«El Vaticano debe pronunciarse sobre China»

|

(Catholic News Agency) Un académico sueco especialista en China ha pedido al Vaticano que se pronuncie sobre los abusos de los derechos humanos por parte del gobierno chino, señalando que «lo que está sucediendo no es precisamente un diálogo en igualdad de condiciones».

«China debería ser tratada como cualquier otro país y jugar con las mismas reglas que los demás», ha escrito Fredrik Fällman, profesor asociado de Sinología en la Universidad de Gotemburgo, en un artículo publicado este 19 de marzo en East Asia Forum.

«La Iglesia católica comenta a menudo la situación de otros países. Sin embargo, sobre China, el Vaticano guarda silencio sobre muchos acontecimientos preocupantes, como la persecución religiosa estructural, los problemas de derechos laborales y los abusos de los derechos humanos contra los uigures. Parece que los funcionarios del Vaticano tienen para China un estándar diferente en comparación con otros países.»

En 2018, el Vaticano llegó a un acuerdo con el gobierno chino sobre el nombramiento de obispos. Los términos del acuerdo, que fue renovado en octubre de 2020 por dos años más, nunca han sido revelados públicamente.

El acuerdo se llevó a cabo para ayudar a unir la Iglesia estatal y la clandestina. Se calcula que 6 millones de católicos están registrados en la primera, mientras que varios millones pertenecen a comunidades católicas no registradas que han permanecido fieles a la Santa Sede.

Según el cardenal Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, los cristianos en China han seguido siendo perseguidos y acosados por las autoridades, «a pesar del acuerdo».

La política de «sinicización», anunciada por el presidente chino Xi Jinping en 2015, pretende imponer la identidad china y comunista a toda práctica religiosa en el país. Incluye la orden de que las iglesias retiren imágenes de los Diez Mandamientos y las sustituyan por frases de Mao Zedong y Xi.

Fällman señaló que incluso en Hong Kong, donde hay más libertad para la práctica religiosa que en el continente, Pekín ha reforzado su control sobre la religión en los últimos años, recientemente mediante una ley de «seguridad nacional» que entró en vigor el pasado verano.

En virtud de la nueva ley, varios católicos de Hong Kong han sido detenidos y acusados de terrorismo, sedición y colusión extranjera.

La diócesis de Hong Kong sigue vacante, ya que la diócesis ha sido dirigida desde 2019 por el cardenal John Tong, que se retiró en 2017 y volvió a tomar el timón después de que el anterior obispo de Hong Kong muriera inesperadamente. Los sucesivos candidatos seleccionados por el Vaticano, y aprobados por el Papa Francisco, han tenido que ser retirados por cuestiones políticas.

«La inminente elección de un nuevo obispo de Hong Kong creará, sin duda, más tensiones, ya que se examinará con lupa cuáles son sus lealtades. La elección de un obispo ‘pro-Pekín’ no será bien recibida por muchos hongkoneses, mientras que la elección de un obispo más independiente y crítico puede suponer una mayor presión sobre los católicos de Hong Kong», señaló Fällman.

Y añadió: «Si el Vaticano quiere restaurar el orden de los nombramientos episcopales y acabar con las prácticas clandestinas, debe dialogar con todas las partes, sean o no ‘pro-Pekín'».

Según las nuevas normas que entrarán en vigor el 1 de mayo de 2021, la Asociación Patriótica Católica China, dirigida por el Estado, se encargará de seleccionar a los candidatos episcopales. Los candidatos serán entonces «aprobados y consagrados por la Conferencia Episcopal China».

Las normas no mencionan ningún papel del Vaticano en la aprobación de los obispos, a pesar de que el acuerdo entre el Vaticano y China de 2018 supuestamente involucra tanto a las autoridades chinas como a la Santa Sede en el proceso de nombramiento de obispos.

«Es necesario que haya una coalición internacional entre cristianos, y quizás otros grupos religiosos, para presionar a China», concluyó Fällman.

«Aquí el Vaticano podría desempeñar un papel central con su fuerza y experiencia, lo que también beneficiaría la consecución de los aspectos «pastorales» que se buscan con el actual acuerdo sino-vaticano. El verdadero diálogo incluye la crítica franca y es la clave para dar pasos reales en las relaciones con China.»

El cardenal Zen dijo a CNA el año pasado que el silencio de la Iglesia sobre la detención masiva y los abusos de los uigures en Xinjiang, supuestamente como resultado de las negociaciones para renovar el acuerdo de 2018, «dañará la labor de evangelización» allí en el futuro.

El Papa Francisco ha guardado silencio sobre lo que algunos grupos de derechos humanos han calificado de «genocidio» de uigures en el noroeste de China (salvo una velada referencia en un libro).

«Este sonoro silencio dañará la labor de evangelización», dijo Zen a CNA en una entrevista el año pasado.

«Mañana, cuando la gente se reúna para planificar la nueva China, la Iglesia católica podría no ser bienvenida».

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
10 comentarios en “«El Vaticano debe pronunciarse sobre China»
  1. Es que Francisco no se pronuncia contra los pecados de sus amigos, por eso guarda silencio sobre temas como China, Biden, el aborto, la ideología de género, etc.Él sólo se pronuncia sobre los temas «políticamente correctos» según el NOM, del cual parece su capellán.

  2. Ser comunista da fueros especiales.
    ¿Nos sentamos a esperar?
    A quienes se dirigen están en otra agenda… ¿Cuando el Hijo del Hombre venga, hallará la Fe sobre la tierra?

  3. La Iglesia católica ha realizado un acuerdo secreto con China y se ha formado una Iglesia católica comunista china separada de Roma pues nombra sus propios obispos, etc., ahora a todo lo que se le pide Francisco ya ha demostrado no tener ninguna voluntad en contestar nada y aclarar nada ni contestó las dubias ni se pronunció sobre Alemania ni se va a pronunciar sobre China y desde el punto de vista del derecho los ataques contra la fe no impidieron la firma del acuerdo secreto dos veces con China hasta hacerlo definitivo. Esos pedidos son ingenuos y le generan esperanza a mucha gente y esta gente luego se desilusiona y, en definitiva, se dice «el vaticano debe pronunciarse sobre China» y se mantiene entretenido a los lectores y engañados.

  4. China es el modelo que ha adoptado el NOM, una dictadura más o menos encubierta, con todos los ciudadanos controlados, donde se censura el pensamiento disidente, pero eso si, «pan y circo» para todos. El Vaticano actual está al lado del NOM en vez del lado de Dios.

  5. Cuidado con lo que deseas, Fällman, no sea que se te conceda. ¿Y qué tal que Francisco decida sí pronunciarse sobre China, pero a favor? El cardenal Parolin en Octubre de 2020 en una entrevista con Avvenire dijo que “muchos de los contenidos [del acuerdo secreto Vaticano-China] ya se conocen”. Un periodista entonces sugirió que en alguna parte en ese acuerdo se admite explicitamente lo dicho en 2018 por Monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, que el sistema social chino es el mismo que el sistema social católico (!?) Así que, como en otros casos, sería mejor dejar las cosas de ese tamaño, no sea que nos llevemos una sorpresa más.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles