El Papa Francisco ha nombrado esta mañana nuevos miembros para la Pontificia Comisión Bíblica. Entre los elegidos se encuentra un sacerdote de la diócesis de Madrid, Andrés García Serrano, que es profesor de Nuevo Testamento en la Universidad Eclesiástica San Dámaso.
García Serrano es párroco de Santa Teresa Benedicta de la Cruz, una parroquia madrileña con bastante afluencia de jóvenes; labor que compagina con la docencia, dando clases en la Universidad San Dámaso, pegada al seminario diocesano. El nuevo miembro de la Pontificia Comisión Bíblica pasó una dura prueba en marzo cuando, tras perder a su madre por coronavirus, él mismo tuvo que ser ingresado por el virus, con una neumonía bilateral. Aquí lo cuenta en este testimonio.
Junto a él, el Pontífice ha nombrado a Federico Giuntoli, profesor de Antiguo Testamento en el Pontificio Instituto Bíblico, Roma; Marcin Kowalski, profesor de Nuevo Testamento en la Universidad Católica de Lublin (Polonia) y Blažej Štrba, profesor en la Universidad Comenius de Bratislava, Badín (Eslovaquia); a Paul Béré, S. I., profesor de Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, Philippe Lefebvre, O.P., profesor de Antiguo Testamento en la Universidad de Friburgo (Suiza) y Henry Pattarumadathil, S.I., profesor de Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (Italia)y a Bénédicte Lemmelijn, profesora de Antiguo Testamento en la Katholieke Universiteit Leuven (Bélgica) y Maria Armida Nicolaci, profesora de Sagrada Escritura en la Pontificia Facultad de Teología de Sicilia San Giovanni Evangelista, Palermo.
El Santo Padre también ha nombrado nuevos consultores para la Congregación para la Doctrina de la Fe: Antonio Pitta, prorrector de la Pontificia Universidad Lateranense; a Ezio Bolis, profesor de la Facultad de Teología del Norte de Italia y al sacerdote Alessandro Clemenzia, profesor de la Facultad de Teología de Italia Central.
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Tiene pinta de ser de lo poco católico de todos esos nombramientos, que será una figura decorativa, como la de Jokin de Irala, profesor de la Universidad de Navarra, para la Academia Pontificia de la Vida del impresntable Paglia, paja, que hace poco nos ilustraba que defender el derecho al aborto no es lo mismo que defender el aborto. Efectivamente, es mucho peor: Elevar el aborto a rango de derecho es sacrificar el derecho a la vida, eliminarlo.
¡ Hay que ver los pinitos que hacen en la Academia Pontificia de la Muerte, como ya se le llama, con tal de defender al indefendible Biden o Franbiden o Bidencisco !
¿Belzunegui tienes información sobre alguno de esos nombres de nuevos miembros?
¿ Y vos, tenéis información de alguno que sea medianamente aceptable ? La presunción iuris tantum, mientras no se demuestre lo contrario, es que son lo peor de lo peor.
No sé si te ha molestado mi pregunta. Si es así me excuso. Te la hice porque no sé nada de ninguno y pensé que tú sí.
para mí son las opiniones con menos caridad que se escriben, rezo por ud.
Puede ser… también rezo por Ud
Antonio Pitta, por ejemplo, es un amoroso laeticioso de aúpa, condición sine qua non para cualquier nombramiento y más en el año amoroso covicioso.
Me gusta mucho leerte y agradezco tus aportaciones.
No, no me ha molestado lo más mínimo, y menos viniendo de vos. Que Dios te bendiga.
Perdone Belzunegui,y en qué se basa para lanzar semejante afirmación sobre un sacerdote,me refiero a Andres Garcia Serrano.
Su buena presencia sacerdotal y su mirada limpia y frontal me inspiran confianza. El dato de que arrastre a jóvenes resulta, en principio, favorable.
Ezio Bolis enlaza a Juan XXIII y Pablo VI con Francisco, marginando a Juan Pablo II y Benedicto XVI.
En fin, hay dos S.I. y uno que se apellida Lefebvre. Dios proveerá.