El obispo suizo Charles Morerod, titular de las diócesis de Lausana, Ginebra y Friburgo desde 2011, ha revelado en entrevista concedida al órgano online del episcopado helvético, kath.ch, su intención de nombrar a dos laicos y un diácono como sus “representantes laicos” en sustitución de tres vicarios episcopales.
“En virtud del bautismo, los laicos tienen un papel activo en la vida de la Iglesia y no solo deberían ocuparse de cuestiones administrativas, sino también ser activos en la labor pastoral”, asegura Charles Morerod explicando su decisión.
Los tres vicariatos afectados, señala CNA Deutsch, será denominados “regiones diocesanas”. “Esta cooperación es algo positivo. Ya existe, pero podemos seguir desarrollándola positivamente”.
Estos representantes, anuncia el obispo, se ocuparán de “cuestiones locales” y las discutirán con él a nivel diocesano. El Código de Derecho Canónico establece que “en casa diócesis, el obispo diocesano nombrará un vicario general que le asista en el gobierno de toda la diócesis”. El obispo puede, además, nombrar uno o más vicarios episcopales, cuya competencia “se limita a una parte concreta de la diócesis, o a un tipo de actividad específico, o a los fieles de un rito particular o a ciertos grupos de personas”.
Morerod, que fuera antaño rector del Angelicum de Roma y secretario general de la Comisión Teológica General, confirmó a kath.ch que ha consultado su decisión con la Congregación para el Clero. “No queremos dar la impresión de que estamos sustituyendo un vicario episcopal sacerdote con uno laico. Es importante no provocar confusiones, por eso era importante consultar con la congregación”.
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Inventitoss y rediseños lujosos y gritones de una Iglesia en total e irreversible quiebra teologica, moral y espiritual desde hace decenios, desde el fin del concilio de 1965. Señores, nos quedamos sin fieles, curas y parroquias por culpa plena y directa nuestra, a causa de asumir una teología luteranoide, y no tenemos mejor ideica que agrupar parroquias y obispados, poner laicos bien pagados en lugares donde no les corresponde, y en organizar espectáculos eclesiásticos como la Madre de Todos los Sinodos. Resultado predecible: fracaso absoluto e irrelevancia histórica.
Otra reciente ideica: quiere sanear el mapa parroquial reduciendo el número de sacerdotes presentes en su diócesis de los 345 actuales a unos 170 sacerdotes (50% extranjeros). Hay demasiados curas extranjeros, como polacos y africanos, para atender a los trabajadores emigrantes, porque están inadaptados al carácter y cultura suizas. No ve aceptable que en Friburgo, una pequeña ciudad de 38.000 habitantes, haya 40 misas cada domingo. Reduce curas no suizos y misas para reagrupar a los fieles en concretas parroquias (jóvenes en parroquias del centro de la ciudad): menos curas y menos misas, más fieles participando en misa. La situación actual es a menudo deprimente, especialmente en el campo, donde a menudo sólo hay una docena de personas que siguen silenciosamente la liturgia desde los últimos bancos. Los creyentes de más edad no van a volver rápidamente a las iglesias por miedo al virus y la crisis sanitaria (La Croix)
Más allá de si es mejor o peor idea, lo que dices es muy revelador. El «plan» trazado hace decenios es un completo desastre, eso nadie lo puede negar. Lo que me parece realmente curioso es que en vez de intentar algo distinto, enmendar el rumbo, buscan hacer lo mismo, en la misma dirección y de la misma manera. Incluso yendo más allá de lo que se hizo en el postconcilio. Van a dejar entre todos la Iglesia como un erial si Dios no lo impide…
No parece que el derecho canónico lo prohibe. Estos serian vicarios episcopales para acciones concretas. Luego estaria el vicario general.
Me parece buena idea, siempre que la Iglesia lo permita.
Creo que laicos bien formados, pueden contribuir muy bien con los dones que Dios les ha dado a la Iglesia.
El Código de Derecho Canónico permite tanto que todo él podría resumirse en un canon: «Todo se permite, hasta que un budista sea vicario episcopal, siempre que me justifiques razonablemente bien todas tus ocurrencias e ideucas de bombero». Vemos cosas curiosas que no van al fondo del asunto, la errónea espiritualidad y teología que asumen los obispos y el Vaticano. Y este obispo tiene doble licenciatura y múltiples estudios, estuvo en el Angelicum y la Comisión Teológica Internacional, pero se ve que una cosa es tener conocimientos y otra muy distinta es tener sabiduría.
No quiero caer en una falacia Ad Hominem pero, ya que menciona los estudios… ¿que le hace pensar a usted que este obispo no tiene una visión mas clara que la suya? digo «tiene doble licenciatura».
