El Vaticano felicita el Ramadán a los musulmanes

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«El espíritu de fraternidad es universal y trasciende todas las fronteras étnicas, religiosas, sociales y económicas».

Con motivo del mes de Ramadán -que este año comenzó el 13 de abril- y de la fiesta de ‘Id al-Fitr, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, dicasterio de la Santa Sede que dirige el cardenal español Miguel Ángel Ayuso, ha enviado a los musulmanes de todo el mundo un mensaje de buenos deseos titulado ‘Cristianos y musulmanes: testigos de la esperanza’.

El texto está firmado por el presidente del Pontificio Consejo, el citado Ayuso Guixot, y por el secretario del mismo organismo, Indunil Kodithuwakku Janakaratne Kankanamalage.

“Queridos hermanos y hermanas musulmanes”, comienza el escrito. A los dirigentes del dicasterio les complace transmitirles sus “buenos deseos fraternales para un mes rico en bendiciones divinas y en crecimiento espiritual”.

“El ayuno, la oración, la limosna y otras prácticas piadosas nos acercan a Dios nuestro Creador y a todos aquellos con los que vivimos y trabajamos, ayudándonos a seguir el camino por la senda de la fraternidad”, señalan los eclesiásticos.

“La ayuda divina, necesaria y buscada sobre todo en circunstancias como la actual pandemia, es múltiple: la misericordia divina, el perdón, la providencia y otros dones espirituales y materiales. Y, sin embargo, lo que más necesitamos en estos días es la esperanza; por eso nos parece oportuno compartir con vosotros algunas reflexiones sobre esta virtud”, indican.

“El optimismo es una actitud humana, mientras que la esperanza está arraigada en algo religioso: Dios nos ama y por eso nos cuida con su Providencia, a través de sus misteriosos caminos, que no siempre son comprensibles para nosotros”, escriben los dirigentes del organismo vaticano a los musulmanes.

La fraternidad humana se convierte “en una fuente de esperanza para todos, especialmente para los más necesitados”. “Agradecemos a Dios, nuestro Creador, y también a los hombres y mujeres, nuestros semejantes, la pronta respuesta y la generosa solidaridad mostrada por los creyentes y las personas de buena voluntad sin afiliación religiosa, en tiempos de catástrofes, tanto naturales como provocadas por el hombre, como los conflictos y las guerras. A nosotros, como creyentes, todas estas personas y su bondad nos recuerdan que el espíritu de fraternidad es universal y trasciende todas las fronteras étnicas, religiosas, sociales y económicas. Al adoptar este espíritu, imitamos a Dios, que mira con benevolencia a la humanidad que creó, a todas las demás criaturas y al universo entero. Por eso, según el Papa Francisco, el creciente cuidado y preocupación por el planeta, nuestra «casa común», es otro signo de esperanza”, se lee en el mensaje del Vaticano.

“Nosotros, cristianos y musulmanes, estamos llamados a ser portadores de esperanza para la vida presente y futura, y a ser testigos, constructores y reparadores de esta esperanza, especialmente para aquellos que padecen dificultades y desesperación”, señalan.

“Como signo de fraternidad espiritual, os aseguramos nuestras oraciones, expresando nuestros mejores deseos de un Ramadán pacífico y fructífero y un alegre ‘Id al-Fitr”, concluye el mensaje.

Les ofrecemos el mensaje completo, publicado en español por la Oficina de Prensa de la Santa Sede:

Cristianos y musulmanes: testigos de la esperanza

Queridos hermanos y hermanas musulmanes,

En el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso nos complace transmitiros nuestros buenos deseos fraternales para un mes rico en bendiciones divinas y en crecimiento espiritual. El ayuno, la oración, la limosna y otras prácticas piadosas nos acercan a Dios nuestro Creador y a todos aquellos con los que vivimos y trabajamos, ayudándonos a seguir el camino por la senda de la fraternidad.

Durante estos largos meses de sufrimiento, angustia y dolor, especialmente en los periodos de confinamiento, hemos percibido la necesidad de la asistencia divina, y de expresiones y gestos de solidaridad fraterna, como una llamada telefónica, un mensaje de apoyo y consuelo, una oración, ayuda para comprar medicinas o alimentos, consejos y, en pocas palabras, la seguridad de saber que alguien está a nuestro lado en los momentos de necesidad.

La ayuda divina, necesaria y buscada sobre todo en circunstancias como la actual pandemia, es múltiple: la misericordia divina, el perdón, la providencia y otros dones espirituales y materiales. Y sin embargo, lo que más necesitamos en estos días es la esperanza; por eso nos parece oportuno compartir con vosotros algunas reflexiones sobre esta virtud.

