«Aquí, en la iglesia de Karamles, dispararon al sagrario»

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(Leone Grotti/Tempi)- El padre Thabet nos cuenta lo que sucedió cuando llegó el Isis. Y lo que está pasando hoy, entre problemas nuevos y la expectación por la llegada del papa.

De nuestro corresponsal en Iraq.

Subiendo al monasterio de Santa Bárbara, ubicado en lo alto de una colina frente a la ciudad, podemos abarcar todo Karamles con una sola mirada. Los campanarios de las iglesias destacan sobre las casas derruidas por el paso del Isis. En 2014 el monasterio, que albergaba la tumba de la santa destruida por la invasión persa y reconstruida en 1766, se convirtió en base militar de los yihadistas y el interior fue completamente cubierto con la arena de las excavaciones que los terroristas hicieron para crear los túneles que utilizaban para entrar y salir de la ciudad sin ser vistos. Tras la liberación, un grupo de jóvenes voluntarios, liderados por el padre Thabet Yousif, trabajó sacando camiones y camiones de arena y limpiando la fachada y el interior de la multitud de blasfemias que los yihadistas habían escrito. Ahora mismo solo las cruces y las inscripciones en bajorrelieve destrozadas con picos recuerdan el paso de los islamistas.

La identidad cristiana amenazada

Sin embargo, entrar en la ciudad para hablar con el padre Thabet no es fácil. Comprensiblemente, los soldados cristianos en el puesto de control a la entrada de la ciudad no se fían de nadie y solo nos dejan pasar después de comprobar por teléfono que el sacerdote realmente nos está esperando. «Antes del paso del Isis, aquí vivían 820 familias cristianas», nos cuenta con voz preocupada. «Solo han vuelto 345. El problema es que mientras los cristianos han disminuido, los shabak, que no son originarios de este pueblo, han aumentado: de 60 familias a 110. Su presencia, cada vez más numerosa, es preocupante porque la identidad cristiana de nuestra ciudad está amenazada».

Los shabak es un grupo étnico chií que, exactamente como en Bartella, intenta conquistar demográficamente las ciudades cristianas. «Su objetivo es claro: expulsarnos», continúa el sacerdote católico sirio. «Cuentan con el apoyo de las fuerzas de seguridad chiíes, llenan la ciudad con sus banderas negras y con carteles que promocionan sus ritos. El gobierno les permite invadirnos y la situación es preocupante».

La noche en que llegaron los yihadistas

El Estado, como para las demás ciudades de la llanura de Nínive, no ha asignado fondos para la reconstrucción y solo proporciona electricidad durante tres horas al día. El resultado es lo primero que salta a la vista: las paredes derrumbadas de las casas aún invaden las calles, bloqueando el paso y dejando entrever, en el interior, los electrodomésticos abandonados entre escombros. Cocinas, salones, baños de casas que ya no existen quedan expuestos, iluminados por el sol que se filtra por los techos derrumbados. Quienes regresaron a Karamles lo hicieron gracias a la Iglesia, que reconstruyó sus casas. Pero muchos cristianos prefieren quedarse en Erbil por falta de trabajo, la presencia cada vez más agresiva de los shabak y la dificultad para seguir confiando en el Estado.

«Cuando el Isis conquistó Mosul», nos explica el padre Thabet, «el ejército iraquí y los peshmerga se retiraron aquí y nos dijeron que no teníamos nada que temer. Pero la noche en que llegaron los yihadistas, los soldados seguían tranquilizándonos diciendo que no tuviéramos miedo, y mientras nos enviaban estos mensajes, en realidad, estaban huyendo».

Disparos al sagrario

El padre Thabet fue el último en salir de la ciudad: se llevó los manuscritos más importantes de la iglesia, retiró el Santísimo Sacramento y se despidió de su ciudad natal. Cuando el 27 de octubre de 2016, después de la liberación, regresó por primera vez a la iglesia de San Addai (Tadeo), vio que había ardido hasta los cimientos: «Lo habían robado todo, prendieron fuego a los bancos y dispararon al sagrario. El olor a humo estaba por todas partes. El jardín de infancia de las monjas había sido utilizado como fábrica de bombas. Por no hablar de lo que le hicieron a las casas: la de mis padres, como tantas otras, fue derribada y no será reconstruida. Pero hemos reconstruido 500 y la iglesia, completamente reconstruida, ahora es más bonita que antes. Solo dejamos una zona quemada para recordar lo que nos hicieron».

Lo primero que sintió este sacerdote combativo y tenaz nada más regresar «fue una gran alegría: realmente nunca pensé que volvería a casa. Pero la gente reaccionó de manera diferente: tenía miedo, estaba desanimada. Así que aproveché todas las oportunidades para dar una imagen positiva del regreso. Hice limpiar el monasterio de Santa Bárbara, celebré el Domingo de Ramos. Solo tenía 25 mil dólares para reconstruir toda la ciudad: por suerte los Caballeros de Colón nos ayudaron».

La esperanza ahora es que la visita de papa Francisco pueda cambiar las cosas: «Debe instar al gobierno a que nos defienda. Aquí en Karamles los cristianos no somos una minoría, es nuestra ciudad. Pero nuestros derechos, nuestra historia y nuestras tradiciones deben ser respetados».

Publicado por Leone Grotti, enviado especial a Iraq, en Tempi.

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.

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Comentarios
8 comentarios en “«Aquí, en la iglesia de Karamles, dispararon al sagrario»
    1. queman las iglesias y es por que jesus esta pasado de moda, demoles una novedad el culto al mundo alado en las iglesias que significa el control del mundo, para que no hayan desastres naturales.

      1. como ha de actuar el cura de la iglesia, debe dar dos opciones o cristo o mundo alado, los que quieran estar con cristo que sigan así y los que quieran estar con mundo alado pues que sigan con mundo alado. mundo alado es la novedad.

      2. O quizás las queman porque en el Corán se digan cosas como estas:

        “Si no salís a combatir Él os castigará con un castigo doloroso y os cambiará por un pueblo diferente sin que le causéis ningún perjuicio. Dios tiene poder sobre todas las cosas.” Sura 9:39

        1. pues si efectivamente,No obliges a la gente a jesucristo o lo aborreceran dales a elgir hacer culto a varios dioses y luego si lo prefieres enseñale a jesucristo.

  1. Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.” Lucas 14:26.

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