Igual que pasó en Semana Santa y Pascua, el Adviento y la Navidad quedan cancelados en el Vaticano. Nos referimos, naturalmente, a las tradicionales celebraciones litúrgicas públicas. Ya no se trata de “achatar la curva”. Es simplemente el miedo a una enfermedad con una tasa de recuperación superior al 99%, lo que parece indicar que va a ser difícil que volvamos a ver liturgias públicas en el centro de la catolicidad en bastante tiempo.
Las autoridades vaticanas han anunciado, como se esperaba, que las celebraciones litúrgicas en San Pedro en “los próximos meses” se celebrarán con una participación “muy limitada de fieles”, en cumplimiento de las medidas de seguridad que se toman contra una pandemia en la que ya el ruido supera con mucho las nueces.
El anuncio, enviado en una escueta nota enviada por correo electrónico a los periodistas, coincide con la vuelta a la transmisión en línea de las audiencias semanales del Papa desde la biblioteca del Palacio apostólico.
En nuestro país, el borrador de propuestas del gobierno sobre la celebración de la Navidad dispone que se adelante o abrevie la tradicional Misa del Gallo, para respetar el toque de queda impuesto por el Ejecutivo en virtud de los nuevos poderes dictatoriales que le presta en nuevo Estado de Alarma, y que no incluya cantos.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Tanta incoherencia duele…Iglesias cerradas con la excusa del miedo
La gente haciendo largas colas sin distanciamiento social para comprar bebidas y manjares exquisitos mientras el gran ausente es el Niño Dios que no es invitado a la fiesta…..
Apurate Jesus a volver antes de que no quede fe en la tierra
La prohibición de los cantos me recuerda a la prohibición de las campanas de los musulmanes.
Ahora el desgobierno tiránico se arroga el poder ce decidir como la Iglesia ha de celebrar la liturgia, sin canto. Basta ya.
Si Francisco limita la libertad de culto en el Vaticano, no podemos exigir a nuestros gobernantes, la mayoría ateos, dicha libertad en España.
Así nos va.
La Navidad para quien la trabaje (y ellos ni la merecen).