La ideología es el opio del fiel

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Cuando Marx dijo aquello de que “la religión es el opio del pueblo”, todo el mundo le entendió en seguida: el cristianismo -pues no se refería a ninguna otra religión- postula la existencia de un paraíso más allá de la muerte cuya consecución distrae a la gente de construir el paraíso político, aquí y ahora, que es la única realidad que existe.

Puede argumentarse contra esa opinión simplista que la visión cristiana ha promovido más cambios en las estructuras políticas que ninguna otra ideología y a lo largo de un periodo mucho más amplio, y que la búsqueda de la Salvación no ha llevado, en general, al olvido de las cosas de aquí abajo, sino a buscar en ellas la justicia.

Pero Marx no disparataba completamente. La atención y las energías del hombre, siempre limitadas, no están con la misma intensidad fijadas en las cosas de este mundo si su prioridad es alcanzar el otro, y no es irracional concluir que el santo tenderá más a consolarse de las injusticias del siglo esperando en el premio eterno.

Pero si el pensador alemán viviera hoy y se convirtiera al catolicismo, bien podría darle la vuelta a la frase, porque en nuestros días es más adecuado y más cercano a la verdad proclamar que la política es el opio de la fe. Porque va de suyo que si aceptamos que buscar el Reino distrae de la acción política, con más razón la acción política distraerá de las búsqueda del Reino. Y es exactamente lo que estamos viviendo hoy en la institución eclesial.

La semana pasada nos hacíamos eco de un vídeo grabado por Su Santidad en el que defendía su vaga opción política, a la que da en llamar ‘popularismo’. No es exactamente un modelo político aplicable, porque carece absolutamente de concreción y se basa meramente en una difusa apelación al ‘pueblo’, que tampoco es un concepto de fácil concreción y que, históricamente, ha servido de pretexto para las más espantosas tiranías.

Siendo así, la visión política en la que tanto insiste Su Santidad no es criticable, precisamente porque no es un modelo. La ‘política de fraternidad’ por la que aboga se basa en un ser humano que no existe. Los hombres individuales pueden ser fraternos o egoístas; incluso un mismo individuo puede ser lo uno o lo otro en diversos momentos y circunstancias de su vida, no es algo que sistema alguno pueda cambiar. De hecho, un dogma absolutamente central de nuestra fe, el Pecado Original -sin el que la Redención no tiene sentido alguno- impide pensar en un ser humano al que sistema alguno ‘haga’ bueno, en este caso, ‘fraterno’.

Mientras, la insistencia en arreglar el mundo desde el poder -eso es la ideología, cualquier ideología-, que no es en absoluto la misión de nuestros pastores, distrae de las realidades sobrenaturales que, al fin, son las únicas que van a durar toda la eternidad y también las únicas que cada alma, hasta el más pequeño entre nosotros, puede determinar libremente.

El Papa, este o cualquiera, no puede dejar de ‘hacer política’. La política es una actividad moral, de modo que la Iglesia tiene muchas cosas que decir sobre ella, muchas batallas en las que combatir. Pero ni es su misión específica, ni puede ocupar el espacio central del mensaje ni puede traducirse en opciones concretas indiscutibles.

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Comentarios
21 comentarios en “La ideología es el opio del fiel
  1. El problema es que el Papa Francisco se sale de sus competencias cuando se enreda en su ideología política, y encima abraza un modelo ideológico contrario, en muchos aspectos, a la fe y moral católicas.

    1. Desconozco el nivel de conciencia subjetiva del Papa al respecto, pero objetivamente está tributando un gran servicio al NOM.

  2. El Papado de Francisco ha sido el de la dogmatización de lo que no es dogma (temas científicos, sociológicos, o políticos, todos controvertidos, como el medio ambiente, la inmigración o las relaciones entre Occidente y el resto de culturas), y a la inversa, la relativización de lo que siempre fue dogma (el matrimonio y su indisolubilidad, el principio de que «Dios no manda nada imposible», el misterio del sacramento del Orden Sacerdotal…).

    1. Muy bueno tu comentario, así es tal y como lo argumentas. Por mi parte añadiré que alguien tan mediocre intelectualmente como el susodicho no tendría absolutamente nada que hacer en la política de una nación y por eso…..pues….tal y tal, como decía aquel…..

