Durante la entrevista que ha concedido a COPE esta mañana, el Papa Francisco ha sido preguntado sobre la eutanasia. Aprovechando la cuestión, el Santo Padre ha hablado también del aborto y de la “cultura del descarte”.
“Estamos viviendo una cultura del descarte. Lo que no sirve se descarta. Los viejos son material descartable: molestan. No todos, pero vamos, en el inconsciente colectivo de la cultura del descarte, los viejos… los enfermos más terminales, también; los chicos no queridos, también, y se los manda al remitente antes de que nazcan”, explicó Francisco.
Miremos “las periferias”, dijo el Pontífice, “pensemos en las grandes periferias asiáticas, por ejemplo, para irnos lejos y no pensar que uno está hablando de cosas de acá. El descarte de pueblos enteros. Piense en los rohingyas, descartados, gitaneando por el mundo. Pobrecitos. O sea, se descartan. No sirven, no van, no sirven”, señaló.
“Esa cultura del descarte nos ha signado. Y signa a los jóvenes y a los viejos. Influye mucho sobre uno de los dramas de la cultura actual europea. En Italia la edad media es 47 años. En España creo que es mayor. O sea, la pirámide se ha invertido. Es el invierno demográfico en el nacimiento, en el que haya más casos de aborto. La cultura demográfica está en pérdida porque se mira el provecho. Se mira al de adelante… ¡y a veces usando la compasión!: “que no sufra en el caso de…” La Iglesia lo que pide es ayudar a morir con dignidad. Eso siempre lo ha hecho”, aseguró Su Santidad.
En cuanto al aborto, al Papa no le gusta “entrar en discusiones que, si hasta aquí se puede, que hasta allí no se puede”, pero dice esto: “cualquier manual de embriología de los que le dan a un estudiante de Medicina en la Facultad dice que, a la tercera semana de la concepción, a veces antes de que la madre se dé cuenta [de que está embarazada], ya están perfilados todos los órganos en el embrión, incluso el ADN. Es una vida. Una vida humana. Algunos dicen: “No es persona”. ¡Es una vida humana! Entonces, delante de una vida humana yo me hago dos preguntas: ¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema?, ¿es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? Segunda pregunta: ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema? Y con estas dos preguntas que se resuelvan los casos de eliminación de gente –por un lado, o por el otro– porque son un peso para la sociedad”.
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Me parece insuficiente. El Papa no puede limitarse a contestar de forma sucinta cuando le preguntan, sino que debería promover acciones eficaces para defendet la vida, porque estar contra el aborto no salva vidas, pero trabajar contra el aborto sí salva vidas.
No ha parado de promover acciones muy eficaces para que lleguen al poder los politicos de izquierda mas aborteros y autanasieros del mundo. Esto es lo que cuenta, los hechos.
Cizaña con el trigo.
Emma Bonino la gran olvidada de italia, segun el Papa la abortista 100%.
Este tanguista no ha oído hablar de la «ejecución del tirano». ¿Cómo pudo superar la «Primera probación»?
Habló el especialista en enviar sicarios a los institutos religiosos que no le gustan
No se puede hablar de sicarios y, a la vez, no condenar los actos de Biden, por ejemplo. Es una contradicción, y viniendo del Vicario de Cristo, un acto de hipocresía monumental.
Bergoglio ha apoyado y apoya a Biden, que es abortista declarado y que ha apoyado el aborto libre en todo el mundo, incluido el Tercer Mundo. Y que ahora se ha quejado porque el TS de USA ha permitido la Ley pro vida de Tejas. Ya ha premiado a Lilianne Ploumen y ensalzado a Emma Bonino, abortistas reconocidas. HIPÓCRITA
Por desgracia, el Papa no ha mantenido una línea clara, coherente y sostenida en la oposición a la industria abortista. Algunos de sus gestos y declaraciones han alimentado este mal, en vez de contenerlo o reducirlo.
Pasa lo mismo que con el concepto de «cultura del descarte»… que como concepto es sensacional, pero luego choca de frente con otras apetencias papales que llevan, precisamente, a alimentar lo mismo que se dice condenar.