(Riposte catholique) Tras la nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe, recordando que la unión de dos personas del mismo sexo no puede ser bendecida, el diario francés La Croix acaba de publicar un artículo contrario a dicha nota. Y lo hace en una tribuna que no está reservada a los suscriptores, prueba de que el diario que se dice católico quiere que se difunda ampliamente.
Hasta ahora sólo algunos obispos del otro lado del Rin, en Alemania y Bélgica, habían alzado la voz contra este recordatorio de la doctrina de la Iglesia. En Francia, es a través del diario oficioso de la Conferencia Episcopal Francesa, con un artículo no firmado por sus periodistas, pero difundido por ellos sin reservas ni distanciamientos, como se expresa la oposición a Roma. Esta es la estrategia del núcleo dirigente del episcopado: oponerse a Roma sin parecerlo, para preservar una cierta unidad entre los obispos.
El artículo está firmado por Isabelle Parmentier, presentada como teóloga y miembro de la pastoral familiar de la diócesis vanguardista de Poitiers. Pueden fácilmente imaginar el trasfondo de la pastoral familiar en esta diócesis. En “cólera” y en “revuelta”, laica consagrada desde 1980 (en la diócesis de Créteil), Isabelle Parmentier ha sido profesora de enseñanza pública, capellán de instituto, responsable de la catequesis y de la pastoral familiar, especialmente en las diócesis de Poitiers y Versalles. Su perfil de Facebook nos muestra su militancia contra la «homofobia».
En un artículo publicado en La Nouvelle République en 2018, Parmentier ya atacaba a la asociación en defensa del matrimonio y la familia, La Manif Pour Tous:
«La Iglesia no debe dejarse encerrar en esta imagen de la Manif Pour Tous. La mayoría de los cristianos no participan en este movimiento.»
«Uno no elige convertirse en homosexual, lo es. El amor entre dos personas del mismo sexo no es un pecado.»
El texto publicado por La Croix se titula «Bendición de las parejas homosexuales: ¡no nos roben la esperanza!».
Tras recordar el contenido de la nota, Parmentier escribe: “¿Cómo no sentir rabia, consternación y revolverse ante esta nueva violencia contra los homosexuales y sus familias?”.
Y continúa más adelante así: “Atrevámonos a decir que esta nota es un desmentido glacial al planteamiento de la Exhortación Amoris Letitia, un contraejemplo de la conversión pastoral propugnada por este gran texto que, precisamente, exhorta a renunciar a los juicios intempestivos, a las preguntas y respuestas escuetas y prefabricadas, de alcance universal, lanzadas «como piedras a la vida de las personas». (A.L. 305) Amoris Letitia es una ética del discernimiento, del acompañamiento paso a paso, de la integración caso a caso, que implica una visión a largo plazo de la fraternidad a la luz del Evangelio de la misericordia.
Todo en la nota autorreferencial de la Congregación para la Doctrina de la Fe recuerda a la polémica sobre el acceso a los sacramentos de los divorciados vueltos a casar, con una severidad añadida: nada de sacramentos para las parejas homosexuales, ni siquiera una bendición. Bendice a las personas, sí, pero no su relación. La piedra lanzada está cuidadosamente envuelta en terciopelo, ocultando mal una flagrante homofobia clerical. El llamamiento a acoger «con respeto y sensibilidad a las personas con tendencias homosexuales» no cambia nada. No importa lo caritativo que se sea si, al final, la sanción es la exclusión”.
A continuación Parmentier retoca a su gusto el Génesis: “Está escrito en el libro del Génesis que Dios creó al hombre y a la mujer a su imagen y semejanza, llamándolos a multiplicarse. Nadie cuestiona este fundamento de la antropología humana: «hombre y mujer los creó». Pero, nos guste o no, si Dios es el Creador de todas las cosas, es por tanto también Él quien ha creado a hombres que aman a los hombres y a mujeres que aman a las mujeres: esta realidad resiste.
Es inimaginable que alguien diga, en nombre de Dios y en lugar de Dios, que el Creador se equivocó al crear, desde el principio y hasta hoy, hombres y mujeres que son naturalmente homosexuales de nacimiento. ¿Y pensar que, para vengarse de su propio error, Dios condenaría así a quienes él mismo creó, hasta el punto de negarles su bendición? El Génesis concluye lo contrario: «Dios vio todo lo que había creado, y era muy bueno. «Génesis 1:31.”
Por último, reconfigura el concepto de pecado y arremete contra el Catecismo de la Iglesia Católica: “En teología, el pecado es un acto realizado deliberadamente con la intención de hacer el mal y romper con Dios. ¿Cómo puede una identidad sexual recibida por nacimiento ser, en sí misma, un pecado, o un estado de pecado? Más bien, ¿no es lo que cada persona hace con su sexualidad, heterosexual u homosexual, lo que hace que una relación sea una relación pecaminosa o una relación de gracia?
Incluso el Catecismo Católico no declara la homosexualidad como «pecado», aunque habla de «actos intrínsecamente desordenados». Este vocabulario hiriente e injusto debe ser revisado: inadmisible desde el punto de vista humano, es erróneo desde el punto de vista moral y escandaloso desde el punto de vista teológico. Un desastre.
Superando su miedo a la Iglesia hay parejas homosexuales que siguen queriendo invitar a Dios a la celebración de su amor. Nos alegramos de ello. Misionados en nuestras diócesis para acompañarles, nos gusta ofrecerles un tiempo de escucha de la Palabra de Dios y de oración: oración de acción de gracias, de perdón, de súplica, oración universal. Dios se entrega a ellos, somos testigos de ello. Todos ellos necesitan su amor y su fuerza para mantenerse en pie en medio de las dificultades de sus vidas.
Hoy me uno a todos los que en la Iglesia sufren y piden perdón por este texto regresivo que no hará ningún bien y sí mucho daño. Estoy avergonzada”.
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Pues lo siento. Podéis patalear todo lo que quierais pero papa Francisco ha refrendado el documento de Doctrina de la Fe. El catecismo de la Iglesia no se cambia !
El Falsario dice una cosa y hace la opuesta
El catecismo de la Iglesia ya fue cambiado hace mucho, claro, en otros asuntos no morales.
Lo peligroso es que el catecismo lo pueden cambiar. Lo que no pueden cambiar es la Biblia. Y la Biblia condena el homosexualismo. Y es un pecado abominable para Dios. Y uno no tiene por qué simpatizar con quien no quiere. Ni con mentirosos, así lo llamen mitófobo; es un gusto serlo. Ni con abusivos, así lo llamen abusófobo; es un gusto serlo. Ni con gays, así lo llamen homófobo; es un gusto serlo. No faltaba más sino que uno no pueda sentir agrado con cierto tipo de personas y desagrado con cierto otro tipo de personas. Y no hay que razonar con ellos y sus simpatizantes. Tampoco mostrarles lo que dice la ciencia («no existe gen gay»). Esto es una guerra y en una guerra los soldados enemigos no razonan ni discuten a ver qué lado tiene la razón. Esta guerra se libra con declaraciones cortantes, categóricas.
No sufras, mujer, ¡lárgate ya!
(Pd: Dios nos creó hombre y mujer y por tanto hombres que aman a hombres y mujeres que aman a mujeres, y a los soberbios, y a los avaros, y a los crueles etc, etc. Y el pecado no es sólo hacer daño a los demás , sino a uno mismo, como lo muestran los 7 pecados capitales).
Vaya nivel el de la teología actual.
¡Qué pesados! ¿No tienen multitud de sectas LGBTI a las que adherirse y quieren imponernos a los católicos su culto estéril y diabólico? Que nos dejen en paz, por Dios.
Se quedan sin botín.
No es verdad que asedie
Ya conquistó
Acompáñelo el a su lecho
Pero no le alcanza, quiere hacerlo obligatorio
Masoneria.com
Hay una gran apostasía entre muchos obispos que rechazan la moral católica. Pero Dios dice que la homosexualidad es pecado y eso es lo que debemos predicar los cristianos, y actuar en consonancia. Por eso las bendiciones de lgtbi son intrínsecamente inadmisibles.
Y desde luego en este asunto ayudaría mucho que el Papa Francisco abandonara su silencio y se decidiera a hablar.
Y como también creó a los cleptómanos pues la cleptomanía es algo querido por Dios. Vaya teóloga. No es más simplona porque no se entrena, que ya le vale. Lo siento hija, pero no.
Durante 60 años de postconcilio han reducido la doctrina a la mera moral: la moralina. Si atacan lo moral es porque saben que es lo último por derrumbar, porque todo lo demás está desmontado. Los que se empeñan en derrumbar tambien lo moral son llamados progresistas y los que se empeñan en defender lo meramente moral son llamados conservadores, y aquí viene la trampa, pues son conservadores entre comillas, porque en todo lo «no moral» profesan heterodoxia pura, y hay muchos grados de heterodoxia, todos conde nados.
