El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha expresado su decepción por los múltiples incendios provocados que han sufrido diversas iglesias en Canadá en los últimos días. “Destruir lugares de culto” no es “el camino a seguir”, ha declarado el mandatario según recoge Global News.
Las declaraciones de Trudeau se producen después de varias investigaciones sobre lo que las fuerzas policiales han descrito como incendios “sospechosos”, algunos se cree que fueron incendios provocados, en varias iglesias comunitarias en las últimas semanas, tanto católicas como anglicanas.
Cuatro pequeñas iglesias católicas en tierras indígenas, en el sur rural de Columbia Británica, han sido destruidas por incendios sospechosos y una antigua iglesia anglicana vacía en el noroeste de Columbia Británica resultó dañada en otro incendio que podría ser provocado.
También se están investigando dos incidentes recientes en Siksika First Nation, en Alberta. El lunes se provocó deliberadamente un incendio en la Iglesia Católica de las Siksika First Nation. El martes, dijeron que también se intentó iniciar un incendio dentro de la Iglesia Anglicana de Siksika, pero éste no tuvo éxito.
También se está investigando el incendio de la iglesia parroquial de St. Jean Baptiste, que se desarrolló el miércoles, informa el mismo medio.
Los incendios se produjeron tras el reciente descubrimiento de tumbas anónimas en antiguas escuelas residenciales en Columbia Británica y Saskatchewan, escuelas en las que se internaba a niños indígenas.
El descubrimiento de lo que se cree que son los restos de 215 niños en una escuela residencial en Kamloops, hace menos de un mes, provocó una serie de investigaciones similares en las antiguas escuelas residenciales de Canadá. La semana pasada, se encontraron aproximadamente 751 fosas comunes en la Marieval School, en Saskatchewan.
El miércoles, un radar de penetración en el suelo reveló los restos humanos de 182 personas en tumbas anónimas en otra antigua escuela residencial en Cranbrook, BC.
Parece que este tema sólo acaba de empezar y se espera se encuentren muchas más tumbas.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Alienta la campaña anticatólica y luego sale a esto. Trudeau o el paradigma de la mediocridad del gobernante contemporáneo.
Más bien de la maldad, escondida con la capa de la tolerancia y mediocridad.
Fred, la mediocridad no está reñida con la maldad, Trudeau es estandarte de ambas.
No se destruyen «lugares de culto», como dice Trudeau: se destruyen iglesias católicas.
Me extraña que Infovaticana dé pábulo a esas informaciones. De «descubrimiento», nada. Ya se sabía de siempre que hubo una epidemia de Tifus de las muchas que había en todo el mundo, y que gracias a Dios y a las vacunas ya no existen prácticamente. Entonces era práctica común enterrar a la gente donde se moría, porque las comunicaciones no eran como ahora. Utilizan estas medias verdades para presentar a los blancos como salvajes inhumanos en sus campañas de ‘odium fidei’ en todo el mundo. Esta campaña combina – como otras muchas- la desinformación de los medios de masas con la actuación de los servicios de información que organizan y dirigen los movimientos antifas, indigenistas, BLM, etc. Lo que hay que preguntar a Trudeau es cuál sería pues «el camino» y hacia dónde nos quiere llevar. Aunque creo que ya lo sabemos.
Nebrija: no sólo de tifo se morían. También de tos ferina y tuberculosis. Los antibióticos comenzaron a usarse en personas después de 1928. De esas épocas a ésta, hay en tratamientos médicos una diferencia infinita.
Trudeau, por un lado, tiene intereses político-económicos. Le interesa que se apruebe una ley que les da poder a los indígenas y se lo disminuye al Estado para decidir sobre contratos de minería. Y con los indígenas, el trato es expedito.
Trudeau, por otro lado, es del zurdaje extremo, el mismo que quiere acabar con la religión, que es un estorbo para imponer todas esas ideologías tendientes a la disminución de la población mundial y a establecer un único gobierno mundial.
Obvio que su declaración para el público tiene que aparentar no estar de acuerdo con las quemas, pero hay alta probabilidad que él tuvo que ver con la noticia de los restos encontrados, la cual instigó a las quemas, perpetradas por indígenas y zurdos.
Faltó un par de palabras esenciales:
« … que él tuvo que ver con la noticia a medias de los restos encontrados, … »
Hay varias maneras de atacar la Iglesia de Cristo. Una es con fuego, como han hecho los fanáticos ignorantes que han quemado esas iglesias. Otra es con decretos, propaganda, y procedimientos legales inícuos, como hace el primer ministro de Canadá. Y en definitiva lo segundo es peor.
En cuanto a las tumbas «anónimas», es normal que al lado de las iglesias, conventos, hospitales, etc., haya cadáveres, pues hasta el s. XVIII en que empezaron a construirse grandes cementerios en las afueras de las ciudades, los muertos se enterraban junto a las instituciones religiosas.
Lo que ocurre es que, como Nerón culpó a los cristianos del incendio de Roma del que eran inocentes, así también mentes obtusas y perversas pretenden culpar a la Iglesia de crímenes que nunca cometió.
Canadá hace tiempo que es el alumno más aventajado del Anti.cristo. Y Justin Trudeau, el abanderado.
Ya nada sorprende.
A los diversos comentaristas que explican el por qué de la presencia de tantos restos humanos en las inmediaciones de instituciones católicas les agradezco su información.
Los templos le pertenecen al Señor, pues están consagrados a Él. Quemar templos de Dios, justificando que lo hacen por restos óseos, encontrados en sus cercanías. es no estar bien informado, ser mal pensado y tener un corazón torcido. Durante años y todavía en muchos lugares se entierran personas en las cercanías de los templos o en el templo mismo, un católico sabe eso. Si un Presidente del país, no lo sabe debe informarse y de acuerdo a ello aplicar la ley a los transgresores, porque, él también ha de rendir cuenta ante el Justo Juez, quien es Dueño y Señor de los templos que han sido quemados.