Es el mismo sacerdote que administraba la diócesis desde diciembre de 2012 y también subsecretario de la Conferencia Episcopal controlada por Pekín. El portavoz de la Santa Sede confirmó que la ordenación se llevó a cabo en el marco del acuerdo chino-vaticano. Fue aprobada por el Papa el 23 de junio de 2021. Será obispo de Hankou / Wuhan, incluyendo el nombre de la sede que era reconocida por Roma.
(AsiaNews/InfoVaticana)- Esta mañana, en la catedral de San José de Wuhan, se celebró la ordenación episcopal del sacerdote franciscano Francisco Cui Qingqi como obispo de la capital de Hubei. Tal como anticipó AsiaNews, en la ciudad que convirtió en el primer epicentro de la epidemia de coronavirus, se llevó a cabo la cuarta ordenación desde la renovación del acuerdo entre China y la Santa Sede para el nombramiento de obispos, en octubre del año pasado, y la sexta desde que comenzó el acuerdo en 2018.
El nuevo prelado -aprobado por la Santa Sede- tiene 57 años y fue elegido «democráticamente» el 27 de septiembre de 2020 por los organismos eclesiales vinculados al Partido Comunista Chino. Originario de la provincia de Shanxi, pero ordenado sacerdote en Hubei, el padre Cui Qingpi estaba al frente de la diócesis de Wuhan desde diciembre de 2012, cuando el anterior administrador, el padre Shen Guoan fue obligado a renunciar porque era muy poco leal a Pekín. Desde 2016 ya ocupaba, además, el cargo de subsecretario de la Conferencia Episcopal China, organismo igualmente controlado por el Partido Comunista.
La consagración episcopal episcopal de esta mañana ha sido presidida por Ma Yinglin, obispo de Kunming y vicepresidente de la Asociación Patriótica; Shen Bin, obispo de Haimen y vicepresidente de la Asociación Patriótica; Li Shan, obispo de Pekín y vicepresidente de la Conferencia Episcopal China. También participaron en la ceremonia Li Suguang, obispo de Jiangxi y presidente de la Asociación Patriótica de la provincia de Jiangxi y Ding Lingbin, obispo de Changzhi, vicepresidente y secretario general de la Asociación Patriótica de la provincia de Shanxi. La bula de nombramiento fue leída por el padre Yang Yu, subsecretario de la Conferencia Episcopal China.
El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, confirmó a los periodistas que la ordenación se llevó a cabo en el ámbito del acuerdo con Pekín sobre el nombramiento de obispos. Bruni dijo que el padre Francisco Cui Qingqi fue «nombrado por el Santo Padre obispo de Hankou/Wuhan el 23 de junio de 2021. Es el sexto obispo chino nombrado y ordenado en el marco del Acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos en China».
La denominación de la diócesis es importante. En efecto, la catedral de San José es la sede de lo que para el Vaticano era la diócesis de Hankou, como se llamaba antiguamente la ciudad sobre el río Yangtze que es el centro de la actual metrópolis de Hubei. Pero la ciudad de Wuhan hoy también incluye los territorios de lo que para la Santa Sede eran las diócesis de Hanyang y Wuchang. La Conferencia Episcopal China, controlada por las autoridades comunistas, había establecido de forma autónoma la diócesis de Wuhan, fusionando las tres sedes históricas.
Artículo publicado por Asian News con leves modificaciones de InfoVaticana.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Esto es una verdadera tomadura de pelo, mientras que en las diócesis del resto del mundo democrático no existe ni siquiera la sinodalidad para proponer los candidatos a obispo, aquí nos encontramos con que son las autoridades comunistas ateas antidemocráticas chinas las que confeccionan el traje, sombrero, sombrero y corbata del candidato oficial. Un escándalo totalmente inaceptable que no tiene ningún tipo de justificación, maxime cuando se sabe que estos obispos son de la Iglesia cismatizante patriótica china. Inaceptable, no reconozco a tales obispos.
Son ordenaciones nulas. El mismo código de derecho canónico dice que si no se cumplen determinadas condiciones (tanto por parte del ordenante como del ordenado) la ordenación es inválida, nunca existió. Si el que confiere el sacramento no tiene intención de hacerlo o el que va a recibir el mismo, no lo hace LIBRE, ESPONTÁNEAMENTE, CON LA INTENCIÓN DE OBRAR LO QUE QUIERE LA IGLESIA, la ordenación es nula, nunca existió. La libertad, espontaneidad, intención de hacer la voluntad de la Iglesia, es requisito exigido y la manifestación debe ser por escrito. Por supuesto, pueden escribirlo, pero si lo hacen mintiendo, de nada vale. Y un comunista lo que menos tiene es espontaneidad, ni libertad ni intención de hacer lo que quiere la Iglesia. Es más, estos mismos «obispos» públicamente afirman que ponen al partido por encima de la Iglesia. Ir a una misa presidida por esta clase de «pastores» no vale nada; no hay Eucaristía, ni presencia real, ni sacrificio, no hay nada.
Y el rito de consagración episcopal con la forma totalmente cambiada con respecto a la tradicional. Esa es otra.
Francisco ha vendido la Iglesia china al comunismo.
Seis obispos para la fraternidad de sacerdotes del partido comunista chino, y cero obispos para cualquier congregación tradicional reconocida o no reconocida.
Claro que había y hay estado de necesidad, so s i n v e r g u e n z a s.
UNO tiene razón. Es sangrante