(The Daily Signal / Kassie Dulin) En una sentencia unánime este jueves, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos ha sentenciado en favor de una agencia religiosa de acogida para menores, afirmando que la ciudad de Filadelfia no podía descalificarla por sus creencias religiosas.
El alto tribunal señaló que Catholic Social Services (CSS) ha «sido durante mucho tiempo un punto de luz en el sistema de acogida para menores de la ciudad» y que la agencia simplemente desea que se le permita «seguir sirviendo a los niños de Filadelfia de una manera coherente con sus creencias religiosas.»
Las autoridades de Filadelfia habían cancelado el contrato de la agencia católica de acogida, una organización sin ánimo de lucro conocida en la ciudad desde hace más de 100 años, porque se negaba a asignar niños de acogida a parejas del mismo sexo.
«Las acciones de la ciudad han supuesto una pesada carga para el ejercicio religioso de CSS, al ponerla en la disyuntiva de limitar su misión o [actuar] de forma incompatible con sus creencias», ha escrito el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, en su opinión mayoritaria.
El tribunal sostiene que la negativa del gobierno de la ciudad a adaptarse a las creencias religiosas de Catholic Social Services «viola la Primera Enmienda». Como resultado de la sentencia, la agencia podrá seguir atendiendo a los niños de acuerdo con esas creencias.
«Estoy encantada de que el Tribunal Supremo haya reconocido la importante labor de Catholic Social Services y me haya permitido seguir acogiendo a los niños más necesitados de un hogar», dijo la madre de acogida Sharonell Fulton, que llevó el caso al alto tribunal. «Mi fe es lo que me impulsa a cuidar de los niños de acogida aquí en Filadelfia, y doy gracias a Dios porque el Tribunal Supremo cree que eso es algo bueno, digno de protección».
El caso, Fulton contra Filadelfia, comenzó cuando Filadelfia obligó a Catholic Social Services a certificar a parejas del mismo sexo como padres de acogida, en violación de las creencias religiosas de la agencia, o a poner fin a su tarea de acogida.
La victoria en el Tribunal Supremo garantiza que la agencia pueda seguir atendiendo a los niños de acuerdo con sus creencias, lo que dará lugar a que muchos más niños de Filadelfia puedan tener un hogar.
«Es un hermoso día cuando el más alto tribunal del país protege a los padres de acogida y a la institución religiosa con 200 años de antigüedad que las apoya», dijo Lori Windham, abogada principal de Becket Law, que argumentó el caso. «Hoy estoy agradecida de que el Tribunal Supremo haya protegido a los héroes del sistema de acogida como [Fulton], que se entrega a diario para cuidar de los niños necesitados».
La sentencia unánime del Tribunal Supremo fue una clara victoria no sólo para Catholic Social Services, sino también para los defensores de la Primera Enmienda que buscaban una toma de postura inequívoca por parte del tribunal ante la flagrante discriminación religiosa por parte del gobierno de Filadelfia.
Aun así, la sentencia del tribunal fue más limitada de lo que algunos defensores de la libertad religiosa hubieran preferido.
La agencia católica había pedido al Tribunal Supremo que anulara el caso Employment Division v. Smith, una problemática sentencia de 1990 que ha restringido el libre ejercicio de la religión durante décadas. En cambio, el tribunal consideró que el caso analizado quedaba fuera de los parámetros de Smith y se negó a reexaminar el precedente.
Los jueces se dividieron en 6-3 en cuanto a si la opinión en Smith debía ser revocada inmediatamente.
A la opinión de 15 páginas de Roberts, que se negó a anular Smith, se unieron los jueces Stephen Breyer, Sonia Sotomayor, Elena Kagan, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett.
El juez Samuel Alito redactó una opinión contraria de 77 páginas, a la que se sumaron los jueces Clarence Thomas y Neil Gorsuch, argumentando que el tribunal debería anular el caso Smith.
