser artificiales, como la fecundación in vitro, no son admisibles para los católicos.
Simplemente, su problema es, como siempre, no comprender el punto de partida desde el que los católicos abordamos el tema. Como no es católico, e incluso le molesta la fe católica, no entiende nuestra forma de ver y entender cada tema.
No sea usted tan engreído.
Miguel, engreído no, católico, simplemente.
Hay documentos can´ónicos que determinan qué tipo de terapias son admisibles para los católicos y cuáles no, claro, normal. Desde luego, no es admisible que en el camino para ser padres se acabe con otros embriones. Eso no es voluntad de Dios, es cosa del demonio.
El «desprecio» lo tiene usted a la vida de criaturas inocentes, las m´ás indefensas de todo. Yo animo y exhorto a todos a formar familias, cuanto más grandes mejor, sean por los hijos que Dios mande, o adoptándolos, si el padre y la madre adoptantes son idóneos para ello. En definitiva, usted, como no es católico, sino anticatólico, desprecia el principal de nuestros mandamientos: amar a Dios por encima de todas las cosas. Se tiene que hacer la voluntad de Dios, no lo que a nosotros nos apetezca.
Lo que no entiendo es vuestra fe a medida según os guste o no las cosas sin planteamiento ni reflexión.
Hay una carta apostólica en la que invita a los médicos a llevar estás técnicas al punto que se deseaba que es curar la infertilidad y eliminar la política de descarte.
Como lo vamos hacer si los de la fe a medida no dejan a los médicos católicos formarse y estudiar para llegar a ese punto?
Tenéis Total desprecio a lon millones de católicos que desean formar una familia y tienen dificultades.
Sois como los testigos de Jehová que habiendo solución la negais.
Qué hipócrita. Usted se pasa por el forro lo que Juan Pablo II y Benedicto XVI establecieron al respecto en la Instrucción «Donum Vitae» y en la «Dignitatis personae», que ni se ha leído. Sus opiniones heterodoxas (las de usted) nos importan a los católicos un pimiento.
Si conocieras las cartas que nombras sabrías que empiezan diciendo que hay que volver a la intención inicial de curar la infertilidad para acabar con la práctica actual y es justo lo que estoy planteando y para eso hay que formarse.
Sois como aquellos que no querían que los médicos estudien y practiquen con cadáveres por la resurrección de la carne.
Miguel, la infertilidad se puede remediar pero no de cualquier manera. Los católicos tenemos un límite insoslayable: no podemos ponernos en el lugar de Dios. Usted, por lo que vemos, rebasa el límite cada dos por tres. Allá usted, pero nosotros procuramos anteponer a Dios al resto de cosas.
Si usted cree que la FIV (es decir, un método que consiste básicamente en quedarse con un embrión desechando todos los demás que previamente se han fecundado) es la única salida para quien tiene dificultades reproductivas, lo siento pero no tiene usted ni idea. Infórmese sobre naprotecnología.
La condena de la Iglesia a estos métodos no se debe sólo a eso. Léase primero los documentos citados antes de comentar.
Una Universidad por Católica que sea no puede violar la legislación del pais en el cual desempeña su labor. Si un alumno de derecho quiere hacer su practica en una institución de fecundación in vitro nada que hacer. Ahora bien, imagino que en derecho bioético o de la vida habrán recibido la formación sobre la clara perspectiva del Magisterio Eclesiástico al respecto con el porque y las razones teológicas.
Dígame, ¿qué ley obliga a ofertar prácticas o empleos en una empresa o institución concreta? Ya se lo digo yo: ninguna. Una universidad puede publicar anuncios o no hacerlo, y las prácticas se conciertan una por una a criterio de la universidad.
Además, no entiendo como un supuesto sacerdote intenta defender lo indefendible con argumentos tan ridículos y, sobre todo, tan inmorales, según los cuales una universidad, aunque fuera católica, no podía dejar de denunciar y entregar a los nazis a los alumnos judíos por establecerlo así la ley… En fin.
¡¡¡IM POS TOR!!!
No me creo que usted sea sacerdote. Y si verdaderamente lo es, es un ignorante en grado superlativo.
¿Dónde queda para usted aquello de «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres»?
Doy por supuesto que usted en los tiempos de los emperadores romanos paganos estaría en la fila de los que iban a ofrecer el incienso a la estatua del Emperador y rendirle culto. Simplemente por muy católico que sea «no puede violar la legislación del pais» del cual es ciudadano.
¡¡¡IM POS TOR!!!
No me creo que usted sea sacerdote. Y si verdaderamente lo es, es un ignorante en grado superlativo.
¿Dónde queda para usted aquello de «hay que obedecer a Dios antes que a los hombres»?
Doy por supuesto que usted en los tiempos de los emperadores romanos paganos estaría en la fila de los que iban a ofrecer el incienso a la estatua del Emperador y rendirle culto. Simplemente por muy católico que sea «no puede violar la legislación del pais» del cual es ciudadano.
Dígame, ¿qué ley obliga a ofertar prácticas o empleos en una empresa o institución concreta? Ya se lo digo yo: ninguna. Una universidad puede publicar anuncios o no hacerlo, y las prácticas se conciertan una por una a criterio de la universidad.
Además, no entiendo como un supuesto sacerdote intenta defender lo indefendible con argumentos tan ridículos y, sobre todo, tan inmorales, según los cuales una universidad, aunque fuera católica, no podía dejar de denunciar y entregar a los nazis a los alumnos judíos por establecerlo así la ley… En fin.
Era un comentario para sacerdote. Lo pongo en su lugar.
Y la Universidad «Católica» de Murcia está participando en un programa de creación de quimeras con células humanas y de mono