El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano -es decir, uno de los hombres con más poder en la Iglesia- ha sido entrevistado por la cadena COPE, radio que, como saben, pertenece a la Conferencia Episcopal Española.
Parolin señaló que ser diplomático de la Santa Sede “es una forma de ejercer el propio sacerdocio”. “Estamos al servicio de la comunión y también la defensa, la promoción de la libertad de la Iglesia, de la libertad religiosa. Además de la tarea de la paz en el mundo. Imagine usted cuánto trabaja la Iglesia por la paz”, indicó el purpurado.
El cardenal italiano relató como fue su nombramiento al frente de la Secretaría de Estado, allá por verano de 2013, al poco de ser elegido Francisco. Él, en ese momento, era nuncio en Venezuela. “¿Quiere usted ayudarme en el servicio que me han encomendado?”, le habría preguntado el Papa; “Santo Padre si usted piensa que yo puedo con mucho gusto me pongo a su servicio y al servicio de la Iglesia”, respondió.
Parolin reconoce que él y Su Santidad son “muy diferentes”, pero que eso “es una ventaja”. “Se trata de hacer de nuestras diferencias una riqueza para el mundo. Que no se vuelva un conflicto sino colaboración y cada uno desde su punto de vista, desde su estilo, su sensibilidad, su preparación, desde su cultura, desde su espiritualidad también puede colaborar con el otro”, añadió.
El entrevistador menciona las divisiones etiquetadas en grupos como conservadores, progresistas y demás. “Creo que cualquier persona que ve la situación hoy de la Iglesia tiene que preocuparse de estas cosas porque están ahí. Y diría yo, me permito decir, hace mucho daño a la Iglesia porque antes hablaba de comunión y unidad. Cristo rezó por la Unidad de la Iglesia”, indicó el cardenal.
“Hay motivos para la preocupación. Pensaba yo que probablemente el problema nace de que el Papa hace mucho hincapié en la reforma de la Iglesia y hay mucha confusión sobre este tema porque la reforma de la Iglesia tiene que considerar los diferentes aspectos y no hay mucha claridad sobre estos aspectos”, explicó Parolin.
“Hay un nivel que no se puede cambiar, la estructura de la Iglesia, es el depósito de la fe, los sacramentos, el ministerio apostólico, estos son los elementos estructurales pero hay toda una vida de la Iglesia que puede ser renovada. El Concilio mismo lo dice”, aclara el purpurado, aunque no dice en qué concilio -todos nos imaginamos cual es-, de los 21 que ha habido.
“A veces estas divisiones y estas contraposiciones nacen de la confusión de estos niveles. Uno no logra distinguir entre lo esencial que no puede cambiar y lo que no es esencial que tiene que ser reformado, tiene que cambiar según el espíritu del Evangelio”, explicó el diplomático.
Entonces el periodista menciona el espinoso asunto de la Iglesia en China; eso sí, explícitamente le dice que no le preguntará sobre los acuerdos:
No voy a preguntarle por los acuerdos con China en los que ha estado directamente comprometido. Usted lo ha explicado muchas veces y me parece que muy bien pero sí por la realidad de la Iglesia en China, por lo que debemos aprender de esa experiencia de esas comunidades y también ¿qué es lo que se juega la Iglesia en ese país tan grande y complejo en el futuro?
Bien, primero me da mucho gusto que me haga una pregunta sobre el futuro de la Iglesia en China porque creo que es la perspectiva desde la cual debemos considerar este tema. Ciertamente la Iglesia en China es una parte fundamental de la Iglesia Católica y todo lo que se ha intentado y se intenta hacer es para asegurar a esta comunidad que aún es pequeña pero que tienen una gran fuerza y vitalidad. Todo lo que se está haciendo es para asegurar una vida normal en la Iglesia en China. Espacios de libertad religiosa, de comunión porque no se puede vivir en la iglesia católica sin la comunión con el sucesor de Pedro, con el Papa. Entonces miramos a la Iglesia en China con un gran respeto, también por su historia, el futuro se fundamenta en la historia, una historia de mucho sufrimiento. Creo que este tiene que ser el punto de vista, el gran respeto que tenemos. Al mismo tiempo con mucha esperanza, los pasos que se han dado aún cuando no han resulto todos los problemas que todavía ahí y que probablemente necesitarán mucho tiempo sean en el rumbo correcto hacia una conciliación en el interior de la Iglesia por este problema de distinciones, es demasiado decir de separaciones, de distinciones. Un papel evangélico dentro de la sociedad china con todas sus riquezas y sus problemas. Diría que es una mirada positiva. Mucha expectación por lo que la Iglesia en China puede dar a la Iglesia Católica.
Parolin recordó el emotivo viaje que realizó a Irak, primero solo, después, con el Papa, hace un mes. “A veces me parece que, como cristianos de Europa, de Occidente, somos demasiado fríos hacia nuestros hermanos. Quisiera que hubiera más solidaridad, más cercanía, más maneras de manifestar nuestro apoyo y ayudar a seguir adelante. Ellos nos enseñan esta capacidad de ser fiel a pesar de todas las dificultades, pero al mismo tiempo nos piden mayor solidaridad”.
El cardenal siente mucho la pérdida de la fe de Europa, aunque matizó que, “antes que una pérdida de fe yo diría que es una pérdida de razón. ¿Por qué? Lo dice muchas veces el Papa. Me impacto mucho. Dice por ejemplo: la cuestión del aborto no es una cuestión religiosa. Lo es ciertamente también para nosotros cristianos desde el principio, desde los primeros documentos de la Iglesia hay un rechazo total del aborto, pero es un argumento de razón. Probablemente hoy, ya lo decía Benedicto XVI, el problema fundamental es la razón, no es la fe”, explicó.
