Francisco y la política: ‘Populismo’, no; ‘popularismo’, sí

Papa empresarios
|

La visión que tiene el Santo Padre de la política, expresada en su último libro, ‘Soñemos juntos’, se basa en el pueblo, pero todos sabemos que se ha pronunciado vehementemente y con frecuencia contra el populismo, así que prefiere llamarla ‘popularismo’ o ‘populismo inclusivo’.

El Papa Francisco ha enviado un video mensaje a los participantes de la conferencia internacional por el Centro de la Teología y la Comunidad en Londres, titulado “Una política arraigada en el pueblo” organizada el 15 de abril. Una conferencia que tiene como base el nuevo libro del Papa Francisco, «Soñemos juntos».

Uno de los objetivos de vuestra reunión es mostrar que la verdadera respuesta al auge del populismo no es precisamente más individualismo sino lo contrario: una política de fraternidad, arraigada en la vida del pueblo”, dice Su Santidad. “En su reciente libro, el Reverendo Angus Ritchie describe esta política que ustedes hacen como “populismo inclusivo”; a mí me gusta usar “popularismo” para expresar la misma idea. Pero lo que importa no es el nombre sino la visión, que es la misma: se trata de encontrar mecanismos para garantizar a todas las personas una vida digna de llamarse humana, una vida que sea capaz de cultivar la virtud y forjar nuevos vínculos”.

¿Cuál es la diferencia esencial de esta visión política con respecto al ‘populismo’, sistemáticamente condenado? Lo explica el propio Papa. Su ‘popularismo’ es “una política no sólo para el pueblo sino con el pueblo, arraigada en sus comunidades, y en sus valores. En cambio, los populismos más bien siguen como inspiración, consciente o inconsciente, otro lema: “Todo para el pueblo, nada con el pueblo”, paternalismo político. De ahí que el pueblo en la visión populista no es protagonista de su destino, sino termina siendo deudor de una ideología”.

La diferencia es tan sutil, diríamos que tan subjetiva, que en principio cualquier populismo puede defenderse como popularismo, y cualquier popularismo criticarse como populismo. De hecho, es lo que vemos de continuo en la palestra política, porque no sé de ningún partido que se anuncie como “paternalista” o que no presente su programa como una forma de “garantizar a todas las personas una vida digna de llamarse humana”.

El pueblo, en la visión político-religiosa de Francisco, es el absoluto protagonista, su cultura y sus valores. “Para la Iglesia es imposible separar la promoción de la justicia social del reconocimiento de los valores y la cultura del pueblo, incluyendo los valores espirituales que son fuente de su sentido de dignidad”, dice. “Respetar al pueblo es respetar sus instituciones, incluso las religiosas; y el papel de esas instituciones no es imponer nada sino caminar con el pueblo, recordándoles el rostro de Dios que siempre se nos adelanta”.

Una manera de desentenderse de los pobres es despreciar su cultura, sus valores espirituales, sus valores religiosos, sea descartándolos o explotándolos para fines de poder”, concluye. “El desprecio a la cultura popular es el comienzo del abuso de poder”.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
9 comentarios en “Francisco y la política: ‘Populismo’, no; ‘popularismo’, sí
  1. Con Francisco me pasa lo mismo que con Manolo.
    García.
    El del Último de la Fila.

    Las letras de sus canciones son bonitas, pero no sé de qué va la canción…
    Como decían antiguamente en el colegio, no soy capaz de hacer un resumen comprensivo…

    1. Las letras de las «canciones» de este señor son un peñazo. Ni punto de comparación con Manolo García, que tampoco es Leonard Cohen, pero no hay color…

  2. Ambiguedad e imprecisión, cualquiera puede emplear el discurso para sus fines. Por ejemplo, a mí me parece muy bien reforzar los vínculos que unen al pueblo: su familia, su Patria, sus tradiciones, su cultura, su acervo espiritual. Pero claro, es que todo eso casa poco y mal con los cantos de sirena en favor de una gobernanza mundial y sincrética de todos los credos. La gobernanza global es destructiva de todo lo que enriquece y ennoblece al pueblo.

  3. Debemos reprobar estas absurdas afirmaciones del Sumo Pontífice. Con ellas sólo expresa su ideología política, por cierto, en algunos aspectos, en abierta oposición a la doctrina de la Iglesia.

  4. En este discurso no se nota dónde queda Cristo y su derecho de Rey del Universo. Es posible dirigirlo a un budista o a un animista y queda salvada la «dignidad humana» de sus «culturas», pero de Cristo Rey, nada, sino todo centrado en el hombre.
    A propósito, seguro que algún rojelio o un tirano de otra tendencia puede abrogarse el discurso y asumir que hace lo que SS dice.
    Bien analizado, hasta el partido comunista chino puede asegurar que la sinización se hace respetando su cultura y sus valores ancestrales, luego no cabe Cristo porque viene de otra cultura y otros valores, y va bien destruir iglesias.
    En fin, Dios lo recompense en su última hora

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles