(La Nuova Bussola Quotidiana) El gobierno de Kwara, uno de los 36 estados de Nigeria, ha ordenado que diez centros de enseñanza secundaria de la capital, Ilorin, que había ordenado cerrar el 19 de febrero y cuya reapertura estaba prevista para el 9 de marzo, permanezcan cerrados indefinidamente «por motivos de seguridad». El hecho no sería noticia si no fuera porque la decisión en este caso no se debe, como ocurre en algunos estados del país, a la presencia de bandas armadas o células yihadistas. Las escuelas en cuestión están en el centro de un enfrentamiento entre cristianos y musulmanes. Como muchos otros, fueron fundadas por institutos misioneros cristianos en la época colonial. Con la independencia, pasaron a ser públicas por orden de los primeros gobiernos militares, pero siguen siendo subvencionadas por entidades religiosas cristianas. Sin embargo, también asisten a ellas estudiantes musulmanes, cuyas familias, a cambio de la buena educación que garantizan las escuelas cristianas en toda África, no ponen pegas a que sus hijos ingresen en instituciones que todavía llevan los nombres de los santos a los que fueron recomendados: Anthony College, St. James Secondary School, St. Barnabas Secondary School, etc.
Sin embargo, recientemente, la norma de las autoridades escolares que prohíbe a las alumnas llevar el hiyab, el pañuelo islámico, en clase ha empezado a molestar a algunas familias, que han acudido a sus líderes religiosos en busca de consejo y ayuda. Estos han pedido que sea revocada dicha norma, invocando la Constitución nigeriana, que permite el uso del velo. Los cristianos, por su parte, se han negado, alegando respeto al «entorno religioso de las escuelas». Al final, ha tenido que intervenir en el caso el gobernador del estado, que en las últimas semanas ha convocado a las partes en varias ocasiones para intentar que lleguen a un acuerdo. Pero en las diversas reuniones con el gobierno, los líderes de las comunidades cristianas y musulmanas han endurecido sus respectivas posiciones. Mientras tanto, las tensiones han aumentado y los estudiantes han organizado protestas. Para evitar incidentes, se han cerrado las escuelas. Mientras tanto, el gobierno ha consultado sentencias y opiniones, ha analizado la normativa estatal sobre educación y ha tomado nota de las sentencias pronunciadas por el Tribunal de Apelación y ha llegado a la conclusión de que las familias islámicas tienen razón. «El Gobierno», reza el comunicado publicado el 4 de marzo, «reconoce y aprueba, por tanto, el derecho de las alumnas musulmanas a llevar el hiyab y ordena al Ministerio de Educación y Desarrollo del Capital Humano que prepare un hiyab que sirva de uniforme para todos los centros educativos, tanto públicos como subvencionados, y que sea aceptado como forma de cubrir la cabeza. Las alumnas que lleven el hiyab aprobado tendrán derecho a entrar en todas las escuelas».
Como era de esperar, los cristianos no aceptan la decisión y amenazan con ocupar las escuelas cuando se reabran, por lo que se ha ordenado su cierre indefinido. La Asociación Cristiana de Nigeria acusó al gobernador Abdul Rahman Abdul Razaq de albergar prejuicios contra los cristianos, calificó las acciones del gobierno de «discriminatorias» y «divisorias» y denunció la imposición del hiyab en las escuelas cristianas como ilegal. En una declaración firmada por el secretario general, Joseph Daramola, pidió la revocación inmediata del hiyab: «el gobierno puede dar órdenes en sus propias escuelas, pero debe respetar las que no son de su propiedad y debe respetar su cultura religiosa».
Algunos pensarán que las autoridades escolares deberían ceder y que es mejor dejar que las niñas musulmanas lleven el hiyab en clase. Pero hay muchas escuelas estatales en Nigeria a las que uno puede enviar a sus hijas si no quieren renunciar al velo. El gobierno de Kwara, al tomar partido contra los cristianos, da la razón y legitima la arrogancia y prepotencia de una parte de la población musulmana contra los cristianos. Lo que está ocurriendo es una demostración de fuerza en un país mitad islámico y mitad cristiano en el que el islamismo ha encontrado seguidores y apoyo aprovechando las divisiones étnicas ya profundas, agravadas por niveles inimaginables de corrupción y desgobierno. «Hacemos un llamamiento a las élites políticas -este es el llamamiento de la Asociación Cristiana de Nigeria en el estado de Kwara- para que dejen de utilizar la cuestión religiosa para causar divisiones en la sociedad y se comprometan, en cambio, a tratar a todo el mundo de forma justa, independientemente de su afiliación religiosa. Si vamos a caminar juntos, debe haber imparcialidad para todos, respeto mutuo y justicia».
Nigeria es uno de los 12 países donde la persecución de los cristianos se considera extrema. El asunto del hiyab deja claro que, más que los yihadistas de Boko Haram, que quieren imponer la ley islámica en todo el país, y más que los pastores Fulani, que saquean y queman las aldeas de los agricultores cristianos, es el goteo de abusos, discriminaciones e intimidaciones permitidas y cometidas por las autoridades políticas lo que hace de Nigeria uno de los países del mundo donde es más difícil ser cristiano.
Publicada por La Nuova Bussola Quotidiana.
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Usar la mascarilla, no es por uno mismo, que también lo puede ser, sino para tratar de no contagiar a los demás. Pudieras ser asintomático, y la mascarilla es una buena barrera para evitar la propagación del Covid.
Pues que prohiban también el tabaco y el alcohol por el bien de los demás.
Es un ejemplo más de la actitud del islam, siempre molestando y atacando a los cristianos.
Yo por motivos laborales la llevo ocho horas diarias desde hace 7 años y pese al esfuerzo físico que hacemos en mi departamento no habido ningún problema con llevar las mascarillas tanto tiempo.