Hoy les traemos un extracto del libro ‘Dios no mola’, del teólogo alemán Ulrich L. Lehner. En el libro, que puedes comprar aquí, Lehner reflexiona sobre algo que parece que tenemos completamente olvidado en nuestros días: el pecado original. Les dejamos con el texto:
EL DIOS DE LA RENOVACIÓN
Amplios segmentos de la sociedad parecen haberse olvidado de lo que significa el pecado. Para ellos, el mal objetivo ya no existe y han dejado de creer que el pecado destruye nuestra amistad con Dios. Hay incluso cristianos practicantes que han aprendido a rechazar el significado tradicional de pecado y del pecado original. Recientemente he oído decir a un parroquiano después de un bautismo: “Bien, en mi opinión ese niño no ha hecho nada malo. No puedo ver el pecado original en un recién nacido”.
Hay por lo menos dos cosas equivocadas en esta afirmación. Primera, nunca puedes ver el pecado, ya sea en un niño o en un adulto. Esta es la razón por la que no podemos juzgar el estado de gracia de los demás: no sabemos realmente si alguien ha cometido un pecado mortal a no ser que lo hayamos visto cometerlo, e incluso entonces no podemos saber si esta persona ha ido a confesarse después o era totalmente culpable. Segundo y más importante, hay una confusión total sobre el pecado original. Y si nos equivocamos en esto, también nos equivocamos sobre Dios, Cristo, la salvación y la Iglesia, por lo que una aclaración parece estar más que justificada.
Qué es y qué no es el pecado original
Muchos de los que rechazan el pecado original, o que dicen tener “problemas” con él, parecen pensar que Dios dio un mandamiento irrazonable, a saber: no comer de un árbol en especial, aunque Él sabía que los humanos serían incapaces de mantener este mandamiento. En consecuencia, a sus ojos el castigo de Adán y Eva es injusto, y un Dios cuya Iglesia mantiene el pecado original como dogma es, en el peor de los casos, vengativo y, en el mejor, un contable.
El pecado original es un dogma para cada católico y rechazarlo como una invención desafortunada de san Agustín, como hacen algunos, es totalmente falso. Basándose en la tradición, san Agustín definió lo que era el pecado original de una manera tan sofisticada que la Iglesia aceptó su definición como el mejor modo de encuadrar la verdad.
El pecado original no tiene que ver sólo con la desobediencia de Adán y Eva. En lo más profundo tiene que ver, ante todo, con la relación de los humanos con Dios, es decir, el hecho de que hemos nacido, no en una comunidad santa, sino en un mundo roto. Nadie nace católico, ¡nadie! Nos convertimos en miembros de la Iglesia por medio del bautismo. Tiene que ver también con la condición mundana de la humanidad y «el abismo de esta condición con la imagen de perfección y felicidad que la persona humana lleva dentro de su alma» . Llevamos dentro de nosotros una imagen de esperanza, una imagen del mundo y de nosotros perfecta, pero nuestras acciones y nuestra vida chocan con estas expectativas y esperanzas. Cuando vemos la dolorosa falta de firmeza de las relaciones, cuando nos damos cuenta del mundo de violencia y desengaño, de la sociedad llena de abusos, y los comparamos con nuestro deseo de justicia, paz, belleza, verdad, santidad y plenitud, nos percatamos de este abismo.
El cristianismo no acepta este abismo, pero lo explica indicando la desobediencia de Adán y Eva. Esto no significa que el acto primario de desobediencia tenía que suceder en el jardín del paraíso o comiendo una manzana: la historia de la Caída explica, utilizando un mito, lo que es el centro teológico de la historia, es decir, que los humanos actuaron contra Dios. La cuestión de cuándo sucedió es sin duda interesante, pero no es realmente de ayuda. Después de todo, el segundo libro de Enoc piensa que la Caída sucedió sólo cinco horas y media después de que Adán y Eva empezaran a vivir juntos en el paraíso. Esto me parece una afirmación muy realista de la fuerza y la debilidad humanas, y un maravilloso modo de recordarnos el tiempo que podemos estar sin Dios: sólo podemos estar sin la gracia de Cristo unas pocas horas.
