Agrelo: «Hemos de luchar, no por defender cruces de madera, sino porque no haya crucificados»

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El 19 de enero, un pequeño pueblo cordobés, Aguilar de la Frontera, saltó al foco mediático porque, por decisión del consistorio, una cruz situada en el municipio fue demolida por considerarla un monumento franquista.

Esto provocó un fuerte revuelo en las redes sociales, en las que no pocos católicos mostraron su indignación y frustración. Hubo un partido político, Vox, que se sumó a esa ola de indignación. Esto no parece haberle gustado al arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo, el cual ha publicado en Religión Digital ―¡Qué sorpresa!― un artículo al respecto.

“Parece que, por ello, los cristianos debiéramos ir a la guerra para solaz de políticos, o a la expiación lucrativa para solaz de comerciantes”, escribe el obispo español.

Si una autoridad política “perpetró la mayor humillación posible contra los cristianos”, dice citando una frase que se habría dicho sobre el tema, la política “exige que no se deje pasar la ocasión sin sacarle provecho al evento; y el comercio se habría quedado de pardillo si, en tales circunstancias, renunciase a obtener un beneficio: “Envíenme, por favor, la Cruz, y la oración de desagravio””.

“Nadie tiene poder para humillar a un cristiano, ni para agraviarlo, aunque todos tengan poder para matarlo, para arrojarlo, a él, al cristo de turno, a los basureros de la vida”, asegura Agrelo.

“Me lo recuerdo a mí mismo, se lo recuerdo a los cristianos, se lo recuerdo a políticos y comerciantes por si alguno está dispuesto a tomarlo en consideración: si hemos de luchar, y hemos de luchar, no es por defender cruces de madera, sino porque no haya crucificados… Y si eso les parece una utopía indigna de ser tomada en consideración, entonces luchemos al menos para que nosotros no crucifiquemos a nadie”, señala el arzobispo franciscano.

“La imagen de la cruz la llevamos grabada a fuego en nuestro corazón, en nuestra vida, en lo que somos; y a los crucificados también, concluye el arzobispo emérito de Tánger.

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Comentarios
29 comentarios en “Agrelo: «Hemos de luchar, no por defender cruces de madera, sino porque no haya crucificados»
    1. ¿Agrelo es cobarde, tonto, o bien le paga el Gobierno social-comunista por escribir estas indignas mamarrachadas? Claro que las 3 cosas no son incompatibles entre sí. Impresentable. Con este clero la Iglesia no necesita enemigos internos: ya los tiene dentro

    2. Otro comentario palmero sin pensamiento crítico. Primero los símbolos, luego las imágenes, posteriormente las iglesias y finalmente a las personas. Esas son las etapas de la persecución religiosa. Es que no aprendemos eh.

  1. En Aguilar no se crucificó a nadie, sino que fue la propia Santa Cruz la que arrojaron a las basuras. Por eso los anticristos que se estremecen y espumajean ante la sola presencia de la señal del cristiano, sienten una verdadera liberación. Y, de entre éstos, los infiltrados de mitra y báculo que garabatean en Religión Digital necesitan al menos desviar la atención con la coña demagógica de los «crucificados», para seguir paladeando en privado el regocijo íntimo que les produce.

  2. Quien no lucha por defender ese símbolo de su fe, sea de madera, hormigón, piedra o lo que sea, traiciona al Crucificado y a los que han sido «crucificados» por creer en Él; así es como lucha ese irresponsable activista con mitra para que no haya crucificados.

  3. «¿Cuál es la señal del cristiano? La señal del cristiano es la Santa Cruz?» se decía en los catecismos de antes que se aprendían de memoria. El amor a la Cruz es el distintivo del verdadero cristiano. Destrozan las cruces no porque sean distintivos del franquismo, que nunca lo fueron, sino porque odian a los cristianos y a su doctrina que les repatea la conciencia. Pero con el signo de la cruz venceremos…

  4. Quién no puede lo menos no puede lo más, por supuesto, que no va a haber crucificados en esta época terrible para que hubiera crucificados tuviera que haber justos que dijeran la verdad y se opusieran a las injusticias pero han caído todas las defensas morales y religiosas y se están preparando las cosas para una gran tiranía que ya en parte soportamos bajo la excusa del Covid. No va a haber crucificados sino sacrificados como los animales por el aborto, la eutanasia, el suicidio inducido, la escasa asistencia médica, la pobreza, el endeudamiento, el stress y todas las enfermedades que han generado con los medidas los gobiernos, algunos médicos y especialistas, el apoyo de la Iglesia y los medios.

    1. Sí hay crucificados, poquito crucificados, pero lo somos cada día cuando nos imponen tantas restricciones para ser cristianos. Es el martirio blandito, no te das cuenta ni protestas, pero te están martirizando cada día. Y luego está eso que dice, claro.

      La declaración de este, lo que sea, me recuerda a cierto ministro de defensa, de similar catadura, cuando dijo que el prefería morir a matar.

