Hoy, 15 de junio, el cardenal guineano Robert Sarah cumple 76 años. El ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha querido celebrar su aniversario ante la tumba del santo Pontífice polaco.
“Agradezco a todos los numerosos mensajes que he recibido hoy con motivo de mi septuagésimo sexto cumpleaños. Rezad mucho por mí. Que Dios nos guarde”, ha escrito el purpurado africano en su cuenta personal de Twitter.
Junto al texto, una fotografía del cardenal arrodillado ante la tumba del Papa Juan Pablo II, que se encuentra en una capilla lateral de la Basílica de San Pedro.
Ciertamente, el purpurado debe guardar un especial cariño al Pontífice polaco, ya que éste le nombro obispo con tan sólo 34 años, en 1979, siendo el prelado más joven del mundo en ese momento.
Je remercie chacun pour les nombreux messages que je reçois aujourd’hui à l’occasion de mon soixante-seizième anniversaire. Priez beaucoup pour moi. Que Dieu nous garde. +RS pic.twitter.com/nKqKUn4ns6
— Cardinal R. Sarah (@Card_R_Sarah) June 15, 2021
Robert Sarah nació el 15 de junio 1945 en Ourous, una aldea de Guinea. Después de la escuela primaria y secundaria, en 1957, se vio obligado a salir del país para continuar sus estudios en el seminario menor de Bingerville, en Costa de Marfil.
De regreso a Guinea después de la independencia, en octubre de 1958, completó sus estudios en el seminario menor de Dixinn. Cuando la escuela fue requisada por el gobierno guineano, tuvo que regresar a la parroquia de Sainte Croix, en Kindia, para completar sus estudios.
Fue ordenado sacerdote el 20 de julio de 1969 y, poco después, fue enviado a Roma donde obtuvo la licenciatura en teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, habiendo enriquecido su formación en el Pontificio Instituto Bíblico. Después de un período de estudios en el Instituto Bíblico de Jerusalén (1971-1972), obtuvo la licencia en sagrada escritura.
De vuelta a su patria, fue nombrado párroco de Boké, donde permaneció desde 1974 a 1976 y posteriormente asumió el rectorado del seminario menor Juan XXIII de Kindia.
Fue nombrado arzobispo metropolitano de Conakri el 13 de agosto de 1979, siendo consagrado el 8 de diciembre de 1979, por el cardenal Giovanni Benelli.
El 1 de octubre de 2001, Juan Pablo II le nombró secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cargo que ocupó durante nueve años, hasta el 7 de octubre de 2010, cuando el Papa Benedicto XVI le nombró presidente del Consejo Pontificio “Cor Unum”.
Creado cardenal por Benedicto XVI en el consistorio del 20 de noviembre 2010, bajo el título de San Juan Bosco en la Via Tuscolana, fue nombrado por el Papa Francisco prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos el 23 de noviembre de 2014, sustituyendo al cardenal español Antonio Cañizares.
El 20 de febrero de 2021 el Pontífice argentino acepto su renuncia por motivos de edad, habiendo cumplido 75 años ocho meses antes. El 3 de mayo, Francisco le promovió a la Orden de los Presbíteros, al llevar más de 10 años como cardenal.
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Pues hace muy bien el cardenal.
Que Juan Pablo II cometiera errores, que los cometió, no significa que no se santo, como lo es.
Pedir la intercesión de los santos es perfectamente católico: un gran testimonio.
Qué fácil nos resulta juzgar y encontrar defectos a hombres extraordinarios como San Juan Pablo II, Benedicto XVI, el cardenal Sarah, ó cualquier otro discípulo fiel de Jesucristo… y es que todos somos pecadores con al menos faltas y defectos, cuando no pecados veniales ó mortales.
Estos últimos del todo evitables con una vida sacramental fuerte y un amor grande a Jesucristo.
Sarah sigue a la escucha, en ese silencio precioso que predica, y en el cual si Dios así lo quiere le hará saber sus próximo cometidos como discípulo fiel del único Maestro válido.
No pongo en duda la santidad de JPII. Muy al contrario. Pero, si lo han declarado santo, no habrá sido por sus errores, que los tuvo (como todos, ciertamente). Decir que los tuvo no empece a lo antes dicho: más bien lo acrecienta.
Por lo demás, no se trata de nada nuevo. San Agustín fue un gran pecador, como el mismo nos dice en sus «Confesiones». Y sin embargo ha sido uno de los más grandes santos de la Iglesia Católico.
Podríamos seguir con Lutero: hombre «extraordinario», donde los haya: ¡hasta lo han festejado en el Vaticano!
San Juan Pablo II fue un gran Papa a quien tengo en gran estima. Y el cardenal Sarah también es muy bueno. Serviría para pontífice.
Y tiene razón el Cardenal al ir a pedirle ayuda a S.Juan Pablo para la Iglesia!
San Juan Pablo II hizo un gran servicio a la Iglesia nombrando obispo y luego creando cardenal a quien hoy es su sucesor, el Papa Francisco.
Ja, ja, ja, ja.
Marcos, San Juan Pablo II prestó un enorme servicio a la Iglesia danto testimonio diario de santidad y entrega. Junto a ello, en tanto que humano, pudo cometer errores o aciertos. Los católicos, tratándose de santos, enfocamos el asunto a lo divino, no a cuestiones terrenales de nombramientos y designaciones. Pareciera que usted contemple a la Iglesia como una empresa con puestos para ir ascendiendo en un escalafón, en vez de ser el Cuerpo Místico de Cristo, camino de redención y salvación para los pecadores, para ganar la santidad en Cristo.
Las palabras de JP II : son de máxima actualidad: «Estamos ahora ante la confrontación histórica más grande que la humanidad jamás haya pasado. Estamos ante la contienda final entre la Iglesia y la anti-iglesia, el Evangelio y el anti-evangelio. Esta confrontación descansa dentro de los planes de la Divina Providencia y es un reto que la Iglesia entera tiene que aceptar».
Fred, palabras proféticas de un gran santo, sin duda.
¿Y lo habrán dejado celebrar misa privada en el altar? Tengo entendido que las prohibieron.
Marcos,el Mismo Cristo,eligió a Judas y no se equivocó,Y Dios,te creó a vos ,Marcos y a todos nosotros,y no se equivocó.