El nombramiento de Nathalie Becquart -junto al agustino español Luis Martín- como subsecretaria de la Secretaría del Sínodo ha llevado a los previsibles parabienes mediáticos de los amantes de las cuotas, y al integrante comentario del cardenal maltés Mario Grech, que será su superior.
Con el nombramiento de Nathalie Becquart “se abre una puerta”, ha declarado a Vatican News el cardenal Mario Grech, nombrado por Francisco secretario del Sínodo.
En tiempos normales, la frase no tendría demasiada importancia, y quedaría como uno de esos tópicos que se sueltan en los nombramientos y fundaciones sin esperar que nadie le preste excesiva atención. Después de todo, en este ‘revival’ tribal al que asistimos, es hoy costumbre destacar como gran mérito de los elevados a la cumbre su pertenencia a tal o cual colectivo de moda más que cualquier otra de sus cualidades y competencias personales.
Pero estos no son en absoluto tiempos normales. Vivimos en la Iglesia un momento en que un sector del comentariado católico y la jerarquía -la más cercana a la línea de este pontífice, además- expresó su amarga decepción cuando del Sínodo Amazónico no salieron ni curas casados ni sacerdocio o siquiera diaconado femenino, a pesar de las esperanzas explícitas del documento con que se cerró; un momento en el que asistimos a un ‘camino sinodal’ en la iglesia alemana, quizá la más rica, que marcha a toda máquina hacia la ruptura con la doctrina universal en cuestiones como, precisamente, el papel de la mujer en la maquinaria eclesial.
Quizá lo que insinúa el cardenal es lo mismo que entiende la prensa secular progresista, que “por primera vez en la historia de la Iglesia católica una mujer participará, con derecho a voto, en la mayor asamblea del Vaticano (excluyendo los cónclaves): el Sínodo de Obispos”, como escribe eldiario.es. “Durante el pasado Sínodo de la Amazonía, una treintena de mujeres participaron de las sesiones”, continúa la crónica del diario online. “Fueron, por primera vez en mucho tiempo, escuchadas. Pero, a la hora de votar, sólo los hombres tuvieron voz en la Asamblea. Ahora, eso cambia. ¿Para siempre? Asi lo cree el cardenal Grech, Secretario General del Sínodo, que sostiene que «con el nombramiento de la hermana Nathalie Becquart y su posibilidad de participar con derecho a voto se ha abierto una puerta, veremos qué otros pasos se pueden dar en el futuro».
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En vez de denunciar , la agenda malvada, colaboran con ella, que Dios les perdone.
Sabes, Hay mujeres santas que son doctoras de la Iglesia, como Santa Teresa, Santa Catalina de Siena, Hildergarda de Bingen, y Santa Teresita de Lisieux.
Es decir ya hace mucho tiempo que las mujeres pueden enriquecer con sus conocimientos a la Iglesia.
Examinate a ti mismo primero, para ver donde está la maldad de tus juicios sin conocer a la persona.
Argia, al enemigo no le importa quien lleve razón, lo que quiere es que haya división. Por otro lado debes saber que el mayor en la Iglesia debe ser el servidor de todos. Es inútil la polémica, lo que queremos, lo mejor para todos es acudir a la Iglesia para que el Señor nos de su Espiritu Santo, esta es nuestra aspiración. Es inutil toda la polémica y confusión, no estamos aqui, según la Palabra de Dios, para escalar posiciones, eso es de este mundo, no es de Dios.
¿ Quién es el que está creando polémica y confusión ?
Cuando se declara la verdad, ahi está el Espiritu Santo, creo que te has equivocado de a quién tienes que corregir.
Y hasta para poder servir, te tienen que dejar…
Todas monjas nombrás, ni comparación con una mundana.
Nació en 1969. Es originaria de Fontainebleau en Francia y es licenciada de la Escuela de Altos Estudios Comerciales de París (HEC París), también estudió filosofía y teología en el Centro Sèvres – Facultad de los jesuitas de París, sociología en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS) de París y es especialista en eclesiología con investigaciones sobre la sinodalidad en la Boston College School of Theology and Ministry de Estados Unidos.
Ha sido directora del Servicio Nacional para la Evangelización de los Jóvenes y las Vocaciones de la Conferencia Episcopal de Francia por seis años y consultora de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos desde 2019.
Tiene estudios mercantiles de base, una utilitarista, y estudió sociología, una «ciencia social» de la que salen los progresistas, y que aplica el método ciéntifico sin tener distancia con el objeto que estudia, la sociedad en donde los sociólogos están inmersos. Una tontera.
Y también estudió con los jesuitas de esta época.
“Durante el pasado Sínodo de la Amazonía, una treintena de mujeres participaron de las sesiones”, continúa la crónica del diario online. “Fueron, por primera vez en mucho tiempo, escuchadas. Pero, a la hora de votar, sólo los hombres tuvieron voz en la Asamblea.»
A Santa Catalina de Siena, si se le escuchó, como a santa Brígida. Nadie debería poder comprender, como si en siglos pasados, la mujer ha sido capaz de aportar valiosos conocimientos a la Iglesia, todavia se siga cuestionando que lo pueda hacer. Cuando lo único que debería importar no es el sexo de la persona, sino si trabaja para Jesucristo, y si esta capacitada en la materia que se debata.
Pero seguimos igual, siempre el mismo pecado….
Al menos, Santa Catalina y Santa Brígida eran monjas, religiosas consagradas y muy bendecidas, en un tiempo que no entraba así como así un infiel a una Orden. No se puede comparar.
Por favor. Esta señora es un florero más en un sitio que es uno de los floreros mayores del Vaticano. Grech sabe perfectamente que el Sínodo no sirve para nada más que para financiar viajes a Roma. Los textos dicen siempre lo que quieran los papas de turno, llámense Montini, Woytila, Ratzinger o Bergoglio. El auténtico precedente de mujeres con jurisdicción son las abadesas mitradas, como la que hubo en las Huelgas, y que funcionaron bastante bien. Pero la Iglesia en la Edad Media era más seria que el actual circo burocrático jesuitico.
Una puerta abierta a la política izquierdista de cuotas en la que no cuenta lo que vale la persona sino el hecho de ser mujer.
Tal cual. Para hacer escándalo.
En esta página, siempre ha habido censura
Estamos cumpliendo con las cuotas! (la carnada para apaciguar a papolatras, feministas y progresistas mientras el poder rosa se mantiene en el Vaticano).
Lo unico que no puede ser una mujer es sacerdotisa. Me encantaría ver una Nuncia o Secretaria de Estado mujer…y relegar al hombre al ministerio sacerdotal…Tocó lo demás…. dependerá de la valía.
Sí…y soy hombre….ya está bien!
Quería decir «Todo lo demás» no «Tocó»
BENDITA APERTURA. Que se continúe esta línea de darle el lugar y la valoración a la mujer sacando de la iglesia todo machismo. Hay que erradicar las ideas de superioridad del varón, o que la mujer tiene una misión específica con el modelo de María y el hombre otro con el modelo de Jesucristo.
El Evangelio se vive en la realidad concreta, no en el pasado.
El Evangelio en la Palabra del Hijo de Dios, por lo tanto eterno. Sus Palabras, son perfectas, divinas y NO PASARAN como las de este mundo. Precisamente por esto nos dan esta seguridad tan reconfortante. Sólo ellas nos ayudan en nuestro camino.