Alito ofreció un extenso análisis textualista y originalista de la cláusula de libre ejercicio de la Constitución, concluyendo que el «caso contra Smith entra en conflicto con el significado ordinario de los términos de la Primera Enmienda.»
En una opinión separada, Gorsuch señaló que el hecho de que el tribunal no haya abordado la antigua sentencia pone en peligro el futuro de la agencia católica. Como explicó Gorsuch, la sentencia Smith permite a los gobiernos restringir el ejercicio religioso a través de leyes que sean «neutrales» y «de aplicación general».
En el caso de Filadelfia, la opinión mayoritaria consideró que la ley en cuestión contiene una cláusula que hace que no sea » de aplicación general», lo que supone que la restricción de la libertad religiosa incluida en la ley sea inconstitucional.
Gorsuch señaló que «con un movimiento de bolígrafo, los abogados municipales pueden reescribir la normativa» para eliminar la cláusula problemática y hacer que la ley sea de aplicación general.
Si esto sucede, dijo Gorsuch, la agencia católica se encontrará «justo donde empezó», en peligro de ser cerrada por el gobierno y en una nueva ronda de litigios. Por esta y otras razones, Gorsuch apoyó la recomendación de Alito de anular Smith.
La opinión emitida el jueves también destaca por la inclusión de una opinión contraria de Barrett. El caso de Filadelfia, discutido en noviembre, fue uno de los primeros casos en que estuvo presente Barrett después de convertirse en juez de la Corte Suprema en octubre.
Debido a la reciente llegada de Barrett al tribunal, ha tenido pocas oportunidades de opinar sobre cuestiones de libertad religiosa.
En su opinión, Barrett señala que encuentra los argumentos textuales y estructurales contra Smith «convincentes», pero expresó sus dudas sobre la sustitución inmediata de esa opinión de 1990 debido a la «cantidad de cuestiones» en las que habría que entrar si el alto tribunal la anulara.
Sin embargo, la opinión de Barrett, a la que se sumó Kavanaugh, expresó su disposición a revisar Smith en el futuro.
Aunque el tribunal no anuló la decisión de 1990, como esperaban muchos partidarios de la libertad religiosa, los defensores de la Primera Enmienda se sentirán alentados por la firme condena de los jueces a la discriminación religiosa patrocinada por Filadelfia contra las entidades religiosas.
Los detractores de Smith también se sentirán alentados por el minucioso análisis de Alito de los defectos de la opinión de Smith, que podría crear una hoja de ruta para que el tribunal anule esa sentencia en el futuro.
La nueva sentencia apunta a una posición del tribunal de exigir a los gobiernos que respeten las creencias religiosas, incluida la creencia de que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, como exige la Primera Enmienda.
Como escribió Roberts: «Siempre que el gobierno pueda lograr sus intereses de una manera que no suponga una carga para la religión, debe hacerlo».
La sentencia unánime del tribunal a los gobiernos estatales, locales y federales para que respeten las creencias de todos los estadounidenses no sólo es una victoria para las agencias religiosas de acogida, sino para todos los creyentes y para aquellos a quienes sirven.
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Veis para que vale la libertad religiosa que tanto odiais?
La libertad religiosa, como toda libertad es siempre libertad para el bien, y nunca para el mal. Por ejemplo, quien pretenda que cualquier culto a los demonios es religión y cae dentro de la libertad religiosa, es un mentiroso y un manipulador, esa como ya quedó no es verdadera libertad religiosa.
Aquí se han vendido comentarios muy duros en contra de la libertad religiosa llegando a decir que es anticatólico.
Lo anticatólico es la agenda globalista del consenso progresista, no el derecho de cada cual a decidir cómo rinde culto a su Creador.
Quizás hubiera sido mejor que esta asociación benemérita hubiera apelado a razones de tipo científico y psicológico, que ha de haberlas, para exigir para todo niño «un papá y una mamá» como condición indispensable para ceder un niño en adopción. Mejor que lo de «motivos religiosos». Con el aborto sucede algo parecido.