«Y fue como si Küng se sintiera en paz con la Iglesia y con Francisco, una especie de reconciliación».
(Corriere della Sera)- “El verano pasado ya estaba muy débil, se temía que se estuviera muriendo. Entonces llamé al Papa e inmediatamente Francisco, a través de mí, le envió su bendición. Hans estaba muy feliz, era importante para él”. El cardenal teólogo Walter Kasper, de 88 años, conocía a Küng de toda la vida, “desde que enseñó en Tubinga a fines de la década de 1950”, él mismo era asistente. “Hemos tenido diferentes posiciones, pero siempre hemos estado en contacto”.
¿Por qué era importante, eminencia?
Porque Küng fue un crítico duro, a veces incluso injusto, pero en el fondo de su corazón siempre fue un hombre de Iglesia y en la Iglesia. Nunca pensó en dejarla, su intención era hacer lo mejor por la Iglesia, desde dentro. Siempre se ha sentido cristiano y católico. Por eso le agradaron las palabras del Papa.
¿Qué le dijo?
Recuerdo que el Papa me dijo que le transmitiera sus saludos y bendiciones “en la comunidad cristiana”. Y fue como si Küng se sintiera en paz con la Iglesia y con Francisco, una especie de reconciliación. Benedicto XVI también conocía su condición y rezaba por él. Algunos decían: hay que rehabilitarlo. Pero no tiene sentido, cuando estás muriendo no hay juicios, nos espera otro juicio.
¿Cuál fue el punto de fricción?
Desde la Humanae Vitae hasta el sacerdocio femenino, fueron diversas. Pero la crítica central fue contra el dogma de la infalibilidad papal. La forma en que lo hizo no agradó a Roma, yo tampoco estaba de acuerdo con él.
¿Qué queda de Küng?
Tenía la capacidad de hablar un idioma que todos pudieran entender, para explicar la religión a los demás. Así ayudó a muchos a entrar en la fe o permanecer en la Iglesia.
Publicado por Gian Guido Vecchi en Il Corriere della Sera. Traducido por InfoVaticana.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Pues que Francisco le bendijera, no es garantía de nada bueno… ¡más bien al contrario!
Sí que sale. En el buscador de Infovaticana, pon «Kiko Argüello», y será la segunda entrada que te salga.
El Papa Francisco bendijo a Küng, como dijo que Lutero era testigo del Evangelio, promociónó al G9 al cardenal Marx o a Maradiaga, recomendó la lectura de Kasper…Y es que Francisco apoya siempre lo más heterodoxo.
Imposible bendecir si es un pecador grave, se comete sacrilegio al dar una bendición a un pecador mortal en fuero externo, y es otro pecado de escándalo y de violentar los Mandamientos.
Si Francisco dio la bendición, es que Kung aceptó la condición de abjuración de todas sus heterodoxias incondicionalmente, se retractó y arrepintió de todos sus errores, se volvió fiel a la única y verdadera doctrina catolica, y se convirtió en defensor de la vida según la Humanas vitae y Evangelium vitae, contra el aborto y eutanasia y suicidio asistido, sólo aceptó sacerdotes hombres y célibes, sólo aceptaba el matrimonio católico y abjuró de la ideología de genero, el adulterio y la promiscuidad, la reproducción asistida, la eugenesia, el divorcio y la anticoncepción y esterilización, y aceptó íntegro el Concilio de Trento y el Vaticano I sobre infalibilidad papal, así como la Veritatis splendor sobre actos intrinsece malum.
No consta que haya abjurado de nada de eso. Para nada y en ninguna parte.
Ber.gog.lio simplemente lo confirmó en el error con ese gesto.
Lamentablemente para Kung y para todos.
Dicen que Kung no podría ser nunca Papa…..porque perderia su infabilidad!
Extraña esta asociación de personajes unidos por el progresismo modernista?
La bendición de un heresiarca es equivalente a la bendición de toda unión contraria al matrimonio católico. El derecho canónico no permite dar la extrema unción a quien no se arrepiente de sus pecados graves. Luego supongo que Kung se convirtió.
¡Claro, porque es muy «misericordioso»!
El sacramental de la bendición y el sacramento de la extrema unción sólo pueden darse a pecadores graves que obligatoriamente se ha arrepentido y abjurado previamenre de absolutamente todos sus pecados graves en el sacramento de la confesión, de lo contrario, el sacramental y el sacramento carecen de efectos espirituales y el consagrado que los da comete pecado grave.
La her.ejía es un gran Mal y jamás puede ser bendecida.
Ber.gog.lio debió cumplir con su deber de instarlo a la conversión y a renunciar a sus errores, en lugar de confirmarlo en el error.
El hecho constatable es: que Kung murió sin haber renunciado públicamente a sus tesis her.éticas y cuyos frutos amargos vemos hoy en la Iglesia cis.mática alemana y en todo el mundo en general.
Si en el último instante se arrepintió y pidió perdón a Dios por haber empujado a tantas almas a la per.dición eterna a causa de sus errores, eso no podemos saberlo.
Sólo podemos rezar por su alma (hagámoslo todos), para que por su salvación eterna así lo haya hecho. El Inf.ierno que tantos niegan, es una realidad terrible, y no se lo deseo absolutamente a nadie.
De aquellos polvos, estos lodos.
Kung habrá observado con satisfacción (si no hubiese estado satisfecho, lo hubiera dicho) la difusión universal de sus tesis her.éticas y el cis.ma descomunal que tenemos en puertas.
Jamás abjuró públicamente. Si lo hizo en privado (ojalá) en el último instante de su vida, eso no podemos saberlo. Pero igualmente deja tras de sí el escándalo universal de la mentira y el error doctrinal.