La vida del no nacido importa: racismo sistémico en Planned Parenthood

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(First Things)- Una vez vi un cartel que animaba a las mujeres de color a abortar. Decía: “Las mujeres de color cuidan de sus familias cuidándose primero a sí mismas. EL ABORTO ES EL CUIDADO DE UNA MISMA”. Pero en realidad el aborto está devastando a la comunidad negra. El 80% de las clínicas de Planned Parenthood se encuentra a pocos pasos andando de barrios de minorías, y el 60% en el propio distrito  postal. Según el Planned Parenthood’s Guttmacher Institute, “en Estados Unidos la tasa de abortos entre mujeres negras es casi cinco veces superior que entre mujeres blancas”. Es muy preocupante: las mujeres de color son el 13% de la población femenina, pero alcanzan el 36% de los abortos. Planned Parenthood argumenta que las mujeres negras e hispanas abortan más debido a una mayor tasa de embarazos no deseados, y no por el “marketing agresivo de los proveedores de servicios del aborto a las comunidades minoritarias”. Pero todas las clínicas de Planned Parenthood que practican el aborto a gran escala están ubicadas en un porcentaje desproporcionado en comunidades minoritarias o cerca de ellas.

Alexis McGill Johnson, presidenta y directora ejecutiva de Planned Parenthood, es la segunda mujer de color al mando de la organización. Es una investigadora activista, prometió que bajo su dirección la organización “haría un análisis interno y se dedicaría a denunciar la injusticia y a reconocer nuestro propio racismo sistémico”. Hace unos meses, más de cien líderes de color y yo firmamos la carta que la Human Coalition le dirigió a Johnson. Escribimos esa carta para sensibilizar sobre el “racismo sistémico” de Planned Parenthood y el daño que sus políticas están causando a la América negra. Johnson nunca nos contestó.

Johnson tiene la oportunidad de demostrar que la vida de la población de color le importa en cada una de sus etapas. El año pasado, el centro de Planned Parenthood de Manhattan eliminó el nombre de Margaret Sanger de su edificio. Pero Planned Parenthood sigue siendo el rostro del racismo sistémico del aborto y de la eliminación de la población de color. El comportamiento de Planned Parenthood sería considerado genocida si los responsables no hubieran elegido a tantos líderes negros. Sin embargo, muchos defienden públicamente a Planned Parenthood contra las acusaciones de racismo, acusaciones que se remontan a hace 80 años, hasta Sanger (que efectivamente fundó la primera clínica de abortos de Estados Unidos en 1916).

Johnson se tiene que enfrentar al legado de Sanger, un eugenista que pensaba que el mundo sería mejor sin inmigrantes, sin gente de color y personas con discapacidad mental. Al igual que Planned Parenthood hoy, Sanger utilizó a los negros estadounidenses para persuadir a otros negros de que apoyaran la agenda oculta de su organización. En una carta -a menudo citada-. Sanger escribió al Dr. Clarence J. Gamble: “No queremos que se difunda la voz de que queremos exterminar a la población negra, y el ministro es el hombre que puede corregir esa idea si alguna vez se le ocurre a cualquiera de sus miembros más rebeldes”.

Sanger vivió lo suficiente para ver a uno de los líderes negros más grandes de la historia recibir el premio Margaret Sanger de Planned Parenthood. El 5 de mayo de 1966, Martin Luther King Jr. recibió el premio “por su valiente resistencia al fanatismo y su dedicación, a lo largo de toda su vida, al avance de la justicia social y la dignidad humana”. Planned Parenthood volvió a imprimir el discurso de aceptación de King para darse publicidad y elogiar a Sanger. La organización invitaba a las familias de color a utilizar la planificación familiar como un camino hacia la mejora.

Y avanzó rápidamente, hasta hoy. En 2008, la activista provida Lila Rose, entonces estudiante en la UCLA, contrató a un actor para que se hiciera pasar por un racista dispuesto a realizar donaciones a Planned Parenthood. Este actor llamó a las clínicas de Planned Parenthood y se ofreció a hacer donaciones para pagar abortos y  “reducir el número de negros”. Las clínicas Planned Parenthood de siete estados aceptaron su propuesta.

En este momento político, el mundo sigue luchando para evitar las muertes por coronavirus; el lenguaje de políticos y funcionarios de la sanidad sugiere una veneración por la santidad de la vida humana. Sin embargo, la mayoría se muestra indiferente ante la muerte de los no nacidos. Durante el confinamiento las clínicas abortivas han permanecido abiertas mientras proclamábamos nuestro compromiso a nivel nacional para salvar vidas.