Sabemos que la esperanza incluye el optimismo, pero va más allá. El optimismo es una actitud humana, mientras que la esperanza está arraigada en algo religioso: Dios nos ama y por eso nos cuida con su Providencia, a través de sus misteriosos caminos, que no siempre son comprensibles para nosotros. En estas situaciones, somos como niños que, aunque están seguros del cuidado amoroso de sus padres, aún no son capaces de comprenderlo plenamente.

La esperanza surge de nuestra convicción de que los problemas y las pruebas tengan un significado, un valor y un propósito, por muy difícil o imposible que nos resulte entender la razón o encontrar una salida.

La esperanza lleva consigo la convicción de la bondad que hay en el corazón de cada persona. A menudo, en situaciones de dificultad o desesperación, la ayuda y la esperanza que aporta llegan de donde menos lo esperamos.

La fraternidad humana, con sus múltiples manifestaciones, se convierte así en una fuente de esperanza para todos, especialmente para los más necesitados. Agradecemos a Dios, nuestro Creador, y también a los hombres y mujeres, nuestros semejantes, la pronta respuesta y la generosa solidaridad mostrada por los creyentes y las personas de buena voluntad sin afiliación religiosa, en tiempos de catástrofes, tanto naturales como provocadas por el hombre, como los conflictos y las guerras. A nosotros, como creyentes, todas estas personas y su bondad nos recuerdan que el espíritu de fraternidad es universal y trasciende todas las fronteras étnicas, religiosas, sociales y económicas. Al adoptar este espíritu, imitamos a Dios, que mira con benevolencia a la humanidad que creó, a todas las demás criaturas y al universo entero. Por eso, según el Papa Francisco, el creciente cuidado y preocupación por el planeta, nuestra «casa común», es otro signo de esperanza.

También somos conscientes de que hay factores adversos a la esperanza: la falta de fe en el amor y el cuidado de Dios, la pérdida de confianza en nuestros hermanos, el pesimismo, la desesperación y su opuesto infundado, la presunción, las generalizaciones injustas basadas en las experiencias negativas propias, etc. Hay que oponerse eficazmente a estos pensamientos, actitudes y reacciones perjudiciales para reforzar la esperanza en Dios y la confianza en todos nuestros hermanos.

En su reciente encíclica, «Fratelli tutti», el Papa Francisco habla a menudo de la esperanza, y nos dice: «Invito a la esperanza, que «nos habla de una realidad que está enraizada en lo profundo del ser humano, independientemente de las circunstancias concretas y los condicionamientos históricos en que vive. Nos habla de una sed, de una aspiración, de un anhelo de plenitud, de vida lograda, de un querer tocar lo grande, lo que llena el corazón y eleva el espíritu hacia cosas grandes, como la verdad, la bondad y la belleza, la justicia y el amor. […] La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna». » (cf. Gaudium et spes, 1). Caminemos con esperanza» (nº 55).

Nosotros, cristianos y musulmanes, estamos llamados a ser portadores de esperanza para la vida presente y futura, y a ser testigos, constructores y reparadores de esta esperanza, especialmente para aquellos que padecen dificultades y desesperación.

Como signo de fraternidad espiritual, os aseguramos nuestras oraciones, expresando nuestros mejores deseos de un Ramadán pacífico y fructífero y un alegre ‘Id al-Fitr.

Desde el Vaticano, el 29 de marzo de 2021

Miguel Ángel Cardenal Ayuso Guixot, MCCJ+

Presidente

 Monseñor Indunil Kodithuwakku Janakaratne Kankanamalage

Secretario

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Comentarios
44 comentarios en “El Vaticano felicita el Ramadán a los musulmanes
  1. Me sumo a esa felicitación y me sorprende que alguien pudiera oponerse a ella, o es que ¿todavía hay alguien que añore la vergonzosa época en la que nos dedicábamos a invadir los países musulmanes y masacrarlos y expulsarlos?

    1. Los cristianos no nos hemos dedicado a invadir a los países musulmanes ni a masacrarlos. Es al revés, es el islam el que siempre ha invadido naciones y ha perseguido a los cristianos y a los que no son de su fe. Mahoma expandió su religión con la espada. En cambio los cristianos la hemos predicado pacíficamente. Las cruzadas (aunque también hubo excesos colaterales), fueron operaciones defensivas, no ofensivas. Lo que ocurre es que a veces estratégicamente la defensa requiere un ataque.