Y esto lo digo porque desde la ruina heterodoxa que ellos mismos practican y profesan aunque mantengan lo moral, pretenden combatir a favor de la doctrina moral partiendo desde los mismos principios equivocados de sus hermanos progresistas. ¿ y cómo lo van a hacer si han renunciado a conde nar? Si cond enan, se tendrían que cond enar a ellos mismos por su falsa ortodoxia conservadora, y como eso no lo van a hacer, tendrán que ver cómo derrumban también su querida «mera moralina».
Como la existencia de la tradición en grupos minoritarios sigue demostrando que ellos son falsos conservadores con falsa ortodoxia, sus esfuerzos por combatirla harán que los progresaurios se salgan al final con la suya. Y verán tarde o temprano un urbi et orbi desde el balcon de san Pedro para bendecir homomonios. Que se aguanten, porque el que colabora con el mal al final la paga.
En la tradicion está todo muy claro: lo que está mal no hay que obedecerlo, lo diga el p4p4 o lo diga el pepe.¿rebelion? Es legítima, pues lo que está mal ya es ilegítimo, y no existe la autoridad para imponer lo ilegítimo, el Vaticano I lo dice.
Hace décadas que la Croix es el caballo de Troya de la herejía progresista y lo peor es que vive gracias en particular a suscripciones casi obligatorias a ciertos conventos y instituciones católicas. Y sus lectores sin duda no pertenecen a la nueva juventud católica.
Curioso que las críticas a este documento vengan de los sectores de la Iglesia que impulsaron el Concilio Vaticano II: Alemania, Suiza , ahora Francia.. Solo faltan los países bajos. Países, por otro lado, en los que el catolicismo está hecho un erial. Los revolucionarios, los de las primaveras y todo esto han vuelto. Creo que tienen cada vez menos poder y menos fe.
Dice esta seudoteóloga: “En teología, el pecado es un acto realizado deliberadamente con la intención de hacer el mal y romper con Dios.” Eso es radicalmente falso. Pecado es cualquier acto en el que a sabiendas se hace lo que Dios prohíbe o se omite lo que manda. No es necesario en absoluto tener intención de hacer el mal o de romper con Dios, eso sería diabólico. Así limitan el pecado de tal manera que ya nada es pecado porque, ¿quién peca con intención de hacer el mal y romper con Dios? Estos sofismas y errores teológicos son los que utilizan estos hijos de Satanás para extraviar a los incautos y destruir la Iglesia. La persecución abierta contra los católicos está a las puertas.
Otra manipuladora, hija de satanás, que se atreve a imputar a Dios el haber creado a los homosexuales; al mismo Dios que mandó a los judíos castigar con la muerte la sodomía, e hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra. En su interior, también pensará esta que Dios creó a los pedófilos o los zoófilos, aunque eso aún no se atreva a decirlo. ¿Se querrán enterar algún día la gente como ella que Jesucristo no sólo dijo que quien estuviera libre de pecado tirara la primera piedra, sino también que no había venido a abolir la Ley, ni siquiera una coma?
A los transexuales ¿también los ha hecho Dios así?
Empiezo a perderme con tantas teólocas y teólocos
La casta dei casti tiene un sesgo terrible: no existe un solo sacerdote casto en toda la iglesia catolica todos son neuroticos obsesionados con el sexo en la vida privada.
Resumen: Es un libro que aborda » sociologicamente»el sexo en los sacerdotes, desafortunadamente ideologizado y tendencioso.
Que un musulmán sea un buen musulmán, que un budista sea un buen budista, que un maricón sea un buen maricón, que una lesbiana sea una buena lesbiana, etc etc….. y que un cristiano sea un buen cristiano… pero no mezclemos las churras con las merinas
Lo que realmente quieren es destruir la Iglesia Católica y es una lucha del bien contra el mal.
Si quieren justificar esas bendiciones a parejas homosexuales tendrán que arrancar unas cuantas páginas de las cartas de san Pablo…
En cinco años más, para muchos, la homosexualidad va a ser más pura que un cielo despejado.
Con textos como el de esta sra. Y otros más. Es lo que va a pensar casi todo el mundo. Otros se van a callar. Muy poquitos se van a indignar.
Se ven parejas homosexuales por la calle de la mano.
Dónde está aquel Poitiers con su Carlos Martel que defendió y salvó a Francia del peligro ahora que de nuevo es asediada.