Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid desde 2010, aseguró tener las “maletas casi hechas” para abandonar sus responsabilidades en la Iglesia, recoge La Razón.
El cardenal lo comentó mientras valoraba el nombramiento de un sacerdote vallisoletano, Aurelio García Macías, como subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, que fue anunciado ayer por el Vaticano.
Blázquez presentó la renuncia, como mandan los cánones, al cumplir 75 años, el 13 de abril de 2017. “Entonces, el Nuncio me respondió que continuara hasta nueva disposición y en septiembre del año pasado, me volvieron a comunicar la misma respuesta que cuando presenté mi renuncia. Es decir, que seguiré aquí hasta que no se provea de otra manera”, subrayó el purpurado abulense.
También reiteró que sus “maletas” han sido distribuir la mayor parte de los libros de su biblioteca personal entre los diferentes seminarios de las diócesis donde ha estado, informa Ical.
Aurelio García Macías, además de haber sido nombrado subsecretario, será consagrado obispo titular de Rotdon. Nacido en la localidad de Pollos en 1965, vive en Roma desde 2010, donde ha desempeñado los cargos de consultor y jefe de oficina de la congregación encargada de la liturgia.
Blázquez señaló que la consagración como Sucesor de los Apóstoles de García Macías tendrá lugar el 11 de julio en la catedral vallisoletana.
El arzobispo de Valladolid destacó la preparación teológica, litúrgica y pastoral, tal y como lo acreditan su experiencia y magisterio para convertirse en obispo, además de su capacitación para ser designado de subsecretario de la congregación. “Nos alegramos de que la iglesia se beneficie de esta doble dimensión académica y administrativa y ministerial- pastoral”, afirmó el purpurado de 79 años.
Blázquez valoró la importancia de ser subsecretario de la Congregación para el Culto Divino, ya que es el dicasterio que tiene un arraigo “más tradicional” en la Curia romana.
Preguntado por la posibilidad de que Aurelio García se pueda convertir en su sucesor al frente de la archidiócesis castellanoleonesa, Blázquez se limitó a responder que la “providencia divina” da muchas vueltas, aunque recordó que el nuevo obispo continuará en Roma.
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