La relación interrumpida con Dios es el efecto de la Caída, que fue un acto voluntario de desobediencia a Dios. El dogma católico también afirma que, aunque el bautismo quita el pecado original, no elimina sus efectos mundanos: nuestra experiencia de deseo incumplido y nuestra
incapacidad de “seguir la recta vía” sin la gracia. Por lo tanto, el pecado original sigue siendo el verdadero misterio que no puede demostrarse, como sucede con la Trinidad y el nacimiento de la Virgen. Sin embargo, podemos ver, como he manifestado en el capítulo anterior, que nuestro mundo sombrío y egoísta tiene sentido si creemos en el pecado original.
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Biografía del autor:
Ulrich L. Lehner nació en 1976, en Alemania. Estudió Filosofía en la Escuela de Filosofía de Múnich, y Teología en la Universidad de Múnich. Más tarde, cursó Historia. Sus áreas de especialización son la Historia moderna de la religión, la Ilustración, y la historia intelectual desde el Renacimiento hasta hoy. Actualmente, es profesor de Teología de Fundación Warren en la Universidad de Notre Dame y es miembro de la Academia Europea de Ciencias y Artes.
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«la historia de la Caída explica, utilizando un mito, lo que es el centro teológico de la historia, es decir, que los humanos actuaron contra Dios»
Lo siento, o está ma traducido, o no se ajusta a lo que dice el Catecismo de la Iglesia:
«Para leer el relato de la caída
390 El relato de la caída (Gn 3) utiliza un lenguaje hecho de imágenes, pero afirma un acontecimiento primordial, un hecho que tuvo lugar al comienzo de la historia del hombre (cf. GS 13,1).»
Hecho, no mito. Que querer acercar la comprensión de una doctrina no nos haga adulterarla……
Está usted malinterpretando el concepto de mito y confundiéndolo con lo que en el lenguaje coloquial se entiende por tal. En Teología de las religiones un mito no es algo falso o contrario a los hechos, es un relato simbólico (hecho de imágenes, dice el Catecismo) que busca penetrar en el misterio de lo sagrado o de lo divino, o expresar una verdad de carácter religioso. El propio texto de Ulrich, que usted cita, habla de la historia de la caída y del hecho de que tal caída es el centro teológico de la historia, cosa que no tendría sentido si se negara su realidad fáctica. Hay muchas personas en esta página que, por desgracia, se pasan la vida escudriñando cada palabra y cada gesto para expresar enérgicamente un juicio crítico que, a menudo, no viene al caso. A veces, adoptar una actitud más humilde y templada, como punto de partida, no nos vendría mal.
Muy bueno Juan!! Totalmente de acuerdo.
Juan:
Yo he citado. Usted escribe. Cite, y dialogamos.
Y, por cierto, el Catecismo dice «lenguaje hecho de imágenes, pero afirma un acontecimiento primordial, un hecho que tuvo lugar al comienzo de la historia del hombre»
Y usted lo deturpa al decir:
«es un relato simbólico (hecho de imágenes, dice el Catecismo) »
No, el relato no es hecho de imágenes, sino «lenguaje hecho de imágenes».
Cite, no deturpe.
Da igual si ocurrió o sólo es algo simbólico o lenguaje, o imágen, símbolo etc. Es enseñanza de Dios a los hombres que le sitúa a Él y a los hombres en su justo lugar. En el pecado original, de querer ser como dioses pero sin Dios, caemos cada vez q pecamos pq prevalece en nosotros nuestra voluntad y no la de Dios.Es sobre todo un pecado de soberbia.
La necedad del hombre se manifiesta en q al comer del árbol del bien y el mal desobece claramente a Dios para ser su propio dios, para ocupar el trono q no le corresponde. Somos nosotros: Nuestra soberbia es infinita.
La bondad ,la misericordia y el perdón de Dios se manifiesta ,sobre todo, en el árbol de la Vida q salva de la expulsión del Paraíso a quien come de Él.
1- Pecado :
comer el fruto del árbol prohibido.(caída y expulsión)
2-confesión : (arrepentimientoperdón)=conversión.
3-Eucaristía:
Comer del árbol de la Vida. (regreso y salvación)
Es tan impresionantemente sublime y hermoso en su enseñanza q no necesitamos saber ni cuando ni cómo ni si es simbólico o real ni nada más.
Es mi humilde opinión.
Gloria a Dios!!!!
¿Y de qué sirve creer en el pecado original si se predica al mismo tiempo que Dios ha hecho al hombre libre para profesar la religión de su conciencia?. Esa nueva doctrina es precisamente su contraria. La doctrina del pecado original enseña que Dios da el mandato de elegir el bien y la verdad y para ello da la inteligencia, no la libertad, pues es la verdad la que te hace libre, y prohibe elegir el mal y la mentira (comer del árbol). Si Dios prohibe elegir el mal y la mentira, prohibe la libertad de profesar religiones que no sean la suya. Si profesar religiones distintas lo ha puesto Dios en la naturaleza humana, entonces no prohibió comer del árbol prohibido sino que les dió a elegir libremente comer o no. Si esto es así significa que Dios es malo porque no me prohibe el mal sino que me da libertad de elegirlo. El liberalismo tiene un falso concepto de libertad.
Me temo que su concepto de libertad, mal que le pese, no es muy diferente al del liberalismo: ambos confunden, aunque en sentido contrario, libertad y libre albedrío. Que Dios nos ha dado el libre albedrío es obvio pues, de otro modo, no tendría sentido hablar de pecado. Es el libre albedrío el que nos permite, igualmente, aceptar o rechazar la fe (pues a nadie se le puede obligar a creer, como a nadie se le puede obligar a amar). En el ejercicio del libre albedrío, el ser humano puede escoger la religión que quiera o, incluso, escoger el ateísmo. Y si Dios se lo permite, no tiene sentido pretender que nosotros no lo hagamos. Cuestión distinta es que el libre albedrío garantice de por sí la bondad de una elección. Como no es así, solo escogiendo la verdad y el bien se puede alcanzar la verdadera libertad. Ningún texto magisterial (tampoco el Vaticano II) dice, en realidad, algo distinto a esto.
Que bueno Juan, al fin laguien con las ideas claras!!!
Parece que no sabes que por el pecado original el libre albedrío te inclina a elegir el mal. A lo mejor eres tú el que confundes.
El libre albedrío consiste en la libertad de la inteligencia, pero no para hacer lo que te venga en gana, sino para razonar dónde está la verdad y dónde está el bien para poder elegirlo. El que elige la mentira o el mal, no ha ejercitado ningún libre albedrío, sino que ha hecho lo que le ha dado la gana. Hacer lo que te da la gana no es la libertad proporcionada por ningún libre alnedrio. Es la libertad encontrada usando correctamente el libre albedrío la que te la la libertad. La frase «En el ejercicio del libre albedrío, el ser humano puede escoger la religión que quiera o, incluso, escoger el ateísmo. Y si Dios se lo permite, no tiene sentido pretender que nosotros no lo hagamos» es tu error liberal.
Si Dios te permite elegir cualquier religión o ser ateo con tu libre albedrío significa que Dios es un permisivo y no te puede exigir ninguna religión concreta, pues te da a elegir lo que quieras. Esto significa que Dios es malo, pues sabe que tu pecado original te inclina a elegir el mal. Lo que la iglesia católica enseña en la biblia es que Dios te prohibe elegir el mal, Dios te manda obligatoriamente elegirlo a Él. Que no te dé la gana obedecer y elegirlo a Él no es por el libre albedrío, pues no lo has usado, es porque no te da la gana. Tú confundes obligatorio con ser a la fuerza. Es obligatorio circular por la derecha, pero nadie te fuerza a hacerlo. Lo que tú pretendes es que Dios te da a elegir circular por la derecha o por la izquierda según tu libre albedrío. Eso es liberal.
Con los liberales no hay manera. Se creen que Dios no te puede obligar a nada porque entonces no eres libre. No se enteran de que lo correcto es decir que Dios no te puede forzar a nada. Obligar y forzar no es lo mismo. De adan y eva se dice que desobedecieron porque era obligatorio no comer del árbol. Si Dios les dio el derecho y la libertad de comer o no comer como dicen muchos en los púlpitos, entonces no hay desobediencia alguna, pues están ejerciendo su supuesto libre albedrío.
Piensan que el catolicismo no es obligatorio para salvarse porque Dios no te puede obligar. Dios si te puede obligar, lo que no puede es forzarte. Que no son palabras sinonimas.
Muchas gracias, Uno, por tus aclaraciones tan llenas de lógica, sentido común y fe católica.
«Esta es la razón por la que no podemos juzg4r el estado de g r a c i a de los demás, no sabemos realmente si alguien ha cometido un … a no ser que lo hayamos visto cometerlo, e incluso entonces no podemos saber si esta persona ha ido a confesarse después o era totalmente c u l p a b l e».
La frase no es enteramente exacta tal como está formulada.