    2. En cuanto a lo de felicitar a los musulmanes o sus prácticas religiosas, es algo erróneo. Es como si los primeros cristianos se hubieran dedicado a felicitar a los romanos por sus sacrificios a los ídolos. En cambio lo que hacían aquellos buenos católicos, es que se dejaban martirizar antes que condescender con religiones falsas.

    3. Es inútil, jamás les aplacaréis y cada vez hacéis más evidente el canguelo de vida y las ansias de servir de escabel que tiene la masa con tal de atiborrarse, dormir y poder morir tranquila.

        1. He dicho nosotros no ellos.
          Habéis oído que se dijo: «AMARAS A TU PROJIMO y odiarás a tu enemigo.» 44 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? 47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? 48 Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

  2. Me sumo de corazón a esa felicitación… mucho mejor felicitarse que matarse unos a otros como hicieron cristianos y musulmanes durante siglos.

    1. D. Marcos: No se mataban unos a otros. Eran los musulmanes los que nos invadían, secuestraban, robaban, violaban, torturaban, discriminaban, asesinaban… y lógicamente los cristianos tuvieron que defenderse.

      1. Sacerdote Mariano recuerda…

        Habéis oído que se dijo: «AMARAS A TU PROJIMO y odiarás a tu enemigo.» 44 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? 47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? 48 Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

        Para ser sacerdote tienes muy olvida esta parte del evangelio.

    2. Bueno, es que no es sólo lo que decía sacerdote Mariano. Es que las tierras musulmanes de ahora fueron antaño tierras cristianas. Y les echaron de allí invadiendoles. El norte de África sin ir más lejos es zona donde estuvo San Agustín 150 años atrás. Tierra santa era parte del imperio Bizantino. El caso más claro lo tienes en España. Y, claro, los cristianos siempre buscaron volver a recuperar las tierras de sus antepasados. Todo esa herencia espiritual se apagó solo con la fuerza, eso es algo evidente. Si lo siguen haciendo aún hoy. Nada más que veamos cómo están los cristianos y otra minorías en países musulmanes. El buenísimo actual está muy alejado de la realidad historica. Yo me he leído el Corán, y te aseguro que la paz entre cristianos y musulmanes es inviable. Otra cosa es la convivencia más o menos tranquila. Pero un musulmán, aunque moderado, siempre mirara con recelo al cristiano

  3. Me sumo a la condena que hizo la verdadera iglesia católica contra el indiferentismo religioso que profesa «madam escarlata» de babilonia recostada sobre siete colinas en el Apocalipsis.

    1. Ya vemos que para nuestros piadosisimos conservadores no hay motivo de escandalo.Al fin y al cabo todas las religiones son camino hacia Dios . ? Verdad celinos?

      1. El espiritu santo se sirve de las religiones falsas como caminos de salvación santidad y gracia, y no rehusa hacerlo. Lo dice el sacrosanto vaticano II de forma ecuménica cuando reforma las palabras equivocadas de Cristo que afirman que Él es el único camino. Y quien diga lo que dijo Cristo, no es católico, y está en comunión imperfecta con el p4p4, amen.

  4. ¿Y qué es lo que felicitan, que el islam no puede salvar a nadie? ¿O felicitan que las obras de misericordia fuera de la Iglesia a Dios no le sirven para nada? Exacto, la religión más falsa de todas es la que más se parece a la verdadera: la falsa iglesia modernista, que como el trigo y la cizaña, prolifera entremezclada con la verdadera. De eso habla el Apocalipsis.

  5. Venga, todos a una: «que san Juan Bautista bendiga al islam», pero como bien enseñaba aquel: «sin renunciar a la propia fe».
    El condenado indiferentismo religioso consiste precisamente en eso, en que sin que nadie renuncie a la propia fe, se bendice y felicita las otras fes, puesto que es indiferente la fe de cada uno, puesto que «Cristo por su encarnación, se ha unido a todo hombre para siempre»( enciclica Redemptor hominis). Si creyesen en el dogma de fe que dice que fuera de la iglesia no hay salvación, o el q dice que nadie que no renazca por el agua del bautismo puede salvarse, no harían el indio apache. En definitiva, lo q no creen es en el dogma del pecado original, es su urticaria.

  6. Depende de qué se lea.
    En el sermón del juicio final Jesús establece tajantemente la salvación por obras de misericordia. No hay dudas allí. Es un poco raro además porque ni siquiera todos los que se salvan saben que las obras las hacian por Cristo. Un comunista que cuidaba a los enfermos se salva en el sermón.

    Después nos enteramos de que sin fe es imposible agradar a Dios. Un comunista que cuidaba a los enfermos se va al infierno en las epístolas de Pablo.