Ahora, por Dios que ridiculez comparar un laico con un budista… que visión tan peyorativa tiene usted de los laicos, como si estos fueran incompetentes o como si la palabra laico fuera sinónimo de mundano o pagano.
Lumen Gentium explica muy claramente la postura De la Iglesia Católica en relación a los laicos. Saludos y bendiciones.
Sigue la teoría de la participación del laicado en la dirigencia de la Iglesia, y decía nueva organización parroquial, que en Alemania, con muchos años de aplicación, no ha servido para el supuesto fin que prometieron: el bien de la Iglesia.
Pues no lo veo mal si no sustituye al vicario general, que sería ya un despropósito. En mi diócesis hay demasiados curas sin cargo pastoral en tareas en las que no es preciso ser sacerdote: ecónomos, directores varios, profesores de religión, secretarios, archiveros, bibliotecarios, etc. Mientras, las parroquias sin atender o atendidas por los pelos.
Los sacerdotes han de ser pastores, no burócratas. Para esas cosas, mejor otros.
Como apunta «Diácono» no es mala idea: en todas las diócesis hay sacerdotes metidos en todo tipo de saraos más propios de laicos que del orden sacerdotal. Ya los apóstoles dijeron que no se ocuparían de ciertas cosas si les impedían dedicarse plenamente a la oración y la predicación (léase hechos de los apóstoles). Podría ser hasta oportuno: un vicario episcopal laico trataría quizás con más delicadeza a los sacerdotes que ciertos vicarios sacerdotes que se les sube muy pronto el cargo a la cabeza y se vuelven prepotentes con sus hermanos. E incluso obligaría a algunos Obispos a tratar más directamente con sus curas y no delegar asuntos delicados (crisis, depresiones…) en los vicarios. Ahora: estas cosas hay que hacerlas bien. Porque existe un peligro grandísimo de clericalizar a estos laicos.
Coincido plenamente con el planteamiento. Es el tiempo del laicado. Esto no quita nada a las funciones de los consagrados. Cada uno realiza sus funciones. Es verdad que hay gente nostálgica del ordeno y mando eclesial, pero no es conveniente mirar hacia el pasado continuamente….
Un saludo,
Realmente estos diáconos o laicos no se podrían llamar vicarios, sino delegados, aunque su función es casi idéntica.
Pasa mucho en las diócesis. Delegaciones con mucha entidad pasan a llamarse Vicarías, y viceversa.
Menudo concilio pastoral que no pretendía cambiar nada: no saben aplicarlo para solucionar estos menesteres pastorales.
A este paso, a falta de misa que pongan un vídeo.
En algunas diocésis de España, hay equipos de seglares para atender pastoralmente a algunos pueblos, liturgia de la Palabra, celebración, acompañamiento; en América Latina hace ya mucho que las comunidades están presididas por catequistas, delegados de la Palabra, líderes comunitarios; y muchos de ellos tampoco es que tengan grandes estudios, son campesinos y vecinos de las aldeas.
Lo preocupante, es como dice Diácono, que haya sacerdotes metidos en actividades que las podía hacer un seglar, y otros curas tengan que atender 7 pueblos (bueno, eso último, lo digo yo). Y los jubilados ¿no podían sentarse al menos en los confesionarios? Que para confesarte tienes que ir a pedirlo, porque casi nunca ves a nadie en confesionario alguno.
¿Siete pueblos? Hay diócesis con curas con treinta pueblos, como en Castilla y León. Y mientras, otros, en puestos para lo que no hace falta ser cura, repito. Pero claro, no es lo mismo recorrer kms y kms que estar sentado en un despacho en una encomienda burocrática diocesana, además con mejor sueldo que un párroco.
Diácono
Tienes razón , y aquí entramos en un tema espinoso: el money. Porque muchos (no todos) de estos cargos, se cobran y se pagan y a muchos les viene muy bien económicamente, aparte del sueldo que les da la diócesis por cura diocesano; que posiblemente no sea mucho, todo hay que decirlo, tener un extra por estos servicios. O capellanías para decir una misa a la semana y poco más.
Me dirán que soy un malote por comentar estas cosas, pero entonces, no hablemos de gratuidad.
Luego diremos que no hay vocaciones, que faltan vocaciones; ¿pero está el personal bien repartido?
Y no hablemos del carrerismo eclesiástico, que parece que a algunos les da alergia a ir a los pueblos; van recién ordenados; pero en cuanto pueden, no se como lo hacen , a la ciudad y ya nadie los saca de ahí. En fin……..vale ya de hablar mal, que estoy pecando de murmuración, pero así veo las cosas.