Sebastià Taltavull, obispo de Mallorca, se habría saltado la lista de vacunación contra el coronavirus, según OkDiario.
El prelado habría recibido la primera dosis el pasado 5 de enero. Taltavull, de casi 73 años, no formaría parte de las listas prioritarias de vacunación, pero aprovechó, según el citado medio, la presencia del personal sanitario en la sede de Sant Pere i Sant Bernat, un antiguo hospital habilitado desde el año 2001 como residencia para sacerdotes jubilados, para recibir la primera dosis el pasado cinco de enero.
El obispo de Mallorca no vive en la citada residencia, con capacidad para 30 personas entre usuarios y personal. Esto sí ocurría en el caso del otro obispo ―qué sepamos― que se ha vacunado: Demetrio Fernández, quién se vacunó delante de las cámaras el 11 de enero.
La presencia de Taltavull en la residencia llamó la atención a varios sacerdotes, que creyeron que la presencia del obispo en el recinto obedecía al hecho de que fuera la primera jornada oficial de vacunación para los religiosos jubilados.
La vacunación del prelado no se ha hecho pública, pero según Ok Diario, éste no habría tenido reparos en confesarlo en el transcurso de los últimos días durante varios encuentros sacerdotales en los que ha tomado parte.
Taltavull es obispo de Mallorca desde 2017; antes ejerció como obispo auxiliar de Barcelona.
Según recoge La Vanguardia, el prelado asegura que no pidió ser vacunado, pero precisa que fue incluido en la lista dada su edad, ya que esta misma semana cumple 73 años. También indica que vive al lado de este centro asistencial, a donde acude con relativa frecuencia para visitar a sus residentes.
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Otro listo que tendrá «sus razones»
Se justifica diciendo que lo había pedido Francisco. Y es verdad, porque el «humanismo» mediático, el del Mundo desconectado de Cristo, al final ataca al hombre.
No querrá meterse en vena un niño machacado como parece que hizo el otro.
Por suerte, Viganò no se cuela.
Saltarse una cola, para aplicarse una inyección de vectores de mutación genética en etapa experimental (no las llaméis «vacunas» porque no lo son), conlleva su propio castigo.
Exacto. En el pecado lleva la penitencia.
Es una noticia de cotilleo episcopal…
Es carente de sentido, exceptuando que alguien esté interesado en manchar el nombre de este señor prelado colado y vacunado.
Alguien ha dicho que confunde la inmunidad de rebaño con la inmunidad del pastor