Cualquiera que haya recorrido el entorno rural francés se habrá topado con grandes cruces junto a los caminos secundarios, los conocidos en Francia como “calvarios”. Muchos de ellos se han deteriorado por falta de mantenimiento o incluso han desaparecido. Para revertir esta situación, cuidar de este patrimonio e incrementarlo con nuevas cruces es por lo que nació la asociación S.O.S Calvarios, que tiene como objetivo promover “la conservación de los calvarios, oratorios y capillas que componen nuestro patrimonio, con el fin de restaurarlos y mantenerlos”.
Impulsado por jóvenes católicos, inicialmente de Angers, su objetivo es “restaurar un calvario al mes”. Sus últimas acciones han sido, en febrero de 2021, la erección de sendas nuevas cruces en Ampoigné, en la región de Países del Loira, y en St. Martin du bois, en la región de Aquitania, y la restauración de un calvario en Grez-Neuville, en el departamento de Maine y Loira, en enero de este año.
Mientras unos se empeñan en derruir las cruces que adornan nuestro país, otros trabajan para que cada vez sean más las cruces que nos recuerden cuál es nuestra misión en la vida.
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¡Gran iniciativa colectiva, de esas que dejan una doble huella!: en las raíces (cristianas) del paisaje cultural europeo, y en las almas de las personas que se asocian para recuperar y multiplicar las cruces en riesgo de desaparecer.
Benditos de Dios en nación ejemplo de apostasía.
San Luis, primo carnal de nuestro San Fernando, y Santa Juana de Arco; rogad mucho por ellos.