Arzobispo de Lima: “Estamos entristecidos e indignados»
(Aciprensa/InfoVaticana)- En Perú ha estallado un escándalo por la vacunación de forma irregular y secreta de cientos de personas, comenzando por el ex presidente Martín Vizcarra, su esposa y su hermano. Esta semana se publicó una lista con 487 nombres de personajes que accedieron a un lote de vacunas de la empresa china Sinopharm, antes que médicos de primera línea y población vulnerable.
El Nuncio Apostólico en Perú, Nicola Girasoli, es una de las personas que integra la lista del escándalo denominado por la prensa como “Vacunagate”.
El gobierno peruano ha creado una comisión de investigación en el Ministerio de Salud y el actual presidente, Francisco Sagasti, ha prometido separar de sus cargos a todos los funcionarios que recibieron la vacuna de forma irregular.
La lista de vacunados fue entregada por la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) al Congreso, la Contraloría General de la República, la Procuraduría General del Estado y la comisión investigadora del Ministerio de Salud, después de que Vizcarra admitiera haber recibido la vacuna cuando era mandatario y mucho antes de que el país contara con un contrato de compra con Sinopharm.
ACI Prensa contactó con Girasoli para confirmar si recibió la polémica vacuna. El nuncio dijo que fue convocado por la UPCH como consultor en el “proceso de ensayo” de la vacuna china. “No puedo entrar en los detalles. He hecho un comunicado y usted se atiene a eso”, respondió el Nuncio.
El comunicado de Mons. Girasoli dice textualmente lo siguiente:
“Yo he tenido COVID19 en abril de 2020 con síntomas bastante severos y fui dado de alta el 11 de mayo de 2020. En junio 2020 hice público que había tenido COVID19.
Por esto no tenía apuro en vacunarme porque los médicos me dicen que las reinfecciones son posibles pero cuidándose mucho (como rigurosamente hago) son muy raras.
A través de mi médico personal he sido convocado como consultor de la prestigiosa Universidad Cayetano Heredia en temas éticos sobre este proceso y a motivo de mi condición de convaleciente por las consecuencias que todavía tengo del COVID19”.
“No tenía, como lo explico muy bien (en la declaración), el apuro de vacunarme y me dijeron los médicos que no había reinfecciones. Vivo como monje, son meses que no salgo. He sido convocado como consultor… Si ellos (la Universidad Cayetano Heredia) dicen eso, significa eso. Yo te doy el contexto”, agregó en conversación con ACI Prensa.
Sinopharm inició en Perú un ensayo clínico de su vacuna en septiembre de 2020 con 12.000 voluntarios. El ensayo implicaba que muchos recibieran placebo en vez de vacuna.
Adicionalmente el laboratorio chino envió 3.200 dosis de vacunas para ser administradas entre el personal de primera línea que tuviera relación con el ensayo clínico. Sin embargo, la lista presentada por la universidad revela que este lote fue usado de manera irregular.
Según fuentes especializadas y vinculadas a la investigación médica en el Perú, que prefieren mantenerse en el anonimato, en esta situación hay un claro problema ético pues en los estudios clínicos no deben incluirse “dosis de cortesía”.
El arzobispo de Lima, Carlos Castillo, se ha pronunciado sobre la vacunación del nuncio. “Estamos entristecidos e indignados porque es una persona tan buena y cercana a nosotros. Él se ha vacunado por motivos que él tiene que explicar, me parece que su explicación hasta ahora no es suficiente. Que figure en la lista nos duele de sobremanera, esta participación es un signo de que nos toca a nosotros también superar la indiferencia hacia los problemas de la gente”, dijo el prelado según recoge El Comercio.
“Le he dicho que esto es grave. Estos signos de privilegios son las cosas que la gente critica de la Iglesia. No nos podemos permitir nada, tenemos que ser la esperanza, todos podemos caer en errores, pero tenemos que tener cuidado en lo que hacemos”, agregó.
Publicado por Walter Sánchez en Aciprensa. Modificado y ampliado por InfoVaticana.
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No era posible imaginar hace meses que los planes criminales de eliminar personal para reducir la población mundial por medio de la vacunación (propias palabras de los psicópatas), iba no solo a no encontrar denuncia y guerra en contrario, sino lo que es alucinante, colaboración por parte nada menos que quienes debían guardar el rebaño. Preparémonos para vivir la Pasión en solitario cada uno. El Señor estará siempre con el que quiera acogerlo. Que la Virgen María nos proteja.
Lo sucedido en Perú, solo puede ser a pequeña escala lo que debe haber sucedido en el resto del mundo, las élites han recibido el antídoto al virus chino en octubre porque ya estaba en camino la «segunda ola» que no debe ser otra cosa que el virus modificado y empieza en Inglaterra, porque se han salido del libreto con el brexit. Y por eso Papapancho anda tan tranquilo sin mascarilla. Sus amigos del nuevo orden ya le habían suministrado el antídoto, lo de las dosis «aplicadas» al papa, son solo para convencer incautos, «si el papa se la puso, yo también». Esa no debe ser la vacuna verdadera.
La Universidad Cayetano Heredia tenía una lista de voluntarios para ensayos clínicos con la vacuna china. El Nuncio estaba en la lista. Además, el nuncio ya estuvo enfermo de covid y es un anciano. No hay problema en eso. El problema es con los funcionarios públicos que se aprovecharon.
Si la Universidad vacunó a personas en lista de ensayo, sea quien sea, no hay falta ni delito.
El Arzobispo de Lima es teólogo de la liberación y muy afin a las ideas marxistas. Es parte del grupo de socialistas que respaldo al corrupto ex presidente Martin Vizcarra, y hasta pidió que sea anulada la vacancia por incapacidad moral que le hizo el Congreso. Monseñor Castillo es politicamente correcto y siempre gusta de estos cargamontones a los sacerdotes que no son de su línea ideológica.
Si como dices el Nuncio se vacunó como voluntario e hizo de conejillo de Indias, no hay falta alguna.
¿Así que sólo estas son las cosas que la gente critica de la Iglesia? Pues qué mal informados que están.
Y tal parece que el Nuncio es víctima de una operación de prensa.
Pues según se ve, en las redes sociales, hay mucha gente implicada, y los medios lo supieron en noviembre. Hicieron lo posible por encubrirlo, y lograron que un grupo de 30,000 «borregos» saliera a las calles a gritar contra el presidente legal. Y ahora sale a la luz. Es notorio que el arzobispo no estima al nuncio, el cual me parece asumió, después del nombramiento de Castillo