Porque Cristo dijo de los f4ls0s profetas, que por sus «frutos los conoceríamos». Y, si son «l0b0s», entonces no pueden estar en g r a c i a. Y si según el Señor, los podemos reconocer, entonces también estaríamos reconociendo a quienes no están en g r a c i a. Conclusión: la frase de marras no puede ser aplicada a todas las situaciones. Lo que NO podemos saber es si esa persona fuera de g r a c i a, se c0nd3n4rá, que es muy distinto que decir que NUNCA podemos saber si alguien está o no en g r a c i a. Hoy abundan los p e c a d o r es públicos, que conocen la norma, y se enorgullecen de q u e b r a n t a r l a.
Me sorprendió constatar que el pecado original es una doctrina exclusivamente cristiana. El judaísmo no interpreta de esa forma el Génesis.
La realidad de una caída originaria del ser humano es, en el campo de las religiones, algo mucho más común de lo que se cree. Se interpreta y «explica» de muy diferentes maneras, eso es cierto, pero siempre se apunta a una opción mala del ser humano, en su origen, que ha acarreado consecuencias muy negativas para todos los hombres. Sí es una doctrina exclusivamente cristiana en el ámbito de las religiones monoteístas (ni el judaísmo ni el Islam aceptan el pecado original), pero no en muchas otras religiones e incluso filosofías (en Platón, por ejemplo).
Me van a perdonar pero no me parece muy bien explicado…
Pues a mí sí que me parece útil el texto. Lo que ocurre es que es una verdad de fe, revelada, que no se puede explicar racionalmente (en el sentido fuerte del término «explicar»). Por eso, entre otras cosas, se apoya el Génesis en un relato mítico. Lo más usual, a la hora de mostrar su realidad, es intentar razonar desde sus consecuencias (que es lo que el texto viene a hacer, siguiendo la línea de filósofos como Pascal o nuestro Balmes). Pero, por ejemplo, lo que tiene que ver con la forma de su transmisión -entre otras cuestiones- me parece un misterio irresoluble racionalmente.
«…la forma de su transmisión -entre otras cuestiones- me parece un misterio irresoluble racionalmente».
No sé si le he entendido mal y si ayudaría algo lo que voy a decir, pero una explicación, aunque no muy sofisticada (más bien de andar por casa), sería el ejemplo de una deuda (de una casa, de juego, a Hacienda…). Aunque un padre fuera el culpable de haber contraído tal deuda, sus hijos la heredan al fallecer éste (si la deuda es enorme, también todos los subsiguientes descendientes). No importa que los hijos, nietos, etc. no fueran los culpables de tal deuda, pero la heredan por generación, sin ser algo físico, ni que esté en los genes, ni por supuesto en el alma. De forma similar el pecado original se transmite por generación, y siendo la deuda «infinita» (por ser Dios al que se ha ofendido y a quien se le debe), la heredan todas las generaciones posteriores.
Catho, su explicación me parece correcta pero creo que incide en la tesis de la retribución, esto es: como se ha causado un mal, hay que repararlo, como se nos ofrece un bien, hay que pagarlo….está tesis ha sido mantenida en el tiempo por muchos, pero hoy está en desuso…al menos recuerdo a Benedicto XVI en su «Introducción al cristianismo» como la refuta y crítica…y de hecho, pienso q es la razón del rechazo generalizado de la gente hoy en día, aprecia en este planteamiento una falta de justicia..se me imputa algo q no hemos hecho, o de lo q no hemos sido conscientes
Ya he dicho que es un ejemplo de andar por casa; quizas no el mejor, pero puede que ayude a alguien a comprender precisamente eso: el hecho de que no seamos culpables directos (actuales) de una deuda, no tiene por qué implicar injusticia. No creo que a nadie le parezca injusto que unos hijos deban pagar una deuda contraída por su padre (por ejemplo, de su casa), aunque éste la contrajera antes de tener hijos o sin haberles preguntado si querían esa casa. La deuda ya está contraída y no se puede decir que sea injusto que la hereden los hijos. Y también ejemplifica que decir que algo se hereda por generación tampoco implica que sea algo interno, como una enfermedad o característica genética: también se hereda el patrimonio, por ejemplo, que es algo «externo».
Catho…no le he criticado el ejemplo, que me parece correcto, he hecho una observación en cuanto pueda llevar a la teoría de la retribución…un ciudadano de la calle podría decir q sí hereda un caudal relicto con deudas, hará una aceptación de la herencia a beneficio de inventario, es decir, solo acepta cuando el activo sea superior al pasivo…..sin embargo, creo q si se incide en que es la situación q tenemos, se entiende mejor…como Heidegger..somos Dasein..seres arrojados al mundo, y no se admite hoja reclamaciones 🙂 forma parte del misterio de la existencia
Pienso q el pecado original incide en la constatación de la situación en la que el hombre se encuentra..un día, en una discusión con un ateillo, esté me dijo q le probase el pecado original, le dije q era evidente: tanto ud como yo, no podemos vivir solos en toda la vida, necesitamos del otro..y aún así, el otro nunca nos llena plenamente..tenemos miedo, desanimos etc..es obvio que no somos seres plenos, y se calló. Esto creo q lo expresa muy sencillamente San Pablo en Romanos: No tenemos acceso a Dios, sin embargo ansiamos elevarnos a lo Absoluto. Cómo ha escrito Juan, no solo el Cristianismo incide en esto, el pecado original está presente en Platón y en los Vedas. Grecia absorbió mucho del pensamiento Oriental
Lo reconozco, no tengo bien asimilado «el pecado original». Me lo explico como nuestra tendencia natural a la desobediencia a Dios. Esto es, sin las distintas ayudas que la Iglesia instaurada por el divino Maestro pone a disposición de los fieles, rápidamente perderíamos el camino de Dios y nos sumergiríamos en el abismo del Mundo, sus pasiones y su príncipe. Pero admito que puedo estar equivocado. A diferencia de los ángeles rebeldes, que no pueden ni quieren rectificar en su rebelión contra el Altísimo, nosotros sí podemos enderezar nuestro camino y llegar a la amistad con el Hacedor.
La tendencia a desobedecer a Dios no es el Pecado Original, sino el fomes pecati, la inclinación al mal.
El Pecado Original es el peor pecado concebible por parte de un hombre. Fue un rechazo deliberado de Dios por parte de Adán y Eva. Ambos tenían pleno dominio de sus pasiones y de sus apetitos. Asimismo, un conocimiento perfectísimo y ciencia infusa (Adán por lo menos).
De ahí la extrema gravedad de haber pretendido ser como Dios; es decir, pretender no depender de Dios prefiriendo la propia naturaleza por sobre la divina. En definitiva, el pecado de satanás a escala humana.
Como en ambos estaba contenida toda la naturaleza humana y aquel estado primigenio implicaba transmitir la gracia por generación, cometido el primer pecado tal transmisión fue imposible. A contar de aquel momento el hombre no nace hijo de Dios y requiere del bautismo.
Eso ha enseñado la Iglesia siempre.
Siempre me han enseñado, sin mayores disertaciones teológicas y filosóficas, que si el Hombre no hubiera cuestionado el AMOR de Dios, y, simplemente, hubiera aceptado Su Voluntad, NUNCA Lo hubiera desobedecido, terminando así por desequilibrar TODO…Fue el pecado del ORGULLO, lo que nos emparejó.
Incluso, hoy, creo, si nos ponermos más en Sus Manos, AMÁNDOLO de Verdad, ÉL resolveria muchas cosas, solo porque nos AMA con el AMOR de un PADRE. Pero, seguimos buscando explicaciones, en lugar de hacer o cumplir Lo que ÉL nos ensena y nos pide.
Con libere o sin libere albedrío, SOLOS, solo hacemos tonterias!
La Iglesia ya estableció en tiempos de Pío X, el carácter literal e histórico de de los tres primeros capítulos del Genesis (puede consultarse el Denzinger en los puntos del 2121 al 2128) y condenando expresamente la condición de «mito» de los contenidos de esos tres capítulos. De lo cual se deduce el carácter no católico del presente texto… el carácter no católico e incluso herético.
Si Dios te permite elegir cualquier religión o ser ateo con tu libre albedrío significa que Dios es un permisivo y no te puede exigir ninguna religión concreta, pues te da a elegir lo que quieras. Esto significa que Dios es malo, pues sabe que tu pecado original te inclina a elegir el mal. Lo que la iglesia católica enseña en la biblia es que Dios te prohibe elegir el mal, Dios te manda obligatoriamente elegirlo a Él. Que no te dé la gana obedecer y elegirlo a Él no es por el libre albedrío, pues no lo has usado, es porque no te da la gana. Tú confundes obligatorio con ser a la fuerza. Es obligatorio circular por la derecha, pero nadie te fuerza a hacerlo. Lo que tú pretendes es que Dios te da a elegir circular por la derecha o por la izquierda según tu libre albedrío. Eso es liberal.
La mejor explicación sobre el pecado original que he leído, y con la que me quedo, es la de la reformadora castellana Madre María de Jesús Egido , fallecida en el monasterio concepcionista de Alcázar de San Juan en 2004. Su relato más o menos es el siguiente: El mundo sale de Dios sin conocimiento del mal (creación), en un momento dado una primera humanidad comete una primera falta (pecado original), y desde entonces el pecado habita la creación (solidaridad en el pecado). A partir de ahí es necesaria una nueva creación que nos devuelva a nuestros orígenes (redención), y un nuevo Jardín del Edén donde habitar los redimidos (salvación).
Habría que aclarar que los puntos referidos por Sr. Echeverría son los actuales 3512/3519 del Denzinger. También que en ninguna parte de esa cita se habla de «mito». Para terminar aporto un texto, último punto, correspondiente a una carta del Secretario de la Comisión Bíblica al Arzobispo de París, en enero de 1948. Valga aclarar que el texto se titula «Cuestiones críticas al Pentateuco» y que en el Dezinger se encuentra entre los números 3862/3865:»…Declarar a priori que sus relatos (del Pentateuco) no contienen historia en el sentido moderno de la palabra, dejaría facilmente entender que no la contienen en ningún sentido, cuando en realidad cuentan en lenguaje sencillo y figurado, adaptado a las inteligencias de una humanidad menos desarrollada, las verdades fundamentales presupuestas a la economía de la salvación, al mismo tiempo que la descripción popular de los orígenes del género humano y del pueblo escogido…». Solo un aporte.
«lenguaje hecho de imágenes, lenguaje figurado….» No es relato hecho de imágenes, relato figurado», MITO.
En serio, cite y no deturpe
Yo uso las ediciones españolas del dezinger de 1954 y 1963 que son las última realmente serias y no demasido manipuladas (tambien uso la original de 1854 pero es más dificil de citar porque no tiene numerales).
Ahora bien, aunque usted use las modernas ultramanipuladas de las que yo hace tiempo me deshice, lo que usted cita o es imposible o va más allá de la manipulación.
Estas cita corresponde a una consulta publica hacha al la Comisión Biblica del Vaticano, y en ella se cita una posición teorica cualquiera, y se acompaña de la sentencia de la comisión Biblica, en concreto a la que usted cita se responde NEGATIVAMENTE… O sea lo contrario de lo que usted dice.
CITO: D-2122
Duda II.
Si, no obstante el carácter y forma histórica del libro del
Génesis(…)puede enseñarse que: los tres predichos capítulos del
Génesis contienen, no narraciones de cosas realmente sucedidas, es decir, que
respondan a la realidad objetiva y a la verdad histórica; sino fábulas tomadas
de mitologías y cosmogonías de los pueblos antiguos, y acomodadas por el
autor sagrado a la doctrina monoteística, una vez expurgadas de todo error de
politeísmo; o bien alegorías y símbolos,(…)o en fin leyendas, en parte históricas, en parte
ficticias, libremente ompuestas para instrucción o edificación de las almas.
Resp.: NEGATIVAMENTE.
Muchas gracias, D. Miguel, por la cita precisa.
Este sujeto es un aficionado tergiversador, y le encanta confundir; hacer lío, básicamente.
Perdón, pero la carta del Secretario de la Comisión Bíblica, que figura en la última edición con el número 3862 -más allá de que alguien sin ninguna autoridad lo descarte- no tiene ninguna respuesta negativa y es una afirmación. No está acompañada por ninguna sentencia. Y no es una opinión cualquiera, porque si lo fuera no estaría publicada justamente en el Denzinger. Yo soy el que confunde?. Ahora vendrán los característicos juicios de varios opinadores de esta página que me mandaran al infierno, me convertirán en un hereje, incluirán mi respuesta en el index, y todo ello por no saber leer los textos del magisterio, para lo cual también hay que estudiar y mucho.
Una cuestión.
¿No sabía Dios de antemano cuando creo todo, que el ser humano iba a caer? (El es omnisciente, todo lo conoce, no?)
Es que parece , mirándolo friamente, que todo el pescado estaba ya «vendido». Igual que sabe quién se salva y no, por mucha libertad que tengamos; no hablo de predestinación. Pero lo de la redención, la encarnación, la muerte en cruz, se supone que estaba ya de antemano en la mente de Dios.
Por favor, opiniones sobre esto.