      1. Bueno
        .. ahí es difícil estar de acuerdo. Mire a Irene Montero por ejemplo.. El nivel para ser político, y hasta ministro y presidente de un gobierno precisamente lo da hoy cualquiera

  3. Para venir a gustarlo todo
    no quieras tener gusto en nada.
    Para venir a saberlo todo
    no quieras saber algo en nada.
    Para venir a poseerlo todo
    no quieras poseer algo en nada.
    Para venir a serlo todo
    no quieras ser algo en nada
    Para venir a lo que gustas
    has de ir por donde no gustas.
    Para venir a lo que no sabes
    has de ir por donde no sabes.
    Para venir a poseer lo que no posees
    has de ir por donde no posees.
    Para venir a lo que no eres
    has de ir por donde no eres.
    Cuando reparas en algo
    dejas de arrojarte al todo.
    Para venir del todo al todo
    has de dejarte del todo en todo,
    y cuando lo vengas del todo a tener
    has de tenerlo sin nada querer.
    En esta desnudez halla el
    espíritu su descanso, porque no
    comunicando nada, nada le fatiga hacia
    arriba, y nada le oprime
    hacia abajo, porque está en
    el centro de su humildad.

    1. ACS: están entre los versos más hondos y sabios de Juan de la Cruz, propios de quien tiene arraigadisima una actitud desnuda y de abandono en las manos del Padre….
      Saludos afectuosos

      1. Perplejo,

        Sí! Y es dificilísimo, al menos para mí, pq cuando nos parece q ya estamos abandonados,todavía no lo estamos.Atravesamos la línea sin apenas percibirlo.No se trata sólo de no tener ideologías, es no dejarse atrapar por ninguna otra cosa q no sea Dios, ni siquiera reparar en ella, como dice en los versos:

        «Cuando reparas en algo
        dejas de arrojarte al todo.»

        Yo tengo un termómetro para controlar esto.Lo comparto por si a alguien le puede ayudar:

        Si al despertar por la mañana mi primer pensamiento es para Dios, bien; si es para cualquier otra cosa entonces esa cosa me tiene atrapada y pierdo la sintonía con Dios. Necesito más oración y si es posible, misa diaria.

        Le debemos a Dios la exclusividad.Él es el esposo fiel.

        1. Gracias Perplejo,
          sé q usted está más avanzado en esto. A mí Dios me está empezando a llevar por el camino de la confianza y el abandono ahora, que han llegado las cruces.Siento una gran alegría. Y es q a pesar del peso de la cruz sentir q Jesús nos lleva de la mano y está tan cercano es un regalo del cielo que nos inunda el corazón de gozo y amor.

          Disculpe la extensión, me he dejado llevar.Mi corazón exulta de gozo cuando hablo de estas cosas de Dios.

          Un fraterno en Cristo, nuestro Señor.

          1. Agradezco sus comentarios, ACS, son motivadores. A mí me ayuda mucho otro pensamiento de nuestro Santo:
            «Pues que en la hora de la cuenta te ha de pesar, de no haber entregado tu vida al servicio de Dios, ¿Porqué no la ordenas y entregas ahora como lo querrías haber hecho cuando te estés muriendo?»

          2. Tom,

            Gracias, no la conocía. Es muy buena la frase. Como verte desde el presente eterno de Dios, no? Como ver nuestra vida en un instante.Uff entonces se verá si hay luz u oscuridad en ella.

            Tom, muchísimas gracias.Me va al pelo la frase para meditarla y aplicarla a mi vida. Habrá algún destello de luz en ella? Dios me ayude!

            Un abrazo fraterno en Cristo, nuestro Señor!

  4. La jerarquía es el opio de los creyentes. Los desactiva y adormece con sus misas dominicales y la casilla de la renta. No pide más de ellos.

  5. Tiene razón el autor del artículo. Pero yo añadiría que incluso esta página de internet también tiene una intencionalidad política e intenta, como todas, guiar a la gente por su propia ideología.

  6. A Miguel y a Lozano les recomiendo no perder el tiempo aquí y sufrir innecesariamente . Vayan a leer las » delicias » de Máximo Pradera.
    Yo no perderé ni un segundo leyendo a M. Pradera. Por poner un ejemplo.

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