  5. Cobardes, miserables palabras las de este obispo… Y lo que dice del «comercio» como sinónimo de cosa diabólica (criticar el consumismo a ultranza vale, pero ahora ¿los que tenemos una tienda somos abyectos? Pues San José tenía una carpintería…), grotesco. Todo un despropósito…

    1. Estas separaciones las tiene este señor en la cabeza, solo. Viven de alimentar la demagogia, porque aprovecha para poner al supuesto sufriente en contraposición a todo aquello que como Católico nos representa.
      Es como si no pudiesen convivir en su mundo la ayuda al necesitado, la defensa del que sufre y la importancia de nuestros signos Cristianos. Y parece mas un aprovechar para atacar estos últimos inventando una supuesta contraposición a los primeros.
      Alguien debería de explicarle a este Señor que las dos cosas pueden convivir en perfecta armonía, y que sólo en su cabeza existe estas contradicciones, que a lo mejor no son tales, sino un aprovechar al pobre para atacar lo que no quiere creer como Cristiano, y debiera.

  6. ¿Son figuraciones mías o este obispo es un mancer?

    Si, este bellaco con fajín y solideo es, ciertamente, un mancer.

    Obispo tonto, con grelos,
    de dudosa condición,
    ha metido el zancarrón
    destacando entre los lelos.
    Avergüéncense los cielos
    de que mentecato tal,
    ha balado al son de Baal
    con cerebro de infusirio,
    como el berza mas notorio
    de Religión Digital.

  7. La verdad es que no se explica muy bien. ¿Qué quiere decir?¿que da igual que el comunismo incendie iglesias porque lo importante es el amor?

  8. ¿Y qué tendrán que ver los comerciantes?
    Pero a cuántos marroquíes ha convertido este señor en Tánger?.
    Claro, lo importante es dar de comer. Pues para dar de comer que hubiese ido al califa a pedírselo en vez de decir tanta tontada.

  9. Lo he estado meditando y creo que sí entiendo lo que quiere decir:

    Cuando Jesús vino a recogerme y a curarme, en la experiencia de mi conversión, viviendo yo una vida atea , de pecado, no me recriminó nada, no me gritó, no me cantó los mandamientos, no me crucificó por mis pecados ya que por ellos ya fué crucificado Él. ¿Qué hizo pues? me amó, me abrazó, me infundió su amor inefable y sublime, el amor más impresionante que ,( no digo que se pueda imaginar porque no se puede) pueda existir. Y esto me abre un interrogante: » nos acercamos nosotros a los pecadores con amor, tal como hace Jesús, o les soltamos una retahila de normas y una amenaza de condena? …

    1. He meditado lo que quería decir Agrelo y bueno, tal vez, y sólo tal vez, si nos acercáramos a los pecadores con el amor y la caricia con que Cristo se acercó a mí , y a otros muchos, nadie sentiría el impulso de derribar las cruces de madera ( ni de ningún otro material) que simbolizan el amor de nuestro Dios porque se darian cuenta de que nuestro amor brota de esa cruz, del amor de Dios por todos los hombres.

      Él me amó y yo me enamoré. No hizo falta que me dijera : conviértete! su amor me convirtió en un sólo instante. Y ya no he dejado de buscarle ni un sólo momento de mi vida.

      1. Sólo tenemos que amarles y Dios hará el resto.Si preguntan, responder. Y pedir a Dios que nos de paciencia porque muchas veces se girarán contra nosotros pero nuestro silencio será redentor. Y eso es lo que nos cristificará.

  10. Un arzobispo diciendo frases que han de ser interpretadas?

    Y por qué no ajustarse al Evangelio?

    «No quiera Dios que me glorie, sino en la cruz de Nuestro Señor Jesucristo, por quién el mundo está crucificado para mí y yo para el mundo.»
    Gálatas 6, 14

    Para los creyentes la Cruz es la realidad espiritual del Evangelio.
    Corintios 1, 17; 2, 18

    Por definición no hay cruces franquistas, sino odio a Cristo y quien no está con Él, está contra Él, y quien no recoge con Él desparrama.

  11. Uno acaba de leer el artículo y se pregunta ¿Este hombre está defendiendo la Cruz, o no, o las dos cosas a la vez?. Su exabrupto es un chorro de vaguedades sin sentido alguno para no decir claramente ni una cosa ni la otra. ¡Absolutamente pasmoso!, deja al incomparable marxista Groucho a la altura de los zapatos con «la parte contratante de la primera parte es la parte contratante de la primera parte». El perpetrador de tal sarta de incongruencias, si un día le echan en cara que no defendió la cruz, sacando este artículo podrá decir que sí ¡Y también lo contrario!. ¡Su artículo puede ser publicado a la vez en Religión Digital y en Infovaticana! ¿Quién ha conseguido tal hazaña?. Un maestro del disimulo hábil para decir una cosa y la contraria a la vez. No sé si admirar su capacidad lingüística, denostar su traición a la Cruz que juró defender, alabar la defensa de la misma, o las tres cosas a la vez. ¡Increíble!.

  12. El típico espiritualismo desleído de la progresía eclesial, que desprecia la materia, lo sensible, los símbolos, los sacramentales, las devociones exteriores. Suelen ser los mismos que desprecian o directamente niegan la presencia real de Cristo en la Eucaristía o la necesidad de los sacramentos como medios ordinarios de obtención de la gracia. Por supuesto, son también o muy ingenuos o muy poco versados en Historia, pues allá donde se empiezan a tirar cruces, poco después se empieza a liquidar cristianos.

  13. Hubo quién murió por no pisar una cruz, ¡qué tontería!; hubo quién murió por llevar un rosario en el bolsillo ¡qué tontería! y, seguramente, hubo quién murió por pintar un pez en la arena porque el avispado de turno conocía el símbolo ¡qué tontería!

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