“Por lo que se refiere a la fe creo que es el testimonio. Por supuesto es un testimonio, como decirlo, global, entonces tenemos que testimoniar nuestra fe, tenemos que testimoniar nuestra esperanza, tenemos que testimoniar nuestra caridad. Pero la línea es ésta”, aseguró el cardenal.
“Hoy en día no se puede imponer nada, sino que ofrecer a partir de un testimonio coherente y convencido de vida cristiana. A veces no sé si hago bien o mal, pero me parece que se puede comparar la situación que estamos viviendo con los primeros siglos de la Iglesia cuando llegaron los apóstoles y los primeros discípulos en una sociedad que no tenía valores cristianos, pero a través del testimonio de las primeras comunidades lograron cambiar la mentalidad e introducir los valores del Evangelio en la sociedad de entonces. Creo que este es el camino que tenemos que hacer hoy todavía”, indicó el Secretario de Estado vaticano.
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La reforma que quiere el Papa Francisco y de la que habla el cardenal Parolín, va en la línea de modificar contenidos esenciales de la doctrina y de la moral, lo cual constituye una traición.
La única renovación que deberían promover es la de la santidad.
En cuanto al tema chino, sin ánimo de entrar a valorar intenciones, considero que el Santo Padre se ha equivocado, y lo único que está haciendo es alentar la persecución contra los católicos fieles y ponerles las cosas más difíciles a los heroicos cristianos perseguidos.
Los católicos chinos no sólo han sido abandonados a su suerte, han sido empujados a las fauces del lobo por el propio Vaticano con el campechano a la cabeza.
En realidad no ha mentido. Hay que leer entre líneas. Dice: «es para que la iglesia china viva en paz». Y, ¿cómo puede vivir en paz? sometiéndose al partido comunista chino. Es así de simple. Vaya tela con la entrevista masaje que le hacen, eh,
Pero en cambio os parecía bien que Franco o pinochet en Chile tuvieran la última palabra sobre los obispos
Vaya tonteria acabas de soltar. En la historia también han habido reyes que tenían la ultima palabra sobre obispos e incluso sobre papas. Y aunque no sea correcto, al menos eran creyentes, cosa que el Partido Comunista Chino no solo no hay creyentes, sino que están en claro desafío contra Dios.
Si creyentes según sus intereses.
Casi siempre lo que se oculta trae su veneno. La verdad siempre brillará. Falso es el jefe, que no ES el pp, y falso es el súbdito que por lo visto tampoco es fiel a Jesús. Eso sí muy fieles al estado comunista ateo y perseguidor de los católicos en dicha nación.
Cardenal organico al servicio del nuevo paradigma y periodista organico al servicio del organicismo. El primero muy astuto sabiendole vender al conservador lo que se traga seguramente hasta con buena intencion; encamtado en cualquier caso de creerse el centro moderado y ponderado de la iglesia.
La respuesta a esa pregunta es muy sencilla: porque en realidad se esta de acuerdo con ella y astutamente dejan que sean oteos los que abran la brecha;los vaticanoterceristas tieen muy claro su objetivo y medios;el problema son los componendistas semineomodernistas aburguesados que de tanto explorar sus ombligos metafisicos cargados de deseo de infinito… En realidad no se enteran de nada y son una bicoca para los astutos progresaurios
En mi opinion eñ mayor problema humanamente hablando del presente de la iglesia lo representan esos movimientos, creyentes e instituciones que sin prejuzgar su seguramente recta intencion no acaban de percibir el grado de absoluta excepcionalidad y necesidad en el que se encuentra la Iglesia. Claro esta que sus esquemas filosoficos ,teplogicos y politicos contribuyen notablemente a su ceguera ya que beben de las fuentes envenenadas del modernismo aunque exteriormente se revistan debun cierto tradicionalismo que en realidad no va mas alla de lo estetico.Los astutos progresaurios se aprovechan de su candidez, de su clericalismo y de su papolatria para ponerlos a su servicio como resulta bien patente en los medios de comunicacion clerigallos en españa.
Es un zopenco de marca mayor. Puro bla bla bla y nada de fondo. Un ignorante como no ha habido otro en ese cargo. Un «carrierista» mafioso sin nada de fe ni de religiosidad, digno ayudante del Papa que igual se las trae.
Siento tristeza y pena cuando escucho a un cardenal decir cosas como esta: estamos procurando la «normalidad » de la Iglesia en China. Y yo me pregunto¿Cuál es la normalidad de la Iglesia de Jesús? «Si a mi me persiguieron tambien os perseguirán».No podeis vivir segun los criterios de la carne, del mundo. Yo diría que la normalidad de la Iglesia de Cristo en el mundo ha sido y es la persecución. No puede haber paz entre la luz y las tinieblas. Si la Iglesia en China cede el control al gobierno ateo y materialista chino ya no será la Iglesia de Cristo. Lo dicho: cada dia entiendo (y respeto) menos las declaraciones de algunos cardenales y obispos. Ayudemos a los católicos chinos: oremos por ellos para que sean fieles a su fe, aunque les traicionen los pastores.
«Todo lo que se está haciendo es para asegurar una vida normal en la Iglesia en China»
El que intente salvarse, perecerá. Y todo el que pierda su vida por mí, vivirá para siempre
El discípulo no puede esperar que merece mejor suerte que su maestro