El teólogo suizo Hans Küng, como les contábamos ayer, falleció a los 93 años en Tubinga, en el sur de Alemania. Cuando alguien muere, lo que hay que hacer es rezar por su alma, para que Dios tenga misericordia de él y le salve, me parece lo mínimo; si ha hecho mucho bien, además, podemos resaltar sus virtudes y logros, pero siempre después de lo primero.
En el caso del teólogo suizo, son de sobra conocidas las enormes divergencias que tuvo con Roma, en especial con Juan Pablo II, y con el que había sido su colega en tiempos conciliares, Joseph Ratzinger, que más tarde sucedería al Pontífice polaco al frente de la Iglesia. Por las posiciones heterodoxas sostenidas por Küng, Juan Pablo II le retiró la autorización para ejercer como teólogo católico, después de que Doctrina de la Fe hubiera criticado dos obras del protagonista.
Si como he dicho antes, hay que rezar por el alma de un difunto, y, si eso, destacar sus virtudes en el caso que las haya, lo que no se entiende es alabar aspectos negativos de su vida, en este caso para la fe católica. Y eso es lo que ha hecho, creo yo, un departamento de la Santa Sede: la Pontificia Academia para la Vida.
El organismo vaticano ha publicado el siguiente tuit: «Desaparece una gran figura de la teología del siglo pasado, cuyas ideas y análisis siempre deben hacernos reflexionar sobre la Iglesia Católica, las Iglesias, la sociedad, la cultura».
Disappears a great figure in the theology of the last century, whose ideas and analyzes must always make us reflect on the Catholic Church, the Churches, the society, the culture. #hanskung pic.twitter.com/hAMa8wLKb9
— Pontifical Academy Life (@PontAcadLife) April 6, 2021
Desgraciadamente, «la gran figura de la teología» de la que hablan, provocó quebraderos de cabeza a la más alta instancia de la Iglesia dedicada a garantizar, precisamente, la pureza de la teología católica, acabando, como he dicho antes, retirándole el status de teólogo católico.
A lo mejor se trata de mi falta de formación teológica, qué se yo, pero me resulta esquizofrénico que un dicasterio de la Santa Sede tilde como gran figura de la teología a alguien que la propia Santa Sede dejó de considerar teólogo católico.
Por último, me gustaría añadir algo que no aparece en la publicación del dicasterio vaticano: recemos por su alma.
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Yo no veo que lo alaben, abre diciendo “desaparece”, y efectivamente no hay ni un responso por el difunto… parece que tienen las cosas claras
El amigo de Leonardo Boff en mi país (Brasil) tuvo mucha influencia en la construcción de TL. Odiaba a Juan Pablo II.
Paglia, uno de los dinamiteros del Pontificio Instituto Juan Pablo II… ¿De qué nos extrañamos?
Lo más lamentable, a mi juicio, no es que quieran desfigurar el rostro de la Iglesia, sino que lo puedan hacer, si corrección alguna, de una forma tan burda y ramplona.
En el Vaticano parece que hay muchos que quieren enterrar el pontificado de S. Juan Pablo II…. Y volver al caos del post Concilio!
Por eso, reivindican las figuras de heterodoxos, heresiarcas, marxistas, Montoneros..
La Pontificia Academia para la Vida se ha clericalizado -esa es la razón de que comente algo tan fuera de su ámbito-, y ha perdido la fiabilidad que le quedaba tras ser recientemente refundada y debilitados sus fundamentos morales. La idea tan constructiva, científica, realista y útil de Jerôme Lejeune y San Juan Pablo II al fundarla se ha malogrado. Es una pena que se haya perdido este consejo científico y laical de la Iglesia precisamente en un momento en el que sería tan necesario. Es un paso atrás en el desarrollo del Concilio Vaticano II, con Christifideles Laici.
Küng es uno de los exponentes intelectuales del actual calamitoso estado de cosas, en Centroeuropa…. y en Roma. Sus planteamientos, no católicos, fueron derivando hacia el «dios hecho a medida y por consenso» que campea progresivamente desde hace cinco décadas. Ha sido modelo para el modo de estudiar y hacer «teología» en Centroeuropa, con las consecuencias que padecemos.
…Y yo hubiese caído también en su trampa si no me hubiese rescatado en su momento el P. Sayés y su apologética.
Rezaré por su alma, por supuesto. Pero rezaré sobre todo para que sus errores dejen ya de hacer daño a la Iglesia, a los intelectuales (tan soberbios tantas veces….) y a la sociedad.
Menos mal q ud interviene para aclarar las cosas. He echado de menos su opinión en el bloq sobre los negacionistas donde el Sr de la cigogna se ha mostrado sumamente insultante e intolerante contra qs no piensan como él impidiendo además opiniones contrarias bien fundamentadas xq ponían en evidencia sus contradicciones
claro, publicando noticias del cismático, verdad?
Porque es muy presuntuoso ponerse en el lugar de Dios, deberías tener tú una mínima humildad cuando pretendes hablar ex cathedra de lo que está bien o mal.
Yo por mi parte rezo por el difunto, como también rezo por los vivos, para que se acabe la iniquidad que hay en algunos corazones.