La mano izquierda del arzobispado madrileño

La izquierda eclesial madrileña, un producto del taranconismo indigesto, se quiso hacer fuerte en la época del cardenal Suquía al que pretendieron hacer la vida imposible. Se llamaban los 300, los 100, luego los 50, llegaron a 20 y, en la época de Rouco, disminuidos sus efectivos, acabaron siendo una docena. Y eso que Rouco les consintió todo. El caso de la parroquia vallecana de San Carlos Borromeo fue famoso. Para no desairarles, Rouco les convirtió en Centro pastoral, que es como decir que mientras no tengan el nombre de parroquia que hagan lo que quieran. Recuerden que allí se fue el socialista y ministro José Bono a comer rosquillas bendecidas.

Llegó Osoro con el plan de hacer todo lo contrario de lo que hizo su predecesor.  Besos, abrazos con los curas más progres, los de las periferias. El Plan era llevar a alguno de ellos hasta el episcopado, cuotas episcopales, sentarle a su izquierda. Para eso hacía falta encontrar un líder y nombrarle obispo.

El primer nombre sobre la mesa fue el de José Luis Segovia, Josito, abogado penalista, sindicalista, y todos los -istas que se quieran añadir, que había escrito duramente sobre el “despliegue neoconservador del pontificado de Juan Pablo II y de Benedicto XVI”. El libro “El capital contra el trabajo” no es de Marx, es suyo. Además ha escrito uno de los primeros libros sobre las víctimas de la pederastia en la Iglesia. Como Osoro no pudo, por más que lo intentó, nombrarle obispo auxiliar, le dio el cargo de Vicario de Pastoral Social e Innovación. No hay que descartar que dentro de la Innovación se haya diseñado esta campaña contra VOX por parte de la Iglesia.

Josito es amigo de la exalcaldesa Manuela Carmena y del que fuera concejal de servicios sociales de Más Madrid, Javier Barbero, por cierto ex fraile. Barbero fue miembro de la Comuna del Patio Maravillas y es amigo también íntimo del sacerdote de San Carlos Borromeo, Javier Baeza. Tampoco hay que olvidarse de las relaciones con el que fuera portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, José Manuel López, que hizo toda su carrera político-eclesial en Cáritas. Otro de los ámbitos de protección de Josito son los colectivos LGTBI cristianos.

Josito, que ahora pertenece al núcleo duro de poder del arzobispado de Madrid, tiene en sus manos la “Mesa de la Hospitalidad”, el think tank de izquierdas de la Iglesia madrileña, como se puede comprobar por los enfoques y temáticas de su blog. Este lobby es el responsable del señalamiento de los partidos de derecha en el proceso electoral y la obsesión contra VOX. En la adhesiones al manifiesto “Ante las elecciones del 4M” se encuentran algunas de las más destacadas asociaciones del sindicalismo de izquierdas. La páginas web de su Vicaría y la de la Mesa por la Hospitalidad apuntan cuáles son los intereses reales de esta Iglesia humanista que antes era minoritaria y a la que nunca se le daba pabilo desde la cúpula.

Una vez que Osoro se echó atrás en la propuesta de Josito como obispo eligió a un alter ego. Sin el carisma del anterior, de compleja personalidad y carácter, el elegido fue el obispo José Cobo. Un perfil ejecutivo, que ha acabado echando a codazos al resto de los obispos auxiliares. Ahora implicado también en el escándalo de las Fundaciones madrileñas.

Cobo es especialista en oraciones por el clima, por los presos, por los CIES, por los barrenderos, por los obreros de Bangladesh, como se puede comprobar en el día a día. Este obispo es el delfín de Osoro para el momento en que el cardenal de las Fundaciones tenga que salir de Madrid. Un obispo que suele hacer jugosas declaraciones en público, como ocurrió con su intervención en un coloquio sobre la Iglesia y la pederastia en el Colegio Chaminade, después de escuchar el relato de Juan Cuatrecasas, el padre del niño del Colegio Gaztelueta, hoy diputado socialista.

Para comprobar cómo el obispo Cobo y el Vicario Josito trabajan podemos ofrecer lo que se dice en la crónica del famoso, también por su reciente comunicado, “Foro de Curas y más”. En la nota del primer encuentro celebrado por este Foro dedicado a la mujer en la Iglesia, publicada en su blog, un acto para reivindicar el sacerdocio ministerial femenino, se dice en un texto firmado por Jesús L. Sotillos: “Antes de que comenzaran a responder a estos interrogantes, Jesús Sastre nos informó de que había comunicado al Vicario de la zona, el recién nombrado obispo auxiliar José Cobo Cano, y al Vicario de Pastoral Social e Innovación, José Luis Segovia Bernabé, Josito, que íbamos a celebrar este coloquio. Y nos dijo que ambos le habían encargado que nos transmitiera su saludo y su deseo de que el encuentro fuera provechoso”.

El obispo y el vicario deseando que sea provechoso un foro que bien podían suponer iba contra la doctrina de la Iglesia, animando además a los curas que dicen lo que dicen. Presentación de libros, conferencias, Vigilias de oración, actos de reivindicación, foros, oraciones, misas, son permanentemente protagonizados por la pareja “obispo Cobo – Vicario Josito”, responsables del giro ideológico, y del poder de la izquierda.

Por Diego Lanzas