Obispo italiano califica de “abuso” comulgar en la boca

Pope Benedict XVI celebrates Christmas Eve Mass in St. Peter's Basilica at the Vatican Dec. 24. (CNS photo/Paul Haring) (Dec. 24, 2012) See POPE-CHRISTMAS to come.
|

Para Franco Moscone, obispo de la diócesis italiana de San Giovanni Rotondo, comulgar en la boca -lo que hasta ayer era la única forma permitida- es “un abuso”. La excusa es la ‘pandemia’ del covid, pero es solo eso: una excusa.

Primero se permite como excepción, luego como variante y, finalmente, como regla. El último paso lo da el obispo de San Giovanni Rotondo, que califica de “abuso” lo que durante tanto tiempo fue la única modalidad permitida.

Lo dice en un vídeo viralizado, que recibir la Sagrada Eucaristía sobre la lengua es una manifestación de “falsos espiritualismos”, por lo que se siente llamado a combatir semejante “plaga”, algo que hace al final de su intervención tras la homilía, en la que demanda a los fieles que no caigan en el falso espiritualismo de la comunión en la boca, sino que acojan la carne y la fisicidad con la que Dios se hace presente. Al obispo no parece importarle ni mucho ni poco que la Iglesia, en la instrucción Memoriale Domini, afirme exactamente lo contrario al afirmar que el gesto de respeto que representa recibir en la lengua refleja la consciencia de que no se trata de una comida ordinaria, sino de la Comunión del Cuerpo y la Sangre de Cristo.

No así para nuestro obispo, empeñado en que desaparezca la comunión en la boca en toda su diócesis y confesando que el covid es solo un pretexto, una útil explicación para imponer su inusual fórmula.

Su Ilustrísima ha visto la luz al meditar en las palabras de la consagración, “tomad y comed todos de él”. Ese “tomad”, ¿no equivale a coger con la mano? ¿Por qué no dice “tragad”, simplemente? Pero el luminoso descubrimiento del obispo, que ha esperado dos mil años la llegada de don Franco para ser revelado, puede aclarárselo cualquier estudiante de griego un poco avanzado, quien le explicaría que el verbo utilizado tiene el significado de “aceptación” o “recepción”.

En cualquier caso, auguramos a Moscone un brillante futuro en la jerarquía católica actual.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles