(Agencia Fides)- Construir una iglesia en Ur de los Caldeos, en la gobernación iraquí de Dhi Qar, dotada también de una sala de reuniones útil para acoger en particular a los peregrinos cristianos que desde Irak y desde todo el mundo quieren llegar al lugar donde comenzó el viaje del Profeta Abraham hacia la Tierra Prometida.
Este es el proyecto -y también el sueño- que acaba de presentar el ingeniero caldeo Adour Ftouhi Boutros Katelma al patriarca caldeo Louis Raphael Sako. El ingeniero iraquí -informan los medios de comunicación del Patriarcado Caldeo– ha presentado el proyecto como una donación personal, ofreciendo aportar los fondos necesarios para su realización.
El Patriarca y Cardenal Sako, por su parte, ha alentado y bendecido la iniciativa, sugiriendo dedicar la iglesia a Ibrahim al Khalil, Abraham el padre de todos los creyentes, y nombrar la sala de encuentro para los peregrinos con el nombre del Papa Francisco, que el pasado 6 de marzo también visitó Ur de los Caldeos durante su viaje apostólico a ese país.
Durante la reunión entre el ingeniero Boutros Katelma y el Patriarca Sako, se ha puesto de manifiesto que el primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, ha manifestado su aprobación al proyecto.
“En esta plaza, frente a la morada de Abraham, nuestro padre, es como volver a casa”. Así es como, tras ser recibido en Nayaf por el Gran Ayatolá Ali al Sistani, el Papa Francisco había comenzado su discurso el 6 de marzo de 2021 en la llanura de Ur de los Caldeos, en uno de los momentos clave de su visita apostólica a Irak. Un acontecimiento compartido por los representantes de las comunidades religiosas presentes en el país, ofrecido como “signo de bendición y esperanza para Irak, para Oriente Medio y para el mundo entero”, con la confianza de que “el Cielo no se ha cansado de la Tierra: Dios ama a cada pueblo, a cada hija y a cada hijo”.
En su discurso, precedido de lecturas del libro del Génesis y del Corán y de cuatro testimonios, el Papa propuso el viaje de Abraham desde Ur hasta la Tierra Prometida como figura del viaje que todos los creyentes y toda la familia humana están llamados a realizar para atravesar las tinieblas del tiempo presente y acoger el “sueño de Dios”, que creó a todos los seres humanos para la felicidad.
“Dios le pidió a Abraham que mirara al cielo y contara las estrellas. En esas estrellas vio la promesa de su descendencia, nos vio a nosotros. Y hoy nosotros, judíos, cristianos y musulmanes, junto con nuestros hermanos de otras religiones, honramos a nuestro padre Abraham haciendo lo que él hizo: miramos al cielo y caminamos por la tierra”, dijo el Pontífice.
El sábado 8 de mayo, una docena de representantes de diferentes Iglesias cristianas de todo el mundo visitaron Ur de los Caldeos y rezaron juntos en la morada de Abraham, en un acto eclesial y ecuménico único que también expresó la esperanza de ver reanudarse y crecer pronto el flujo de peregrinaciones cristianas en esa zona.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Es un grave error que el Papa realizara un acto en el que se leyó el Corán; que se reuna a orar con representantes de otras religiones; que hable de familia humana y de hermanos de todas las religiones (cuando la verdadera fraternidad es en Cristo); que hable del viaje de todos los creyentes para ser felices (como si en las otras religiones también se alcanzara la salvación).
En cuanto a lo de dedicar la sala de encuentro para los peregrinos al Papa Francisco, es aplaudir un pontificado que genera gran confusión.
Además, dice la noticia que quieren dedicar el templo a «Ibrahim al Khalil», y según tengo entendido, ese es el nombre con el que los musulmanes conocen al que definen como el profeta Abraham, con todo lo cual se apunta a un peligroso sincretismo religioso.
¿Y eso del sueño? ¿No se ha leído que no duerme ni reposa?
Supongo que también te pareció mal cuando lo hicieron San Juan Pablo II y Benedicto XVI.
Ambos besaron un Corán y rezaron junto a musulmanes en una mezquita