    1. No, no es así. Ese es el engaño moderno del maligno, el hacer creer que se pueden salvar de esa manera. Les mintió a nuestros primeros padres diciendoles que no morirían si comían del fruto prohibido y que serían como dioses. La mentira de hoy es hacerles creer que pueden salvarse fuera de la Iglesia. Decía San Agustín:

      El hombre no puede alcanzar la salvación, excepto en la Iglesia Católica. Fuera de la Iglesia todo se puede lograr, pero no la salvación. Puede obtener honor, puede tener sacramentos, puede cantar ‘aleluya’, responder ‘amén’, puede guardar el evangelio, la fe y predicar en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, pero en ninguna parte excepto en la Iglesia Católica, encontrará la salvación.
      —Sermo ad Caesarienses Ecclesiam plebem, 6

      1. Y el Magisterio del Concilio de Florencia (también infalible) es más que contundente:

        “La sacrosanta Iglesia romana… cree firmemente, confiesa y predica que NINGUNO que esté fuera de la Iglesia católica, no sólo p@g@no, sino aun jud1o o h3r3j3 o cis m@tico, podrá alcanzar la vida eterna; por el contrario, que irán al fu3g0 eterno que está preparado para el diablo y sus ángeles, a menos que antes de m0rir sean agregados a ella. Y tan importante es la unidad del cuerpo de la Iglesia, que sólo los que permanecen en ella les aprovechan los sacramentos de la Iglesia para vida eterna. Y que sólo a ellos les proporcionan frutos de vida eterna los ayunos, las limosnas y las restantes obras de piedad y los ejercicios de la ascética cristiana. Y que por muchas limosnas que haga, aunque derrame su san gre por Cristo, nadie puede salvarse si no permaneciere en el seno y en la unidad de la Iglesia católica.”

        1. Catecismo de la Iglesia Católica:

          Fuera de la Iglesia no hay salvación

          847. «Esta afirmación no se refiere a los que, sin culpa suya, no conocen a Cristo y a su Iglesia:

          «Los que sin culpa suya no conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la salvación eterna (LG 16; cf DS 3866-3872).»

          De esto ya se ha debatido largo y tendido, pero claro, los tradicionalistas no aceptáis el magisterio conciliar, ni el catecismo actual.

          Y entonces seguís erre que erre con el mismo tema.

          1. Ese camino moderno no ha dado ningún fruto y ha arruinado casi del todo los muchos frutos heredados de siglos. Es la señal de los falsos profetas que nos mostró claramente Jesús en los evangelios.

          2. En el atardecer sereis juzgados en el amor.

            No sé quien se salvará y quien no.Eso està en manos de Dios. Lo único q puedo hacer es rezar por la conversión del mundo. Si la Iglesia hace o no hace o hacen bien o mal es algo q ha dejado de preocuparme.Sabemos q todo està cumplido, que Dios ha vencido al mundo y q Jesús lleva al Padre a todos los q el Padre le pide.Sabemos q todo lo q ocurre está dentro de la providencia divina y deberíamos recostarnos en el corazón de Jesús y confiar más en la Victoria de la cruz.

            Mientras estamos pendientes de lo q hacen los demás no estamos pendientes de Cristo y no podemos escuchar su voz. E incluso a veces nos invade la inquietud, la preocupación etc y no dejamos lugar a Cristo en nuestro corazón.

            Confianza, confianza, confianza!

      2. Habéis oído que se dijo: «AMARAS A TU PROJIMO y odiarás a tu enemigo.» 44 Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; porque El hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. 46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos? 47 Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más que otros? ¿No hacen también lo mismo los gentiles? 48 Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

  7. 1. Quien diga esto miente: «El espíritu de fraternidad es universal y trasciende todas las fronteras étnicas, religiosas, sociales y económicas».
    2. Con los pies en la tierra un católico mirando la Cruz de Cristo sabe que la única fraternidad universal es la del ESanto que nos infunde el Agua que limpia los pecados y la Sangre que nos redime.
    3. Pues, un solo Nombre nos ha dado el Cielo para quitar los pecados, para poder ser hijos y hermanos del Padre y Dios nuestro. En la Iglesia Católica es únicamente donde se da la Gracia fraterna. Gracia que es universal en la unidad de un solo pueblo de Dios por la Alianza Nueva y eterna, única forma de unión con Dios donde Cristo es Rey de reyes y Señor de señores. Todo el que no lo acepte está contra Él y no es hermano Suyo.

  8. Ahora me doy cuenta de lo equivocado que estuvo Jesús cuando dijo «yo soy el camino, la verdad y la vida» y también cuando dijo aquello de » sin mí no podéis hacer nada» o incluso cuando dijo que «nadie va al Padre sino por mí». El papa Francisco nos abre las puertas de otro camino: el Islán. Gracias, Francisco, por hacernos ver lo equivocados que estábamos y facilitarnos el camino al paraíso en una religión que pone la salvación en el mérito y el esfuerzo personal y prescinde de la gracia, de la encarnación de Cristo, de su pasión, muerte y resurrección. Gracias, Francisco.
    PD. Voy a apuntarme a una mezquita los viernes, los sábados a una sinagoga y los domingos seguiré yendo a mi parroquia de toda la vida.

    1. Fulgencio y el sacrificio de Jesús, según estos progres-sincretistas quedaría en nada. Vaya, vaya Jesús sacrificándose y la salvación a la vuelta de la esquina vis express.

  9. Pesadez con los tradis, sus anatemas, guerras santas y demás.

    Leeros de una vez Lumen Gentium, Nostra Aetate y Gadium et Spes a ver si os enteráis del magisterio de la Iglesia Católica y dejáis de dar la lata con las pataletas de Lefevbre, el cual fue precisamente excomulgado por su oposición al Santo Padre y demás Obispos.

    1. ¿Pero el Vaticano II no era un concilio pastoral?¿En qué quedamos?¿Pastoral o dogmático?. Que haya un documento de la Iglesia en 2000 años como Nostrae Aetate, que es para echarla de comer a parte y es infumable, no quiere decir que sea magisterio. Hay que leer los concilios anteriores, que son dogmáticos e infalibles también, eh. A ver si vamos a coger solo lo que nos interesa. Es magisterio si está en consonancia con lo dicho anteriormente. Si, en los 2000 años anteriores. Vaya jaleo que tenéis algunos montado… Pensáis que lo que vale de la Iglesia es lo dicho recientemente y eso no es así. La Tradición y el Magisterio no son los últimos 60 años.

      1. Si, Nostra Aetate también es Magisterio. Que a ti te parezca infumable pues tu sabrás, pero es una declaración del último Concilio de la Iglesia aprobado por el Papa y la mayoría de Obispos. Y si empezamos a cuestionar todo, pues entonces ¿que queda? ¿Lefebvre el exomulgado? ¿Acaso él se cree en posesión de la verdad frente al Papa y el resto de Obispos? Es es un delirio al que os habéis sumado y os arrastra a la amargura.

        En el fondo sois Luteranos; protestáis, os rebeláis y sembráis desunión.

  10. Es muy evidente que falta formación y lectura del magisterio conciliar e incluso del catecismo actual.

    Y así no se puede hacer nada; no se entiende nada, se ignora el magisterio y se vive en perpetua oposición con el Papa y los Obispos.

    Y entonces llegan los tradicionalistas a pescar en río revuelto para captar adeptos que apoyen su visión ideológica; y de paso cizañean, se burlan y dividen.

  11. Cada año los organismos vaticanos de diálogo con otras religiones felicitan el Ramadán musulmán, el Diwali hindú y la Vesakh budista.

    El todos los países con numerosa población musulmana, budista o hindú, los obispos locales les felicitan las fiestas. Y el clero de otras religiones suele felicitar la Navidad.

    Felicitar estas fiestas es tan normal como felicitar a tu vecino ateo o pagano por haber tenido un hijo o haberse casado felizmente. Nadie dice: «es de mal cristiano felicitar a los paganos por engendrar hijos, que serán esclavos de Satanás, y fundar familias, que servirán al pecado y el error».

    Lo normal, humano y sano es tener buenas y cordiales relaciones humanas, felicitar los momentos felices, y con quien se pueda hablar de fe y teología, se habla.

  12. No se cuando masacramos a los musulmanes. Creo que el Islam desde su origen se dedicó a implantarse en las comunidades cristianas de todo Oriente Medio, hasta llegar a tomar Jerusalen. Entonces los cristianos tuvieron que ir a liberar Tierra Santa con las Cruzadas.
    Después en el afán expansionista del Islam invadieron la península ibérica, lo que comocemos suficientemente. Por el Este europeo llegaron a las puertas de Viena, con intenciones no muy benéficas, rebanarle el pescuezo a los cristianos. Hoy mismo los terroristas yijadistas llevan a cabo su terror contra los cristianos, pasmense. A los violentos, la violencia, a los pacíficos, la Paz, nunca al revés, porque es un error, pero que se está convirtiendo en demasiado común, y la Iglesia debería de hacérselo ver…

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