“El silencio ante el mal es, en sí mismo, el mal: Dios no nos eximirá de la culpa”, dijo Dietrich Bonhoeffer. “Callar es hablar. No hacer nada es actuar”. Estados Unidos se enfrenta a un momento Bonhoeffer. Planned Parenthood sigue recaudando millones de dólares de los contribuyentes. Las vidas de los no nacidos importan. Debemos aprovechar esta ocasión para defender a los no nacidos y lograr los cambios morales que nuestra nación necesita.

Carol M. Swain es profesora titular en las universidades de Vanderbilt y Princeton.

Publicado por Carol M. Swain en First Things.

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.

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Comentarios
14 comentarios en “La vida del no nacido importa: racismo sistémico en Planned Parenthood
  1. Esto es lo que rechazaba Trump y que promociona Biden. Para que luego haya católicos que voten al Partido Demócrata y Francisco felicite a Biden.

  2. En el momento que se acepta ( por el lavado de cerebro ) legislar a espaldas de la ley de Dios, con la falacia de las mayorías y los organismos internacionales ( en manos de los satánicos ) salen todas las monstruosidades actuales, el mal por bien, y el bien por mal. Lo grave no es la persecución, sino las almas que se van a condenar por la eternidad. Un abrazo.

  3. Antes de mi conversión era pro abor to. Un día mi madre se lamentaba de aquellos cuerpecitos tirados a la basura. Yo le decía que no había vida en ellos pero ella seguía lamentándose. Mi madre era todo amor. Me enfadé mucho y no sé que le dije. Ella sólo repuso : pobrecitos…con aquel amor y ternura tan propia de ella. Pobrecitos…

    Una palabra, sólo eso. Sólo una ; pobrecitos…

    Me enfadé porque me penetró el alma. Me enfadé porque no quería contemplar la posibilidad de que tuviera razón. Quería creer que no eran seres vivos todavía. Quería creerlo. Pero mi madre con aquella expresión tan llena de amor y compasión me tocó el corazón.

    1. Tardé mucho todavía en cambiar. Incluso después de mi conversión tardé mucho. Pero un día me pregunté : ¿por qué la Iglesia estará tan en contra del aborto? y empecé a investigar, a ver videos, a escuchar médicos etc.

      Hasta que de mi corazón resurgió aquella palabra : pobrecitos…

      1. Admirable testimonio que confirma que mucha gente aprueba el aborto sin ser consciente de lo que supone. Y precisamente por eso no basta que el Papa diga alguna frase velada, porque así no convencerá a nadie. Hace falta lanzar una campaña clara con argumentos, cosa que Su Santidad se niega a hacer.

        1. Sacerdote mariano,
          Falta información sí! porque la verdad es q yo no sabía siquiera cómo se practicaban los abortos, ni había escuchado ningún testimonio de médicos o enfermeras.Se me cayó el alma al suelo cuando fuí descubriendo lo que ocurría y cómo ocurría.

          Fué impactante para mí.

          Un saludo

    1. ¿Y qué pasaría si empezamos a privarnos de youtube y empezamos a ver y a subir videos a rumble? Porque si seguimos con youtube como si nada malo hubiera hecho, youtube seguirá abusando muy campante, y rasgarnos las vestiduras sería pura facha. El Padre Raúl Sánchez también ha sufrido censura de youtube por decir verdades basadas en la Biblia que no son de buen recibo para estas empresas tecnológicas ligadas al NOM.

  4. Recuerdo que a la edad de 10 año en mi colegio de monjas de María Auxiliadora me pasaron un video: el grito en el silencio. Fue una monjita mayor que nos explicó el embarazo y luego de toda la belleza de dar a luz, claro con las dificultades propias, nos mostró los horrores del aborto, fue muy apropiada la edad y forma ya que todo fue con mucha claridad y caridad. Ahora a mis hijos de 8 y 12 ya les he hablado y son dos varoncitos que han marchado a favor de la vida y lo tienen muy claro.

    1. Lena, muy bien hecho, nuestros hijos han de ser beligerantes y resistentes a la cultura de la muerte, y para ello hemos de educarles. No podemos permitir que sean la estadística andante e impersonal que quiere hacer de ellos el globalismo imperante.

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